Armas de fuego:
Siglo XIX:
Los bien entrenados artilleros de Nelson consiguieron una frecuencia de tiro decisiva en la victoria de Trafalgar (1805).
El convertidor Bessemer (1850) es fruto de la búsqueda de un material que permitiera la fabricación de artillería de una mayor potencia.
La nueva generación de grandes cañones de acero no estaría lista para ser empleada en la Guerra de Crimea (1853-1856).
Se perfeccionan las granadas y en la marina pasan de ser lanzadas por morteros a ser utilizadas a tiro tendido.
Pequeños barcos consiguen hundir grandes veleros y surge la necesidad de acorazar los buques de guerra.
Durante la última década del siglo XIX se sustituyó totalmente el empleo con fines militares de pólvora tradicional por la nitrocelulósica.
Las islas del archipiélago de Hawai nunca estuvieron unificadas hasta que, despues de la llegada de los blancos, la facción más poderosa adquirió mosquetes y barcos occidentales para ser empleados en la conquista. El rey Kamehameha I de la isla Grande avanzó rápidamente en la consolidación de las islas mayores. Invadió y conquistó primero Maui, después Oahu y finalmente la última isla independiente de Hawai, la de Kauai. Las islas quedaron unificadas como reino en 1810.
● En 1808 un navegante británico llamado Charlie Savage, equipado con mosquetes y una excelente puntería llegó a las islas Fiji. El atinadamente llamado Savage procedió sin ayuda de nadie a alterar el equilibrio de poder de Fiji. Entre sus muchas proezas, remontó con su canoa un río hasta la aldea fijiana de Kasavu, se detuvo a menos de un tiro de pistola de la cerca de la aldea y disparó contra los indefensos habitantes. Sus víctimas fueron tan numerosas que los aldeanos supervivientes apilaron los cuerpos para resguardarse tras ellos, y el río que corría detrás de la aldea se tiñó de sangre. (Jared Diamond)
A principios del s.XIX la efectividad de las armas de fuego fueron convirtiendo los choques de grandes cargas de caballería en demasiado costosos en vidas.
Waterloo (1815) vio uno de los últimos usos de estas grandes cargas.
En Crimea (1853-1856) y en la Guerra de Secesión (1861-1865) se vieron algunas cargas de caballería que portaban revólveres y carabinas.
En Crimea se usaron por primera vez rifles, minas submarinas y la guerra de trincheras.
Se inició también el empleo táctico del ferrocarril, la telegrafía, la fotografía y algunas medidas higiénicas y médicas básicas.
La carga de la Brigada Ligera, una unidad de caballería británica masacrada por la concentrada artillería rusa, ejemplifica el tránsito a nuevos métodos de combate.
A partir de 1859 se empieza a emplear un gran número de piezas de artillería de campaña con ánima estriada. Tienen menor calibre, proyectiles cilíndricos con poder explosivo y permiten trayectorias en fuego indirecto para salvar muros bajos.
Durante la década de 1860 se comprueba la mayor efectividad de los obuses de asedio estriados para destruir muros defensivos.
Se trata de piezas sustancialmente más grandes que los obuses de campaña y cuyo desplazamiento e instalación son operaciones lentas.
Durante la década de 1860 Bismarck sacaría ventaja de las duras consecuencias de la Guerra de Crimea.
La renuncia de Austria a acudir en ayuda de Rusia le costó el apoyo de un poderoso aliado. Francia pasó apuros y Rusia y Austria quedaron debilitadas.
Durante las décadas posteriores a la derrota napoleónica disminuyó el número de enfrentamientos. Entre ellos estuvo la Segunda Guerra de Independencia de Italia (1859) que enfrentó a Francia y el Piamonte con Austria; la Guerra Austroprusiana (1866) y la Franco-prusiana (1870-1871).
Se generalizó el empleo de fusiles de retrocarga de gran efectividad.
Las llaves de percusión o de pistón, aplicadas a cañones de ánima lisa, no aumentaban las prestaciones del arma.
A mediados de siglo la fundición de hierro consigue cañones más grandes colocados en vapores de guerra.
Esta artillería, a semejanza de los morteros, disparaba granadas que explotaban con una espoleta.
