Tenerife
Puerto de Granadilla: Críticas



El puerto de Granadilla:
El futuro puerto:
Hay políticos que nos venden macroproyectos como el del puerto de Granadilla haciéndonos creer que van a traer riqueza y empleo a Tenerife. Hay políticos con cara de póquer que sólo muestran determinadas cartas a la ciudadanía y se guardan las más importantes para sus adentros porque son políticos que carecen de conciencia. Hay políticos que les escuece el cerebro cada vez que determinados colectivos ponen en tela de juicio sus proyectos porque éstos actúan como esas conciencias que quieren a toda costa expulsar de su mente para no sentirse mal consigo mismos. Hay políticos que juegan con el futuro de la gente tomando decisiones sobre proyectos colosales amparándose en los votos mayoritarios conseguidos en unas elecciones y olvidándose de que la democracia es participación social en la toma de decisiones, escuchar las minorías, diálogo. El proyecto de Granadilla va en contra de lo que vive esta Isla que es del turismo, y ese turismo está sostenido de un modo endeble por el entorno privilegiado que tenemos. Algunos dicen que hoy se vive de realidades y no de eufemismos, de lo que es económicamente rentable, de lo que genere puestos de trabajo, de lo que genera bienestar. Más utópico es creer que podemos vivir bajo el paraguas de este desarrollismo durante mucho tiempo más. Qu genera puestos de trabajo, sin duda, pero habría que estudiar si genera bienestar realmente. Si el proyecto es tan beneficioso para la Isla, ¿por qué no nos informan exactamente qué alcance tiene, por qué no nos lo presentan de un modo transparente argumentando razones de peso con datos y palabras, presentando alternativas posibles al proyecto original, mostrándonos esos beneficios que tanto auguran, convenciéndonos de que el puerto de Santa Cruz está saturado realmente?
(Eduardo Acosta Pérez)


Destacados artistas se unen para defender el litoral de Granadilla (29/01/04):
De nuevo la gente de la cultura se ha unido para hacer un frente común solidario en defensa del litoral de Granadilla, que podría quedar afectado si llega a construirse un puerto comercial en la zona. Rogelio Botanz, Luisa Machado, Domingo Rodríguez "el Colorao", Fabiola Socas, Kike Perdomo, Polo Ortí, Troveros de Asieta, Mariví Cabo, Dacio Ferrera, Esther ovejero, Ynarhú y Altraste serán los protagonistas del concierto a favor del litoral de Granadilla que tendrá lugar este viernes día 30 de enero, a las 20.00 horas, en el Aulario del campus de Guajara de la Universidad de La Laguna. Durante e acto intervendrán también los poetas Arturo Maccanti, Premio Canarias de Literatura, y Elsa López, que recitarán versos de su autoría, y tendrá lugar la actuación de la compañía de danza Nómada que representará varios monólogos y pequeñas piezas teatrales. Además, se leerán textos inéditos escritos para la ocasión por José Luis Sampedro y Lluís Llach, entre otros. Las entradas ya se pueden comprar en la librería Slapsus y la sede de Ben-Magec, así como el día del concierto, a seis euros. La cantante, compositora y escritora icodense Fabiola Socas dijo sentirse "muy afectada por el hecho de que El Médano y su litoral pueda dejar de ser lo que es. Es una de las pocas cosas auténticas y bien conservadas que nos quedan en la isla". Fabiola Socas, que dijo hablar desde su sensibilidad como artista dejó claro que sus declaraciones no eran "una traición" al Cabildo de Tenerife que ha apoyado siempre su trabajo. "Desde la cultura debemos defender lo que queremos para la Isla. Por eso me gustaría que todas esas personas que se emocionan oyendo como canto una folía sientan lo mismo contemplando el paisaje de El Médano, y que se movilicen a favor de esta iniciativa". El saxofonista tinerfeño Kike Perdomo se sumó a las palabras de Fabiola Socas añadiendo que "no debemos cambiar lo que tenemos sólo por dinero". La defensa del litoral de Granadilla ha conseguido unir a los cuatro grupos ecologistas más importantes de nuestro país, en contra de lo que ellos llaman "el mayor atentado a las costas españolas", según explicó Alicia Arizabalaga, representante de Ben-Magec Ecologistas en Acción, organizadores del concierto. De esta forma, Green Peace, La Sociedad Española de