CANARIAS
DOCUMENTOS
Inmigración: Cayucos 2006



Situación geográfica:
Canarias es uno de los lugares del mundo en que las diferencias entre los habitantes de un lado y del otro de la perversa línea que divide a los humanos son más acentuadas. Su ubicación de límite sur del mundo desarrollado confiere a sus habitantes una responsabilidad histórica ineludible para saharauis, mauritanos, senegaleses, marroquíes, caboverdianos, guineanos o malineses. Para muchos de ellos, Canarias constituye la única esperanza de conseguir una vida más digna, bien como destino final o como punto de paso hacia el continente europeo. La antigua flota pesquera soviética que operaba en el banco canario-sahariano fue vendida en la zona y entre 250 y 300 se están preparando para el tráfico de inmigrantes. En los últimos 10 años han llegado 11 ó 12 a Canarias. El Liau Yu 806 llegó de Guinea Conakry [junio 2006] en un estado deplorable. Los inmigrantes permanecieron diez días en tanques de aceite en condiciones infrahumanas que violan estrepitosamente los derechos humanos. El Miss Gambia fue detenido en Cádiz con 200 personas. Unos meses antes había cambiado de rumbo estando cerca de Canarias para evitar la detención de sus 400 ó 500 inmigrantes.

    [...] La cercanía de Africa a Canarias tiene varias lecturas. Destaquemos dos de ellas. Por una parte, se puede ver como una una oportunidad económica de expansión comercial, ya que Canarias podría actuar como puente o parte muy interesada en realizar inversiones y liderar el desarrollo al menos de parte de ese continente. La cercanía teóricamente actuaría como ventaja competitiva frente a otras regiones o países que deseen arrebatarnos tal hipotético liderazgo. Por otra parte, la cercanía de Africa implica también arrastrar o al menos contagiarse de los problemas de ella. El caso más palpable de esta segunda lectura es la inmigración ilegal. El desfase entre una y otra economía provoca esos movimientos humanos. Son de goteo, por la constancia, y por tanto, los de quizá mayor impacto a largo plazo. Me explico. La inmigración ilegal -la de pateras- es muchas veces subestimada porque es sólo valorada en términos cuantitativos Y aun en estos términos, sólo se cuantifica lo que se ha podido medir, no lo real. (R.Revoredo)

    [...] Los cayucos siguen llegando a las costas canarias, pese a haberse redoblado los controles en Marruecos y Mauritania. Parece que ahora proceden de más al sur: de Senegal, en una travesía más larga que requiere embarcaciones más rápidas y autónomas. Las autoridades de Saint Louis siguen el ejemplo marcado por las de Casablanca y Nuadibú. Presionan a Canarias, España y Europa para conseguir mediante el chantaje de la inmigración irregular lo que prohíbe taxativamente la normativa comunitaria. Por eso en lugar de mercadear con productos agrarios e industriales, el continente africano trafica con seres humanos. Inmigrantes a cambio de aranceles, como en los tiempos de Franco. En un ciclo álgido de arribada migratoria, como el que estamos viendo estos días [mayo 2006], a los responsables políticos de esta Comunidad Autónoma no se les ocurre sino alarmar al personal. Ese mar bravo que nos aúna, ya no es un mar seguro; ya no es ese mar corredor que nos permite ser el centro de una alentada tricontinentalidad. Ha dejado de serlo, porque también vomita pobreza, y nuestro estatus de territorio rico es tan reciente que nos impide olvidar que nuestros padres también arriesgaron su vida en este mar para escapar de la miseria. (Fernando Castro de Isidro)

