Marx. El materialismo histórico. Carlos Marx (1818-1883):
La vida de Marx transcurre a lo largo del siglo XIX, un siglo que está marcado por la formación y consolidación de las sociedades industriales.
Este proceso es contestado desde sus comienzos por una masa de obreros que se concentra en los principales núcleos urbanos y que protesta contra un sistema que defiende una fuerte productividad y la ley del máximo beneficio.
Marx, después de unos años de formación intelectual en la izquierda hegeliana, ve la posibilidad de un cambio que mejore la organización social. Inicia una actividad que le lleve a una comprensión científica de la realidad y a una transformación revolucionaria de las condiciones sociales. Centra su estudio en la naturaleza de la explotación que sufre el trabajador en el régimen capitalista: lo que el trabajador vende no es su trabajo, sino su fuerza de trabajo, recibiendo por esta venta el valor correspondiente al coste de su producción (el salario), pero crea un valor excedente del que se apropia el capitalista: la plusvalía. De esta manera la explotación del trabajador es independiente de la buena o mala voluntad de los capitalistas; sólo se debe al sistema y no es modificable a menos que cambie el sistema: un régimen en el que los productores sean los propietarios de los medios de producción.
El materialismo histórico:
El materialismo histórico es la ciencia marxista de la historia, y supone la afirmación del hombre como protagonista de la Historia.
Consiste en la afirmación de dos ideas:
Las relaciones que el hombre establece con la naturaleza y con los demás hombres son relaciones materiales; es decir, los hombres " arrancan " a la naturaleza sus bienes (del fondo de la mina, el hierro; de los campos, el trigo, etc.) Y luego, los hombres producen e intercambian bienes materiales para poder satisfacer sus necesidades materiales (comer, beber, vivienda, etc.) A esto le llama Marx la producción social de la vida. Estas relaciones son las que dan origen, en última instancia a la ideología y a la estructura jurídico-política del Estado. Por lo tanto, se trata de un materialismo dialéctico e histórico. El materialismo marxista consiste en la afirmación de que la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, son la raíz de que los hombres tengan y desarrollen esta o aquella mentalidad, y elaboren estas o aquellas leyes, y se dé este o aquel modo de gobernar la sociedad.
El materialismo histórico marxista es:
Una interpretación de la historia a través de la materia: la materia a través de un proceso dialéctico, va haciendo la historia.
Esa " materia " es " el sistema de producción de los bienes materiales "; o " las relaciones económicas de producción ". Materialismo histórico, por tanto, significa que lo que condiciona la historia humana son las relaciones económicas de producción, ya que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual.
El materialismo es una teoría científica sobre la formación y desarrollo de la sociedad: todo el desarrollo de la sociedad se explica desde lo económico, desde la producción de los bienes materiales.
La base de todo orden social es la producción, y desde esta se explica toda la historia:
Producción es la actividad por la que se crean bienes materiales para poder vivir.
Factores de producción son los factores que intervienen en la producción:
1.- Proceso de trabajo es aquel mediante el cual se transforma un objeto en un producto útil. Consta de:
* El objeto sobre el que se trabaja. (la materia prima o bruta)
* Los medios de trabajo. (las herramientas)
* La fuerza de trabajo: La energía humana empleada.
2.- Relaciones sociales de producción son las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los trabajadores. Son relaciones:
* Conflictivas: explotador - explotado (amo - esclavo; capitalista - obrero). Son de explotación porque el trabajador vende su fuerza de trabajo al precio y condiciones que establezca el dueño de los medios de producción.
* Antagónicas: porque unos defienden la propiedad de los medios de producción como algo exclusivo y otros defienden esos medios como algo colectivo.
Infraestructura económica es el conjunto de relaciones de producción. Se llama sistema económico al proceso económico global de producción, distribución, intercambio y consumo.
Superestructura es el conjunto de ideas, creencias, instituciones, normas.... que configuran la conciencia social. Son:
* Jurídico - políticas: instituciones y normas que reglamentan el conjunto de la sociedad.
* Ideológicas: Conjunto de ideas, creencias, costumbres. que configuran la conciencia social; por ejemplo la Religión, la Filosofía....
Modos de producción es la manera como se producen los bienes materiales según las diversas sociedades:
- Primitiva: propiedad colectiva de los bienes.
