La expedición a Santa Marta de don Pedro Fernández de Lugo (1535):
Pedro Fernández de Lugo (Sevilla 1475-Santa Marta 1536), segundo Adelantado de las islas de Canaria y gobernador de las de Tenerife y La Palma.
Hijo de Alonso Fernández de Lugo, quien en 1519 solicitó la sucesión a su favor del título de Adelantado.
Llegó a Gran Canaria siendo niño, cuando aún no habían acabado las emboscadas de los últimos indígenas.
Acompañó a su padre en sus expediciones a Berbería desde sus comienzos.
Tras la derrota de Acentejo, fue empeñado por su padre a Inés Peraza para que le diese bastimentos para la conquista de Tenerife.
El 21 de julio de 1509 don Alonso traspasó a su hijo Pedro parte de sus derechos y facultades en la costa de Africa, adquiridos por capitulaciones de 1499 y participa en las numerosas incursiones y "rescates" a la Berbería. Toma la torre de Santa Cruz de Mar Pequeña y participa en las expediciones de ayuda a los portugueses, como la de 1527, particularmente sangrienta.
Antes de la expedición a Santa Marta, en la actual Colombia, don Pedro había intentado antes capitular la conquista de otras tierras de Indias.
... recibí una carta del Adelantado de Canarias por la cual parece que todavía tiene gana de tomar la empresa del río Paraná, que tan caro me cuesta. Un criado del dicho Adelantado me dio la carta y me dixo que va a allí [a la corte] y lleva la carta del dicho Adelantado para los señores del Consejo sobre la dicha empresa (Sebastián Cabot. Carta fechada en Sevilla el 24 junio 1533)
La expedición a Santa Marta (1535-1536):
Se lanzó a la conquista con los títulos de Adelantado, Gobernador y Capitán General. Tenía sesenta años. Organizó el ejército más disciplinado de aquellas tierras.
Contribuyeron económicamente Juan Alberto Gerardini, natural de Florencia y residente en Tenerife desde 1510 y el también italiano Cristóbal Francesquini. Don Pedro iba al tercio con los dos italianos durante los tres primeros años. Don Alonso Luis, en nombre de su padre, fleta tres naves en Sevilla:
- El galeón San Cristóbal, cuyo maestre y piloto lo era Men Rodríguez de Valdés, vecino de la capital andaluza
- La nao Santa María, cuyo maestre era el italiano Nicolao di Napoli, vecino de Sevilla.
- La nao Santi Spiritus cuyo maestre era el italiano Alesandre Cortese, vecino de Sevilla.
De los términos de estos contratos se comprueba que habían embarcado hombres y mercancías en Sevilla y en San Lúcar y los terminarían de cargar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. El 3 de noviembre firma don Pedro tres contratos de fletamiento, convenidos, en principio, en tierra andaluza por don Alonso Luis.
El galeón San Cristóbal cargaría hasta 70 toneladas, de las que ya buena parte traía de Sevilla y San Lúcar. El resto lo sería en Santa Cruz, en los seis días siguientes. Había ya conducido desde Castilla un número de hombres que no precisa y aquí embarcarían "todos los que vuesa señoría me dixere en este puerto e yo pudiera llevar".
(Leopoldo de la Rosa)
El flete era de 3.500 mrs. tonelada, más un ducado por avería. Don Alonso Luis había anticipado a Valdés 300 ducados de oro a cuenta del flete. Por cada hombre habrían de pagarle 10 ducados, de a 375 maravedís, sin darles de comer, semejantes términos había acordado con Cortese. Nápoli se compromete a dar de comer a los hombres que llevase, cobrando por cada uno 15 ducados de oro y limitando el numero de los hombres a admitir a 150.
Men Rodríguez de Valdés se compromete a dar a cada hombre medio azumbre diario de agua, así como fuego y sal necesarios, más dos calderas de agua al día para cocinar, calderas que debían llevar las gentes de don Pedro. Por cada tres hombres se obligaba a recibir también una carga de siete palmos, mas todo el alimento necesario, con la condición de que quedase a su favor lo que sobrare al término del viaje. De igual manera se comprometía a dejar libre la cámara de popa para que llevasen lo que quisiesen y además tres botas de agua para el capitán de la gente que fuese en el galeón, como también dar pañol para el pan que precisasen, y previene la conveniencia de que tanto la carne y el pescado, como las habas y los garbanzos los lleven en barriles o vasijas, para mejor resguardo.
