Real Club Náutico de Tenerife: [...]
Era el 26 de diciembre de 1902 y entre los reunidos había políticos, comerciantes, marinos, abogados, ingenieros, militares, etcétera. El acta que da fe de la sesión celebrada recoge que los asistentes a la misma fueron 23. Estos eran sus nombres: Angel de Villa, Juan Lasquetty, Tomás Castro, Juan Martí, Nicolás Martí, Nicolás Dehesa, Emilio Calzadilla, Sixto Lecuona, José Lucena, C.Hamilton, Juan Fabre, Esteban Mandillo, Esteban Arriaga, Eugenio Arriaga, Manuel Martínez Ramos, José Ruiz Benítez, Juan Yanes, Francisco Bens, Manuel Carta, Horacio Rojas, Felipe Leuther, Tomás Castro y Félix Claverie.
Después de la correspondiente votación fue elegido presidente el teniente de Artillería Angel de Villa, al que acompañarían en aquella primera directiva once de los reunidos. Acababa de nacer el Club Náutico Tinerfeño, hoy Real Club Náutico de Tenerife, uno de los mejores de España. Después de muchos esfuerzos y sacrificios económicos, el 19 de diciembre de 1905 se inauguró oficialmente con un baile de gala la sede de la sociedad. Un edificio modernista del arquitecto Mariano Estanga, que se situó en la fachada del Castillo de Pedro...
El deporte:
El Club, como lo conocen todos los tinerfeños, es una sociedad especial que bien merece el reconocimiento de todos los canarios, sean socios o no, porque de su contribución al deporte isleño se ha beneficiado toda la isla.
En lo que al deporte de la náutica se refiere, la primacía de su práctica en la provincia corresponde al Rea Club Náutico de Tenerife, sociedad cuya capacidad organizativa va más allá de las fronteras regionales y nacionales. Sus instalaciones son el fruto de grandes esfuerzos de los miembros de la entidad, que han sacrificado otros aspectos de la vida social para que el deporte, primera razón de su existencia, se acomodara a los tiempos actuales. Los frutos han sido abundantes y son varias las figuras nacionales y mundiales pertenecientes a la familia de regatistas del Real Club Náutico de Tenerife.
De la misma forma, hasta que, en 1925, el Club construyó dos pistas en un solar de la calle Méndez Núñez, la práctica del tenis en Tenerife era sólo posible para algunos privilegiados. Desde entonces, hasta bien entrada la década de los 1960, fue en las canchas del Náutico donde se asentó definitivamente y floreció este deporte en la capital tinerfeña y donde sigue bien vivo en sus magníficas instalaciones. ¿Y qué decir de la natación? De sus piscinas han salido grandes figuras que han brillado a escala nacional e internacional.
El baloncesto canario no tuvo proyección nacional hasta que el equipo del Náutico saltó a la División de Honor y paseó el nombre de Tenerife por todo el territorio nacional. Por su pabellón cubierto, primero de tales características que existió en Canarias, desfilaron los mejores conjuntos españoles.
(Juan Arencibia)
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