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El caso Filadelfia:
The case for the UFO, de Morris Ketchum Jessup, fue publicado en Nueva York en 1955. A lo largo del libro, Jessup pedía cuentas al gobierno americano sobre la Teoría del Campo Unificado de Einstein, teoría que, según Jessup- explicaba la fuerza propulsora de los ovnis (y, de paso, su existencia). Unos meses mas tarde, Jessup recibió la primera carta de un hombre misterioso que firmaba como Carlos Miguel Allende y también Carl M. Allen. Allende le contó que una versión de esta teoría había sido aplicada con éxito por la marina norteamericana en 1943.

    Estimado doctor Jessup: Su invocación al público para que se mueva en masa sobre sus representantes y haya así suficiente presión colocada en un correcto y suficiente número de lugares donde pueda ser aprobada una ley para que la Teoría del Campo Unificado del doctor Albert Einstein (1925-27) sea puesta en práctica no es nada necesaria. Se usaron los "resultados" de mi amigo Dr. Franklin Reno... Los resultados fueron y son hoy prueba de que la Teoría del Campo Unificado hasta cierto punto es correcta... El "resultado" fue la completa invisibilidad de un barco, tipo destructor, y toda su tripulación. Estaba navegando. (Oct. 1943). El Campo fue efectivo en una forma esferoidal oblata que se extendía cien yardas (más o menos, debido a la posición lunar y latitud) fuera de cada lado del barco. Cualquier persona dentro de esa esfera se volvía de forma vaga pero él también observó a esas personas a bordo de ese barco como si ellas también estuvieran en el mismo estado y sin embargo estuvieran andando sobre nada. Cualquier persona fuera de esa esfera no podía ver nada, salvo la forma claramente definida del casco del barco en el agua... Quedan muy pocos de la tripulación experimental original ahora, Señor. La mayoría enloqueció, uno salió a través de la pared de su alojamiento a la vista de su mujer e hijo y otros 2 miembros de la tripulación (No volvió a ser visto), dos "se fueron al Fuego" o sea se inmovilizaron y se incendiaron mientras llevaban unas brújulas comunes... (ardieron 18 días)... El experimento fue un éxito completo. Los hombres fueron fracasos completos. Revise periódicos de Filadelfia buscando un parrafito (parte superior de la hoja, interior del periódico cerca del tercio final del periódico, 1944-46 en primavera u otoño o invierno, no en verano) de una noticia describiendo las acciones de los marineros después de su viaje inicial. Asaltaron un local en el astillero de la Marina "Gin Mill" o "Beer Joint" y causaron tanta conmoción y parálisis de las camareras que poco de comprensible se les pudo sacar, que el párrafo y el que lo escribió No Lo cree, y dice "Sólo escribí lo que oí y esas mujeres están locas..."

Esta historia, una de las más famosas leyendas "especialitas" de la IIGM, tiene que resultarles familiar, aunque sólo sea por aquella peli en la que Michael Pare se enrola en la marina y acaba en los años 80. Alejandro, de Tecnología Obsoleta, ha recolectado los trocitos de la historia, incluyendo los documentos presentados por la armada americana y la increíble historia de Al Bielek, presunto superviviente del Eldridge que dió lustre a la historia original, añadiendo los nombres de John Von Neumann y Nicola Tesla a la conspiración. Habemus PDF: Lío en Filadelfia. Con suerte el siguiente cuenta la gran aventura de Nicola Tesla y sus amigos en Argentina y los fantásticos hechos que acontecieron mas tarde.

MAS: Pide un duplicado del diario de a bordo al Museo de Historia Naval. Son veinte dolares | Carlos Allende and the Philadelphia Experiment | Bielek desenmascarado | Proyecto Rainbow - Experimento Filadelfia: el USS. Eldridge, DE-173, | Métodos para "desaparecer" barcos durante la IGM |
Marta Peirano (05/06/06): www.lapetiteclaudine.com


La operación Jennifer (1968):
El 8 de Marzo de 1968 una explosión a bordo del K129, un submarino soviético que portaba misiles nucleares de Clase Golf, proporcionó a los EE.UU. apreciables ventajas estratégicas durante la guerra fría. Quedó hundido sin supervivientes a unos 16.000 pies de profundidad a 750 millas al noroeste de las Islas Hawaii. El acceso a sus secretos parecía quedar lejos de las posibilidades técnicas de la época. Para reflotarlo, la CIA puso en marcha la construcción del buque USNS Glomar Explorer provisto de una plataforma que facilitara la realización de maniobras a grandes profundidades. Fue botado el 01/11/72 con cerca de 60.000 toneladas de desplazamiento, 188 metros de eslora y cinco propulsores diesel de gran tamaño, con 16 cilindros cada uno. Su misión oficial consistía en hacer prospecciones mineras en los fondos marinos, especialmente en zonas con presencia de nódulos polimetálicos de manganeso, labor a la que también se dedicó.

