Literatura sobre piratas:
De los ejemplos clásicos de narración genuina suele decirse que para ellos no parece pasar el tiempo.
Se centran en la historia restando importancia a complejos recursos novelísticos de épocas recientes.
La isla del tesoro
SETEVENSON, R.L. - Ed. Vicens Vives, Barcelona, 1995.
Jim Hawkins ayuda sirviendo a los huéspedes de la posada Almirante Benbow, aislada en la costa y regentada por sus padres. Su vida discurre tranquila entre la barra y las mesas hasta que, un día, un viejo marinero acude al establecimiento llevando un pesado cofre. El nuevo huésped, de brusco trato, se muestra muy nervioso respecto a forasteros que pudieran acudir en su busca. Un inquietante grupo de rudos marineros irrumpe en la posada para hacerse por la fuerza un mapa elaborado por el sanguinario pirata Flint.
Quien consigue el mapa minutos antes del asalto es el joven Jim. El aristócrata del lugar decide organizar una expedición a la isla elegida por Flint, a bordo del buque la Hispaniola. Un misterioso cocinero cojo de fuerte personalidad, John Silver, se muestra como un diestro organizador que hace pertinentes indicaciones que son diligentemente obedecidas. El capitán nota que buena parte de los tripulantes se muestran como experimentados marineros pero con una inusual indisciplina.
Algunos de los marineros reclutados para la expedición comparten un inquietante pasado.
El hijo de Sandokán: una de piratas
MADRID, JUAN - Ed. La esfera de los libros, Madrid, 2003.
Todo se inicia en Gibraltar en 1913, cuando un joven marinero español se embarca contratado como timonel en un navío inglés con destino al sultanato de Brunei.
El corsario negro
SALGARI, EMILIO - Ed. S.M., Madrid, 2000.
El mar de las Antillas, las selvas y los huracanes son los escenarios de esta aventura donde las espadas se desenvainan con rapidez y donde la horca siempre está dispuesta.
● El noble y apuesto Emilio de Roccabruna, señor de Valpenta y de Ventimiglia, más conocido como El Corsario Negro, ha jurado una terrible venganza por la muerte de sus hermanos, el Corsario Verde y el Corsario Rojo, a manos del gobernador de Maracaibo, el flamenco Wan Guld. Y en su cruzada personal, el destino pone en su camino los ojos grises de una mujer de innegable belleza que será su perdición.
La isla de los esclavos felices
CALLEJA, SEVE - Ed. Espasa Calpe, Madrid, 1998
El legendario bucanero Flint, una isla perdida, un tesoro escondido - Todo puede cobrar vida en la realidad más absoluta del mundo actual.
Terry y los piratas
CANIFF, MILTON - Ed. Norma, Barcelona,1991
Caniff es un gran guionista y sus historietas son modélicas desde el punto de vista narrativo. Es el maestro indiscutible de la mancha, trabajada con pincel suelto y vigoroso, de forma desinhibida, y dando lugar a un tipo de dibujo que marcó para siempre un antes y un después de Terry y los piratas.
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Yo, que maté de melancolía al pirata Francis Drake
MOURE, G. - Ed. Anaya, Madrid, 2001
A finales del S. XVI, después de la derrota de La Armada Invencible, Jovino vive diversas aventuras en las que conoce el amor, la amistad pero también la muerte y el sentimiento de venganza. En aguas de Puerto Rico sugiere al almirante Pardo de Donlebún una trampa para atraer al mítico corsario inglés.
El médico de los piratas
BOULLOSA, C. - Ed. Siruela, Madrid, 1992
En el siglo XVII el esclavo Smeeks, que ha aprendido de sus amos el arte de curar, se une a la gran cofradía de Los Hermanos de la Costa, una sociedad de piratas llamada a defender el gran sueño de libertad, igualdad, anarquía y valor.
Con el viento en las velas
MARTÍNEZ MENCHÉN, A. - Ed. Alfaguara, Madrid, 1997
Al comenzar el siglo XVIII, un joven andaluz, Guzmán, tras la muerte de su padre, huyendo de su madrastra, embarcará como polizón en un barco negrero y vivirá peligrosas aventuras
Piratas de tierra
IAIN, LAWRENCE - Ed. S.M., Madrid, 2000
John Spencer, un joven marinero, cuenta su aventura en la costa de Cornualles, cuando la luz de un falso faro, en medio de una terrible tormenta, provocó el naufragio del Isla del Cielo, el bergantín en el que navegaba junto a su padre.
