Las alas de la vida. Toni Canet (2006):
Carlos Cristos y su mujer, Carmen Font, son médicos. Residen en Mallorca junto a su hija de ocho años, Carmela. Carlos ha llevado siempre una vida muy activa, con pasiones como el montañismo, o ser piloto de vuelo. Como médico ha tenido que transmitir a muchos pacientes diagnósticos muy graves y ha tenido que acompañar a algunos de ellos hasta su muerte. Su vida cambió cuando se sentó ante su propio médico para escuchar el diagnóstico: A.M.S. (atrofia sistémica múltiple), una enfermedad neurodegenerativa, invalidante y mortal. Él, junto a su familia y amigos, reclama una vida y una muerte dignas.
Galicia:
Su infancia transcurrió en Galicia. Su madre (Olvido González) dice que era demasiado formal y estudioso. El equipo de rodaje lo acompañó a despedirse de su tierra, de las montañas desde las que volaba (a las que siente que volverá), del mar en que navegaba, de sus familiares, de sus amigos y de su antiguo grupo de música.
Música:
Siempre estuvo interesado en la música. El efecto del avance de la enfermedad se hace sentir en las grabaciones que conserva de sus últimas composiciones. Sus amigos músicos cuentan anécdotas de carretera durante una velada en casa de sus padres. Firma parte de la banda sonora de Las alas de la vida. Ejerció de crítico musical. Fue músico de calle "de oído" con el grupo Buxo. Compartió escenario como músico con el coro Ars Musicae de Pontevedra y con la cantante Pilocha. Le acompañan ante las cámaras los músicos Pablo Sampedro, Pilar Martínez Pilocha y Luis Andrade.
Trascendencia:
Su madre cuenta que tuvo una incipiente vocación religiosa. Recibe en su jardín la visita de una monja que no lo parece (Teresa Cánaves), que cuenta el significado de su ayuda médica en Africa.
Cree que lo que hemos sido y hecho puede permanecer de alguna manera. El contacto con la gente que conoció en Africa le mostró una nueva forma de ver las cosas. El rodaje es otro paso buscando sentido, haciendo que del esfuerzo propio resulte una utilidad para los demás. La postura digna y tranquila que observamos es independiente de si el problema tiene o no solución, o de si el fin de la vida se aborda creyendo en alguna clase de trascendencia.
Pensar en lo inquietante:
Con una nueva muestra de una voluntad generosa disponemos de la oportunidad de seguir con un ejemplo una situación personal en la que nuestro pensamiento rara vez se adentra. La forma en que nuestra cultura nos educa nos hace pasar de puntillas sobre una cuestión fundamental. La falta de dominio sobre lo que ocurre muestra la necesidad de un aprendizaje que no iniciamos naturalmente. Lo entiendes con la cabeza pero no con el corazón.
Entre los temas sobre los que se reflexiona acompañado por el protagonista de la enfermedad
están el testamento vital, la muerte sin necesidades, la intimidad, la neurología del morir, los cuidados paliativos, la muerte digna...
Los precisos movimientos y la serenidad de Omar están llenos de una sabia humanidad.
Y si se puede, con una sonrisa:
'En mi caso es pedir mucho. Nunca dejo de mirar hacia otro sitio para no pensar en lo inquietante. Constatar que es posible otra forma de abordarlo que no imaginaba me resultó esperanzador y me animó a retomar esa asignatura pendiente, un día de estos'.
Ficha técnica:
Director: Antoni Pérez Canet
Guión: Jorge Goldenberg, Carmen Font, Carmen Santos, Francesc Hernández
Producción: Enrique Alcina, Enrique Navarro y Antoni P. Canet
Música: Enric Murillo, Carlos Cristos
Fotografía: Alejandro Plá
Montaje: J. Carlos Rodríguez Arroyo
Retratados ante las cámaras:
Carlos Cristos, Omar Karpyza, Carmen Font, Carmela Cristos Font, Arantza Gorospe, Carlos Simón, Enric Benito, Olvido González.
Datos técnicos: País: España | Duración: 90 min. | Género: Documental | Duración del rodaje: 3 años | Rodada principalmente en Mallorca.
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