Hugo Pratt: Corto Maltés:
Cuando se le cree trabajando tranquilamente en París o en Venecia, de repente envía noticias desde Etiopía, Brasil o China. Lugares donde se da cita con Corto Maltés, su más célebre personaje, se reúne con sus amigos, escucha historias, introduce a aquéllos en éstas, y el resultado es una narración totalmente original, incluso, muchas veces, a contracorriente de lo que es habitual en las historietas de aventuras: la mitificación del héroe.
Piratas de la isla Escondida:
El Monje, misterioso pirata del siglo XX, se alía secretamente con representantes de la marina alemana en la Polinesia.
Pretendía hacer una fortuna suministrando carbón a los buques del almirante Von Speeke, que intentaba instalar bases en las islas Ekkice, Tonga y Manahiki y hacer la guerra en corso con buques de falso pabellón.
Una tormenta hunde el buque Chica de Amsterdam y sobreviven dos jóvenes herederos de una rica familia de Sidney.
Son recogidos del mar por un catamarán de El Monje y retenidos para obtener un importante rescate.
Personajes de muy diversa procedencia se ven en medio de un peligroso conflicto que los occidentales situaron en las antípodas y que termina con la victoria aliada sobre unos marinos que con falso uniforme y métodos poco honorables, buscaban ganar la Gran Guerra hundiendo mercantes.
Christian Slütter:
Nacido en Lübeck, en 1885. Oficial de la marina imperial alemana. Comandante de submarino.
A Slütter se le puede definir como dice Pandora "la única persona decente en medio de todo esto" a pesar de los cargos que se le imputan. Así es, Slütter es una persona que adivinamos con una educación en exceso estricta desde la infancia. Esa idea del deber tan grabada que tiene le lleva entre otras cosas a alistarse en el ejército para luchar por su país. Desgraciadamente para él no todo el mundo en su país es tan patriota como él y se ve envuelto, tan lejos de su casa, en el mundo de la piratería por orden de sus superiores. En compañía del monje y al mando de un submarino se ve obligado a hundir bacos llenos de civiles, hechos estos que destrozan su moral y le hacen replantearse su pasado y añorar su pueblo donde en ese momento estaría nevando. (Gorka Miranda)
Japón en la disputa de enclaves en el Pacífico:
Japón se unió a los aliados el 23 de agosto de 1914. En noviembre habían conquistado la colonia alemana en China de Tsing Tao, las Carolinas, Marianas y Marshall. Los australianos ocupaban la capital de Nueva Guinea alemana.
El ambicioso programa imperialista japonés se hacía evidente. Completó su dominio sobre Formosa. Tras la muerte del emperador de Corea (1919) incrementó su penetración en la peínsula. Se apoderó de Port Arthur y desembarcó en Vladivostok intentando penetrar en Siberia. El político Ikki-Kita comentó (1919) que Japón tenía el derecho de guerrear contra las naciones que poseían territorios exageradamente extensos y administrados de manera inhumana. Pretendía expulsar a Gran Bretaña de Australia e India, a Rusia de Siberia y a quien fuese de China.
El carbón de la flota de Von Spee (verano de 1914):
A principios de agosto de 1914 Von Spee, preocupado por adquirir y conservar el imprescindible carbón, decide aprovisionarse en Samoa. Su flota formada por más buques carboneros que de guerra siembra la inquietud en el Pacífico. Cuenta con dos cruceros acorazados (Sharnhorst y Gneisenau), tres cruceros ligeros (Emden, Nuremberg y Leipzig) y dos cruceros auxiliares. Se repiten los reportes de avistamiento desde barcos y estaciones pero consigue evadir la búsqueda. El 14 de septiembre entra en la bahía Apia en Samoa, cuando vio a tiempo que en el mástil de la residencia, en lugar de la bandera alemana ondeaba la neozelandesa. Inmediatamente se dirigió a Papeete, el más cercano puesto de carbón. Tahití no contaba con radio T.S.F. pero la noticia del estado de guerra le había llegado por medio de un carguero inglés. El amanecer del 22 de septiempre Von Spee se encuentra el paso obstruido por el hundimiento del Zelée en el canal, el depósito de Cardiff ardiendo y cañonazos de 100 dirigidos hacia su situación. Abrió fuego sobre la ciudad y unos sesenta obuses incendiaron las casas de madera. En la isla de Pascua supo que la escuadra de Cradock había pasado el estrecho de Magallanes. Se dispone a entrar en combate antes de poder volver a abastecerse y encuentra en Coronel a la flota británica a la que hunde sus principales buques, los cruceros acorazados Good-Hope y Monmouth. Durante la noche otros barcos eluden la superioridad de la flota alemana, que logra llenar las carboneras en Chile.
El velero en corso Seeadler en la Polinesia (1917):
El libro del capitán alemán Felix Luckner se hizo muy popular en la Alemania de entreguerras.
Comandó el velero Seeadler, armado con cañones ocultos y dedicado al corso bajo bandera noruega.
Cuando EE.UU. entró en la Primera Guerra Mundial el Seeadler pasó al Pacífico para hundir mercantes norteamericanos.
Desde el cabo de Hornos se dirigió al norte y hundió tres barcos norteamericanos entre el 14 de junio y el 8 de julio.
Durante una escala para carenar el casco en el atolón polinesio de Mopelia (actual Maupihaa) el barco no pudo recuperarse del lugar donde encalló.
Los tripulantes alemanes, junto con 46 prisioneros de EE.UU., quedaron aislados en el archipiélago de Sociedad, situado entre Maupiti y Bora Bora.
Los osados náufragos siguieron intentando arriesgadas capturas de mercantes como medio de huida hasta que la mayoría quedó internada en campos de prisioneros.