- Esclavista: dominio y sometimiento; el esclavo es instrumento del amo.
- Feudal: El señor es dueño de las tierras.
- Capitalista: El capitalista, propietario de los medios de producción y de la fuerza del trabajo del trabajador.
- Socialista: Propiedad colectiva de los medios de producción.
Por tanto, el materialismo histórico afirma que la producción de bienes materiales, el sistema de producción concreto, es lo que condiciona toda la historia de la humanidad, que es concebida por Marx como un proceso de maduración de la especie humana para producir medios con los que satisfacer las necesidades. Pero Marx, afirma, lo mismo que Hegel, que la dialéctica es el motor de la historia, concibe la historia animada por la presencia de la contradicción en el seno de la realidad, es decir, de la materia, de lo económico. Por consiguiente, las contradicciones históricas son las que tienen lugar en el nivel de la estructura económica: en las relaciones entre los propietarios de los medios de producción y las fuerzas productivas. Estas contradicciones se manifiestan en la lucha de clases. Las contradicciones entre las fuerzas productivas y los propietarios de los medios de producción son contradicciones entre seres humanos que protagonizan esas relaciones. Las contradicciones a nivel humano son producidas por la distinta posición de unos con otros en el proceso productivo. La supresión de esos contrarios sólo se puede dar a través de la lucha, porque la dialéctica implica supresión de unos de los contrarios. Con esa lucha de clases se camina hacia la sociedad sin clases.
La historia de la Humanidad como historia de la lucha de clases:
La burguesía y el proletariado:
La Historia de la humanidad es una lucha entre hombre libre y esclavo, patricio y plebeyo. Los opresores y oprimidos se enfrentan en una lucha que se saldó en cada caso con una transformación revolucionaria o en el hundimiento de ambas clases. Desde antiguo existen las clases sociales y la moderna sociedad que surgió de las ruinas del feudalismo que las siguió manteniendo. La época de la burguesía se caracteriza por la simplificación de las clases sociales que se reducen a dos: Burguesía y Proletariado. Los burgueses nacen de los siervos de la gleba, medievales hechos libres y enriquecidos con el comercio y que se enfrentaron a la nobleza. La apertura de nuevos mercados con el descubrimiento de América dio al comercio, a la navegación y a la industria un auge nunca visto y con ello un rápido desarrollo revolucionario de la sociedad feudal en descomposición. Los maestros gremiales fueron desplazados por la clase media industrial, la división del trabajo entre las diferentes corporaciones dio paso a la división del trabajo dentro de cada taller.
El crecimiento de los mercados propició la revolución industrial, y la manufactura cedió el puesto a la gran industria. La clase media industrial fue desplazada por la burguesía. La burguesía se desarrolla junto con el progreso industrial y la ampliación del comercio. Cada fase de desarrollo iba de la mano del correspondiente progreso político.
El poder estatal equivale al Consejo de Administración de los intereses generales de la burguesía, habiendo desempeñado ésta un papel en la historia eminentemente revolucionario, y con su llegada al poder ha destruido todas las relaciones feudales.
Ha establecido como única libertad la del libre comercio. Ha sustituido la explotación envuelta en ilusiones religiosas y políticas por la explotación descarada y directa. Su existencia se basa en la revolución constante de los medios de producción, al contrario que ocurría en el antiguo sistema de producción basado en la tradición.
La necesidad de vender en mercados cada vez más amplios empuja a la burguesía a los más apartados rincones del planeta en los que implanta su sistema económico. La creación de un comercio universal repercute en que los productos culturales de las diferentes naciones se convierten en un bien común. La burguesía arrastra a la civilización a todas las naciones, incluidas las más bárbaras, es decir, la burguesía se crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.
- Somete al campo al dominio de la ciudad
- Crea ciudades enormes
- Somete a las naciones bárbaras al dominio de las civilizadas
- Concentra la producción y la propiedad en pocas manos, lo que necesita de una centralización política (Creación de Naciones).
Este sistema económico representa un contrasentido para Marx, que el denomina epidemia de la superproducción o crisis económica y que se salda con la destrucción de una buena parte de los productos elaborados y de las mismas fuerzas productivas, para superar la crisis y conquistar nuevos mercados o explotar más a fondo los existentes, lo que prepara nuevas crisis más violentas.
