Cartografía China:
Desde la caída de Roma hasta el siglo XIV, la geografía china es muy superior a la europea, si exceptuamos los trabajos de Herodoto. En los restantes campos -astronomía, geografía física, cartografía, etc.-, sus únicos oponentes de importancia son los musulmanes, a partir del siglo IX.
Las concepciones sobre el cosmos desarrolladas por los chinos en la Antigüedad son diversas. Una de ellas sostenía que el cielo era redondo y la tierra cuadrada. Su cartografía se basa, en principio, en la idea de un mundo rectangular.
A comienzos de la era cristiana, una de las teorías propuestas consideraba que el universo tenía forma de huevo, en cuyo centro se encontraba la tierra, tal como ocurre con la yema.
En el siglo IV, Yü Hsi lanza la hipótesis -que tuvo una amplia aceptación- de que la tierra debía ser esférica como el cielo. El primer mapa chino, del que se tienen suficientes referencias aunque no se conserva, corresponde al siglo VI a.C. El fundador de la dinastía Han, Tsin Tche Huang Ti (s.III a.C.), célebre por su política centralista, mandó recoger todos los mapas existentes en el Imperio, pero la mayor parte de ellos ha desaparecido.
El padre de la cartografía china es Pei Hsiu (224-271). Los mapas antiguos chinos se grababan en madera o se pintaban en seda.
Como en Europa, y en menor medida en los países del Islam, hay en China una tradición cosmográfica religiosa: la budista-taoísta, que propone al monte Khun-Lun (contrafuerte del macizo tibetano) como centro del mundo. Sin embargo su importancia ha sido escasa.
Dinastía Tang:
El desarrollo de la cartografía se vio estimulado bajo los Tang, con la expansión de su imperio hacia el Asia Central, en el siglo VIII.
Uno de los más antiguos geógrafos, astrónomos y sismólogos es Chang Heng (s.II). El cartógrafo más importante de la dinastía Tang es Chia Tan (730-805), quien recibió el encargo de elaborar un mapa del Imperio. Esta obra, desaparecida como la de Al Idrisi, fue terminada en el año 801.
Del período comprendido entre los Tang y los Song es el gran geógrafo Hsü Chiai.
Bajo estos últimos se realizan notables trabajos geográficos. A esta época corresponde una de las obras maestras de la cartografía mundial: la estela del mapa de China con sistema hidrográfico, fechada en 1137, de considerable precisión y con el Norte en la cima -lo que no ocurre en muchos mapas musulmanes que indican el sur en este punto. Durante los tres siglos siguientes no existe nada semejante en Europa.
Durante la dinastía Yuan aparece el geógrafo Chu Su Pen (1273-1337), que llegó a dominar todo el saber geográfico acumulado por las dinastías precedentes.
Entre 1311 y 1320 traza un mapa de China de dos metros de longitud, denominado mapa terretre (Yü Thu), revisado y ampliado en el siglo XVI por el geógrafo de la dinastía Ming Lo Hung-Hsien.
A comienzos del siglo XIV, Chus Su Pen representa la forma triangular de Africa orientada hacia el Sur, en contra de las concepciones islámicas y europeas de la época, en las que el extremo del continente aparece en dirección Este.
Otros mapas del siglo XVI fueron llevados a Corea, país que heredó la gran tradición geográfica china. También las cartas marinas (s.XV), que reciben el nombre de historias del agua, tienen una precisión notable. Durante su estancia en Zhaoqing el jesuita de la congregación portuguesa Mateo Ricci (1552-1610), confecciona, a petición de los chinos, un mapamundi Kunyu Wanguo Quantu (1602). Con él, la cartografía china se beneficia de las aportaciones renacentistas e influye, a su vez, en la europea.
Este mapa fue la primera obra cartográfica en China que incluía territorios de Europa, África y América.
Fruto de la colaboración entre chinos y jesuitas son dos importantes Atlas que se publican en 1717 -con el mejor mapa de Asia de la época- y en 1769-95.
La geografía humana en China está dividida en tres géneros: obras referentes a costumbres populares y su localización, cuyo primer ejemplo es , de Lu Chich (s.II); obras que describen las regiones meridionales (conquistadas por los chinos), como Cosas extrañas de las fronteras meridionales (s.II) y, otras sobre pueblos más lejanos, como Descripción de los pueblos tributarios (s.VI).
La importancia de las vías de agua y de la hidrografía en el sistema económico y social determina una serie de trabajos desde el siglo I a.C.
El Libro clásico de las vías fluviales recoge y describe más de cien ríos. En el siglo VI d.C. aparece un Comentario al Libro clásico de las vías fluviales. Más tarde, en los siglos XI-XVI, diversos geógrafos publican obras sobre la conservación de las aguas, el valle del río Amarillo y las costas. Los estudios topográficos se cultivan muy pronto; el más antiguo está dedicado a la geografía de Szechuan (s.IV). A fines del siglo X, bajo la dinastía Tang, se recogen y compilan todos los informes geográficos provinciales.
Muy pronto se elaboran enciclopedias geográficas como una Descripción de las trece provincias (s.IV), la geografía ilustrada del reinado de los Yuan (s.IX) y una descripción general del mundo durante el reinado de Thai-Phing (s.X).
(Fuente: Gérard Chaliand y Jean Pierre Rageau)
Juncos chinos:
Se construían en diferentes modelos y tamaños según el fin al que debían dedicarse.
Es descrito por primera vez por Marco Polo (1298), que refirió que los más comunes eran de cuatro mástiles.
Resultado de una larga evolución que culminó en el siglo XIII.
Los astilleros chinos descubrieron algunas invenciones técnicas navales antes que Occidente.
Detacan el timón de popa y el casco dividido en compartimentos estancos comunicados por escotillas.
Las velas eran de estera de fibra, tejidas con motivos entrelazados y reforzadas mediante listones laterales de bambú.
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