Meriwetther Lewis (1774-1809) y William Clark (1770-1838):
Dirigieron una expedición hasta la costa del Pacífico en la que recorrieron casi 13.000 kilómetros en canoa, a caballo y a pie.
Estaba formada por 40 hombres de los estados de la Unión y Canadá. Un expedicionario, York, era un esclavo de raza negra.
Su principal objetivo era encontrar una ruta al océano Pacífico que permitiera trasladar gente y mercancías.
En 1800 Washington se convirtió en la capital federal de los 16 estados norteamericanos que contaban con cinco millones de habitantes. Thomas Jefferson accede a la presidencia (1801) y compra a Francia la Luisiana (1803) con casi 2.150.000 kilómetros cuadrados de tierras inexploradas con lo que los EEUU duplicó su superficie. Lewis era vecino, amigo personal y secretario privado de Jefferson. Clark abandonó el ejército con el grado de teniente después de participar en numerosas campañas contra los indios. Poseía una gran voluntad y era un hábil proyectista, geógrafo y cartógrafo.
Comienza la expedición (mayo 1804):
La expedición del Cuerpo de Descubrimiento partió de Saint Louis y duró más de dos años. Remontaron el río Missouri y a finales de otoño llegaron a la que ahora es Dakota del Norte, a un poblado de indios mandan, cerca del cual construyeron un fuerte donde pasaron el invierno. Se les unió el comerciante francocanadiense Toussaint Charbonneau y su mujer Sacawagea, de la tribu de los shoshón, quien sería de gran ayuda para comunicarse con los indios. La parte más dura del viaje fue atravesar las Rocosas, donde perdieron casi todas sus monturas despeñadas o sacrificadas para alimentarse. A orillas del Clearwater embarcaron en cinco canoas y siguiendo el río Snake pasaron al Columbia, que les condujo al Pacífico en noviembre de 1805. En marzo de 1806 iniciaron el camino de regreso.
Observaciones de historia natural:
Sus diarios dedican mucho espacio a observaciones precisas y pintorescas de gran valor científico.
Contemplaron en Dakota del Sur por primera vez bisontes. Observaron desde una colina 20.000 cabezas de estos animales. En una ocasión tuvieron que esperar una hora a que una manada terminara de cruzar un río. Cerca de Tarbox Hollow vieron al perrillo de las praderas al que llamaron ardilla ladradora. En Dakota del Norte mataron un oso grizzly, del que habían oído hablar a los indios por su ferocidad. Para salvar las Grandes Cataratas construyeron carros cuyas ruedas eran secciones transversales de chopos de Virginia. Durante la travesía de las Rocosas los alimentos escaseaban y obtuvieron de los indios nez percé salmón seco y raíces cocidas de camash, que les hizo enfermar gravemente. Un perrillo de las praderas fue enviado desde Fort Mandan a Washington donde vivió tras un viaje de 6.500 kilómetros que duró cuatro meses.
Lewis fue nombrado gobernador de Luisiana (1807) y Clark superintendente de los Asuntos Indios (1813) y gobernador de Missouri. A pesar de todos los problemas a los que se enfrentaron y de poseer caracteres contrapuestos, nunca tuvieron un seria disputa y siempre conservaron respeto y lealtad mutuos.
Expansión norteamericana hacia el oeste (s.XIX):
Las tierras más allá de los Apalaches eran difíciles de alcanzar pero su atractivo hizo que los pioneros comenzaran su migración hacia el oeste a través de Cumberland Gap hasta los pastos de Kentucky, y a lo largo de caminos militares y sendas indias hasta las fuentes del Ohio, río que pronto llegó a ser importante vía de comunicación. La tierra podía serle comprada al gobierno por grupos o por individuos. El sistema de dividir la tierra en parcelas de seis millas cuadradas (15,6 km cuadrados), las llamadas municipalidades, comenzó allí. Dentro de los municipios, cabía adquirir parcelas de 250 ha, área que sería modificada por leyes posteriores. La cría de ganado para su envío a los mercados de las poblaciones del este , fue una importante actividad económica par estos primeros pioneros. Las mejoras en los caminos y la construcción de canales reforzaron los vínculos entre el agricultor y sus mercados. El canal del Erie (1825) enlazaba el lago Erie con el río Hudson, y el de Welland (1828) comunicó los lagos Erie y Ontario entre sí. También se realizaba envío de mercancías desde y hacia el valle del Ohio, a lo largo del Mississippi. Durante la década de 1830, fueron construidas líneas ferroviarias a través de las montañas, desde Baltimore y Filadelfia.