Carta al inicio de La Balada del Mar Salado:
Por la presente le comunico que entregué los manuscritos de Caín de Grovesnoore, mi tío, al Sr. Pratt. Otro tanto hice con el libro de a bordo del Capitán Slüter y dos cartas marinas que pertenecían al Cap. Galland.
Esto es todo lo que pude encontrar entre los viejos papeles de mi padre, además de una carta de la prima de mi tío, Pandora Grovesnoore. La carta en sí no posee mucho valor documental para a historia que se propone publicar, salvo un párrafo que puede ser de su interés. Dice así:
"... si ves a Caín, recuérdale que me envíe esos papeles que estoy esperando. Dile que los chicos están bien y Pamela pregunta siempre por él. Nosotros también estamos bien, pero tuvimos una desgracia en la familia. Falleció el tío Tarao, dejando un enorme vacío. Pero quien más me preocupa es el tío Corto. Se comprendían a la perfección y eran inseparables. Se me estruja el corazón cuando veo al tío Corto sentado en el jardín, con los ojos apagados, frente a su gran y querido mar..."
Dicen que el último pirata fue Lafitte, pero no es cierto. El último pirata es el Monje. Y digo "es" porque estoy seguro de que no ha muerto aún...
Las aventuras de Corto Maltés:
Se compone de un total de 12 álbumes, titulados, por orden de aparición, La balada del mar salado, Bajo el signo de capricornio, Corto: siempre un poco más lejos, Las célticas, Las etiópicas, Corto Maltés en Siberia, Fábula en Venecia, La casa dorada de Samarkanda, La juventud de Corto Maltés, Tango... Y todo a media luz, Las helvéticas y Mú, la leyenda del continente perdido. A estos volúmenes cabe sumar otras obras relacionadas con su universo, caso de Memorias, editado por New Comic, Las mujeres de Corto Maltés, La guía de Venecia de Corto Maltés, ambas editadas por Norma Editorial, Las baladas de Corto Maltés, Dedicado a Corto Maltés de su colega Milo Manara, o la novela Corto Maltés: La balada del mar salado, escrita por el propio Hugo Pratt y editada por Muchnik Editores. Asimismo, Corto Maltés ha dado lugar a varias cintas de animación editadas en DVD, a una serie de televisión e, incluso, a una ópera-ballet, a las que se añade ahora el largometraje animado.
Corto Maltés, la película:
Con este título, no demasiado rebuscado, se ha estrenado en España: Corto Maltese: la cour secrete des arcanes, un largometraje de animación dirigido por Pascal Morelli. El guión es de Natalie Borodin y Thierry Thomas y está basado en el álbum de Hugo Pratt Corto Maltés en Siberia, que aunque no es el primero que se publicó del personaje, sí sería uno de los primeros cronológicamente hablando. De producción francesa, la película se estrenó en ese país el 25 de septiembre de 2002. Tomando elementos del álbum y elementos propios, desarrollados por los guionistas, la acción nos sitúa en 1919. Asia se sume en el caos. Espectaculares convoyes de trenes acorazados atraviesan las tundras heladas desde Rusia y Siberia a Manchuria.
Entre ellos, el tren del almirante Kolchak transporta oro del gobierno contrarrevolucionario. Como es de suponer, este hecho alimenta el interés de más de un mercenario. En esta caza del tesoro sin cuartel, Corto Maltés acude en ayuda de las Linternas Rojas, una sociedad secreta que ha salvado su vida en más de una ocasión. Junto a Rasputín, su viejo amigo y también enemigo, se cruzarán con toda suerte de sociedades secretas chinas, una duquesa rusa tan encantadora como perversa, un hombre que está convencido de ser la mismísima encarnación de Gengis Khan, un aviador norteamericano y cierto número de generales escindidos entre su nostalgia por las glorias pasadas y la preocupación por su futuro, el cual, efectivamente, pende de un hilo.
Con esta sinopsis inicial, la película nos introduce en el universo particular del personaje protagonista y no desmerece las ideas originales de su creador Hugo Pratt. Nos queda la duda de saber qué hubiera pasado si Corto Maltés hubiese llegado al cine en una adaptación con personajes reales y con Rupert Everett interpretando al marino maltés, de padre británico y madre gitana y gibraltareña, tal y como se especuló.
(Radikal, marzo 2007)
Algunos datos biográficos:
Las aventuras de Corto Maltés recogen las andanzas de éste marino de largas patillas, rostro joven y ética revolucionaria. Su autor le hace nacer en 1887 en La Valeta, hijo de un marino británico y una gitana sevillana, pasando su infancia en Córdoba. Su vida de aventurero se inicia con el siglo XX, y se extiende durante varias décadas por parajes muy diversos, entroncando la ficción con acontecimientos históricos reales y con personajes y momentos literarios muy conocidos. No es raro encontrarnos en sus páginas con Jack London, Herman Hesse o Freud. La primera aparición de Corto se da en el título La Balada del Mar Salado, donde el maltés es recogido del agua por su amigo Rasputín. En ésta historia, por boca del propio océano, el protagonista nos da una pequeña pista de sus orígenes, al narrar como una gitana amiga de su madre, al leerle la mano, se da cuenta de que éste no tiene línea alguna en la palma, lo que le impresiona mucho, y decide hacerse una a su gusto con una cuchilla. Pero, anteriormente ya habían sucedido otros hechos como el viaje a China realizado en 1900, en plena Guerra de los Boxers. Posteriormente la acción le sitúa en la guerra ruso japonesa, donde entabla amistad con Jack London. Luego viaja en otros episodios a África y Argentina. En 1910, siendo segundo oficial del Bostonian, emprende la defensa del que sería dirigente comunista John Reed, y ya no para, hasta la muerte en 1995 de su autor Hugo Pratt.(Manuel Maestro)
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