    [...] Los estadounidenses conocían el lugar del accidente con pasmosa precisión, con un margen de error máximo de 10 millas, dado que sus sistemas de escucha y espionaje, concretamente los hidrófonos de la red SOSUS, alertaron tempranamente del suceso. Cuando los buques soviéticos de rescate abandonaron la zona, conscientes de que era imposible acceder a la profundidad del accidente, el buque de exploración Mizar se encargó de iniciar el proceso de rescate, relevando al submarino USS Halibut, que se había mantenido vigilando los movimientos de los soviéticos. La carga del K129 no podía ser más apetitosa, pues en sus silos portaba misiles de ataque a tierra con cabeza nuclear tipo SERB y, en sus camarotes, posiblemente, se hallaban libros de códigos y sistemas criptográficos capaces de servir para “pinchar” las comunicaciones navales soviéticas. Henry Kissinger, a la sazón consejero de seguridad del presidente Nixon, ordenó el inicio de la operación [con desarrollo contratado con el magnate Howard Hughes], naturalmente de alto secreto. No todo el mundo estuvo de acuerdo con la “loca” idea. Durante las votaciones, en el seno del Consejo Nacional de Seguridad, muchos asesores y militares advirtieron que dicha operación era ilegal según el Derecho Marítimo Internacional. A pesar de todo, Nixon firmó la orden secreta. ¿Qué herramienta hacía falta para aquella aventura? Un monstruo jamás visto. El diseño y construcción del USNS Glomar Explorer constituyó todo un reto, tanto tecnológico, como financiero. La opinión pública no se enteró de nada, como casi siempre, hasta que en 1974 Los Angeles Times publicó un rumor al respecto.

    [...] El Glomar Explorer portó en su interior, durante la misión, un submarino avanzado, unido al buque, capaz de sumergirse a grandísimas profundidades. Se trataba del HMB1, o Hughes Mining Barge, una maravilla tecnológica. En total, la “broma” costó más de 200 millones de dólares de la época. ¿Consiguió su objetivo? La verdad, eso no está claro. A pesar de todas las “desclasificaciones”, no se conoce toda la historia. Al parecer, la nave pudo acceder al submarino, explorarlo, recuperar piezas y algunos de los misiles de la sección de proa del submarino. Se supone que, también, se logró acceder a los sistemas criptográficos. Los soviéticos se enteraron pronto de la proeza del Glomar Explorer pero, gracias a una “cortina de humo” de la CIA, supusieron que nada de valor había sido rescatado de la nave. [...] (Alejandro Polanco, www.alpoma.net)


Razzle Dazzle:
Durante la primera Guerra Mundial, las tropas inglesas y americanas caían como pajaritos a perdigones a manos de los U-boats. Todos sus intentos de camuflaje fallaron debido a la volubilidad del mar; todos los colores elegidos resultaban inconvenientes al menor cambio climático. Norman Wilkinson, artista británico y oficial de la armada, encontró la solución hojeando -parece- las revistas de moda de la época. Lo bautizó Razzle Dazzle. Ya sé lo que están pensando. ¿Si soy gracioso y tengo rayas los alemanes no me ven? Como todo en esta vida, es cuestión de perspectiva. Los submarinos no lanzaban sus torpedos directamente sobre el barco enemigo. Como el objetivo se movía, era necesario lanzar el torpedo al lugar donde el barco estaría en el futuro. El comandante debía hilar muy fino para que su torpedo y el bote enemigo llegaran al mismo lugar, al mismo tiempo. Unos segundos antes, unos segundos después, y el disparo habría fallado. Como ven, lo de los torpedos tenia su aquel. El objetivo del Razzle Dazzle era precisamente confundir al comandante alemán con un efecto óptico de modo que el comandante no supiera exactamente a dónde se dirigía el barco. Para muestra, visiten el crucero fancés Glorie o el americano Mahomet. (Marta Peirano)

El vapor maldito Iván Vassili | Llegada de la peste negra (1347) | Ventilación líquida | La Primera Guerra Mundial | Bram Stoker: La goleta Demetrio llega a Yorkshire Comercio canario-norteamericano (s.XVIII)


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