En 1803, el presidente Thomas Jefferson tuvo el acierto de adquirir Louisiana, con lo que dobló el área de los EE.UU. Este gran territorio comparado a Francia por un precio de ganga, era poco conocido. La parte septentrional fue explorada por la expedición Lewis y Clark (1804-16806), que siguió el río Missouri y fue la primera expedición terrestre americana hasta el noroeste del Pacífico. Durante los 50 años siguientes, otros exploradores y viajeros aportaron informaciones desfavorables acerca de aquella zona. La colonización se demoró por largo tiempo debido a las dificultades del transporte y las actitudes ante el medio ambiente físico, y la zona adquirió notoriedad como el "Gran Desierto Americano".
Entre los pioneros que se aventuraron en estas tierras figuraban comerciantes de pieles, tramperos y mineros. La American Fur Company de John Jacob Astor competía con los peleteros ingleses por el territorio que más tarde sería los Estados de Washington y Oregón. El descubrimiento de oro en California (1848) desencadenó una estampida humana hacia las costas del Pacífico, en la que muchos buscadores se dedicarían después a la agricultura y se establecerían permanentemente. Pioneros fueron también los millares de personas que viajaron en carreteras a lo largo de la senda de Oregón, en la década de 1840, para cruzar las Rocosas y establecerse en el fértil valle del río Columbia. Oregón se convirtió en Estado en 1859. El territorio de Utah, reconocido como parte de EE.UU. en 1850, fue poblado por los mormones que, bajo el mando de su jefe Brigham Young (1846-47), se dirigían hacia el oeste para escapar a las persecuciones. Florida fue comprada a España en 1819, y Texas fue anexionada en 1845. El tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848), que puso fin a la guerra con México, aportó vastos territorios, entre ellos los actuales Estados de Arizona, Nuevo México, California y Colorado.
Carrera hacia California a bordo de clippers (1848):
La derrota marítima de California empezó a adquirir verdadero auge allá por el año 1848, en que la antigua provincia española, donde aún suenan las campanas de nuestras misiones, dejó de ser un territorio mexicano para incorporarse a la Unión Americana, si bien la categoría de Estado no se le concedió hasta dos años más tarde. En el mismo tiempo en que son descubiertos los grandes yacimientos auríferos que despiertan en todo el mundo una incontenible sed de riqueza. Para trasladarse a El Dorado, muchos habitantes de la costa oriental americana, así como innumerables aventureros que de los rincones más apartados del globo llegan a Nueva York, prefieren hacer el viaje por mar a unir su suerte a la de las caravanas que se internan por regiones inexploradas en carruajes primitivos. Si bien la travesía marítima, no estando abierto el canal de Panamá, obliga a dar la vuelta a todo el Continente, con las naturales molestias y peligros de grandes temporales, el viaje por tierra resultaría más largo, incómodo y arriesgado, pues los indios tratan de impedir por todos los medios a su alcance la penetración del hombre blanco. Por dichas causas, la navegación alcanzó un desarrollo tal, que se calcula en 700 el número de barcos que el año 1850 transportaron emigrantes a California. Eran estos gentes de toda laya, abundando los indeseables. Jóvenes y viejos allá iban, con la esperanza de hacer rápida fortuna, soportando grandes sufrimientos, amontonados en bodegas pestilentes; mas la ilusión de mejorar su vida contagia de unos a otros la alegría, que se desborda entonando la canción Round Cape Horn. A la llegada a San Francisco es muy frecuente la deserción en masa de las tripulaciones. [La ciudad triplicó su población en 10 años y llegaron a emplearse viejos barcos habilitados como hospederías flotantes].