(Leopoldo de la Rosa)
La salida desde Santa Cruz de Tenerife fue probablemente el 28 de noviembre de 1535 y la llegada a Santa Marta el 2 de enero de 1536.
Uno de los capitanes más destacados en la expedición fue Lázaro Fonte, hijo del mercader catalán Rafael Font, que fue primero regidor de Cádiz y luego de Tenerife.
Fue don Pedro Fernández de Lugo un hidalgo a carta cabal y su pérdida fue generalmente sentida, pues supo captarse el cariño y la estimación de cuantos le rodeaban. No fue menos valiente que sus heroicos compañeros de conquista… De corazón bondadoso, compartía los sufrimientos de sus soldados y trataba de aliviarlos con sus dineros y asistiéndolos en sus enfermedades. No fue cruel con los indígenas, aunque, acosado por tanto enemigo, se vio obligado a quemarles sus poblaciones para tratar de someterlos, obedeciendo a las necesidades de la guerra y a las costumbres de la época. Desprendido y generoso, gastó casi toda su hacienda en cumplir con las capitulaciones y engrandecer los dominios de la Corona.
(Ernesto Restrepo. Historiador colombiano)
Contrato de fletamento (Ciudad de San Cristóbal, 6 octubre 1535):
Don Pedro dice que Doménigo Riço y Antonio Joven, regidores, se obligaron, ante el escribano Alonso Gutiérrez, "de me dar dos navíos con gente, en cierta forma e manera para ir a la conquista de Santa marta e llevar vinos e harinas, por mil ducados"; y como está de partida para Santa Marta da poder a Francisco de Lugo, Regidor, para que le cuide de su cumplimiento y se obligue al pago de los fletes.
Registro sobre el viaje de un herrero (Tenerife, 1535):
Sepan quantos esta carta vieren cómo yo Alonso Núñez, vezino desta isla de Tenerife, digo: que por quanto entre vos Vasco Rodríguez e mí a sido capitulado e tratado que ayáis de ir a la provincia e conquista de Santa Marta, donde va el Iltre. E muy Magco. Don Pedro Hernández de Lugo, Adelantado destas islas de Canarias, Governador perpetuo desta islas e de la isla de La Palma e Capitán general e Governador perpetuo de la conquista e provincia de la dicha Santa Marta por Sus Magestades; e por quanto en el dicho concierto e capitulación ovo ciertas condiciones que yo os he de cunplir e mantener, e quedé de os hazer escritura de todo ello, e agora el dicho señor Adelantado se anda despachando para el dicho viaje e yo soy obligado a le cumplir cierta gente, me conviene convenir con vos y efectuar lo susodicho, por manera que vais conmigo en mi navío este dicho viaje, e para ello devo cunplir con vos lo que e quedado e concertado: por ende, por esta presente carta, otorgo e conosco a vos el dicho Vasco Rodrigues e otorgo que me obligo de os llevar a vos e a un cavallo que al presente tenéis de color castaño que yo conosco, e más vuestra tienda del oficio de herrería, con todos sus pertrechos y herramientas necesarias para el dicho oficio...
... avéis de ser cavallero para ir a la dicha guerra con el dicho señor Adelantado, trayendo e llevando ballesta e cavallo e lança qual más vos quisiéredes, por razón de lo cual avéis de aver y llevar, e os será dado e pagado por el dicho señor Adelantado, toda su parte que como tal cavallero ballestero o de lança en puño...
