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Pecios



Pecios: Tesoros:
La fragata Lutine (1799):
En 1799 se empleó una fragata de guerra para llevar lingotes de oro como pago de comerciantes de París a socios en Alemania. Embarrancó en unos escollos junto a la isla de Vlieland, situada a la altura de las costas de Holanda. Su valiosa carga quedó sumergida a seis metros de profundidad y bajo tres metros de arena. 900.000 libras de capital privado viajaban aseguradas por la compañía Lloyd's de Londres. La campana de abordo, recuperada en 1858, fue colocada en el vestíbulo de la compañía Lloyd's. Se intentó recuperar la carga en 1800, 1801, 1857 y 1861 pero no fue posible salvo en una pequeña parte. En 1987 una sociedad holandesa renunció al proyecto que tenía en marcha para recuperar la carga.

Ría de Vigo:
Se sigue creyendo que en la rada de Vigo quedan importantes cantidades de metales preciosos por recuperar. El 23 de octubre de 1702, durante la guerra de la Sucesión española, una flota angloholandesa hundió 20 galeones. Habían salido de La Habana, escoltados por 20 barcos y fragatas francesas, y cargados de perlas, esmeraldas, amatistas, plata, oro y numerosos doblones. El almirante Manuel de Velasco había mandado desembarcar la mayor parte del cargamento durante las horas previas al ataque. En 1870 se recuperaron 80 kilos de plata empleando escafanfras Roquayrol-Denayrouze por bueceadores de la Societé en comandite pour le sauvetage des gallions de Vigo. No obtuvieron resultados muchas otras búsquedas realizadas en años anteriores y posteriores.

El Niágara en Nueva Zelanda (1940):
En 1940 transportaba un cargamento de oro desde Sudáfrica hacia las costas americanas. Para disminuir riesgos se decidió seguir una extensa ruta que atravesara el Indico y el Pacífico. A la altura de las costas de Nueva Zelanda fue avistado, torpedeado y hundido. El oro quedó sumergido a una profundidad de 133 metros. La mayor parte pudo ser rescuperada, 555 lingotes de un total de 590. El oro llevado a la superficie fue valorado en 2.400.000 libras esterlinas.

Pecio del Oriflama (1770):
Se baraja la posibilidad de la localización de un pecio que contiene gran cantidad de metales preciosos. El paradero del bergantín español conocido como El Oriflama suscitó mucho interés en el pasado. De construcción francesa, fue capturado por los ingleses y finalmente pasó a manos españolas en tiempos de Carlos III. está a punto de convertirse en sustancioso negocio para otra empresa caza tesoros; Oriflama S.A. En aguas del Pacífico, hace unos 238 años se iniciaba la búsqueda por parte de la corona española de un antiguo bergatín Nuestra Señora del Buen Consejo y San Leopoldo, conocido como el "Oriflama", creyendo que se hundió en estas aguas el 27 de julio de 1770, depués de que pereciera casi al completo la tripulación, víctima del hambre y el escorbuto. Desde entonces la leyenda ha sido alimentada con todo tipo de especulaciones sobre las inmensas fortunas que contenía el navío.

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