USA
Nixon: Dimisión



Dimisión de Nixon:
El sistema automático de grabación de conversaciones instalado por Nixon en la Casa Blanca no fue tenido en cuenta como posible fuente de pruebas legales. En junio de 1971 The New York Times y el Washington Post, basándose en los papeles del Pentágono, denuncian la existencia de encubrimientos masivos por parte del gobierno. Abarcaba prácticas de dudosa legalidad llevadas a cabo durante cuatro décadas y señalaba a cuatro presidentes. De especial interés en aquel momento eran las estimaciones sobre la marcha de la guerra de Vietnam. La administración Nixon llevó a cabo arriesgados intentos de restringir la primera enmienda. El director del Post Ben Bradlee es objeto de las iras de Nixon según registran las grabaciones. La propietaria del Post Katherine Graham mantenía relaciones sociales y amistosas con altos cargos de la Administración. El periodista de investigación Daniel Ellsberg es quien logra obtener los documentos filtrados ilegalmente. Preparado para la reelección presidencial en 1972, Nixon exhibía sus éxitos diplomáticos, tras sus visitas a Pekín y Moscú, y disfrutaba de su máxima popularidad. Los bandos del partido demócrata estaban muy divididos y Nixon derrotó al senador demócrata McGovern por una de las mayores diferencias de votos en la historia de las elecciones presidenciales. El candidato republicano ganó en 49 de los 50 estados de la Unión. Los jefes de campaña del partido republicano crearon un circuito paralelo de recaudación de fondos y establecieron un sistema de extorsión y desprestigio de los candidatos demócratas.

Asalto a las oficinas del Watergate (junio 1972):
Tuvo lugar en la ciudad de Washington, en el edificio de oficinas Watergate, el 17 de junio de 1972. El allanamiento de la sede central del Partido Demócrata fue efectuado para instalar dispositivos electrónicos con el fin de realizar escuchas ilegales. Fue encargado a hombres contratados por algunos de los más directos colaboradores del presidente. Cinco hombres fueron sorprendidos y detenidos en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata. Al ser encontrados dispositivos para escuchas telefónicas la responsabilidad de la investigación pasó de la policía de Columbia al FBI. Los jóvenes reporteros del Washington Post Bob Woodward y Carl Bernstein siguen con obsesión la información relacionada con el caso. Bernstein fue el primero en inclinarse a pensar que Nixon debía estar implicado en el asunto. El arresto fue desvelando un plan de espionaje promovido por la Casa Blanca contra sus oponentes políticos, que implicó a altos cargos del país, como el antiguo fiscal general (ministro de Justicia) John Mitchell, el consejero presidencial John Dean, el jefe de Personal de la Casa Blanca H. R. Haldeman, el asesor especial de la Casa Blanca para Asuntos Nacionales John Ehrlichman y el propio presidente Nixon. Por las dimensiones de sus consecuencias las instrucciones superiores dadas para el allanamiento se convertirían en el mayor escándalo político de EE.UU. En posesión de los detenidos la policía encontró billetes cuya procedencia podía ser trazada a través de los números de serie. Haldeman informa a Nixon que William Mark Felt es confidente del Washington Post (junio 1972). Se trata de un senior que empezó a trabajar para el FBI en 1942 y con una fecha de jubilación prevista para 1973. Ocupaba el relevante puesto de Director Asociado. Las grabaciones recogieron conversaciones del propio Nixon sobre la forma de ayudar a los detenidos en sus problemas legales.

En febrero de 1973 Nixon sustituye a Richard Helms por James Schlesinger como director de la CIA. Helms se había negado a detener las investigaciones sobre Watergate. Schlesinger estuvo al frente de la CIA unos pocos meses y pasó en julio a ser Secretario de Defensa. Durante los días en que el estado psicológico de Nixon se convertiría en motivo de preocupación para sus subalternos, Schlesinger dio órdenes al mando militar para que no obedecieran instrucciones directas de Nixon sobre empleo de armas nucleares ni sobre ninguna acción militar ofensiva. El 25 de junio [1973] el consejero de la Casa Blanca John Dean testifica ante el comité del Senado sobre la planificación del asalto a las oficinas de Watergate. Se extiende en detalles escandalosos sobre las medidas para el encubrimiento y otras actividades ilegales en las que Nixon estaba directamente implicado. Admitió responsabilidades delictivas propias por las que cumplió condena en prisión. En octubre de 1973 el vicepresidente Agnew, tras ser acusado de soborno, dimitió. Tenía asignado el papel de actuar como el perro de presa de la administración expresando posiciones impopulares que Nixon compartía y ocultaba para evitar que su imagen se deteriorase en polémicas. Era el mejor recaudador de fondos para el partido. Tras una investigación por recibir sobornos cuando era gobernador de Maryland fue procesado por evasión fiscal y blanqueo de dinero y condenado a pagar una multa y a tres años de libertad condicional. El presidente eligió como sustituto al jefe de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Gerald Ford, que fue nombrado vicepresidente el 6 de diciembre de 1973. El 23 de noviembre [1973] la Casa Blanca anuncia que se han perdido 18 minutos de algunas partes críticas de las conversaciones registradas por el sistema de grabación personal de Nixon. La secretaria personal de Nixon Rose Mary Wood declara que hizo desaparecer la información por accidente. Se declaró responsable del acto de grabar encima un tono uniforme que hace inaudibles las conversaciones. La fecha de las conversaciones datan de tres días después de que estallara el escándalo por el espionaje en la sede demócrata. Intervienen en ellas Haldeman, Ehrlichman y el Presidente.