Ornitología (SEO), ADENA y la mencionada Ben-Magec Ecologistas en Acción unirán sus fuerzas a favor del litoral de Granadilla. "Hemos querido crear un espacio para la reflexión y la participación ciudadana. Este puerto en nada beneficia a Tenerife ni a Canarias. Destruirá el paisaje favoreciendo así los intereses particulares de unos pocos", señaló Alicia Arizabalaga, que dio a conocer la iniciativa legislativa popular presentada por el colectivo ecologista en el Gobierno de Canarias con la intención de que se apruebe una Ley que proteja el litoral afectado "que posee unos valores naturales muy importantes, así como especies de flora y fauna a preservar". En los prolegómenos del concierto los diferentes grupos ecologistas informarán a los presentes de la iniciativa legislativa popular, que necesita recoger como mínimo 15.000 firmas para que sea efectiva. Arizabalaga explicó que la semana próxima comunicarán las firmas que ya han conseguido. (Sergio Negrín 29/02/04)


A vueltas con Granadilla:
Editorial de Diario de Avisos (03/03/04)
La organización ecologista Greenpeace acaba de anunciar a bombo y platillo su decisión de emprender acciones judiciales -tanto penales como civiles y administrativas- contra los responsables del proyecto del puerto de Granadilla (fase 1) por lo que considera "incumplimientos" de leyes medioambientales. A través de su máximo representante en España y de la responsable de la campaña de costas, esta ONG opina que el proyecto es "aberrante", que "carece de toda justificación" y que en el fondo "se trata de un engaño a los ciudadanos" ya que no han salido a la luz "los verdaderos intereses" que se ocultan, etcétera. Menos delincuentes, llaman de todo a los promotores de este proyecto que, a nuestro entender -como al Parlamento, el Gobierno, el Cabildo, los ayuntamientos de Granadilla y Santa Cruz y las organizaciones empresariales y sindicales- es de vital importancia para la Isla y para Santa Cruz, ya que conlleva el carácter de "complementario" del puerto de la capital. En esa Casa de Diario de Avisos siempre hemos mostrado un profundo respeto por las organizaciones ecologistas, cuya necesidad social y referencial reconocemos abiertamente, de ahí nuestro deseo sincero de que se escuchen en lo posible sus observaciones y puntos de vista sobre distintos procesos medioambientales. Pero una cosa es la conveniencia de oír sus pareceres y de llegar con los movimientos ecologistas a deseables consensos y otra muy distinta que algunas de estas organizaciones se empeñen en dictar la política general de desarrollo sostenible que se quiere seguir en Tenerife por decisión soberana de sus legítimos representantes políticos. Debe quedar claro que en democracia son los representantes del pueblo, es decir, los elegidos por éste en las urnas, los únicos legitimados para adoptar las decisiones que en cada momento consideren más conveniente. Naturalmente, sería deseable, en ciertos supuestos, contar con el respaldo de los agentes sociales y económicos, pero si no fuera así , tampoco habría que rasgarse las vestiduras; gobernar es elegir, incluso cuando las medidas que deban adoptarse sean impopulares o no gocen del respaldo de todos, siempre que se encaminen al bien general de los ciudadanos. Los pueblos maduros no se gobiernan a golpe de asamblea, de pronunciamiento o de manifestación y amenaza; se convence en todo caso con el argumento de la razón y el sentido común. Si Greenpeace o cualquier otra ONG pretende imponer su parecer a toda la sociedad , por encima de las opiniones de gentes cualificadas y debidamente legitimadas para ello, la única vía que tiene es la de acudir a las urnas, sola o en compañía. No es de recibo que dos dirigentes peninsulares de esta organización , que no formuló en su día ninguna observación sobre el impacto ambiental del proyecto de puerto de Granadilla (según el Anexo I publicado por el Ministerio de Medio Ambiente), aunque luego lo hizo, con queja incluida , en el ámbito de la UE, vengan a Tenerife a decir -en plan fundamentalista- lo que hay que hacer, como si las docenas de ingenieros superiores, técnicos y especialistas en diversos campos del saber que han intervenido en este proyecto no supieran lo que se traen entre manos. Tampoco