(José Mª Marínez Hidalgo)
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Guerras sioux (1858-1876):
La numerosa presencia de colonos amenaza crecientemente a la forma de vida tradicional de los sioux.
En 1851 se desplaza a los sioux santees a una pequeña reserva aguas arriba del río Minnessota. En 1858 un decreto del Senado reduce sus dimensiones.
El deterioro de las condiciones de vida convierte a Pequeño Cuervo en líder de los jóvenes exaltados dispuestos a luchar para conservar las tierras de sus antepasados.
Para adelantarse a las represalias por la muerte de 5 colonos, se inicia en 1862 una guerra de guerrillas que acabó en derrota para los santees.
La construcción de la línea de ferrocarril del Camino de oregón cortaba el territorio de los sioux teton.
Cazadores profesionales como Buffalo Bill abatían grandes cantidades de bisontes para alimentar a los trabajadores.
La presencia masiva de colonos, militares y trabajadores condujo a los jefes Nube Roja y Caballo Loco, junto a cheyenes y arapajoes a iniciar una guerra que concluye con el tratado de Fort Laramie. En 1868 Nube Roja, jefe de los lakota oglaga, firmó el tratado de Fort Laramie por el que el Gobierno se comprometía a respetar los derechos de los nativos. Comienzan a llegar buscadores de oro a las Big Horns sin que el Gobierno se esfuerce en evitarlo.
En 1881 Nube Roja es destituido como jefe de los oglala. Mantenía su opinión de que el enfrentamiento con el ejército los desposeería de sus últimas tierras.
Toro Sentado, vencedor de Little Big Horn (1876) y confinado en la reserva de Standing Rock, murió durante su detención por policías indios que pretendían evitar una ceremonia prohibida por el Gobierno (1890).
Búfalos abatidos:
En 1874, tras la inauguración de la línea de ferrocarril Union-Pacific, más de 5.000 cazadores de Kansas City se trasladaron a las grandes praderas para aniquilar bisontes. En el verano de 1874, más de 2.000 cazadores salían diariamente a dar caza a estos bóvidos en las proximidades del río Rickaree. La marca diaria de estos sanguinarios cazadores era de 60 bisontes por hombre, y unos 1.200 por temporada. A pesar que no era aprovechable la carne ni la piel de estos animales, un equipo de dieciséis cazadores llegó a abatir 25.000 ejemplares en un año.
Nuevo impulso tras la Guerra de Secesión (1861-1865):
La Guerra de Secesión, o guerra civil entre los diferentes Estados, estalló poco después de que los EE.UU. se convirtiesen en nación continental que se extendía desde el Atlántico hasta el Pacífico, los dos límites naturales en que los hombres que construyeron el país en el siglo XIX pensaban al utilizar la frase "Destino manifiesto". Este trágico conflicto causó más de 600.000 muertos.
En el período de posguerra, aumentó el interés por las tierras al oeste del Mississippi. La construcción de ferrocarriles, un cambio en la ley del suelo, y las innovaciones en la industria y la agricultura ayudaron a crear nuevas actitudes frente a una zona antes considerada como desértica. El primer ferrocarril transcontinental, la Union Pacific, fue inaugurado en 1869 y enlazó San Francisco con el este, vía Omaha. Rutas posteriores cruzaron el norte y el sur de él, y numerosas rutas más cortas penetraron las llanuras septentrionales del territorio de Dakota. Las líneas ferroviarias ayudaron a la colonización de las Grandes Llanuras.
A finales del s. XIX tuvieron lugar la adquisición de Alaska a Rusia (1867), la anexión de Hawaii (1898), y la guerra con España (1898) que puso las Filipinas, Guam y Puerto Rico bajo dominio de los EE.UU.
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