HISTORIA
La Reforma




La Reforma:
Movimiento religioso que a lo largo del siglo XVI extendió por Europa del norte contra la autoridad papal que concluyó con la escisión de la Iglesia católica y el nacimiento de las iglesias protestantes. El descontento provocado por la política que desarrollaba la Iglesia católica (establecimiento de las indulgencias, nombramientos eclesiásticos que no agradaban al pueblo, autoridad ilimitada de los Estados Pontificios en materia laica, etc.) y la influencia de las ideas reformadoras humanistas de Martín Lutero y Calvino provocaron levantamientos populares en muchos países como Alemania, Países Bajos, Dinamarca y, más tarde, Inglaterra. Escocia, Prusia, Suecia, Austria, Hungría, Noruega y Finlandia (y focos aislados en Francia y España), algunos de los cuales abrazaron el protestantismo y, tras los conflictos, se consolidaron como naciones reformadoras. El teólogo alemán Martín Lutero fue el primero que inició la Reforma con su manifiesta oposición a la bula de indulgencia de 1517, lo cual a la larga, le condujo a una ruptura con el Papa y a la posterior formulación de su doctrina. Luchó por el derecho a la libre interpretación de los textos bíblicos, contra la autoridad de la Iglesia en este terreno, y sostuvo la teoría de la salvación a través de la fe y la reforma de los sacramentos, excluyendo la mediación de la institución eclesiástica. Desde el punto de vista político, sin embargo, subordinó la Iglesia al Estado y, de este modo, logró el apoyo de los países nórdicos que perseguían la secularización de los bienes eclesiásticos.

En 1531 Servet publica De Trinitatis Erroribus exponiendo una cristología que contradice frontalmente las creencias imperantes. Para Servet el dogma de la Trinidad carece de base bíblica y niega que el Hijo sea eterno. Especificaría posteriormente que Jesús no es solo divino por gracia, sino también por naturaleza, solo en tanto que participa de la sustancia divina de su Padre. El Espíritu Santo tampoco es una tercera Persona trinitaria sino una manifestación del espíritu de Dios. Por este tipo de disquisiciones el obispo de Zaragoza solicitó la intervención de la Inquisición. Los reformadores alemanes quedan escandalizados de una forma similar. En 1536 Calvino publica Institutio religionis Christianae. En 1546 Servet envía a Calvino su Christianismi Restitutio, que expone una versión del cristianismo cercana al panteísmo. En Europa occidental (Francia, Países Bajos, Escocia), el protestantismo tomó un rumbo diferente, basado en la doctrina del suizo Juan Calvino, quien defendía la independencia de Iglesia como institución ante el Estado y, bajo la guía de la Biblia, propugnaba su reorganización y la de la propia vida de los fieles, de acuerdo a unos rígidos preceptos morales. Por otro lado, Inglaterra, más por motivos políticos que religiosos, formó su propia Iglesia anglicana tras la ruptura de Enrique VIII con Roma. A partir de entonces, surgió el movimiento de Contrarreforma católica, que se dirigió sobre todo contra los tres frentes citados: la Europa nórdica luterana, las iglesias reformadas de los países occidentales y la anglicana en Inglaterra. Las bases fijadas por la Iglesia de Roma en el concilio de Trento (1545-1548) no fueron totalmente aceptadas por los estados católicos más importantes, Francia y el Imperio de Carlos V.

En 1553 se publica Christianismi Restitutio con una falsa identidad como autor. La Inquisición de Lyon detiene a Servet, que escapa y es condenado a muerte in absentia. Reconocido en Ginebra, es detenido y juzgado. El resultado final de su proceso es consensuado entre muchos cargos e instituciones de diversas localidades, y en octubre es quemado en la hoguera. Muchos pensadores protestantes reaccionaron declarándose en contra de que se matara por cuestiones de fe o en defensa de una doctrina.

Guerras de religión:
En 1555, el Tratado de Augsburgo conoció oficialmente las iglesias protestantes en el norte de Europa. En Alemania la Paz de Augsburbo fue considerada por muchos católicos como el triunfo del luteranismo. A partir de entonces, comenzaron las guerras de religión entre los católicos y las distintas ramas protestantes (hugonotes, calvinistas, luteranos, etc.) que marcarían toda una época de fanatismo, y que en muchos casos acabaron derivando en una lucha directa por el poder político. Los enfrentamientos alemanes continuaron hasta desembocar en la devastadora guerra de los Treinta Años (1618-1648). En Francia la debilidad de la dinastía Valois y la rivalidad aristocrática contribuyeron a que se sucedieran las Guerras de Religión francesas. Carlos IX, sucesor de su hermano Francisco II, ordena la matanza de hugonotes la Noche de San Bartolomé (1572). Su madre Catalina de Medici trataba de disminuir la influencia de la familia Guisa apoyándose en los Borbones de Navarra. Enrique III sucede a Carlos IX en 1574 y prosigue su lucha contra los hugonotes. En 1584 nombra heredero al hugonote Enrique de Navarra. El Edicto de Nantes (1598) proporcionó a los hugonotes la libertad de culto y otros privilegios militares que serían abolidos por Luis XIII. Luis XIV revocaría el edicto en 1685. Durante el conflicto francés tuvo lugar el levantamiento de los Países Bajos y la intervención de la Liga Santa convocada por los Guisa, de la que formaban parte el papado y España. La Reforma católica estuvo animada por la gran espiritualidad que movía a muchos de sus participantes.