nos parece de recibo que se pretenda confundir a la sociedad dando por cierto que desarrollo sostenible equivale a quedarse parado y no ejecutar las obras de infraestructura que se ha acordado emprender para atender a las necesidades de la Isla. ¿O niega Greenpeace, y quienes con ella están, la legitimidad al Gobierno de Canarias, que el 6 de mayo de 2002 consideró dicho proyecto portuario "de interés público de primer orden, por imperiosas razones de índole social y económica"? ¿Acaso valen más sus argumentos que los de quienes han avalado todos los estudios -nada menos que una veintena hasta ahora- sobre ese particular? Vivimos en un Estado de Derecho y todos estamos sometidos al imperio de la ley. Si eventualmente se produjera una desviación en las norma medioambientales, en el ámbito español o en el comunitario, tenga Greenpeace la seguridad de que se efectuarán las oportunas medidas correctoras, como se ha venido haciendo a lo largo del proceso de información pública, para garantizar el menor impacto posible -en flora, fauna, medio marino, medio terrestre y litoral- de esta obra que desde luego, será ambientalmente viable, dadas las medidas evaluadoras previstas, y debe seguir adelante por los beneficios que aportará al desarrollo de Tenerife. (Diario de Avisos)

Greenpeace y Granadilla:
Respuesta de J.L.Uralde (08/03/04):

En su edición del pasado 3 de marzo el DIARIO DE AVISOS publica en el editorial "A vueltas con Granadilla" una serie de consideraciones sobre la organización Greenpeace, que me honro en dirigir en España, a las que me gustaría responder. Efectivamente desde Greenpeace consideramos que la construcción de un puerto industrial en Granadilla causaría la degradación irreversible de los recursos naturales de la costa sureste de Tenerife, incluidas sus playas -posición, por cierto, que compartía el Ministerio de Medio Ambiente- y nos estamos movilizando para evitarlo. Greenpeace es una organización internacional de defensa del medio ambiente que lleva más de treinta años trabajando por la defensa del medio ambiente, lo que ahora se llama desarrollo sostenible. Nuestras posiciones ante cualquier tema pueden compartirse o no, pero no creemos que sea justo cuestionar nuestra capacidad para opinar sobre lo que consideramos que no es sostenible, y sinceramente, no creemos que el puerto de Granadilla responsa a ninguno de los criterios por los cuales un proyecto pueda denominarse así. Los impactos sobre las praderas submarinas, sobre las especies animales que habitan ese ecosistema o la presencia incluso de flora endémica, hacen que el proyecto sea totalmente desaconsejable. Greenpeace no dicta, ni impone, pero sí emite opiniones tan legítimas, al menos, como las de otras instituciones. Nadie pone en duda el derecho de los representantes del pueblo a adoptar las decisiones que consideren oportunas. Pero tampoco nadie debe llevarse las manos a la cabeza por que manifestemos nuestra oposición al proyecto, hagamos uso de nuestro derecho a la libertad de expresión, y tratemos de evitar un daño irreversible en las costas. La división de poderes también está garantizada en la Constitución de tal manera que cuando se considere que las decisiones adoptadas son erróneas e ilegales, los ciudadanos tenemos derecho a utilizar la vía judicial, como, por cierto, pretendemos hacer. Además Greenpeace cuenta con más de 2.000 socios en Canarias, más de la mitad de ellos en Tenerife, por lo que la referencia a nuestra condición de "peninsulares" se nos antoja como desafortunada, ya que como organización internacional e internacionalista nuestro trabajo está en función del interés medioambiental, y no del origen de las personas que lo realizan. Si con la referencia se pretendía dejar caer que Greenpeace viene de fuera a decirnos lo que hay que hacer, tampoco se sostiene ya que son los cientos de socios de Greenpeace en Tenerife los que están haciendo posible el trabajo que desarrollamos contra Granadilla. En definitiva, lo que Greenpeace está haciendo es una campaña en defensa de la costa sureste de Canarias, de la conservación de sus recursos y a favor de un modelo menos destructivo. Decir NO al puerto de Granadilla no sólo es nuestro derecho, sino que es nuestro deber.