Nuevos territorios:
El establecimiento de colonos en el oeste norteamericano coincide con innovaciones como la carga del rifle Winchester y el tambor del revólver.
En las guerras zulúes (1879) se abrían las líneas indígenas con fuego intenso de ametralladora.
Cuando se reparte Africa en la Conferencia de Berlín (1884) las potencias occidentales cuentan con gran cantidad de ingenios técnicos que les proporcionan una clara superioridad contra los nativos.
Durante el siglo XIX los individuos podían portar sus propias armas de cartuchos fiables y precisas. EE.UU. y Australia comparten un cierto espíritu de la frontera del que forman parte amplios horizontes sin civilizar hacia el oeste, indígenas y armas de fuego.
Se repite con cierta frecuencia la intervención intimidatoria de cañoneras a vapor frente a los puertos de territorios colonizados.
La guerra de Crimea estrena modernos ingenios de guerra aunque no todavía los cañones de acero.
En 1892 EE.UU. comienza su ambicioso programa de construcción naval.
Los japoneses aciertan con la idea de desmontar baterías de costa y dirigirlas contra la base naval rusa de Port Arthur (1905).
Las potencias encargan el desarrollo de nuevas piezas de artillería para explotar las ventajas que resultan de esta experiencia.
En 1884 tropas sudanesas del Madhi cercan Jartum en unas circunstancias novedosas en cuanto a armamento y pertrechos.
Los atacantes comandados por Muhammad Ahmad cuentan con el añadido de 7.000 desertores entrenados en el ejército egipcio que portan fusiles.
Tras la derrota del ejército egipcio en El Obeid (1883), el Madhi se había apoderado de cañones de campaña, 14.000 fusiles Remington y variado equipamiento.
La guarnición, incluido el general Gordon, es aniquilada junto a parte de la población civil.
En 1884 el norteamericano Maxim desarrolla un sistema de recarga automática a partir de la fuerza del retroceso.
Consigue un resultado muy superior a la Gatling de cañones múltiples. Los británicos probaron la nueva ametralladora pesada contra los zulúes en 1893 y 1894. Los alemanes la fabricaron masivamente y bajo licencia. Disparaba 600 balas por minuto. Siguieron las Browning estadounidenses de 1885 y 1917; la Schwarzlose austríaca (1905) y la Hotchkiss francesa (1914).
En 1898 Iván Bloch publica La Guerre Future donde presagia la adopción de la guerra de trincheras como consecuencia de los efectos de las innovaciones técticas en armamento sobre la infantería atacante. Los ejércitos deberán reclutar millones de efectivos. Los frentes serán de enormes dimensiones. La duración de las guerras se extenderá considerablemente. El poderío industrial se volverá determinente para el curso del conflicto. En situaciones con riesgo de conflicto armado Bloch abogaba por la toma de decisiones más apoyadas en el electorado y menos en los militares. Los militares profesionales de su tiempo se mostraron muy reacios a aceptar las conclusiones de Bloch.
En su Historia de la Primera Guerra Mundial (2004), David Stevenson señala defectos en la información que el estado mayor tendía a trasladar a los gobernantes, que remarcan las fortalezas propias y obvian las nuevas situaciones peligrosas generadas por las armas recién incorporadas.
Al mismo tiempo el estado mayor es plenamente consciente de la reciente aparición de nuevos riesgos.
Los efectos de la combinación de minas, torpedos y explosivos químicos de gran potencia forzaron a los buques de guerra a actuar de forma más precavida y distante.
Durante el enfrentamiento entre rusos y japoneses en Manchuria a partir de 1904, la potencia de fuego de las nuevas armas puso de manifiesto una situación nueva. A pesar de que se ordenaban una y otra vez avances masivos para rebasar a sus adversarios por los flancos los atacantes sufrían un enorme número de bajas sin lograr el objetivo. Ambos bandos incrementaban repetidamente sus efectivos y los duros combates acabaron produciendo 170.000 bajas.
En 1920 se pone en marcha la producción de Forjas y Aceros de Reinosa para superar las limitaciones de los talleres de El Ferrol y Cartagena.
España se esforzaba en disminuir la dependencia del suministro inglés de grandes piezas de artillería. Entre los factores que determinaron la ubicación de la nueva planta siderúrgica estaba la preocupación por el gran alcance de los cañones montados en buques de guerra. Cañones de 381 mm situados en la costa tenían un alcance máximo de 40 kilómetros.