Los inmigrantes indocumentados forman la población más vulnerable de la Europa actual:
Los subsaharianos son trasladados a la península, tras saltar las vallas en Ceuta y Melilla o llegar en patera a las islas Canarias, las están pasando "canutas". El gobierno que es quien se encarga en este caso de trasladarlos a Madrid, les castiga con una orden de expulsión que por otra parte no puede ejecutarse por falta de convenios de readmisión con sus países de origen. Esta absurda contradicción que les condena a la ilegalidad, les impide acceder al mercado laboral y gestionar sus vidas de un modo autónomo. La consecuencia es que sin recursos, carecen de vivienda, se alimentan mal, se sienten acosados y cuando enferman se encuentran con muchas dificultades para acceder a un tratamiento integral adecuado y en definitiva poder curarse. (Carlos Ugarte)

[La Comunidad Autónoma] debe poner empeño en cumplir sus competencias, en desarrollarlas y ejercerlas y no estar tan atentos o estar permanentemente reclamando o sacando la bandera de lo que debe hacer la otra administración. El Estado cumple sus competencias y, en materia de inmigración, no se puede decir que no se haya hecho un esfuerzo para mejorar esta situación, cuyo verdadero problema está en origen. En Africa hay multitudes hambrientas, unas sociedades desestructuradas económicamente y unos países con problemas sociales y políticos. [...] Marruecos es un país con pocos medios y países con mayor capacidad tienen dificultad para controlar su frontera. Es lógico que a Marruecos le cueste: son miles de kilómetros y miles de personas las que tratan de acceder a ese territorio y saltar en patera hacia Canarias. Pero la intensidad del control se está manteniendo. Se han abierto oficinas como nunca antes se había hecho. El esfuerzo diplomático no sólo está centrado en los países africanos sino también en la UE. Y España tiene que liderar el convencimiento de la UE, de abrir los ojos de que Africa es un problema del mundo y que Europa tiene que implicarse en este problema (Carlos González Segura, Subdelegado del Gobierno en S.C.Tenerife, 10/07/06)

Poca concreción al solicitar medidas:
Adán Martín propone: Aumentar la protección de Canarias, que no se adopten medidas tan insuficientes, presionar a la UE para que tome cartas en el asunto. De la Vega: Trasladar la necesidad de afrontar el reto. Contratar los servicios de satélites comerciales (de los que pasan cada 15 días por la zona). Moratinos: Dar ideas y proponer iniciativas en el continente africano. | El nuevo fondo de la UE para el control de fronteras exteriores ascenderá a 1.800 millones de euros y entrará en vigor en enero del 2007. Su reparto será objeto de negociaciones. Tras la reunión de Zapatero y Adán Martín [14/06/06] no se anunció ninguna nueva medida para frenar la llegada aunque sí se aseguró que se está trabajando a diario para dar respuesta al fenómeno.

Peligros del viaje:
Estamos hablando de salvar muchas vidas humanas, y ahí no podemos permitirnos retrasos. Europa siempre ha sido muy lenta, es una maquinaria muy lenta que cuando decide algo tarda mucho en ejecutarlo, aunque después suele ser bastante eficaz. Es necesario que los gobiernos impidan que las personas que buscan desesperadamente una salida a situaciones de hambre, de guerra y de miseria, que esta salida no se produzca en estas condiciones. Hay cauces para una inmigración controlada y regulada, porque Europa necesita de la inmigración. (Froilán Rodríguez, viceconcejero de Inmigración)

