Jean Renoir (1894-1979):
Segundo hijo del pintor impresionista Auguste Renoir, creció en el seno de una familia que concedía más importancia a la expresión creativa que a la especulación intelectual, un hogar sólido y bullicioso abierto a un constante flujo de amigos. Pasó la infancia entre la casa familiar de París y una finca en el campo en el sur de Francia, gozando de los beneficios de ambas vidas: la urbana -galerías, teatros, cafés- y un sentido de la libertad y la belleza que aprendió a relacionar con la naturaleza y que más tarde evocó en sus películas. Cuando era un muchachito solía posar para su padre y se aficionó a la cerámica como arte creativo. Provisto de algunos conocimientos técnicos, del instinto artístico heredado de su padre y de la influencia de las películas que había visto, en particular Esposas frívolas, de Von Stroheim (1921), emprendió la dirección de su primera película. La naturaleza como fuerza vital y fuente de belleza eterna, y especialmente el movimiento de masas de agua y cuerpos en el agua, figuran principalmente en la obra de Renoir desde su primera película. Esa fascinación permanente alcanzó su máxima expresión en El río (1950), obra que dirigió en la India en una situación de completa libertad creativa. Producción asombrosamente hermosa, la primera en color, y fotografiada por su sobrino, Claude Renoir, es tan exquisita en su metáfora poética como en su belleza paisajística. En 1974 publicó su autobiografía, Ma vie et mes films. Recibió un Oscar honorífico por el conjunto de su obra en 1975. En 1977 fue nombrado caballero de la Legión de Honor francesa.
Boudu salvado de las aguas (1932); Toni (1935); Una partida de campo (1936); Los bajos fondos (1936); La gran ilusión (1937); La bestia humana (1938); La regla del juego (1939); La mujer en la playa (1947); El testamento del doctor Cordelier (1961); El cabo atrapado (1962).
Alain Resnais (1922):
Hizo su debut como director profesional en 1948 con el estreno de su primer cortometraje en 35 mm, Van Gogh, que obtuvo el Oscar. Su reputación como director fue mejorando con cada nuevo cortometraje, y alcanzó notoriedad con Noche y niebla (1955), una incursión perturbadora en los campos de concentración nazis. Su estilo adoptó una forma más compleja en su primer largometraje, Hiroshima mon amour (1959) donde fusionó pasado, presente y futuro e introdujo técnicas complejas de flashback para reconciliar la realidad con el recuerdo. En su segundo largometraje, El año pasado en Marienbad (1961), el ejercicio de la manipulación del tiempo multidireccional tiene como resultado una película carente de argumento. Tres de sus películas -Mi tío de América (1980), La vie est un roman (1983) y L'amour à mort (1984)- forman una trilogía no declarada que recoge algunas de las inquietudes filosóficas, estéticas y éticas del director, tratando temas que abarcan desde el amor hasta la teología. Formalista impecable, probablemente sea el director más importante surgido de las filas de la nouvelle vague. Aunque en todas sus películas ha contado con la colaboración de escritores, es considerado un autor por los críticos fieles a la teoría, a causa de su apego consistente a temas variados y a la técnica tan personal que ha desarrollado para afrontar los problemas especiales que presentaba la exploración de los temas.
Muriel (1963); La guerra ha terminado (1966); Te amo, te amo (1968); Stavisky (1974); Providence (1977); On connait la chanson (1997).
| |