Las armas de la burguesía se vuelven contra ella misma y los proletarios serán los encargados de manejarlas. Los proletarios se desarrollan a la par que la burguesía y son una mercancía más, obligados a vender su trabajo, y expuestos como cualquier artículo a la oscilación del mercado.
El trabajo de los proletarios pierde autonomía y cualquier clase de estímulo con la expansión de la maquinaria, de las que terminan siendo meros aprendices; sólo se exige de ellos trabajos simples, monótonos, fáciles de aprender (alineación).
El poder del artesano en la antigüedad, defendido en los gremios, lo pierde el proletario al ser fácilmente sustituibles como cualquier pieza de la maquinaria, ya que pierde la sabiduría artesana. A medida que el trabajo exige menos habilidad y fuerza el hombre es sustituido por mujeres y niños. Tras la explotación en la industria, el obrero se ve acosado por los representantes de la burguesía (prestamistas y otros).
El proletariado es reclutado a partir de todas las clases sociales de la población (pequeños industriales, comerciantes, campesinos, artesanos..) que no pueden competir con la gran industria.
Las diversas etapas de la lucha del proletariado frente a la burguesía:
La lucha del proletariado contra la burguesía se inicia con su propia existencia; primero lucha el obrero aislado, luego los obreros de una fábrica, seguidamente los obreros de todo un ramo productivo. Sus ataques van en contra de las condiciones burguesas de producción y contra los propios instrumentos de trabajo y mercancías, en un intento de recuperar la situación del obrero medieval.
En esta fase, el obrero está desunido y es utilizado por la burguesía para conseguir sus objetivos políticos y lanzarlos contra los restos de la monarquía absoluta, nobleza, etc..
El desarrollo industrial aumenta el número de proletarios y se aglomeran en masas mayores; las crisis comerciales y la competencia de los burgueses entre ellos, tiende a reducir el salario de los obreros. Estos comienzan a formar coaliciones contra los capitalistas para defender su salario.
Las luchas son auténticos motines y se producen victorias transitorias. La más notable es la progresiva unión de los obreros de una nación, que aunque se rompe a menudo vuelve a resurgir con más fuerza. En Inglaterra se consigue la reducción de la jornada laboral para mujeres y adolescentes a 10 horas. La burguesía en continua lucha contra los grupos sociales y contra las burguesías de otros países, recurre al proletariado. Esto produce la cohesión y la culturización del proletariado.
Parte de la burguesía que ve como el futuro está en manos del proletariado, se pasa a ellos, especialmente los ideólogos burgueses. De las clases que se enfrentan a la burguesía, sólo el proletariado constituye una clase revolucionaria, el resto, el pequeño industrial, comerciante, etc., el campesino lucha por salvarse del hundimiento, no son revolucionarios sino conservadores, más aún, reaccionarios.
El proletariado carece de propiedad y la moral y religión burguesa nada tienen que ver con él, son prejuicios tras lo que se ocultan los correspondientes intereses de la burguesía. Para la liberación del proletariado es necesaria la destrucción de la superestructura de las capas que componen la sociedad oficial.
La lucha proletarial tiene que ser en un principio de carácter nacional, ajustando cuentas con su burguesía, su fuerza está en el derrocamiento violento de dicha burguesía. Los tipos de sociedad que han existido anteriormente se basaban en el antagonismo de clases opresoras y oprimidas. Para poder oprimir a una clase es preciso asegurar su existencia con un mínimo de calidad de vida.
El siervo de la gleba, mediante su trabajo se elevó a miembro de la comuna, el pequeño burgués se elevó a burgués. El obrero moderno en vez de elevarse socialmente a medida que progresa la industria, se hunde más y más por debajo de la condición de su propia clase.
La burguesía es incapaz de asegurar a sus esclavos la existencia. La dominación de la burguesía se produce por la acumulación del capital en manos privadas.
La condición básica del capital es el trabajo asalariado y este se basa exclusivamente en la unión de los obreros entre sí.
El progreso industrial promueve la asociación obrera que a la larga producirá el hundimiento de la burguesía y el triunfo del proletariado.
Comunismo y abolición de la propiedad privada:
Los comunistas se diferencian de los restantes partidos proletarios en que apoyan las distintas luchas obreras en los diversos países, haciendo valer los intereses comunes a todo proletariado, sea cual sea su nacionalidad.