Gasto sanitario de los inmigrantes:
Mientras el diputado José Miguel González se refería a los inmigrantes que entran por puertos y aeropuertos e "influyen en que la gente tenga listas de espera más largas en los hospitales, por personas que no cotizan a la Seguridad Social", el presidente regional afirmaba, en el Parlamento, que el crecimiento poblacional ocasionado por la "inmigración irregular", está "dificultando la sostenibilidad de servicios públicos como la sanidad". Sin embargo, según la Consejería de Sanidad, en 2005, fueron atendidos en Canarias 31.200 ciudadanos de la Unión Europea y de terceros países, incluidos irregulares, lo cual supuso 7,2 millones de euros en un presupuesto próximo a los 1.900 millones de euros. Es decir, el 0,3% del gasto sanitario fue responsabilizado de las deficiencias de la sanidad canaria. Es más, según el estudio elaborado por un médico del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el gasto sanitario por persona de los inmigrantes representaba la cuarta parte del de los españoles y lo pagan con sus impuestos, directos e indirectos. En realidad, los inmigrantes irregulares pagan su sanidad, la de los irregulares y una parte de la de los españoles. Según la Oficina Económica del Gobierno central, los inmigrantes representan el 8,8% de la población, aportan el 6,6% de los recursos de las arcas públicas y consumen el 5,4% del gasto público. La inmigración aumentó la renta de los españoles en 623 euros por persona en los últimos cinco años. Y, sin embargo, pese al discurso xenófobo, y pese a que Canarias fue la segunda comunidad autónoma que dedicó un porcentaje menor de sus gastos consolidados a cooperación internacional -según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores para 2004-, el presidente Adán Martín afirmó que nuestro comportamiento pasará a la historia como un ejemplo de solidaridad. (Ramón Trujillo)

    Menores:
    El esfuerzo económico que supone la alimentación y educación de los menores es algo que la Europa envejecida y satisfecha puede afrontar perfectamente. La acogida de menores abandonados a su suerte representa tal cambio en su destino que nadie debería dificultarla.


El barco de la vergüenza (14/02/07):
Esta semana estamos asistiendo a uno de los episodios más tristes e insolidarios que mi corta memoria alcanza a recordar. Hablo del lamentable espectáculo que estamos protagonizando los países del llamado primer mundo mirando para otro lado mientras cuatrocientas personas, y repito personas, seres humanos, están hacinados en un viejo pesquero a la deriva, sin comida, sin agua, sin que nadie quiera hacerse cargo de la situación. Es el barco de la vergüenza. Aprovecho la ocasión para agradecer a las diferentes ONG internacionales su rápida intervención. Son las únicas que han dado una respuesta en ayuda de este viejo pesquero. Ellas no tienen la posibilidad de imponer a un estado que se haga cargo de la situación, pero sí han conseguido cubrir las necesidades más básicas que se vivían dentro del barco. Agua, comida y medicinas para tratar de paliar la aberrante situación. Cada vez creo menos en los Organismos Internacionales y en la solidaridad de los Estados. Estoy seguro de que si en vez de un viejo pesquero lleno de pakistaníes y subsaharianos fuera un crucero de lujo el que estuviera en esta situación, todo se hubiera resuelto en horas. La gran diferencia es que a bordo del pesquero hay cuatrocientos "irregulares", no hay cuatrocientas personas, no hay cuatrocientos seres humanos, hay cuatrocientos "irregulares", sutil diferencia. Son un problema de difícil solución y todos miran para otro lado. Me van a permitir hoy que les cuente una pequeña historia que puede ser muy ilustrativa. No es mía, la pueden leer en www.solidaridad.net. Es la historia de otro barco, el barco Saturnino.