El cañón Vickers 381/45 modelo de 1926 disparaba proyectiles de 800 kilos. Su tubo medía 17 metros y pesaba 86 Tm.
IGM:
La preparación del conflicto acelera el desarrollo de nuevas armas: tanques, aviones, submarinos y enormes cañones.
En 1887 Friedrich Alfred Krupp se hace cargo de la dirección de la empresa familiar comenzada por su abuelo.
La familia entabló de forma continuada estrechas relaciones con los gobernantes alemanes y su empresa se convertiría en la mayor de Europa.
Su negocio se centraba en la siderurgia avanzada con base en la ciudad de Essen.
Las armas de acero que producían fueron empleadas en guerras europeas desde 1866 a 1945.
En 1913 las industrias Krupp empiezan a producir el mortero de asedio Gran Berta, de 420 mm y un alcance efectivo de 12.500 metros, que disparaba proyectiles de 830 kilos. Demostró gran efectividad en su debut al comienzo de la guerra destruyendo los fuertes belgas de Lieja, Namur y Amberes. Empleados en el asalto a Verdún (febrero de 1916), sus disparos lograron la rendición de un Fort Vaux severamente dañado. Los alemanes lanzan sobre la localidad belga de Ypres obuses con gas mostaza (abril de 1915).
Durante el transcurso de la guerra de trincheras se ve necesario introducir innovaciones como las bombas de mano, máscaras de gas, y lanzallamas.
Las pequeñas ametralladoras se incorporaron pronto a los asaltos. La Lewis norteamericana se probaba desde 1912 y el Chaucat francés aparece en 1914.
Los tanques se emplean con regularidad en la etapa final de la guerra.
La generalización de frentes estáticos con tropas atrincheradas generó la necesidad de obuses con ángulo de descenso pronunciado. Estos obuses operaban con menor velocidad y menor alcance.
En español el término obús se emplea para hacer referencia a un tipo de munición y también a un tipo de pieza de artillería [Howitzer] diferente en longitud de tubo al cañón convencional y diferente también al mortero. El pronunciado ángulo de caída del proyectil permite salvar obstáculos naturales y artificiales.
Las pólvoras modernas, que lograban mayor velocidad de salida, permitieron a los obuses ganar una efectividad similar a los cañones con tubos de mayor longitud en tiro directo. Con el tiempo se fueron desarrollando y generalizando piezas mixtas cañón obús.
Disparados con ángulos de elevación bajos los proyectiles alcanzan el objetivo mucho más rápido que la munición de mortero.
IIGM:
Tras la caída de Polonia, mientras ninguno de los bandos llevaba a cabo ninguna operación terrestre de envergadura, los submarinos alemanes bloquearon los puertos ingleses lanzando minas magnéticas para cortar el aprovisionamiento de las islas. Durante el conflicto se demostraría la importancia de la superioridad aérea en los enfrentamientos navales. Las defensas antiaéreas para la propia protección de los barcos se multiplican con rapidez y efectividad.
Durante la batalla del Atlántico se consigue ir aumentando constantemente la precisión de los radares de tiro.
Los desembarcos son precedidos de intensos bombardeos sobre amplias zonas.
Los buques de la Kriegsmarine que se disfrazaban de mercantes empleaban ingeniosos sistemas para ocultar sus cañones.
En septiembre de 1944 el equipo de von Braun consigue lanzar el primer cohete V-2.
Ingenieros norteamericanos desarrollan espoletas de aproximación que van mejorando progresivamente la efectividad de las bombas en caída libre y los proyectiles antiaéreos y navales.
El término Howitzer se emplea en EE.UU. para referirse a piezas de artillería de forma generalizada.
La palabra howitzer, derivada del checo [houfnice, siglo XV], fue adoptada por las distintas lenguas y produjo numerosas variantes con diferencias muy acusadas entre sí. La variante francesa para la pieza de artillería de cañón corto fue obusier. Un proyectil moderno está compuesto de múltiples partes de distintos materiales. En la actualidad hay proyectiles perforadores de blindaje que entran en la categoría de proyectiles sólidos como las balas sólidas que los obuses vinieron a sustituir.
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