Publicado en Diario de Avisos (Juan López Uralde. Director ejecutivo de Greenpeace)


María José Caballero de la Vega. Greenpeace:
Las costas de Tenerife son conocidas en una gran parte del mundo por su indudable atractivo turístico. Un atractivo turístico que ha servido para dar cabida a una gran cantidad de atropellos medioambientales que ha llenado la franja litoral de la Isla de atentados en forma de construcciones ilegales, contaminación y saturación urbanística. Ha transcurrido mucho tiempo desde que el modelo turístico de sol y playa, que no tenía en cuenta el medio natural sobre el que se desarrollaba, se impusiera en buena parte de las costas españolas, pero los responsables del cuidado del medio ambiente en Tenerife no parecen haber aprendido la lección. El proyecto de construcción del puerto industrial de Granadilla así lo atestigua. El sureste de la isla, cada vez más saturado y menos natural, contará, de llevarse a cabo este proyecto, con un superpuerto que destruirá uno de los pocos tramos de litoral que permanece en mejor estado de conservación. Nos encontramos, sin duda, ante uno de los proyectos más dañinos de los presentes en los 8.000 kilómetros de costa del litoral español y, sin embargo, cuenta con el beneplácito de la administración. Debemos pensar que los responsables del Ministerio de Medio Ambiente y del Gobierno de Canarias desconocen la legislación europea, de otra forma no se entiende que hayan dado su visto bueno al proyecto, a pesar de que se trate de uno de los peores ejemplos de incumplimiento de la legislación ambiental comunitaria. El proyecto pretende ubicarse junto a dos Lugares de Importancia Comunitaria (LICs) de la Red Natura 2000 europea. Tanto políticos como responsables de la Administración no se cansan de decir que no afectará a los LICs Sebadales del Sur de Tenerife y Montaña Roja, pero resulta difícil creer tal afirmación. Es suficientemente conocida la degradación que ocasionan los puertos, como para pensar que justamente éste no va a destruir las praderas submarinas de esta costa ni va a afectar al espacio natural de la Montaña Roja. Tampoco parece importar que dentro de estos espacios se encuentren especies protegidas de fauna y flora, como la Tortuga Boba (Caretta caretta) o la Piña de Mar (Atractylis preauxiana). El artículo 6.3 de la Directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestre, dice que las autoridades nacionales sólo pueden declararse de acuerdo con un proyecto que afecte a lugares propuestos para su inclusión de la red natura 2000 tras haberse asegurado que no causan perjuicio a su integridad. Sin embargo, el Ministerio de Medio Ambiente ha declarado ambientalmente viable el Proyecto nuevo puerto en el litoral del polígono industrial de Granadilla, Fase I. Por motivos desconocidos no han sido tenidos en cuenta las decenas de informes redactados por científicos de diferentes universidades mostrando el daño que se causará. Como tampoco han sido tenidos en cuenta los informes de la Dirección General de Costas del propio Ministerio de Medio Ambiente oponiéndose frontalmente al proyecto. Tampoco parece tener más importancia que la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno autónomo enviara informes erróneos sobre el Puerto que hablaban de una nula incidencia sobre el medio ambiente, a pesar tener en su poder informes elaborados por sus propios técnicos (cuando el Partido Popular dirigía el departamento) que mostraban el enorme daño que se provocaría a la costa sureste de Tenerife. El Gobierno de Canarias tiene un discurso para el futuro del Archipiélago en el que incluye el término desarrollo sostenible, pero debe mirar para otro lado cuando afirma que este proyecto es de "interés público de primer orden por imperiosas razones de índole social y económica". Todo parece valer con tal de construir el puerto industrial. A nadie parece importarle que Tenerife ya tenga un puerto en Santa Cruz de Tenerife, ni que vayan a abandonarse infraestructuras valoradas en 3.000 millones de euros por el capricho de construir un puerto en el Sur. ¿Es eso desarrollo sostenible? ¿Cuáles son las razones de índole social y económica que justifican destruir la principal fuente de trabajo de Santa Cruz, que no es otra que el puerto? Se nos dice que es imposible ampliar el puerto de Santa