Son el partido obrero que con mayor dinamismo empuja hacia adelante, sus objetivos son los mismos que los restantes partidos proletarios.
· Constitución del proletariado como clase
· Derrocamiento de la dominación burguesa
· Conquista del poder político por parte del proletariado.
La característica específica del comunismo no es la eliminación de la propiedad privada en general, sino la supresión de la propiedad burguesa acumulada en un proceso de explotación de unos hombres por otros.
Se reprochó a los comunistas el pretender suprimir la propiedad privada adquirida mediante el trabajo propio. La propiedad del pequeño burgués y pequeño campesino que fueron precursoras de la propiedad burguesa es suprimida día a día por el desarrollo industrial, no es necesaria pues la privatización por parte del comunismo.
Si los reproches son contra la propiedad burguesa, esta ha sido conseguida mediante el trabajo del proletariado, el cual no puede con su salario ser poseedor de ninguna propiedad. Es el creador del capital, es decir, que hay que suprimir la propiedad que explotaba el trabajo asalariado y que sólo puede crecer a condición de generar nuevo trabajo asalariado al que explotar de nuevo.
Comunismo y desaparición del trabajo asalariado:
La propiedad se mueve en la antítesis entre capital y trabajo asalariado; el capital es un producto social y únicamente puede ponerse en movimiento mediante la actividad común de varios miembros de la sociedad. " El capital no es un poder personal, sino social ".
El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario, es decir, lo que el obrero recibe mediante su actividad, es el mínimo imprescindible para mantener escuetamente su vida. Queremos destruir el carácter miserable de esta apropiación en la cual el obrero vive para acrecentar el capital, y ello mientras los intereses de la clase dominante así lo exijan.
La burguesía siente terror al oír hablar de la supresión de la propiedad privada, como si ellos en realidad no lo hubieran hecho en la sociedad actual, suprimiendo el 90% de la proletaria de sus miembros. Lo que nos reprochan es querer suprimir su propiedad privada. Si la propiedad personal no puede transformarse en proletariado burgués, vosotros proclamáis que con ello queda abolida la persona como tal. Así reconocéis que únicamente entendéis como persona al burgués.
El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse de productos sociales, el único poder que suprime es el de hacer de esta apropiación el yugo que permita sojuzgar el trabajo ajeno. Se ha objetado que con la supresión de la propiedad privada se paraliza toda actividad y reinaría la indolencia general.
Según esto, la sociedad burguesa se había hundido ya víctima de la haraganería, pues los que en ella trabajan nada adquieren y, los que en ella adquieren no trabajan. Una vez desaparece el capital, desaparece el trabajo asalariado
Tránsito del capitalismo al socialismo
Para conseguir la transformación clasista en una sociedad sin clases, es necesario pasar por las fases del proceso revolucionario:
- Etapa democrática: Se caracteriza por la dictadura del proletariado como consecuencia de la toma del poder político.
- Etapa socialista: Posee un carácter económico, pues en esta etapa se fomenta el desarrollo de los medios de producción, de una riqueza social, y se tiende a la abolición gradual de clases sociales y sus antagonismos.
- Etapa comunista: Esta fase representa la culminación del proceso revolucionario y se caracteriza por la abolición de la propiedad privada, desaparición total de las clases sociales y extinción del Estado como defensor de los intereses de una minoría.
En resumen, el materialismo histórico es la interpretación de la historia desde la economia, o más en concreto, desde la producción de bienes materiales. El sistema de producción condiciona toda la historia humana, que camina, a través de la lucha de clases hacia la sociedad futura sin clases.
La alienación en Marx:
Para Marx el sujeto de la historia es el hombre, que intenta realizarse en su trabajo. El trabajo es la actividad creadora del hombre.
El hombre vive alienado, pero la alienación religiosa es secundaria, derivada: esta desaparecerá cuando se elimine la alienación económica, que es la raíz de las demás alienaciones.
El hombre, fundamentalmente es trabajo productivo, trabajo creador. El hombre trabajador se crea a sí mismo, se hace, se desarrolla, se potencia a sí mismo transformando la naturaleza. El hombre, al trabajar, al desarrollar su actividad productora se proyecta sobre los productos de su trabajo: pone en cada producto algo de su ser, toda su energía humana, sus cualidades, su imaginación, su esfuerzo, su mente, en definitiva, el producto tiene rostro humano.