Historias de piratas
CONAN DOYLE, A. - Ed. Valdemar, Madrid,1997
Cuenta las aventuras de aquellos hombres que bajo la siniestra bandera negra de la calvera se entregaban a toda suerte de crímenes y rapiñas por los mares del Mundo.
Lobas de mar
VALDÉS, ZOÉ - Ed. Planeta, Barcelona,2003
Las vidas de Ann Bonny y de Mary Read estaban predestinadas a ser las de dos mujeres sumisas en un mundo dominado por los hombres. Pero su ansia de libertad y su deseo de vivir nuevas experiencias las arrojó a participar en la aventura más fascinante de su época, convirtiéndose en las dos piratas más astutas de las aguas del Caribe.
Corto Maltés. La balada del mar salado (Cómic)
PRATT,HUGO - Ed.Norma, Barcelona, 1999
Naufragios, raptos, tentativas de fuga, homicidios, persecuciones, sueños imposibles y amores irrealizables. Obra de Pratt donde hace su primera aparición el marino Corto Maltés alineado en el bando de los mercenarios que auxilian a la guerra en corso alemana en islas del Pacífico. El comportamiento noble de algunos protagonistas de diferentes bandos contrasta con la maldad de seres sin escrúpulos. Sus principios y la lealtad hacia personajes de notable valor impiden a Corto defender los intereses del grupo de mercenarios al que pertenece.
Los Argonautas
APOLONIO DE RODAS - Ed. Alianza, Madrid, 1996.
La historia de Jasón, el primer pirata conocido, y de la expedición de la nave Argo en busca del vellocino de oro.
● El relato del viaje de héroes que comandaba Jasón hasta la Cólquide fue recogido en varios poemas muy antiguos. Homero y Hesíodo mencionan el viaje con poco detalle. El relato completo más antiguo que se ha conservado de la expedición es la Pítica IV, de Píndaro (siglo V a.C.). Se conservan fragmentos de obras más antiguas. La que se atribuye a Eumelo de Corinto data del s. VIII a.C. La obra de Apolonio de Rodas (siglo III a. C.) es la más completa. Cuando Jasón se apodera del vellocino tiene que huír apresuradamente del rey de la Cólquida Eetes.
Por donde el viento nos lleve.
Antología de relatos españoles de piratas
GONZÁLEZ DE VEGA, G. - Ed. Ediciones B, Barcelona,2002
Esta obra constituye un homenaje al mundo de los piratas: cuarenta y cuatro textos que representan casi todos los géneros literarios,desde el cuento medieval al reportaje novelado del siglo XX.
Los piratas de la Malasia.
EMILIO SALGARI.
Sandokán, llamado «el tigre de la Malasia», un príncipe de Borneo desposeído de su trono por el colonialismo británico.
Su principal enemigo es el británico llamado rajá blanco de Sarawak (Borneo), James Brooke, personaje que existió realmente.
El príncipe rebelde cuenta con el apoyo de su amigo el portugués Yáñez y de Sambigliong. Dos líneas narrativas convergen.
La segunda comienza en la India, protagonizada por el indio Tremal-Naik y el mahrato Kammamuri (Los misterios de la jungla negra) en su lucha contra los malvados thugs, adoradores de la diosa Kali. Ambas líneas confluyen en la novela Los piratas de Malasia (1896). Tremal-Naik y Kammamuri se convierten en grandes amigos y seguidores de Sandokán y Yáñez.
El principal personaje femenino es la inglesa Lady Mariana Guillonk, llamada la «Perla de Labuán», cuyo trágico final marcará la vida posterior del héroe.
La historia amorosa de Yáñez termina bien. Se convierte en príncipe consorte de Assam gracias a su matrimonio con la mahrajaní Surama.
La serie de Los piratas de la Malasia está constituída por 11 novelas.