Cruz. Pero curiosamente, este puerto lleva siendo descuidado de forma sistemática desde hace diez años por parte de la misma Autoridad Portuaria que plantea el nuevo recinto. Curiosa coincidencia. La imposibilidad técnica para ampliar el puerto de Santa Cruz que argumenta la Autoridad Portuaria (perteneciente al Ministerio de Fomento) y que, por tanto, obliga a construir un nuevo recinto en Granadilla es difícil de entender. Sobre todo, si ante otras obras de semejante calibre, como la propuesta en A Coruña, este mismo Ministerio de Fomento plantea realizar una obra de ingeniería sin precedentes. ¿Es que acaso Tenerife no se merece el mismo esfuerzo? Difícil pero necesaria respuesta. Políticos de todos los colores y responsables de todas las administraciones están empeñados en sacar adelante esta barbaridad medioambiental. Sin embargo, cada vez más colectivos sociales y ecologistas se unen para mostrar la realidad de este proyecto faraónico que enriquecerá tan sólo a unos pocos. Desde Greenpeace hemos solicitado a la Unión Europea que paralice el proyecto y no conceda fondos para su realización. No existe justificación social, ambiental o económica para este puerto industrial.


El PSC se congratula por el rechazo del Melchior al puerto de Granadilla (EFE):
El presidente del grupo socialista en el Cabildo de Tenerife, Antonio Martinón, expresó este jueves su satisfacción por la oposición del presidente de la institución, Ricardo Melchior, al actual proyecto para construir un puerto en el litoral de Granadilla. Por otra parte, el dirigente del PNC Guillermo Guigou advirtió este jueves que el puerto de Granadilla provocará la pérdida de unos 10.000 empleos en la capital tinerfeña. El presidente del grupo socialista en el Cabildo de insular, Antonio Martinón, se alegró de que el presidente del Cabildo "se oponga a una infraestructura que desde hace años ha venido defendiendo Coalición Canaria con el objetivo de desmantelar el puerto de Santa Cruz". El grupo socialista ha anunciado que presentará una moción en el próximo pleno del Cabildo para que la corporación se pronuncie oficialmente sobre este proyecto. Martinón aboga por una posición común de las fuerzas políticas para "modificar la actual posición de la Autoridad Portuaria, presidida por un dirigente de Coalición Canaria, pues es inadmisible que pretenda sacar adelante un proyecto de puerto en Granadilla con la frontal oposición de nacionalistas y socialistas en el Cabildo". Según el dirigente del grupo socialista, "hemos defendido desde los años 90 la conveniencia de que exista un puerto ligado al Polígono Industrial de Granadilla que en cualquier caso debe ser respetuoso con toda la normativa medioambiental". "Ambos puertos, el de Santa Cruz y el de Granadilla, deben tener carácter complementario, manteniendo el puerto de Santa Cruz la actividad económica que hoy sostiene, lo cual es compatible con la recuperación para la ciudad de más espacios en la costa", dice Martinón.
Guigou califica de "enorme error" este proyecto:
El dirigente del PNC Guillermo Guigou calificó este jueves de "enorme error" el proyecto del puerto en Granadilla de Abona, que en su opinión provocará la pérdida de unos 10.000 empleos en la capital tinerfeña, y denunció que "ninguna capital del mundo ha prescindido" de su recinto portuario. Guillermo Guigou dijo que para discutir sobre el citado proyecto el Partido Nacionalista Canario (PNC) ha convocado un debate público para el 25 de septiembre, en el que se ha invitado a participar a representantes del Cabildo de Tenerife, Ayuntamiento de Santa Cruz, Autoridad Portuaria de la provincia y técnicos. Guigou indicó que con esta iniciativa se pretende ayudar a esclarecer el proyecto, que a su juicio contiene "demasiadas sombras y circunstancias extrañas". En su opinión, la decisión de construir el puerto industrial en Granadilla se caracteriza por la precipitación y la falta de información, y apuntó que este recinto puede generar dificultades muy importantes a Santa Cruz en un futuro. Además, indicó, la citada obra supondrá "un atentado ecológico" para el sur de Tenerife, pues se afectará a unos seis kilómetros de litoral y se ganarán otros dos al mar, y apuntó que para edificar la infraestructura necesaria se necesitará un espacio equivalente "a tres montañas Rojas".