Por eso, nosotros podemos conocer al hombre del Neolítico, porque podemos estudiar lo que ese hombre ha producido (dólmenes, menhires...). En esos productos conocemos al hombre, porque en ellos se ha proyectado, de esa manera la materia queda humanizada: la personalidad del trabajador queda inscrita en el producto.
Si esta separación que existe entre el trabajador y el trabajo, necesaria para que haya trabajo, no se suprime, no se acortan estas distancias, no se reconcilia después, si no hay reencuentro, el trabajador queda alienado, separado de sí mismo, porque el producto del trabajo es él mismo, el mismo hombre trabajador convertido en producto de trabajo, convertido en una mercancía que se vende en el mercado. Si no hay reencuentro, queda rota la personalidad, queda alienado.
¿Cual es el fin?. Que los productos que el hombre hace mediante su trabajo sirvan para la producción de la vida, sirvan para que el hombre pueda vivir (comer, vestir, sanidad....). Y lo que ocurre es al revés: examinando la historia resulta que los hombres no se crean a sí mismos mediante el trabajo productivo tal como se desarrolla históricamente.
El hombre alienado:
- El producto de su trabajo
Al considerar los productos de su trabajo como una cosa distinta de él, como una realidad distinta del mismo trabajador, se produce un distanciamiento de sí mismo, un desgarramiento de su propia actividad personal, un desdoblamiento entre él y sus productos.
- Los propietarios de los medios de producción:
El trabajador vende su fuerza de trabajo a otro ser distinto de él, que utiliza esa esfera para fines lucrativos. Como el ser humano se crea así mismo mediante la actividad productiva, al tener que vender a otro su propia actividad, lo que hace es venderle su propia personalidad, para que haga lo que quiera: se convierte así en un instrumento de otro hombre.
El propietario de los medios de producción está manipulando la personalidad del trabajador para su propio lucro y, por tanto, el trabajador es una "cosa" en manos de otro (esta cosificado). Eso que el vende, su propia persona, queda convertido en capital.
El trabajador vende su fuerza productiva, su personalidad, para que los propietarios de los medios de producción manipulen su actividad productiva.
Las relaciones humanas que se establecen entre dos personas (patrono - obrero) se convierten en relaciones conflictivas, cosificadas. Se forman dos clases sociales antagónicas cuya oposición es irreductible: la burguesía y el proletariado. Si el producto del trabajo no vuelve al trabajador, éste queda alienado. Esta alienación se da fundamentalmente desde que aparece el capitalismo, y no puede dejar de existir mientras perdure el sistema capitalista, hasta que no se instaure el sistema socialista.
Cambios introducidos por el comunismo en la esfera cultural:
Al igual que los burgueses piensan que con la desaparición de la propiedad clasista desaparecería la misma producción, también piensan que con la supresión de la educación clasista también desaparecerá todo tipo de educación. La educación, cuya pérdida lamenta el burgués, es la que sirve para adiestrar a la población en el manejo de la máquina. La supresión de la familia provoca el escándalo en la sociedad, pero si razonamos lo que significa, vemos como la familia burguesa basada en el capital, es la única que tiene existencia plena. El proletariado no posee familia, la industria va desgarrando todos los lazos y los niños se van transformando en meros artículos de comercio e instrumentos de trabajo, así como las mujeres a quien la moral burguesa no permite pensar en la colectivización oficial, cuando ésta se ha dado en realidad desde hace años (prostitución, adulterio..). Lo que el comunismo trata es de rimar su función de instrumento comercial.
A medida que se eliminen la explotación de unos individuos por otros, se irá eliminando la explotación de una naciones por otras. En el s. XX esta idea de un proletariado internacional fracasa, al ir adquiriendo los obreros beneficios y mejoras. El caso de Inglaterra es peculiar, pues algunos partidos obreros beneficiados por la colonias, querían seguir explotándolas.
