¿Para qué sirve la filosofía?
Enseña a pensar, nos dota de los rudimentos necesarios para la argumentación diaria, nos permite afrontar la vida con la necesaria distancia.
Sirve para pensar mejor.
La educación humanística no es sólo una educación en el saber sino en el saber ser y estar.
Una de las mayores satisfacciones es enterarse de lo que ocurre y comprenderlo.
La filosofía no puede enseñar a dónde nos dirigimos sino a vivir en la condición de quien se dirige a ninguna parte.
Vivir sin filosofía equivale a permanecer extraviado entre los quehaceres cotidianos.
Está íntimamente emparentada con los dilemas de la vida por múltiples vías: deshace la ambigüedad de los problemas y ayuda a tomar decisiones; analiza y aclara las ideas complejas de la ética, la política, la ciencia.
Se dedica a buscar posibles explicaciones de cuestiones abstractas como lo válido, lo justo o lo injusto, lo cierto y lo falso y plantea preguntas olvidadas por la sociedad y útiles para su desarrollo.
El filósofo tiene la misión de enseñar al pez a salirse de su red.
Es una guía desde el desorden al orden, desde el mundo de las apariencias al mundo de la verdad.
Kant defiende que debe decirse la verdad aun a sabiendas de que puede acarrear el sacrificio de un inocente y san Agustín sentencia que mentir equivale a perder la vida eterna y que nunca debe optarse por el engaño, ni siquiera para salvar la vida. Si nadie ha estado dispuesto a creérselo completamente a lo mejor tales afirmaciones no están bien afianzadas en la tierra que se pisa.
La filosofía y el hombre común:
Una filosofía que no sirve para resolver los problemas de la vida cotidiana, para curar las heridas del alma, no interesa.
Decir cosas que importan en función de los intereses humanos.
Fomentar el espíritu crítico del ciudadano, su capacidad para sopesar la realidad y liberarlo de cualquier esclavitud.
Que la filosofía salga de su torre de marfil, se haga solidaria con las preocupaciones del hombre y circule por vías más accesibles y populares.
Enseña a disfrutar de la vida a través de su conocimiento.
Educar la sensibilidad para lo humano.
Gastamos nuestras vidas dudando de las cosas que los restantes hombres conocen evidentemente y creyendo en aquellas de las que se ríen y desprecian. (Berkeley sobre los filósofos)
El libro filosófico es la transmisión de lo que los seres humanos han querido entender sobre las grandes cuestiones de la existencia (la justicia, la verdad, la bondad, etc.) y también para saber qué es lo que somos, cuál es el futuro colectivo de una serie de personas que constituyen una nación, un pueblo o una humanidad. Creo que una de las grandes globalizaciones que hay que tener es la de la cultura, la del progreso intelectual. (Emilio Lledó, 2014)
Valores: Enseñanza:
Es bueno que los niños adquieran hábitos de cooperación, respeto al prójimo y autonomía personal, por ejemplo, pero sin duda esas provechosas lecciones empíricas les vendrán mezcladas con otras tan edificantes aunque no menos experimentales que les enseñarán el valor ocasional de la mentira, la adulación o el abuso de la fuerza. Por eso es importante enseñarles después temáticamente el sentido de las preferencias éticas, que son ideales racionales y no simples rutinas sociales para alcanzar tal o cual ventaja a corto plazo sobre los demás. No es cierto, claro está, que el pluralismo de la sociedad democrática quiera decir que cada cual pueda tener su ética y todas valgan igual. Lo que cada cual tiene es su conciencia moral, ésa sí, personal e intransferible. En cuanto a los valores, puede argumentarse la superioridad ética de unos sobre otros, empezando por valorar el mismo pluralismo que permite y aprecia la diversidad. (Savater)
Actividades superiores del señor por naturaleza:
Saber emplear a los esclavos constituye la ciencia del señor, que lo es, no tanto porque posee esclavos, cuanto porque se sirve de ellos. Esta ciencia, en verdad, no es muy
extensa ni tampoco muy elevada; consiste tan sólo en saber mandar lo que los esclavos deben saber hacer. Y así tan pronto como puede el señor ahorrarse este trabajo, cede su puesto a un mayordomo para consagrarse él a la vida política o a la filosofía. (Aristóteles, Política)
Filosofía mundana:
● "La filosofía no garantiza la felicidad, pero da profundidad a la vida". En su libro Filosofía mundana, Javier Gomá critica esa filosofía que se aleja del mundo y su universalidad. Para Gomá el ser humano ha de recuperar una cierta objetividad filosófica, pero no de las cosas en sí mismas, sino una objetividad creada por las personas. Y más allá de lo que somos, la filosofía ha de mostrarnos cómo hemos de ser. La filosofía como muestra de cuál es nuestro ideal y cómo podemos alcanzarlo. Y para ello ha de centrarse en el mundo real y ser útil.
● La filosofía no tiene una rentabilidad inmediata o directa, ni económica ni política. Pero eso no quiere decir que no tenga consecuencias. De hecho, la mayor parte de las disciplinas científicas proceden en última instancia de ese estilo de pensamiento instaurado por la filosofía. Pero estas "consecuencias" de la filosofía requieren de una serie de mediaciones institucionales para poder concretarse. Quien busca en la filosofía soluciones rápidas y útiles de fácil aprovechamiento se equivocan de plano: no solamente pervierten la propia actividad (la política, por ejemplo) que quieren "mejorar" con un barniz filosófico, sino que también degradan a la filosofía convirtiéndola casi siempre en palabrería. (José Luis Pardo)
Entre dos luces. J.M.Caballero Bonald:
[...]
¿Ha valido la pena
llegar hasta estas vecindades
inapelables de la incertidumbre
sólo para volver a constatar
que la nada colinda con la nada?
[...]
(José Manuel Caballero Bonald, de Manual de infractores)
● No basta con alcanzar la sabiduría, es necesario saber utilizarla. (Marco Tulio Cicerón)
● No hay disparate alguno tan absurdo que no haya sido afirmado por algún filósofo: Nihil tam absurdum dici potest, quod non dicatur ab aliquo philosophorum. (Marco Tulio Cicerón)
● Dichoso es el que olvida el porqué del viaje. (Manuel Machado)
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