Alternativas:
Para el PNC la alternativa consiste en ampliar una de las dársenas del puerto de la capital tinerfeña o edificar una nueva nueva, con lo que se duplicaría la superficie actual del recinto. Consideró asimismo que "no conozco ninguna capital del mundo que haya prescindido de su puerto pero aquí hay quien lo está intentado", y señaló que además de la pérdida de puestos de trabajo en la capital tinerfeña, se puede incrementar la circulación por la autopista del sur de la isla en 2.500 camiones diarios. Por el contrario, añadió, la ampliación de una dársena en el puerto de Santa Cruz de Tenerife sería suficiente para responder a las necesidades de abastecimiento de la isla y de tráfico de mercancías y pasajeros en los próximos 30 años. Guillermo Guigou dijo además que con la construcción del puerto en Granadilla se puede crear un problema como el de la instalación de torres de alta tensión en Vilaflor, pues aseguró que una vez que se haya cerrado el proyecto, "podemos encontrarnos con que no es una buena solución y Santa Cruz haya perdido capitalidad". (EFE)


Los empresarios temen que el futuro puerto de Tánger desplace a Granadilla:
Los responsables de la Confederación de Empresarios (CEOE) de Tenerife han manifestado su temor ante el anuncio de la construcción de un gran puerto en Tánger, al norte de Marruecos, y han reconocido claramente que esa infraestructura puede mermar las perspectivas de negocio del futuro muelle de Granadilla, que la patronal defiende como una obra clave para garantizar el progreso de la Isla. En un amplio reportaje publicado por la revista nacional especializada en logística Mecalux News, el presidente de la CEOE, José Fernando Rodríguez de Azero, se muestra preocupado ante la competencia que supondrá la instalación de Tánger, que podría mejorar las condiciones que ofrezca el puerto de Granadilla. Para paliar este efecto, Rodríguez de Azero defiende un incremento de la capacidad portuaria isleña para instalaciones de la Zona Especial Canaria (ZEC) y la Zona Franca. No obstante, añade que "aunque la inversión en el puerto de Tánger puede ser multimillonaria, hay que ver su grado de eficacia". En la misma dirección se pronuncia el secretario general de la patronal, Pedro Alfonso, quien afirma que "el desarrollo de esta zonafranca [en Tánger] puede afectar de manera negativa a distintos proyectos en los que en estos momentos se está trabajando, en particular los referidos al tráfico marítimo y aéreo". A su juicio, la solución pasa por hacer valer los recursos del Régimen Económico y Fiscal (
REF) del Archipiélago. El proyecto de Marruecos, según detalla el reportaje -firmado por María José García-, incluye la construcción de un puerto de aguas profundas para actividades de tráfico de mercancías y pasajeros localizado en Ued R'Mel, un lugar de la costa situado a 35 kilómetros de Tánger, a medio camino de Ceuta. También contempla la puesta en marcha , en un área de 98 hectáreas, de una zona franca industrial de 600 hectáreas a 20 kilómetros del centro portuario; una zona franca comercial a 15 kilómetros; un área dedicada al ocio; conexiones ferroviarias y por carretera; más otras infraestructuras como un embalse, una estación de tratamiento de aguas o redes de telecomunicaciones de fibra óptica. El coste previsto por el Gobierno marroquí alcanza los 1.060 millones de euros.