    Guarapo: Película de los hermanos Ríos "Caminan a ciegas entre los riscos. La luna llena da forma a sus figuras. No llevan faroles. Los guardias civiles están al acecho. van en pequeños grupos, algunos tirando de un burro con los serones llenos de pequeños sacos. Todos en silencio. Todos preocupados. Todos tristes. Algunos llevan de la mano a sus hijos. Las mujeres que les acompañan lloran en silencio. En su fuero interno desean que ese barco no aparezca, que la despedida no se consume, que mañana llueva y empape los eriales y que las semillas germinen, y que los animales resuciten, y que todos se queden juntos para siempre... Al llegar a una hondonada el que va en cabeza tira una piedra al fondo de una cueva. Esperan la respuesta. Un silbido es la contraseña. Pueden bajar. En la playa negra donde brillan las piedras esperan los organizadores del viaje. Uno de ellos, con una pistola al cinto, pasa lista. Otro va guardando el dinero en una vieja zamarra contando los billetes de memoria. 4.000 pesetas del ala por pasaje. No hay tiempo para negociar. Un hombre saca de su zurrón unos lomos de cerdo y los ofrece a cambio de la diferencia. El del dinero los huele y calcula su peso a ojo. Accede a descontarle una parte. El grupo se sienta mirando al mar. Los niños se abrazan con más fuerza a sus padres. De repente, a lo lejos, aparece el velero. No lleva luces y es más pequeño de lo que creían. "¿Ahí nos vamos a meter?", gime uno de los jóvenes. El organizador acalla los murmullos de protesta. "O eso o nada. Todavía estáis a tiempo de quedaros". El silencio vuelve a imperar. Del barco botan una chalupa. Dos remeros la conducen hasta la playa. El hombre de la pistola va nombrando a los pasajeros por orden de lista. Cuatro viajes son suficientes para subir a bordo al medio centenar de emigrantes. Algunos se sorprenden al ver más viajeros en el velero. Han sido recogidos horas antes en otras playas, en otras islas, pero con el mismo sueño de prosperidad. Las despedidas se intensifican. Las mujeres ya no lloran en silencio. Los críos se agarran desesperados a las chaquetas de sus padres. El último adiós se ve empañado por las lágrimas. Ya no hay nada que hacer. "¡Vamos, rápido, antes de que aparezca la Guardia Civil!", arrea el organizador. Poco después el Saturnino se aleja en la oscuridad, silencioso, más allá de la última tierra conocida. Rumbo a Africa, rumbo a América, rumbo a lo desconocido..."

¿Les suena esta escena? No se produjo en una playa africana. Ni sus protagonistas son subsaharianos, marroquíes o pakistaníes. Ocurrió hace casi 57 años -el 12 de octubre de 1949- en la playa de la Bonanza, en la isla canaria de El Hierro. La historia es sabia y nos recuerda a todos quiénes somos y de dónde venimos. La "brillante" solución de los diferentes Estados y los Organismos Internacionales es que sean acogidos por Mauritania, un país que lleva dos años gobernado por una Junta Militar golpista, un país sin infraestructuras, sin recursos para poder acoger a este grupo de personas. Olvidamos rápidamente, "tan pronto nos sale el clavo se olvida todo el sufrimiento", como bien cantó Rubén Blades en su disco Maestra Vida. No podemos mirar para otro lado, no podemos permitir que cuatrocientas personas mueran en frente nuestra sin hacer nada. Tenemos que aprender de nuestro pasado y tener en cuenta que situaciones como estas fueron vividas por canarios, gallegos, españoles, ingleses, italianos, etc., en otras épocas donde se vieron obligados a abandonar sus países en busca de un futuro mejor. (José Angel Martín Bethencourt)


Dispositivo de desembarco en Los Cristianos (2006):
Cuando Salvamento Marítimo avisa de la detección e interceptación de un cayuco, informa del número de inmigrantes, estado de salud y tiempo estimado de arribada. La Policía Portuaria coordina el atraque de los buques de pasaje con la llegada de barcos no previstos. Si llegan inmigrantes a bordo de cayucos o de las embarcaciones Salvamar Adhar o Salvamar Alpheratz (con base en Los Cristianos) son desembarcados en el muelle transversal. Si no está taracado el Volcán de Taburiente y llega un buque de mayor calado, desembarcan en el morro del dique-muelle. En casos de urgencia vital lanchas de la Guardia Civil o el Helimer Canarias adelantan la llegada de heridos. La Policía Portuaria se coordina con el Comisario de Policía Nacional en el Sur, con Cruz Roja y con Protección Civil. A los inmigrantes desembarcados se les presta atención médica en el puerto, donde Cruz Roja y Protección Civil han montado el hospital de campaña y una carpa en 40 minutos. Los inmigrantes son trasladados a la Comisaría de Playa de Las Américas. Los cayucos son remolcados por el Risquero a la zona de fondeo donde permanecerán hasta que la Subdelegación del Gobierno ordene su destrucción. El alto grado de coordinación permite que recepción y traslado llegue a reducirse incluso a media hora.

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