Tomás Morales (1885-1921):
Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro Atlántico,
con sus faroles rojos en la noche calina
y el disco de la luna bajo el azul romántico
rielando en la movible serenidad marina
Silencio en los muelles en la paz bochornosa,
lento compás de remos, en el confín perdido
y el leve chapoteo del agua verdinosa
lamiendo los sillares del malecón dormido
Fingen en la penumbra fosfóricos trenzados
las mortecinas luces de los barcos anclados
mirando entre las ondas muertes de la bahía.
Y de pronto, rasgando la calma, sosegado,
un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su melancolía.
Esta vieja fragata portuguesa, en la rada
reposa su ventruda vejez de cachalote;
navegó tantos años y está tan averiada,
que es un puro milagro que se mantega a flote
(Soneto VII)
¡Honor para vosotros, y gloria a los primeros
que arriesgaron la vida sobre los lomos fieros
del salvaje elemento de la mar dilatada:
nautas sin otro amparo que la merced del viento
y sin más brujulario para la ruta incierta
que la carta marina de la noche estrellada,
sobre sus temerarias ambiciones abierta!"
(Parte XVII)
Tomás Morales (1885-1921):
Poeta, máximo representante del modernismo lírico insular e iniciador de la poesía canaria moderna. Tomás Morales Castellano nace en Moya (Gran Canaria) el 10 de octubre de 1884. En 1893 inicia en el Colegio de San Agustín los estudios primarios que finalizará en 1898. En los dos años siguientes escribe sus primeros versos y estrecha amistad con quienes serán sus compañeros en materia literaria y artística: los poetas Saulo Torón y Alonso Quesada, y el pintor Néstor Martín Fernández de la Torre. Con estos dos últimos había coincidido en el colegio San Agustín.
Se traslada a Cádiz en 1900 para cursar los estudios de Medicina. En el periódico El Teléfono (Las Palmas) se publicarán sus primeras poesías (1902-1903).
Se marcha a Madrid en 1904 para ampliar estudios en la Facultad de San Carlos. En la capital entabla amistad con el escritor canario Luis Doreste Silva. Este último y el también escritor canario Ángel Guerra lo introducen en la vida madrileña, donde frecuenta los lugares de reunión de los escritores de la época: acude a las tertulias de Francisco Villaespesa, la del café Universal, y la de Carmen de Burgos, "Colombine", directora de la Revista Crítica. Su amistad con "Colombine" le permite darse a conocer entre la intelectualidad madrileña. Posiblemente en esa tertulia llegaría a conocer a Rubén Darío. Entre 1906 y 1908, aproximadamente, el poeta ya mantiene amistad con Fernando Fortún, Enrique Díez Canedo, Francisco Villaespesa, Ramón Gómez de la Serna, etc. En 1907 publica poemas y críticas en la Revista Latina fundada por Villaespesa este mismo año. Tras publicar su primer libro y acabar su carrera, de la que obtendría el título de doctor al año siguiente, regresa en 1909 definitivamente a Gran Canaria.
Es nombrado médico titular en Agaete en 1911 y permanece allí hasta 1919 cuando se traslada como médico a Las Palmas. Recibe en 1920 varios homenajes por la publicación del libro II de Las Rosas de Hércules. Planea por esta época la edición de la primera parte de su obra. En 1921 es elegido Vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria. Su carrera política, no obstante, duraría poco, pues fallece en Las Palmas el 15 de agosto. No pudo ver realizado su sueño de publicar completas Las Rosas de Hércules.
El tono más natural e intimista de la poesía canaria escrita a partir de él le es deudora de la mayoría de sus valores sustanciales. Tomás Morales hace arrancar su verso de una cantera sonora y verbal, donde los lemas queridos y primeros tienen que encontrar andadura fácil y robusta. El sí es en esto un modernista que ha cumplido con holgura lo que podría constituir el primer ciclo de su desarrollo. ¿ Tuvo tiempo de completar otras épocas de su individualidad? Valle lnclán o Manuel Machado, o Juan Ramón - siendo, sobre todo este último, en sus primeros poemas, tan certero vaticinador de sus conquistas finales- pudieron cumplirse en unas horas de madurez que a Morales no le fue dado vivir".
(Elfidio Alonso)
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Murió el cantor egregio del Bosque y de la Mar
Calló la voz solemne del rapsoda divino
que supo entre las redes del sueño aprisionar
el tesoro secreto del corazón marino.
(Fernando González a Tomás Morales, 1921)
► Lázaro Santana, hablando de la sencillez y humildad de los versos de Saulo Torón, cita autores con estilos claramente diferentes.
Dice ni agresiva como la de Quesada, ni sonora como la de Morales.
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