El sentido del método, del procedimiento y de la tarea en Adam Smith y Frank W. Taylor:
De la descripción de la división en La Riqueza de las Naciones de Adam Smith todavía se le puede sacar mucho jugo. Y algo parecido ocurre con de Frank W. Taylor. No conviene perder de vista que:
- La aportación de Smith es a menudo citada pero analíticamente poco utilizada;
- La de Taylor se ha convertido en ejemplo indiscutido de una aportación obsoleta y estrecha de
miras -seguramente porque aunque sólo data de 1911, hace años que quienes la citan no la leen, a pesar de ser una obra corta -.
En estos tiempos de considerable confusión en torno al cambio técnico y su repercusión laboral y educativa (Díaz Malledo, 1993) es sugerente recoger unas cuantas de las ideas que aparecieron en 1776 y en 1911, aunque sólo sea porque por aquellas fechas el cambio técnico y los procesos también eran un rasgo importante de la vida laboral.
Y se transcriben a continuación extractos de ambos textos que, a juicio del autor, sugieren hasta que punto los elementales conceptos de método, de procedimiento y de tarea son relevantes en las organizaciones productivas de todo tipo y en todo momento -aunque el coste de especificación y aplicación varíe con el cambio técnico. Es, en suma, una forma de no perder de vista
que el trabajo organizado es más eficiente cuando se apoya en un método o procedimiento, incluso en estos tiempos en que está tan de moda la ambiguedad o flexibilidad de las tareas laborales y la consiguiente valía de la creatividad humana.
"El progreso más importante en las facultades productivas del trabajo, y gran parte de la aptitud, destreza y sensatez con que éste se aplica o dirige, por doquier, parecen ser consecuencia de la división del trabajo".
"Los efectos de la división del trabajo en los negocios generales de la sociedad se entenderán más facilmente considerando la manera como opera en algunas manufacturas... Tomemos como ejemplo una manufactura de poca importancia... la de fabricar alfileres [...] En todas las demás manufacturas y artes los efectos de la división del trabajo son muy semejantes a los de este oficio poco complicado, aún cuando en muchas de ellas el trabajo no puede ser objeto de semejante subdivisión y reducirse a una tal simplicidad de operación ".
"Debido a la división del trabajo, toda su atención se concentra, naturalmente, en un solo y simple objeto. Naturalmente, puede esperarse que uno u otro de cuantos se emplean en cada una de las ramas del trabajo,
encuentre pronto el método (no subrayado en el original) más fácil y rápido de ejecutar la tarea, si la naturaleza de la obra lo permite. [...] Esto no quiere decir, sin embargo, que todos los adelantos en la maquinaria
hayan sido inventados por quienes tuvieron la oportunidad de usarlas" (Smith, 1776; 1, 2, 9, 12 y 13).
El sentido del método y de los procedimientos que sintetizan unas tareas en las que se subdivide la producción de un bien o servicio se aprecia en Smith y en palabras distintas, pero no menos claras y llanas en Taylor.
"Este trabajo [El Management Científico] se realizó inicialmente para ser presentado a la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos. Por lo tanto, se han escogido ejemplos especialmente dirigidos a ingenieros y managers de establecimientos industriales, así como a todos los hombres que trabajan en dichos establecimientos. Es de esperar, sin embargo, que los demás lectores comprenderán que estos mismos principios pueden aplicarse con la misma eficacia a todas las actividades sociales: al management de nuestros hogares, de nuestras explotaciones agrícolas, de nuestros negocios, sean grandes o pequeños, de nuestras iglesias, de nuestras instituciones filantrópicas, de nuestras universidades y de nuestros departamentos gubernamentales" (Taylor,1911; l9 y 20).
