Cuba a Catalunya (2008):
«¿El escritor Josep Pla habría sido tan prolífico si su padre no hubiera dilapidado la herencia del tío indiano? ¿Mossen Cinto habría escrito L´Atlàntida si el Marqués de Comillas no lo hubiera nombrado capellán de la Trasatlántica? ¿Tendríamos un Gaudí sin el Park Güell, las bodegas Güell, la colonia Güell, el Palau Güell, los pabellones Güell?» Con estas preguntas en su agenda, la periodista y fotógrafa Tate Cabré (Reus, 1965) lleva años anudando lazos entre Cataluña y Cuba: «El legado indiano no ha sido lo suficientemente valorado en el marco de la cultura catalana contemporánea. Sin él, ciertamente, nos faltaría una pizca de sal y unas gotitas de ambrosía, ese acento que el trópico concede a todas las cosas».
Tate Cabré y la también periodista Mireia Olivé abren desde ayer las puertas de las Escoles Velles de Begur al verano indiano, con una exposición itinerante que sirve de preludio a la «Fira d´Indians» que la localidad ampurdanesa celebrará el próximo fin de semana, del viernes 31 de agosto al domingo 2 de septiembre. Después, la muestra recalará en los puertos donde los catalanes de América encararon el horizonte desde unas mansiones que evocaban amaneceres tropicales: Vilanova i la Geltrú -conocida también como L´Havana Xica-, Vilafranca, Lloret, Sitges o Cambrils.
La investigadora reusense Tate Cabré pone el acento sobre un legado cultural que explica mucho de lo que somos: «Para los catalanes Cuba es la isla mágica, que atrajo viajeros de todas las épocas; la musa que inspiró a compositores y poetas durante cinco siglos y la tierra mítica de millones de emigrantes. Pero también fue infierno y tumba para millares de soldados y la muerte en vida de todavía más esclavos arrancados de manera inclemente de sus tierras africanas, cuyos descendientes llevan el apellido catalán de quien los compró hace doscientos años».
Alfabeto catalán:
La eclosión catalana en Cuba se produjo en el s.XIX. Joan Güell, Salvador Samà, los hermanos Soler i Morell o los Gumà i Ferran amasaron fortunas e instauraron un poderoso lobby económico que conjugaron con el mecenazgo cultural. Josep Xifré, el propietario del edificio «dels porxos» donde se ubica el restaurante Set Portes, se hizo millonario vendiendo pieles a Nueva York. No todos apoyaron el statu quo español. El periodista barcelonés Ramón Pintó fue condenado a garrote vil por su apoyo a los movimientos independentistas y el coronel Macià encontró cobijo en 1928 en La Habana para redactar la Constitución independentista y adoptar la bandera estrellada, conocida popularmente como «la cubana».
La lista de catalanes «que hicieron las Américas» se podría completar con el cineasta Néstor Almendros, que se doctoró en La Habana en 1955, donde su padre se había exiliado tras la Guerra Civil; el compositor Josep Ard_vol, comisario de música con Fidel Castro; el empresario del ron Facundí Bacardí; Zenobia Camprubí, la esposa del poeta Juan Ramón Jiménez, Pau Espriu, familiar del poeta; el músico Xavier Cugat; el tabaquero Jaume Partagàs; el general Prim o el poeta Jacint Verdaguer que se inspiró en la Atlántida durante sus viajes transoceánicos.
Herencia polifacética:
La exposición sigue las huellas indianas en la política, la economía, la historia, la gastronomía, la música, la cinematografía, la literatura, la arquitectura... Huellas tan evidentes y enriquecedoras como obviadas a veces por cierta historiografía solipsista, o simplificadas desde la nostalgia de una «Havanera amb cremat» en Calella.
Sustentada documentalmente en en el libro Cuba a Catalunya, que publicará en enero de 2008 la editorial Cossetània de Valls, la muestra que se presenta en Begur está estructurada en seis bloques: en el primero, se describe la figura del indiano como categoría social emergente. Siguen otros apartados centrados en el legado económico, el estilo colonial de la arquitectura y el urbanismo y la aportación de esos personajes en la esfera de las ideas y el pensamiento. En el quinto bloque, se pasa revista al extenso bagaje catalán en Cuba; la exposición finaliza con un paseo por los cementerios indianos, «auténticas ciudades de los muertos reflejo de la ciudad de los vivos», en palabras de las comisarias.
[Catalunya a Cuba:]
El libro Cuba a Catalunya. El llegat dels indians es la segunda parte de una investigación que inició en 2004 con Catalunya a Cuba, un amor que fa història (Edicions 62). Ambos libros, apunta Tate Cabré, «forman una dialogía y hacen un repaso exhaustivo de las raíces profundas entre Cataluña y Cuba y la herencia catalana que perdura en el patrimonio cultural de la isla caribeña».
La aparición del primer libro suscitó conferencias, artículos y una serie de viajes culturales, tanto a Cuba como a los municipios catalanes implicados en la vieja memoria caribeña. «En este proyecto se han volcado numerosos descendientes de los indianos que desde entonces pusieron a nuestro alcance sus archivos personales. En este punto nació el Cercle d´Amistat Catalunya-Cuba, gracias al cual ha podido ver la luz esta exposición, el libro y proyectos venideros impregnados de la magia cubana», concluye Cabré.
(Sergi Doria, 29/08/07, ABC)
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