Las acusaciones al comunismo desde el punto de vista religioso o ideológico no son tomadas en consideración por Marx. Piensa que al cambiar las condiciones de vida de los hombres cambian así mismo las ideas. Las ideas dominantes en cada época fueron las ideas de la clase dominante. El comunismo suprime las llamadas verdades eternas, religión y moral, en lugar de transformarlas como había ocurrido a lo largo de la historia y se sitúa en contradicción con todo desarrollo social anterior.
La historia de todas las sociedades anteriores se movía en el marco de los antagonismos sociales que en cada época adoptan distinta naturaleza. La característica común a todas la épocas es la colonización de una parte de la sociedad por otra.
Tipos de socialismo:
Socialismo reaccionario feudal:
Surge como contestación a la moderna sociedad burguesa, es un lamento, fúnebre y mitad pasquín que la aristocracia francesa e inglesa se ve obligada a escribir. No les queda otro recurso que la retórica de la pluma; defendían en suma, otro modo de explotación del proletariado, un modo ya caducado. Reprochan a la burguesía, más que el haber engendrado al proletariado, el que éste sea revolucionario. El socialismo clerical va de la mano del feudal, nada resulta más fácil que dar un barniz socialista al ascetismo cristiano.
Pequeño burgués:
En los países más desarrollados, se ha ido constituyendo una nueva capa pequeño-burguesa que flota entre la burguesía y el proletariado y se constituye como complemento de la sociedad burguesa, pero sus miembros se ven arrojados continuamente a las filas del proletariado por la competencia económica. En Francia, algunos escritos defendieron al proletariado bajo un prisma pequeño-burgués propio del campesinado.
Su máximo representante fue Sismondi, que puso al descubierto, de forma irrefutable, la acción destructora de la maquinaria y la división del trabajo, la concentración de capitales y tierras, la superproducción y las crisis, el forzoso hundimiento de la pequeña burguesía y el campesinado, la miseria del proletariado, la disolución de las viejas costumbres, de las relaciones familiares y de las viejas nacionalidades.
Propone volver a reconstruir los medios de producción y cambios anteriores, las viejas relaciones y la vieja sociedad. También propone ensamblar por la fuerza los modernos medios de producción con los viejos. Ambas soluciones son reaccionarias y utópicas. Organización gremial de las manufacturas y economía patriarcal en la agricultura, es lo que proclama en última instancia.
Alemán o "verdadero":
La literatura socialista y comunista francesa surgida bajo la presión de la burguesía dominante penetró en Alemania en la época en que la burguesía empezó su lucha contra el absolutismo feudal. El socialismo alemán se identificó con el papel representante de esta burguesía hipócrita. Casi todo lo que circula por Alemania sobre publicaciones socialistas pertenecían a una literatura vil y enervante, burdamente destructiva del comunismo.
Socialismo burgués o conservador:
Una parte de la burguesía, desea mitigar los males sociales con la intención de asegurar la permanencia de la sociedad burguesa; son los economistas, filántropos, promotores de asociaciones en pro de la mejora de la clase trabajadora. Los socialistas burgueses buscan las condiciones de vida de la sociedad moderna sin las luchas ni peligros que necesariamente conllevan; quisieran la burguesía sin el proletariado. Una segunda modalidad más práctica, trata de enfriar cualquier iniciativa revolucionaria de la clase obrera, haciéndole ver que no es tal o cual reforma política la que le reportará ventajas, sino tan sólo la modificación de sus condiciones materiales de vida. Este socialismo burgués encuentra su expresión más acabada en el librecambio. El socialismo de la burguesía consiste en la afirmación de que el burgués es burgués en interés de la clase trabajadora.
Socialismo comunista:
Saint Simón Fournier y Owen, fueron creadores de auténticos sistemas socialistas y comunistas. Ellos se apercibieron del antagonismo de clases, aunque no alcanzaron a ver la actividad histórica autónoma del proletariado ni el movimiento político que le es propio.
Abrigar de seguro, la conciencia de que sus proyectos defienden los intereses de la clase obrera como clase más mortificada, el proletariado existe para ellos tan solo bajo este aspecto. Repudian toda acción política y más si esta es revolucionaria y quisieran lograr su meta por la vía pacífica. Sus descripciones fantásticas de la sociedad del futuro, nacen en una época en que el proletariado está aún en un desarrollo incipiente. Pese a ello, han servido de gran ayuda para la clase obrera, pues sus escritos les han servido para ilustrarse.
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