"Puede parecer que con el management científico el trabajador no se siente tan estimulado, como en el viejo sistema, a utilizar su ingenio para concebir métodos nuevos y mejores de hacer el trabajo, así como para mejorar sus herramientas. Es cierto que en el management cientifico no le es permitido al trabajador utilizar cualquier herramienta o método que juzgue adecuados. Sin embargo, deben dársele toda clase de estímulos para que sugiera mejoras, tanto en las herramientas como en los métodos. Si un trabajador propone alguna mejora, la política del management deber ser la de realizar un análisis minucioso del nuevo método y, si es preciso, efectuar una serie de ensayos para determinar exactamente el mérito relativo de la nueva sugestión respecto al sistema antenor" (Taylor, 191 1; 1 15 y 1 17).
"Quizá la ley psicológica más importante en relación con el management científico sea el efecto que la idea de tarea tiene sobre la eficacia del trabajador. Este concepto de tarea se ha convertido en un elemento tan importante del mecanismo del management científico que, en realidad, éste es conocido por muchas personas con el nombre de "management por fijación de tareas" (Taylor, 191 1; 109).
"No hay nada absolutamente nuevo en la noción de tarea. Cada uno de nosotros recuerda que, en su propio caso, esta idea de tarea fue aplicada con buenos resultados mientras estuvo en la escuela. A ningún maestro competente se le habría ocurrido dar a sus alumnos una lección indefinida para aprender. Cada día, el maestro fija a cada alumno una tarea definida, claramente delimitada, especificando exactamente lo que debe aprender sobre el tema. Es sólo de este modo que los alumnos pueden realizar progresos adecuados y sistemáticos. El estudiante medio avanzaría muy lentamente si en lugar de darle una tarea, se le dijera que hiciese cuanto pudiese. Todos nosotros somos niños que hemos crecido, y que igualmente cierto que el trabajador medio hará su trabajo del modo satisfactorio, tanto para sí mismo como para su empresario, si se le asigna diariamente una tarea que debe llevar a cabo en un tiempo determinado y que constituye el trabajo justo de un día para un trabajador eficiente. Esto proporciona al trabajador una norma claramente delimitada que le sirve de referencia para medir sus propios progresos a lo largo de la jornada y cuyo cumplimiento le procura la mayor satisfacción " (Taylor, 191 1; 109 y 1 10).
Smith y Taylor, en lenguaje llano, apuestan por el trabajo bien hecho y con método. En estos tiempos en los que se resalta el no siempre bien definido concepto de proceso o la tan traída y llevada necesidad de afrontar creativamente el cambio y expresiones similares, volver a situar el sentido tradicional de los conceptos de tarea, procedimiento y método resulta cuanto menos prudente. Y aunque sólo sea porque entre los expertos en las cuestiones de educación empleo no suele estar clara la relación entre el contenido de un puesto de trabajo y la formación requerida para desempeñarlo eficientemente.
... Además, tales citas son un aviso: las preguntas del millón no han variado tanto a pesar del ropaje de cada momento.
Flexibilización de los procesos productivos (década 1970):
Característica de la reestructuración industrial que acompañó a la recesión de los años setenta. Aumentar la flexibilidad de los factores económicos se justificó con la necesidad de responder y adaptarse a los rápidos cambios que se habían producido, inducidos por la crisis. Apareció un modelo distinto del fordista, que hasta entonces había sido hegemónico. El nuevo modelo recibió el nombre de economía flexible e implicó cambios en la organización de las empresas, que empezaron a abandonar la forma de gran empresa industrial de fabricación en serie y optaron por una configuración de empresas en red. La jerarquía vertical de organización de las actividades fue sustituida por una estructura horizontal, que fragmentó los procesos productivos y externalizó buena parte de las actividades. Así se explica el gran desarrollo del sector cuaternario. También se impuso la flexibilización laboral, con la subsiguiente secuela de la facilidad de despido y de contratos temporales y precarios que ponían fin a la seguridad ocupacional característica de los años sesenta. Todos estos cambios económicos tuvieron una enorme repercusión en la estructura social. La flexibilización laboral provocó el aumento de las cifras de parados, de trabajadores precarios y de ocupaciones sumergidas, multiplicando la segmentación social de la población, a la vez que aumentaban las diferencias entre los grupos que contaban con más recursos y aquellos que tenían menos. La fragmentación del proceso productivo afectó al modelo de concentración-difusión: la dirección y la gestión se concentran en el centro de la ciudad, las oficinas en los barrios menos simbólicos, en los municipios de la primera corona, los almacenes; y el la segunda, las fábricas. Los límites de la ciudad se incrementan y se convierte en ciudad región. El espacio se jerarquiza, segmenta y funcionaliza. El proceso se ve apoyado por las posibilidades que ofrece el desarrollo informático.
