Martín Alonso Pinzón (1440-1493):
Nació en el pueblo andaluz de Palos de la Frontera (Huelva) hacia 1440. Era el hijo mayor de una rica familia de larga tradición marinera, y propietario de un barco con el que hacía frecuentes viajes comerciales por el Mediterráneo y el Atlántico. Junto con su hermano y socio Vicente Yáñez Pinzón, ejerció alguna vez de corsario, actividad que se daba con cierta frecuencia en la zona.
Cuando el enfrentamiento sucesorio entre Juana la Beltraneja e Isabel la Católica se convirtió en una guerra entre Castilla y Portugal, la corona respaldó las incursiones a la Guinea y los apresamientos de naves portuguesas.
Martín Alonso participó con valor en las armadas de guerra durante estos enfrentamientos.
Su maestría naútica, su audacia y el éxito de sus empresas comerciales le valieron el reconocimiento de la comarca.
Sus dos hijos varones participaron en posteriores viajes a las Indias.
Preparativos de la expedición descubridora:
En los años que precedieron al descubrimiento de América no había en toda la comarca del Tinto-Odiel un armador y navegante más famoso que Martín Alonso Pinzón.
Su apoyo y participación resultaban imprescindibles para el éxito de la empresa colombina. El encargado de convencer a Martín Alonso Pinzón para que acompañase a Colón fue el guardián del monasterio de La Rábida, lo que hizo durante el verano de 1492. Cuando se propagó por toda la zona que Martín Alonso iba a participar en el viaje como capitán de la carabela Pinta y su hermano Vicente como capitán de la Niña, muchos amigos y familiares se enrolaron inmediatamente y pudieron completarse las tripulaciones. Se implicó decididamente en convencer a los más destacados marinos para enrolarse en la expedición.
A Colón nadie le conocía, en cambio la sabiduría náutica y la experiencia marinera de los Pinzón eran el mejor aval.
Desechó los barcos embargados por Colón, contratando navíos más adecuados y aportó medio millón de maravedíes, lo que constituía la tercera parte de los gastos.
El viaje del descubrimiento:
Puesto en marcha el viaje descubridor (3 agosto 1942), Martín Alonso asumió el mando de la Pinta y llevó consigo a su otro hermano Francisco como maestre. Su hermano Vicente iba como capitán de la carabela Niña.
Colón anotó en su diario palabras elogiosas al comprobar sus cualidades y eficacia ante los problemas.
Durante la travesía, demostró sus habilidades de marinero cuando resolvió el problema de la rotura del timón y pudo seguir navegando, y sus dotes de mando al imponer su autoridad a los amotinados vizcaínos o cántabros de la nao Santa María entre el 6 y el 7 de octubre. Durante este percance, Martín Alonso amenazó con aplastar a cualquiera que se atreviera a amotinarse. En el siguiente motín, ya más serio, del 9 y 10 de octubre, cuando habían fallado ya todos los cálculos de distancias que había dicho Colón, los que dudaron fueron los Pinzón. Éstos aplacaron los ánimos de la tripulación poniendo una condición a Colón: navegarían con el mismo rumbo tan sólo tres días más; si durante ese tiempo no encontraban tierra volverían a España.
El descubrimiento:
Tras el descubrimiento de las islas Lucayas o Bahamas, divisaron Cuba. Mientras recorrían la costa oriental de Cuba, Martín Alonso, al frente de la Pinta, abandonó al almirante el 21 de noviembre de 1492 y continuó navegando por su cuenta. Colón nunca se lo perdonó. El 6 de enero se volvieron a encontrar en la costa norte de La Española. Las circunstancias y motivaciones de la deserción de Martín Alonso no están claras: quizá intentara descubrir por su cuenta el oro que tanto buscaban. Pero sea cual fuese la causa de la separación, aquí comenzaron sus desavenencias con Colón, que llegó a acusar de traición a Martín Alonso. De nuevo juntos, emprendieron viaje de regreso a España en la Pinta y la Niña, pero una tormenta, no muy lejos de las Azores, las volvió a separar y la Pinta llegó primera a Bayona, en las costas de Galicia, antes de que Colón arribara a Lisboa. Desde Bayona envió un informe de lo acontecido en el descubrimiento a los Reyes Católicos y se dirigió ya gravemente enfermo a Palos, donde entró, el 15 de marzo de 1493, pocas horas después de que lo hubiera hecho Colón.
Martín Alonso Pinzón falleció alrededor del 31 de marzo de 1493 en el monasterio de La Rábida (Huelva), donde fue llevado por sus familiares y, según un testigo, también enterrado. Esto sucedió pocos días después de su llegada a España, tras el viaje en el que tuvo lugar el descubrimiento del Nuevo Mundo, y en cuya empresa le cabe figurar en un lugar destacado.
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