Compromiso de pago de don Pedro por fletes y mantenimientos (Tenerife, 6 noviembre 1535):
... digo, que por cuanto yo embié a vos don Alonso Luis de Lugo, mi hijo, a Castilla a vender una librança que Su Mgd. Me hizo de cinco mil ducados que me libraron en las rentas pertenecientes a Su Mgd. En la provincia de Santa Marta, por razón de lo que Su Mgd. Me devía de ciertos salarios de la governación desta isla e La Palma e por ayuda de costa de la armada de la conquista de la dicha provincia e para fletar navíos a ciertos precios e condiciones, segund que en la carta de venta que en nuestro nombre e mío fazisteis de la dicha librança y en los fletamentos que hizísteis lo los dichos navíos para llevar la gente e mantenella por vuestra cuenta; e por que lo susodicho sea mejor pagado; me obligo que del dozavo que me pertenece de todas las presas e rescates que se han [roto] ... de que Su Mgd. me haze merced en la governación de la dicha provincia e de las partes que como a capitán general me pertenescen de las dichas provincias, no tomaré mrs., ni
plata, ni oro, ni perlas, ni piedras, ni cosa alguna hasta tanto que las dichas personas a quien vos obligásteis en mi nombre e por vos, e a quien vendísteis las dichas libranças e a los maestres e personas a quienes se deben los dichos fletes e mantenimiento, conforme [roto] ... la obligación que en mi nombre y en el vuestro fezistes a los susodichos, sean contentos e pagados.
Compromiso de pago al capitán Francisco Gasco (Tenerife, 12 noviembre 1535):
... por quanto vos el capitán Francisco Gasco vais en mi compañía a la dicha provincia de Santa Marta, donde yo voy por mandado de Sus Magestades, e lleváis vuestro navío abituallado e aparejado para me ayudar a llevar la gente e lo demás que llevo a la dicha conquista: por ende, por la presente me obligo e prometo de vos dar e pagar a vos, o a Bartolomé e a Pero de Aponte vuestros compañeros o a qualquiera de vos, según el concierto entre vosotros paresciere, todo lo que paresciere por fe de escribano que avéis gastado en provisiones para el dicho viaje e navío , con más ciento e cinquenta por ciento de ganancia; e más por cada viaje dado que llevardes a la dicha provincia, diez ducados de oro bueno de valor cada uno de trescientos e setenta e cinco mrs. De buena moneda; e todo lo que montare , en la manera que dicho es , prometo e me obligo de vos lo dar todo e pagar en la dicha provincia de Santa Marta del oro qualesquier que oviere de las primeras e segundas entradas que en las dichas entradas se ovire; e que os será bien e conplidamente pagado...
Descripción de la llegada en escrito al rey:
Ya a vuestra Majestad le será notorio cómo el adelantado don Pedro Hernández de Lugo vino a la cibdad y provincia de Sancta Marta por gobernador, y llegó a ella con ochocientos hombres, poco más o menos, en dos días de enero de mill e quinientos e treinta y seis años; en la cual provincia hizo algunas entradas a las sierras, de que rescibió mucho daño, por ser la gente muy belicosa, como ya Vuestra Majestad habrá sabido por otras cartas de los gobernadores della.
A seis de abril del dicho año, el dicho adelantado, viendo que con la gente que traía hacía muy poco fructo en las sierras de Sancta Marta, antes rescibía mucho daño de pérdida de gente, envió al licenciado Gonzalo Jiménez por su teniente, con hasta quinientos hombres de pie y de caballo, por el río Grande arriba, y por el agua cinco bergantines con la gente que en ellos cupo, y la demás gente por tierra y con los oficiales que por Vuestra Majestad residimos en esta provincia. Y de todo lo que la jornada ha subcedido, damos aviso y relación a Vuestra Majestad subcesivamente, puesto caso que algunos de nosotros hobieran de ir a informar a Vuestra majestad más largamente desta tierra que nuevamente se ha descubierto y poblado en nombre de Vuestra Majestad; a la cual llamamos el Nuevo Reino de Granada.[...]
