Colombia colonial:
Siglo XVII:
En 1605 fue muy eficaz la presidencia ejercida por el duque de Gandía, Juan de Borja, que reglamentó la instrucción pública y tuvo la curiosidad, rara en sus tiempos, de ordenar componer una gramática de la lengua chibcha, cosa que los párrocos necesitaban para sen entendidos por sus fieles, que no sabían el castellano. En Cartagena estableció Borja el tribunal de la Inquisición. Los jesuitas y los dominicos pleiteaban sobre el privilegio de fundar una universidad con el legado del acaudalado Gaspar Núñez. Perdieron el pleito los jesuitas, pero obtuvieron autorización para fundar otra universidad: la de San Francisco Javier. En 1631 comienza la reconstrucción de la catedral de Bogotá.
En 1654 vuelve a haber ataques piráticos. En 1668 se hizo una expedición contra los indios carares, que atacaban algunos centros urbanos.
Siglo XVIII:
En 1702 se produjo una epidemia de viruela que ocasionó más de 8000 víctimas en Bogotá. Las piraterías extranjeras, que habían proseguido durante todo el s. XVII, tomaban a veces aspecto de batallas campales. El presidente Diego de Córdoba Lasso de la Vega (1703-12) se instaló en la costa por este motivo, como si España hubiese estado en guerra abierta con las potencias que le enviaban sus corsarios. En esta época se inicia una auténtica corrupción de cargos públicos, pues, por falta de numerario, se vendían algunos cargos a nobles influyentes. Los virreyes se nombraban por cinco años con sueldo de 60000 pesos al año. Las rebeliones de tribus indígenas eran constantes, aunque ello no representaba entonces un peligro para la soberanía española. A fines del s, XVIII comienza a manifestarse el espíritu de iniciativa de la clase de los criollos, que más tarde serán los precursores de la Independencia. Durante el virreinato de Manuel Antonio Flórez se sublevaron los llamados «comuneros» (1779-81) debido al aumento de los impuestos. Los gobernantes, aterrorizados, llegaron a conceder a los indios el derecho a ocupar destinos públicos, pero después reprimieron el movimiento. La insurrección de los comuneros aparece históricamente desligada del movimiento de independencia que hubo más tarde, pero puede considerarse un antecedente psicológico de la misma. El virrey Flórez subrayó el fin de la contienda con un indulto general.
Cartagena de Indias:
Fundada en 1533 en un islote aislado en el más protegido rincón de una amplia bahía, Cartagena pronto se convirtió en un próspero puerto comercial. La ciudad era como una pequeña isla rodeada al noroeste por mar abierto (donde se construyeron las primeras murallas), al este por caños y lagunas, y al sur por un lido pantanoso (península de Bocagrande) y una bahía interior, la de las Ánimas, que se abría sobre una segunda amplia bahía, la de Cartagena, en la que se encuentra la isla Tierrabomba. Fue conocida como la ‘Reina de las Indias’.
Junto con Nombre de Dios y Portobelo se convirtió en lugar de partida de la Flota de Tierra Firme. Las naves salían a mediados de marzo para encontrarse en La Habana en abril.
En 1544, los piratas saquearon la ciudad, y años después fue bloqueada y asaltada por John Hawkins (1568) y Francis Drake (1586).
La catedral comienza a construirse en 1575 según el proyecto de Simón González. Resultó seriamente dañada por el asalto de Drake y no pudo ser terminada hasta 1612
El ingeniero militar Bautista Antonelli ideó las efectivas defensas que ayudaron a proteger una plaza tan asediada.
La muralla alcanza en algunos tramos un grosor de 12 metros.
A principios del siglo XVII constituía el segundo núcleo comercial en importancia entre todos los territorios colonizados por los españoles, después de ciudad de México. Revolucionarios nacionalistas liderados por Simón Bolívar, tomaron la ciudad a los realistas en 1815, la volvieron a perder ese mismo año, fecha en que fue sitiada por Pablo Morillo, y la recuperaron en 1821.
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