Morna y coladeira: · Funaná: El funaná nació a principios del siglo XX en el aislado medio rural del interior de Santiago y habla de temas sociales, amor, conflictos, etc. Su ritmo se consigue frotando un cuchillo con una barra de hierro, que acompaña el acordeón y la voz. · Batuque: De Santiago proviene, también, el batuque, un ritual de influencia africana que se introdujo en Cabo Verde con los esclavos y, por ello, fue reprimido por las autoridades coloniales. En este ritual, un grupo de mujeres sentadas en círculo baten las manos contra un paño sobre las faldas, utilizándolo como si fuera un tambor. Se interpreta especialmente en manifestaciones festivas como bodas o bautizos. · Colá S.Jom: Forma musical que utiliza tambores y silbatos, propia del día de San Juan y de las fiestas de romería (en junio). Está relacionada con los rituales de fertilidad de la tierra del solsticio de verano. Es especialmente curiosa la manera de bailar este ritmo, en el que los danzantes chocan frontalmente con la pelvis (colá). · Tabanca: Música que se interpretaba en las fiestas de Santa Cruz, São João y São Pedro, que se distingue por la utilización de instrumentos de percusión como el búzio, caracola propia de las islas de Cabo Verde. · Zouk: El zouk es un estilo musical proveniente de las Antillas y que Cabo Verde ha asimilado como propio. Por la calle, en los aluguer (transporte local), en las fiestas, en las discotecas se repiten sin cesar las canciones de Splash, Dina Medina, Gil & The Perfects, Grace Evora, Black Side, etc.
Discos de Suzanna Lubrano:
Cesária Évora: Ha vuelto a Madrid la señora que nos enseñó cómo es la caricia de la noche en el secarral caboverdiano, el aliento criollo que respira desde el desamparo de la colonia y la confusión de las independencias fabricadas en borrador y con la voluntad como única armadura. Cesaria Evora está paseando por media Europa las exquisitas melodías de B. Leza, Teófilo Chantre, Nando da Cruz o Amandio Cabral. Es la embajadora de ese fado africano que llaman morna y que, cuando corre, se hace coladera. Nos canta textos emocionados de la vida cotidiana de su isla y versos nostálgicos de hermandad en el oscuro horizonte de los pueblos lusófonos. Vino primero con escasa impedimenta, pero ahora se ha construido una pequeña orquesta para arropar los silencios. Hay músicos de muy buena catadura y algunos improvisadores excelentes, pero el nuevo destello sonoro ha apagado un poco la presencia seca y rotunda de sus anteriores visitas. Suena muy bien la nueva fórmula, pero se le nota un poco el trabajo de diseño, que hace que parezca algo menos verdadera. De todos modos, se trata de una artista sin artificio, que sale de la miseria y tiene todo el derecho a regresar al país de la sequía con las maletas algo más abultadas. Sólo se trata de un discreto acto de restitución. Y cuando el vendaval de la moda haya amainado, la música quedará entera en su patria natural. Canta bonito esta mujer y ha llenado las tiendas de discos que nunca imaginó. En esta ocasión, su concierto se hizo, también, baile, y participó un poco la concurrencia. Los mercaderes la están estrujando, pero ella se deja porque sabe que su hora es breve y puede no repetirse. (Xabier recalde) (*) Concierto del 21/06/95 en Madrid: Francisco J.Coelho (piano), José Manuel París Neves (bajo), Luis Iberto Coceiro (Guitarra, violín, cavaquinho), Armando Antonio Boaventura (guitarra). (*)El Festival de Baia das Gatas, que se celebra en São Vicente durante el mes de agosto.
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