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Influencia social de Taylor (principios s.XX):
El concepto moderno de eficiencia apareció en el siglo XIX a la luz de los experimentos en el nuevo campo de la termodinámica. Los ingenieros, experimentando con máquinas de vapor, empezaron a usar el término eficiencia para medir los flujos de energía y las pérdidas de entropía. Eficiencia terminó significando el máximo rendimiento que podía ser producido en el menor tiempo posible, consumiendo en el proceso la menor cantidad posible de energía, trabajo y capital.
El mayor responsable de la popularización del concepto de eficiencia en los procesos económicos fue Frederick W.Taylor. Sus principios de gestión empresarial científica publicados en 1895, se convirtieron en los estándares de referencia para la organización del trabajo -y pronto fueron empleados para organizar la mayor parte del resto de la sociedad-. El historiador económico Daniel Bell afirma de él: Si algún tipo de movimiento social puede ser atribuido a una sola persona, la lógica de la eficiencia como norma de vida se debe fundamentalmente a Taylor. [The Clock Watchers: Americans at Work]
Mediante el uso del cronómetro Taylor dividió la tarea de todo trabajador en las partes visibles más pequeñas que se puedan identificar, para, a continuación, medir cada una de ellas para averiguar el mejor tiempo posible bajo las condiciones óptimas de sus prestaciones. Sus estudios permitían calibrar los resultados obtenidos por los trabajadores hasta en fracciones de segundo. Mediante el cálculo de los tiempos medios y de los mejores tiempos a emplear podía definir las cargas de trabajo que correspondían a cada puesto, lo que le permitía poder hacer recomendaciones sobre dónde introducir cambios en el proceso que permitía ahorrar preciosos segundos e incluso milésimas de segundo. La gestión empresarial científica, afirma Harvey Braveman, es el estudio organizado del trabajo, es el análisis del trabajo separándolo de sus elementos más simples y es la mejora sistemática de las prestaciones de los trabajadores a partir de cada uno de sus elememtos.[Labor and Monopoly Capital: The Degradation of Work in the 20th Century]
La eficiencia se convirtió en factor clave del puesto de trabajo y de la vida de la moderna sociedad, en gran parte, debido a su adaptabilidad tanto a las máquinas como a la cultura humana. Con ella, se obtenía una forma de valorar el tiempo específicamente diseñada para medir la relación entre energías de entrada y energías de salida, así como la velocidad, de las máquinas; una forma de valorar el tiempo que podía ser fácilmente aplicada al trabajo de los seres humanos y al de la sociedad entera.
Dentro de su ámbito cada una de las fuerzas y de las actividades se convirtieron en instrumento de uno de los objetivos utilitarios y productivos. A partir de ese momento, los seres humanos y las máquinas podían ser medidos para así asignarles la tarea adecuada, según eficiencias relativas. En 1912 los editores de Harper's Magazine escribieron: Están ocurriendo grandes cosas en el desarrollo de este país. Con el despliegue de la actividad hacia una mayor eficiencia, se ha iniciado una nueva y altamente mejorada era en la vida de esta nación.
La eficiencia se convirtió en un concepto que barrió ampliamente América durante la segunda y tercera décadas del siglo XX. Muchos llegaron a considerar que siendo más eficientes se podía recortar el número de personas necesarias para realizar un trabajo y ganar, con ello, más riquezas y tiempo libre. La sociedad de la eficiencia se estableció en oficinas, fábricas, escuelas e instituciones cívicas por todo el país.
(Jeremy Rifkin)
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