En marzo de 1974 el Gran Jurado federal consideró a Nixon copartícipe, sin cargos formales, en una conspiración para obstruir la acción de la justicia en la investigación del escándalo Watergate. El nuevo procurador general, Leon Jaworski, que sustituyó a Archibald Cox como procurador especial del caso (el cual había sido cesado por el propio Nixon en 1973), continuó presionando para obtener las grabaciones de la Casa Blanca, en tanto que el Comité Judicial comenzó a investigar el caso para proceder a un impeachment.

Nixon intentó restablecer su prestigio con viajes a Oriente Próximo y a la URSS en el verano de 1974. Pero el cerco del Watergate se fue estrechando cada vez más a su regreso: el 24 de julio, el Tribunal Supremo determinó, de forma unánime, la obligación del presidente de entregar las últimas grabaciones. Una de éstas, que recogía la orden dada por Nixon al FBI para que detuviera su investigación sobre las escuchas, constituyó la prueba concluyente del papel del presidente en el encubrimiento del caso.

El 30 de abril de 1973, Nixon aceptó la dimisión de Haldeman y Ehrlichman, y anunció el cese de Dean. El procurador general Richard Kleindienst también presentó la dimisión. Su sucesor, Elliot Richardson, nombró un procurador especial, Archibald Cox, para que dirigiera una investigación sobre las escuchas del Watergate. En mayo de 1973 el Comité del Senado sobre Actividades Presidenciales inició las comparecencias, que dieron como resultado una serie de asombrosas revelaciones. Dean testificó que Mitchell ordenó el allanamiento y que se había intentado encubrir la implicación de la Casa Blanca. Además, manifestó que el presidente había autorizado el pago a los asaltantes para que guardaran silencio. La administración Nixon negó vehementemente esta acusación.

Cintas magnetofónicas:
El 16 de julio de 1973, Butterfield, asesor de la Casa Blanca, testificó que Nixon había ordenado la instalación en la Casa Blanca de un sistema para grabar automáticamente todas las conversaciones; de este modo podría ser verificado lo que el presidente hubiera dicho. Cox exigió la entrega inmediata de ocho grabaciones, que confirmarían el testimonio de Dean. Nixon se negó a entregarlas y el sábado 20 de octubre de 1973 ordenó a Richardson que cesara a Cox. Richardson presentó su dimisión y fue el fiscal general del Estado quien cesó a Cox. La destitución provocó la unánime protesta de la opinión pública. En respuesta, Nixon nombró otro procurador especial, Leon Jaworski. Algunas de las conversaciones pedidas desaparecieron y los expertos determinaron que las grabaciones habían sido manipuladas y borradas en parte.