(Joan de Sanct Martín. Antonio de Lebrija)
Prolongada relación con Santa Cruz de Tenerife:
El segundo Adelantado de Canarias, Pedro Fernández de Lugo, formado junto a su padre en la conquista de la isla y en las expediciones militares a Berbería, intentó enderezar su hacienda permanentemente tambaleante, concertando con Pedro Méndez su participación en la conquista del Río de la Plata. Al fracasar este proyecto, se decidió por Santa Marta, cuya conquista le fue confiada por el rey en 1535. Toda la expedición fue preparada en el puerto de Santa Cruz, con siete u ocho embarcaciones armadas con dienero prestado y con un número crecido de hombres de guerra reclutados en Tenerife. Mientras estuvieron en Santa Marta el segundo y el tercer Adelantado, hubo una corriente prácticamente ininterrumpida de personas y bienes entre Tenerife y Tierra Firme. Así, en 1543, Alonso Luis Fernández de Lugo supo del saqueo de Santa Marta por piratas franceses y pudo organizar desde Santa Cruz una verdadera expedición de socorro, con tres bergantines y gente de guerra, para volver a edificar la ciudad saqueada. (Cioranescu)
► Los taironas, grupo de filiación chibcha asentado en las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, quemaron el núcleo inicial de Santa Marta varias veces y dificultaron el crecimiento de la colonia. Las relaciones con los grupos indígenas de la zona (guanebucán, malibúes, guajiros, kosina, chimila) fueron conflictivas por largo tiempo. En 1599 el gobernador Juan Guiral Velón emprende una intensa campaña militar para someter a las poblaciones indígenas.
El disputado oro de los Chibchas:
Santa Marta fue una de las grandes plataformas de asalto al interior, pues sus pobladores pretendieron enriquecerse con el oro de los indios cercanos en vez de esperar pacientemente el desarrollo colonial de la ciudad que habían fundado. Bastidas se opuso a las entradas de rescate y un grupo de sus subordinados dirigidos por el Teniente Pedro de Villafuerte conspiraron contra él, hiriéndole mortalmente en un atentado. Bastidas partió para Cuba con objeto de reponerse y murió allí. La colonia quedó bajo el mando del Teniente de Gobernador Rodrigo de Palomino, que murió en el río que lleva su nombre cuando iniciaba una incursión hacia las espaldas del Perú descubierto por Pizarro. Vino luego un gobierno interino y finalmente, en 1528, el nuevo gobernador García de Lerma. Este realizó la conquista del territorio samario mediante 12 expediciones y proyectó un viaje de descubrimiento a las fuentes del Magdalena, que suponía estaban en el mismo lugar donde nacía el Río de la Plata. Falleció sin ponerlo en marcha y le sucedió don Pedro Fernández de Lugo, quien llegó a Santa Marta en febrero de 1536 con una poderosa fuerza de 1.500 hombres, las tres cuartas partes de los cuales sobraban en la ciudad. Lugo conquistó la confederación Tairona y, finalmente, mandó a su Teniente Gonzalo Jiménez de Quesada explorar por el Río Magdalena arriba, siguiendo la idea de su predecesor.
Jiménez de Quesada:
En marzo de 1539 Jiménez de Quesada se disponía a regresar a la costa para dar cuenta de su conquista (ilegal, pues no se la había encargado su gobernador), cuando los indios le informaron de la llegada de otra hueste que avanzaba hacía allí desde el Oriente. Se trataba de la dirigida por Nicolás de Federman, que procedente de Coro venía atraída por el mito de El Dorado. Quesada y Federman iniciaron negociaciones para llegar a un acuerdo, mediante el reparto de parte del botín, cuando los indios volvieron a decir que otra hueste venía por Neiva (el Occidente). Se trataba de la mandada por Sebastián de Benalcázar, que había partido de Quito y llegado allí siguiendo la pista del mismo mito.
Los tres conquistadores llegaron a un entendimiento, que fue el de dejar allí a sus hombres como pobladores y marchar a España para resolver sus diferencias. El Rey nombró a Jiménez de Quesada Mariscal del Nuevo Reino de Granada, y a Benalcázar gobernador de Popayán (zona suroccidental de Colombia) que fue a conquistar. Federman tuvo pleitos con los Welzer y murió en prisión el año 1542. En el Nuevo Reino de Granada se fundaron las poblaciones de Tunja y Vélez. (ArteHistoria)
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