La Agencia Especial Tánger Mediterráneo (TMSA), creada el 10 de septiembre de 2002, es la responsable de la dirección de ese macroproyecto, "el más ambicioso -dicen- de toda la región en este principio de siglo". Desde la TMSA se han marcado diversos objetivos para los próximos años: el primero es la creación de empleo. "Calculamos 2.000 puestos de trabajo directos y 10.000 indirectos sólo en el puerto. Además, se generarán otros 100.000 empleos gracias a las obras de infraestructuras, a la inversión privada en las zonas francas y a la construcción de un hub logístico para 300 millones de consumidores del mercado europeo, en base al acuerdo de libre comercio firmado con la UE en el año 2000", dicen desde la Agencia. Dicho acuerdo, en vigor desde el 1 de marzo de 2000, tiene como finalidad crear una zona de libre comercio mediante un proceso de desarme arancelario que deberá culminar en 2012. Para las autoridades marroquíes, el nuevo superpuerto permitirá: una localización para el tráfico marítimo comercial, el desarrollo del tráfico TIR (tránsito internacional terrestre bajo control aduanero) a través de una terminal ro-ro, la racionalización del comercio de cereales en la región, el suministro al área de influencia de productos petrolíferos refinados y la descongestión de Tánger, potenciando su turismo. El futuro puerto contará con varias terminales debidamente diferenciadas. La de contenedores, con una línea de atraque de 1.600 metros y con capacidad para barcos de hasta 16 metros de calado, ocupará una superficie aproximada de 90 hectáreas. Desde la TMSA explican que "esta terminal ha sido concebida para se una de las más destacadas del Mediterráneo y tendrá capacidad para recibir a los barcos de mercancías más grandes del mundo. La mayoría de este tráfico probablemente procederá del transbordo de mercancías, una actividad en crecimiento". (Diario de Avisos. 25/02/04)


El sistema portuario insular. Por Guillermo Bencomo (24/05/04):
Acudo con estas opiniones a una invitación a participar que realiza Cándido Quintana, el pasado domingo día 14, en su artículo sobre el puerto de Granadilla publicado en el periódico La Opinión. En primer lugar debo afirmar que no se trata de decir puerto de Granadilla sí, puerto de Granadilla no. Me parece que para alcanzarse algunas conclusiones válidas con respecto a esta disyuntiva, deben reconocerse previamente algunas realidades referidas a ambos puertos: el de Santa Cruz y el de Granadilla. En los últimos ocho años en el puerto de Santa Cruz no se ha hecho obra alguna tendente a incrementar la capacidad de tráfico de contenedores del puerto. Tremenda desidia que desvirtúa las urgencias que hoy preconizan la alternativa de Granadilla para el tráfico de contenedores. La ampliación de la línea de atraque y terrenos de la zona de Nuvasa y aledaños en el puerto de la capital, incrementaría, a un costo ciertamente reducido, en comparación con otras alternativas, la capacidad de tráfico de contenedores. Se duplicaría, prácicamente, la capacidad actual. Las obras tardarían, hasta ser operativas, un máximo de dos a tres año. Hacer operativo el puerto de Granadilla para el tráfico de contenedores tardaría, al menos ocho a diez años.

Un puerto destinado al tráfico local y el de contenedores para la rexportación como se pretende con el de Granadilla, estaría destinado al fracaso si no se encontrara, previamente a la realización de las obras, un operador que realizara y afrontara los costos de infrestructura y superestructura, recibiendo a cambio una concesión por un período dilatado de al menos 20 a 25 años. Este procedimiento vincularía el tráfico del operador al puerto. La experiencia de un puerto del sur de Italia, para competir con el de Algeciras, fracasa rotundamente, por no tener padrino internacional, a pesar de su competencia cuasi desleal en precios de mano de obra. De hacerse el puerto de Granadilla, para dedicarlo al tráfico principal de contenedores, sería imprescindible el encontrar un operador que se interesara en financiar las obras y la supraestructura, (trastainers, portainers, etcétera) a cambio de una concesión por tiempo adecuado. Caso contrario el puerto de Granadilla debería ser realizado como puerto para los tráficos específicos de la zona adaptando sus dimensiones a tales usos. En cualquier caso deberían comenzarse, cuanto antes, las obras de ampliación de los espacios dedicados a contenedores en el puerto de Santa Cruz. Preconizamos, pues, que Granadilla se dedique a los tráficos locales de la zona valorando muy profundamente la incidencia que dicho puerto tendría sobre los aspectos turísticos y medioambientales. Preconizamos, asimismo que Santa Cruz mantenga su tráfico de Contenedores ampliando con las obras precisas sus instalacioes.
(Guillermo Bencomo. Ex presidente de la Autoridad Portuaria)


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