1974:
En marzo de 1974, el Gran Jurado acusó a Mitchell, Haldeman, Ehrlichman y otros cuatro funcionarios más de la Casa Blanca de participar en el encubrimiento del caso Watergate y consideró a Nixon como 'conspirador sin encausar'. El Tribunal Supremo ordenó a Nixon la entrega de la totalidad de las grabaciones. En la noche del 29 al 30 de julio de 1974, una comisión judicial nombrada por la Cámara de Representantes aprobó tres impeachment (formulación de una acusación contra el presidente o algún alto funcionario del gobierno) que acusaban a Nixon de abuso del poder ejecutivo, de obstrucción a la justicia y de no protección de la Constitución. Tan pronto como el escándalo Watergate salió a la luz, fueron desveladas una serie de actividades ilegales paralelas: desde 1971 un grupo perteneciente a la Casa Blanca, había intentado obstaculizar las filtraciones de información a los medios de comunicación. El Gran Jurado acusó a Ehrlichman, al consejero especial de la Casa Blanca, Charles Colson y a otros funcionarios de irrumpir en el despacho de un psiquiatra a fin de obtener documentos para ser utilizados en contra de Daniel Ellsberg, quien había publicado los denominados 'papeles del Pentágono'. Además, los investigadores descubrieron que la administración Nixon había solicitado grandes cantidades de dinero durante una campaña ilegal de donativos (utilizadas para financiar el espionaje político y para pagar más de 500.000 dólares a los asaltantes del edificio Watergate) y que ciertos funcionarios gubernamentales habían mentido sistemáticamente sobre su participación en la intervención de las comunicaciones y en el posterior encubrimiento de los hechos. Funcionarios de la Casa Blanca testificaron que en 1972 habían falsificado documentos para implicar al presidente John Fitzgerald Kennedy en el asesinato del presidente survietnamita Ngô Dinh Diêm (1963) y para acusar al senador Hubert Horatio Humphrey de conducta inmoral.

Dimisión:
Todo este proceso erosionó la imagen de Nixon. El 5 de agosto de 1974, tres nuevas grabaciones revelaron que el presidente había ordenado que el FBI dejara de investigar las escuchas del Watergate. También demostraban que el propio Nixon estaba involucrado de forma directa en el encubrimiento de la participación de la administración en el escándalo. En la tarde del 8 de agosto, Nixon hizo pública por televisión a todo el país su decisión de dimitir, sin precedentes en la historia de EE.UU. Los trámites preparatorios del impeachment fueron suspendidos. Para evitar hacer frente al casi seguro impeachment, Nixon dimitió el 9 de agosto, siendo el primer presidente de EE.UU. en renunciar a su cargo. Se puso en marcha hacia su retiro en California. Gerald Ford presta juramento del cargo y un mes más tarde exonera a Nixon de todos los delitos que pudiera haber cometido durante su mandato. Nixon quedó entonces a salvo de cualquier acusación. Nixon mantuvo una discreta vida pública en su retiro, que combinó con la publicación de sus memorias y con la difusión de su visión de la política internacional a través de diferentes medios de comunicación. En 1980 Spiro Agnew publica en sus memorias que Nixon y su jefe de gabinete Alexander Haig le amenazaron con asesinarle en 1973 si se negaba a dimitir como vicepresidente. Murió el 22 de abril de 1994, en Nueva York.

Las 3.700 horas de conversaciones grabadas permanecieron ocultas al público. Empezaron a ser puestas a disposición de la ciudadanía después de su muerte en 1994. Las últimas fueron expuestas en 2013. Incluían las grabaciones de las conversaciones telefónicas de Kissinger ordenadas por Nixon durante el curso de las negociaciones de paz con Vietnam. Kissinger estaba entre los puestos de alta responsabilidad y máxima confianza que ignoraban que estuvieran siendo grabados durante sus conversaciones con el presidente y en todas sus conversaciones telefónicas con terceros. Las grabaciones de Nixon contienen abundantes expresiones reprobables, autoritarias, vengativas, mendaces, racistas y homófobas.

Referencias posteriores:
En 1974 Carl Bernstein y Bob Woodward publican el libro El escándalo Watergate. En 1976 Berstein y Woodward publican The Final Days [Los últimos días] describiendo la sucesión de los hechos previos a la dimisión. En 1976 Alan J.Pakula dirige Todos los hombres del presidente, que consigue 4 Oscars. En 1981 Reagan concede un indulto pleno y sin condiciones a miembros del FBI implicados en operaciones antiterroristas ilegales. Entre los beneficiados está Mark Felt. En 1995 Oliver Stone dirige una película sobre su biografía titulada Nixon. En 1999 se reedita en España el libro de Bernstein y Woodward sobre el Watergate con el título Todos los hombres del presidente. En 2005 Mark Felt reveló que él había sido el informante de Wooodward y Bernstein conocido como Garganta Profunda. En 2008 muere Mark Felt y el Ney York Times se refiere a él como la fuente anónima más famosa en la historia de EE.UU.. En 2017 Spielberg estrena la película The Post, que narra las circunstancias de la publicación de los papeles del Pentágono. La producción sobre la defensa de la Primera Enmienda coincide con los ataques verbales de Trump contra la prensa (2016), para la que acuñó y popularizó los términos fake news y enemy of the people. (Fuente: Encarta)


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