(Fuente: Selección biblioteca IES Cangas de Narcea)
Antología de relatos españoles de piratas. Crítica de Isabel Alamar:
Gerardo González de la Vega nace en la ciudad de Palencia en 1952, y actualmente trabaja como delegado de la Agencia Efe en Galicia, pero antes de ser periodista desempeñó los oficios más variopintos, entre ellos, cabe citar el de peón de albañil, mozo de almacén, vendedor de libros, encuestador, cocinero, profesor, camarero y un largo etcétera.
En cuanto a este libro, podemos decir que constituye la segunda incursión de Gerardo González como escritor en el campo de la literatura. Su primer libro fue Mar brava. Se trataba en aquella ocasión de una colección de biografías noveladas -basadas en historias reales- sobre las hazañas de piratas y negreros españoles. Con esta obra, su autor consiguió los elogios unánimes de la crítica, además de que conseguía cubrir un vacío editorial que había con respecto a la temática de piratas.
La Antología que vamos a tratar, formada por 44 textos prologados por el mismo Gerardo González, también ayuda a llenar ese vacío editorial del que hablábamos antes. Además, es un libro que complementa al anterior, y a la vez podríamos decir que es su consecuencia inmediata, ya que trata de profundizar otra vez en la literatura de aventuras marítimas, abordando así un género que es prácticamente desconocido.
De lo anterior se deduce que no le podemos negar a esta obra el gozar de gran originalidad en su planteamiento, tampoco el hecho de haber constituido un laborioso trabajo de investigación ni su valor histórico, puesto que hace un recorrido a través de la historia, incluyendo relatos que van desde el S. XIV al S. XX.
Además, en sus páginas nos muestra historias de diversa autoría. No en vano podemos encontrar relatos redactados por escritores conocidísimos como es el caso de Don Juan Manuel, Miguel de Cervantes o Blasco Ibáñez al lado de otros prácticamente desconocidos.
También podemos decir que en este recorrido histórico se tocan casi todos los géneros literarios, salvo el teatro y la poesía. De hecho, tenemos ejemplos de cuentos medievales, libros de caballerías, novelas cortesanas o de aventuras, autobiografías, etc.
No obstante y haciendo referencia a la calidad literaria del libro, diremos que se trata de una obra de mero entretenimiento. La verdad es que algunas de las historias tienen escaso valor literario y han sido incluidas como meros muestrarios de lo que se escribía en aquellas épocas.
Además, a veces el lenguaje de las primeras narraciones es arcaico y consigue entorpecer la lectura de los relatos -a pesar de las notas aclaratorias-, incluso no siempre el léxico y la sintaxis son las correctas en todas estas narraciones.
En cuanto a las historias, la mayoría de las veces son demasiado cortas. Constituyen, pues, una somera descripción de hechos, y no dejan tiempo para profundizar en el contenido. De hecho, los personajes que aparecen en ellas se vuelven meros arquetipos: el corsario mártir, el corsario caballeresco o el pirata desalmado, son algunos de ellos.
De cualquier forma, ya se sabe, la piratería y las narraciones de piratas siempre han despertado cierta expectación y fascinación como relatos que son de aventuras. Tal vez sea este un género menor, pero que goza, sin duda, del favor del público. Por ello, estoy segura de que los lectores se mostrarán encantados con esta Antología de González de la Vega. (Isabel Alamar. Realidad Literal)
Tebeos y literatura juvenil:
En la acera de enfrente de la casa madrileña donde nací, en el número 20 de la calle Joaquín María López, había una pequeña tienda, junto a una carbonería, que guardaba lo que varios de mis amigos y yo considerábamos los mejores tesoros. Era un comercio estrecho y profundo, sin ventanas al exterior. A la entrada se vendían golosinas, y el resto de la oferta la constituían los maravillosos tebeos. Muy viejos casi todos, por lo general gastadísimos, a punto de desencuadernarse la mayoría, incluso algunos con una buena parte de sus hojas comidas por las polillas. El dueño, que se sentaba al fondo, alumbrado por la mezquina luz de una bombilla de pocos vatios, era un hombre grueso y silencioso que nos producía cierto temor. Casi nunca hablaba. Se contentaba con gruñir cuando le cambiábamos nuestros tebeos usados por los suyos, añadiendo unos céntimos de peseta. Me pregunto ahora cómo podían sobrevivir muchas familias de la posguerra española con aquellos misérrimos negocios.
