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Whale Rider:
En la mitología Maorí la ballena está considerada un espíritu guardián que cuida a la gente desde el mar. En ese contexto transcurre esta historia contemporánea de amor y rechazo, en la que una chica lucha por cumplir su destino. En una aldea costera de Nueva Zelanda, los maoríes consideran su líder a Paikea, el que cabalga las ballenas. En cada generación un hombre hereda ese honor. El hijo mayor del jefe de la tribu es padre de mellizos, pero luego del parto mueren su esposa y el hijo varón.
Mientras Pai, la niña sobreviviente es criada por sus abuelos, su padre, que ha triunfado como artista en Europa, donde formó una nueva familia y casi no visita la aldea, no quiere ser el heredero. Pai, que ya tiene 12 años, aprende secretamente con un tío las costumbres tribales, aunque su abuelo entrena a todos los varones de esa edad, con la esperanza de encontrar al sucesor del que cabalga las ballenas.
Guerras maoríes (1845-1873):
En el siglo XIX se producen disputas territoriales en Nueva Zelanda entre los maoríes, la New Zeland Company y los colonos independientes. El conflicto iniciado en 1845 duró hasta 1847. El Gobierno compró amplias extensiones del territorio maorí buscando una colonización controlada oficialmente. En 1856 el mercado para los productos maoríes estaba en proceso de decadencia y se produjeron nuevas tensiones.
Los jefes maoríes, prevenidos por la falta de control propia sobre el territorio de Nueva Zelanda formaron un liga para impedir futuras ventas de tierras a europeos.
Se inició una lucha tribal para impedir que un jefe de los taranaki vendiese tierra al Gobierno (1860).
En 1863 estallaron otras guerras maoríes ante nuevos establecimientos de colonos en Tataraimaka y a la represión gubernamental sobre la agresiva tribu waikato.
Tras las guerras la resistencia maorí a los colonos resultó debilitada y desde 1873 a 1892 perdieron el control sobre amplias extensiones.
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