Mar: Citas de clásicos:
La balsa era frágil juguete de las olas en el tempestuoso mar, y los vientos la zarandeaban y arrastraban por la húmeda superficie. (Homero, La Odisea)
¡Forasteros! ¡Quiénes sois? ¿De dónde llegásteis navegando por húmedos caminos? ¿venís por algún negocio o andáis por el mar a la ventura, como lo piratas que divagan, exponiendo su vida y produciendo daño a los hombres de extrañas tierras? (Homero, La Odisea)
Neptuno, el Dios de las aguas, que regresaba de un largo viaje, divisó a lo lejos a Ulises navegando venturosamente. Lleno de cólera, juntó las nubes, y enarbolando su tridente agitó con gran furia todas las aguas del mar. (Homero)
El cetro de la Tierra es el tridente de Neptuno. (Temístocles)
La tradición nos cuenta que Minos fue el primer monarca que tuvo una flota, haciéndose dueño y señor de la mayor parte del mar hoy llamado Helénico. dominó las cielades y colonizó antes que otros la mayoría de las islas. (Tucídides)
Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza. (Epicteto de Frigia)
Roma:
El cielo no será bastante a satisfacer al que ansía el Mar. Caelum non animum mutant qui trans mare currunt. (Horacio, Epistolae)
Cada patria para el hombre es fuerte como para el pez el mar. Omne solum forti patria est ut piscibus aequor. (Ovidio, Fastos)
Es agradable contemplar el mar agitado. Suavi mare magno. (Lucrecio, De Rerum Natura)
En Gages la fuente próxima al templo de Lescales, que surge en una especie de pozo, crece y decrece unas veces al tiempo que lo hace el Océano; otras en tiempos contrarios. (Plinio El viejo)
La esperanza hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado. (Ovidio)
Caesarem vehis, Caesarique fortunam - LLevas a César y a la fortuna de César. (Julio César para animar a su barquero durante una travesía tormentosa por el Adríatico)
Plutarco:
● Navegar es necesario; vivir no lo es. (Plutarco, Vida de Pompeyo)
● Veo en ti ¡oh Pompeyo!, no la obra de tu fortuna, sino de la mía, al mirar arrojado en una miserable embarcación al que antes de unirse con Cornelia había surcado este mismo mar con 500 naves a sus órdenes. (Plutarco, Vida de Pompeyo)
● ¿Por qué ¡Oh Emperador! desconfías de estas heridas y de esta espada y pones tus esperanzas en unos malos leños? Peleen en el mar los egipcios y fenicios, pero a nosotros danos tierra en la que estamos acostumbrados a mantenernos a pie firme hasta morir o vencer a los enemigos. (Plutarco)
Virgilio:
● Rotos los diques. los profundos mares se alborotan para de nuevo calmarse. Qua vi maria alta tumescant, objicibus ruptis, rursuque in se ipsa residant. (Virgilio)
● Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris Italiam, fato profugus, Laviniaque venit litora - Canto a las armas y al hombre, que fue el primero en las costas de Troya, impulsado por el destino, llegó a Italia y a las costas Lavinias (Eneida - canto I, verso I)
Séneca:
● Sin razón se queja del mar el que otra vez navega.
Injuste Neptumnum Accusat qui non frugium iterum facit. (Séneca)
● Un gran marinero puede navegar aunque sus velas sean de alquiler. (Séneca)
Vendrá en fin con paso perezoso
los siglos apartados, en que el hombre
venza del mar Océano las ondas,
y encuentre al cabo dilatadas tierras.
Descubrirá otro tipo nuevo venido,
y no será Tule el fin del orbe.
(Séneca)
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