A bordo de los cuadernos de viñetas coloreadas navegué por los Mares del Sur y entré en el corazón de las selvas amazónicas, busqué oro en las minas de Alaska y tesoros en las sierras inaccesibles de los Andes, asalté carruajes al lado de Dick Turpin y acabé con bandas de gánsteres malignos junto a Roberto Alcázar y Pedrín, e incluso recorrí el espacio en la nave de Diego Valor, perseguido por el pérfido Mekong, rey de los marcianos.
Los tebeos llenaban nuestros sueños de paisajes y hechos extraordinarios; pero contábamos además con lo que entonces se llamaba cines «de sesión continua», esto es: las salas que programaban dos películas y, al término de la segunda, volvían a proyectarlas sin apenas interrupción, de tal modo que había una oferta de cuatro películas diarias, si querías repetir, por el precio de una entrada. Estos cines abundaban en los barrios madrileños, en tanto que en el centro de la ciudad estaban los «de estreno», que tan sólo ofrecían un filme y cuyas entradas eran mucho más caras.
(Javier Reverte, La aventura de viajar)
Patrimonio impreso en papel:
Los niños del mañana no volverán a emocionarse con las aventuras de La isla del tesoro, nunca temblarán con John Silver El Largo, y los únicos piratas que conocerán serán los que se sirvan del trabajo ajeno para poder bombardearlos con lucrativos banners y pop-ups publicitarios. Cuando desaparezcan las librerías, ya no surcarán los mares con los siete viajes de Simbad el marino, porque nadie les habrá hablado de Las mil y una noches. Y, por mucho que naveguen en una Red en la que estén contenidos todos los libros, si nadie les ha enseñado el valor de la literatura ni se acercarán a esos archivos. Ya no habrá más caballeros andantes con la cabeza llena de libros. El mundo estará lleno de enlaces, pero no habrá intertextualidad, porque sin haber leído a Stevenson no podrán llegar a Poe, y sin Poe no arribarán a Borges, y sin Borges los caminos dejarán de bifurcarse. (Juan J.Muñoz, 2016)
(*) Libros digitales:
Los organismos de gestión de las bibliotecas regionales están implementando la modalidad de préstamo de libros digitales.
El desarrollo del sistema informático que lo permite es un proyecto que requiere meses de trabajo.
Las licencias que se adquieren de las editoriales se renuevan cada 20 préstamos.
Los ejemplares pueden descargarse o leerse en streaming durante un tiempo limitado en torno a los 21 días.
Se distribuyen dotados de un sistema anticopia.
(*) Ediciones raras:
Las encuadernaciones han empleado piel de serpiente, morsa o tiburón. En algunos momentos se puso de moda la encuadernación con piel humana. Se dice que hay libros de Milton, Dumas y Sade forrados de piel humana. El Atlas de Carlos II, expuesto en el Museo Británico, mide 1,76 cm. Cicerón cuenta la historia de un hombre que escribió la Iliada en un espacio tan reducido que cabía en una cáscara de nuez. El más pequeño desde 1896 impreso en tipografía es La carta de Galileo a Cristina de Lorena. Mide 15 milímetros de alto por nueve de ancho y tiene 24.102 caracteres. El Codex Rohonczi, guardado en la Academia Húngara de ciencias de Budapest permanece ilegible. Se cuentan detalles de la desgraciada vida del poeta Dante Gabriel Rossetti, del diario encriptado de Samuel Pepys y de los estragos que han ocasionado las erratas. La primera edición del Quijote contiene 3.925 errores. El poeta José Emilio Pacheco escribió: Lo compré hace más de 15 años. Pospuse la lectura para un momento que no llegó jamás. Moriré sin haberlo leído. Y en sus páginas estaba el secreto y la clave.
● Todo se le vuelve bien, fuerza y victoria; incluso si es derrotado y aniquilado, como Sandokan al final de su saga, en la cubierta del Rey del Mar, su descalabro se convierte en un triunfo poético que vale más que la preponderancia de sus enemigos. (F.Savater)
● El diccionario, como los piratas, es el mejor amigo de los niños; por eso a las niñas y a los niños siempre se les ofrece el mundo de estas dos maneras: en forma de bola del mundo y en forma de diccionario. (Javier Pérez Andújar, 2016)
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