Juan Calvino (1509-1564):
Nacido en Noyon, Picardía, estudió en París y frecuentó ambientes descontentos o más bien luteranos. De 1533 es su primera manifestación pública de reformador. En 1536 publica el Institutio christianae religionis. Va errante por Europa. Estuvo en Italia, en la corte de los Este de Ferrara, hasta que se detiene definitivamente en Ginebra (1541). El movimiento reformado tiene a Zwinglio como precursor. Desde Zurich, y gracias al liderato de hombres muy capacitados, la reforma zwingliana se propagó a otras ciudades helvéticas. Destacaron Capito y Ecolampadio en Saint-Gall, Viret en Lausana, Farel en Ginebra y Bullinger en Zurich. Cuando Calvino llega a Ginebra en 1536 el protestantismo reformado se había extendido por casi todos los cantones suizos. Logra, en breve tiempo, reorganizar la ciudad, imponiendo un yugo despiadado, hasta la inspección de la vida íntima de cada uno, con penas severísimas para los pecadores. Centenares de personas fueron procesadas y condenadas. Apagada en sangre toda oposición, Calvino domina totalmente la ciudad, que se internacionaliza porque era lugar de reunión de los reformados de todos los países. La doctrina de Calvino acentúa hasta los últimos extremos algunos caracteres fundamentales del luteranismo. Afirmaba una rigurosa predestinación de todos los hombres. Acentúa la soberanía de Dios en la salvación o condenación del hombre, el cual, a causa del pecado original, vive en la corrupción y el vicio. Una predestinación absoluta afecta al hombre antes y después de la caída. El hombre depende desde siempre de la voluntad divina. Es Dios quien concede la gracia. El libre albedrío no es factor determinante en la fe, que depende del Espíritu Santo. La comunidad de los fieles es resultado del ejercicio de los sacramentos (bautismo y eucaristía, en la que no hay presencia real de Cristo). La única regla y autoridad es la de la Biblia. El principio de su interpretación es el testimonio del Espíritu Santo -condición de posibilidad de la interpretación misma-. Uno de los signos que Dios muestra al predestinado es la recompensa económica, idea que fomentó el ahorro y el trabajo a diferencia del luteranismo, que fomentó la vida agraria. Relacionándolo con el capitalismo, Max Weber resaltaba el impulso que dio a la industria y el comercio. Su sistema teológico tuvo gran influencia en el desarrollo cultural, social y político de Occidente. Dio origen al presbiterianismo, principalmente el escocés fundado por John Knox, a hugonotes y puritanos.

Sixto V, papa desde 1585 a 1590 (Félix Peretti Grottammare, 1520). De familia muy pobre, de la Orden de los Menores conventuales, llevó al pontificado la energía excepcional de una naturaleza terrible, cuyos métodos bruscos y violentos denunciaron siempre su procedencia campesina. En pocos años desarrolló una actividad febril, tanto para la reforma espiritual de la Iglesia como para devolverle la plena independencia política. Entabló conversaciones con Enrique IV de Francia, hugonote, para sustraerse de la hegemonía española. Consiguió reorganizar el Estado pontificio. Logró deshacerse del bandolerismo y limpiar el país de lo que constituía una plaga, con inflexibles condenas. Siguiendo un programa moralizador y purificador, infligió numerosas penas, incluso de muerte, a los reos de delitos comunes o contra las costumbres.

En 1610 el místico y teósofo luterano Jakob Böhme comienza a escribir sus experiencias religiosas. Declaró que su obra Aurora fue redactada bajo el impulso de Dios. El pastor Gregorius Richter, primado eclesiástico de Görlitz, prohibió a Böhme escribir bajo pena de destierro. Sus libros eran publicados de forma clandestina por sus amigos y tenía seguidores y aliados entre los magistrados municipales. Acabó siendo acusado de herejía y expulsado de la ciudad. Su obra influyó en el enemigo de la Ilustración y la Revolución francesa J. de Maistre (1753-1821).

Rupturas y cambios generales:
El cristianismo es visto por los cristianos como el florecimiento del judaísmo. Pero para los judíos fue una fractura de la comunidad judía, una terrible herejía, que ha provocado innumerables perjuicios al pueblo israelita. La Reforma protestante puede ser vista como la creación de un nuevo cristianismo, el surgimiento de una pluralidad de comunidades religiosas, los luteranos, los calvinistas, los anabaptistas y luego, de vez en vez, hasta los metodistas y los baptistas reformados. Pero también puede ser considerada la desintegración de la iglesia católica medieval, la pérdida irreparable de su unidad. El bolchevismo se afirmó desintegrando el sistema político ruso, destruyendo a los socialrevolucionarios, al Partido de los Campesinos, al Bund. Los movimientos juveniles de los años sesenta, pensemos sólo en los hippies, han transtornado las universidades, puesto en crisis las viejas asociaciones, modificando las relaciones en el interior de la familia. Y lo mismo ha ocurrido con el feminismo que ha unido a las mujeres, pero alterando, destruyendo y modificando las relaciones entre los sexos. (F.Alberoni)


Dos caminos de salvación:
Todos los implicados [en las guerras entre cristianos de los siglos XVI y XVII] aceptaban la divinidad de Cristo y Su evangelio de compasión y amor. Sin embargo, no estaban de acuerdo acerca de la naturaleza de dicho amor. Los protestantes creían que el amor divino es tan grande que Dios se hizo carne y permitió que se Le torturara y crucificara, con lo que redimió el pecado original y abrió las puertas del Cielo a todos los que Le profesaban fe. Los católicos sostenían que la fe, aunque esencial, no era suficiente. Para entrar en el Cielo, los creyentes tenían que participar en los rituales de la Iglesia y hacer buenas obras. Los protestantes se negaron a aceptarlo, aduciendo que esta compensación empequeñecía la grandeza y el amor de Dios. Quien piense que entrar en el Cielo depende de sus propias buenas obras magnifica su propia importancia e implica que el sufrimiento de Jesucristo en la cruz y el amor de Dios por la humanidad no bastan. (N.Harari)

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