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Galileo Galilei



Galileo Galilei (Pisa 1564-1642). Retratado (1636) por Justus Sustermans (1597-1681) Galileo Galilei (Pisa 1564-1642) y Heliocentrismo:
El señor Galileo Galilei nace en Pisa en 1564, un año después de que finalizara el Concilio de Trento; en el que la Iglesia romana y católica cerraba filas contra las doctrinas protestantes que se extendían por Europa y un rígido control en la interpretación de la Biblia y cuestiones doctrinales se imponía mediante la Inquisición. Los jesuitas españoles forman parte importante de este Concilio y se constituyen como milicia al servicio del Papa de Roma.

    Entonces Josué habló a Jehová entregó a los amorreos ante los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: ¡Sol, detente sobre Gabaón; y tú Luna, sobre el valle de Ajalón¡ Y el Sol se detuvo y la Luna se paró, hasta que el pueblo se hubo vengado de sus enemigos. El Sol se detuvo en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.

El señor Copérnico, astrónomo polaco, había publicado poco antes de su muerte, en 1543, su libro DE REVOLUTIONIBUS ORBIUM CAELESTIUM, en el que los movimientos aparentes del sol y las estrellas, y los extraños movimientos de los planetas se podían explicar admitiendo el doble movimiento de la Tierra: la rotación diaria sobre su eje y la traslación anual alrededor del sol. Aunque el contenido del libro es presentado como una hipótesis matemática sin pretensiones de explicar la realidad física, el libro es recibido con desconfianza por las autoridades eclesiásticas que, no lo olvidemos, en estos tiempos detentaban el saber y defendían la concepción aristotélica-ptolemaica del universo, la explicación que el sentido común daba del mundo que nos rodea. Galileo se gana la vida como profesor de matemáticas y explica a sus alumnos la concepción aristotélico-ptolemaica del mundo, que está constituida alrededor de dos ideas principales: la teoría de los cuatro elementos y la teoría de los lugares naturales. Los cuatro elementos son: la tierra, el agua, el aire y el fuego. La tierra, que es el elemento menos noble está en el centro, sobre ella esta el agua, después el aire y a continuación el fuego. Todo ello constituye el mundo corruptible; luego vendría la esfera de la Luna a partir de la cual todo estaría constituido por la quintaesencia, el éter, que es perfecto, eterno e incorruptible. Después seguirían las esferas en las que estarían encastrados el Sol y los planetas, y finalmente la octava esfera de las estrellas fijas, que sería el límite del universo. El movimiento se transmite desde la última esfera hasta las mas internas haciendo presión sobre el éter. Un mundo esférico y finito en el que la tierra es el centro y el hombre la criatura mas privilegiada.

En 1598 muere Felipe II y el Imperio español es el más poderoso del mundo. En 1600, la Inquisición romana condena a Giordano Bruno, fraile y librepensador que ha predicado contra el Papa en todas las cortes europeas protestantes. Uno de los cargos contra Bruno es el de difundir que los mundos son infinitos y que la Tierra no es el centro del Universo. El personaje que preside el tribunal que condena a Giordano Bruno es el cardenal Roberto Bellarmino (1542-1621), jesuita, teólogo y encargado de velar por la pureza de la doctrina Católica.

Galileo explicando el movimiento de los planetas Descubrimientos astronómicos:
En 1600 Galileo descubre cosas sorprendentes cuando dirige su telescopio artesanal, construido por él mismo, a los cielos estrellados. Desde hacía 15 años, Galileo secretamente se había convertido en heliocentrista, es decir, que pensaba que la concepción copernicana explicaba mejor el Universo. Pero era una convicción teórica que no estaba apoyada por el sentido común. Pero cuando Galileo se pasa las noches mirando a los cielos con su telescopio, descubre cosas maravillosas nunca antes vistas por los humanos:

  • montañas en la Luna semejantes a las de la Tierra.
  • manchas en la superficie solar que contradecían la teoría de la perfección de los astros por encima de la Luna.
  • cuatro satélites que giraban alrededor de Júpiter, de forma similar a como lo hace la Luna alrededor de la Tierra.
  • las fases de Venus: creciente,menguante.....

Fenómenos todos ellos incompatibles con la explicación Ptolemaica y oficial. Entonces Galileo pierde el miedo y anuncia al mundo sus descubrimientos en un libro que tituló: Sidereus nuncius. Al principio estos descubrimientos causan gran sensación. Galileo es nombrado Matemático y Filósofo del Gran Duque de Toscana. Viaja a Roma en 1611 y consigue elogios y aprobación de algunos jesuitas y del mismo Papa Paulo VI. El cardenal Barberini, cuatro años más joven que Galileo, apoya decididamente sus tesis heliocéntricas y queda impresionado con la personalidad de éste a quien considerará un amigo... Galileo ahora está convencido no sólo de la verdad de la teoría heliocéntrica, sino de su capacidad para convencer a las autoridades eclesiásticas de que las nuevas teorías explican físicamente el movimiento de los cielos. Pero este cambio de la concepción del mundo tendrá una dimensión cultural y política enormemente más complicada que la que suponía el optimismo de Galileo, y los poderes reaccionarios y conservadores empezaron a organizarse para combatir las nuevas ideas, que ciertamente dejaban al saber oficial en muy mal lugar. Galileo siente el peligro cuando sabe que sus enemigos intentan convencer a sus protectores, Los grandes Duques de Toscana. Y entonces escribe una larga carta a Cristina de Lorena, la gran Duquesa. En la Biblia, el libro sagrado de los cristianos, se dice que Dios paró el sol para permitir que siguiese la batalla en que los israelitas, al mando de Josué, vencieron a los filisteos. Por tanto defender la tesis de que el sol está inmóvil y la Tierra gira alrededor de él es ir en contra de lo revelado por Dios. Esta interpretación es la que Galileo va a tratar de desmontar diciendo que además del Libro Sagrado está también el Libro de la Naturaleza, y ambos han sido creados por Dios; y que el lenguaje en que éste está escrito es el de las Matemáticas y sus letras son triángulos y círculos. La cuestión está en saber interpretar lo que dice la Biblia, que, siendo una obra literaria, usa de metáforas. Galileo afirma en esta carta que el libro de la Naturaleza (la Ciencia) es el adecuado para tratar de comprender el Universo. El predicador dominico Tomás Caccini acusa de impío a Galileo y a los matemáticos desde el púlpito de Santa María Novella de Florencia. En 1615 Galileo es acusado formalmente ante un tribunal de la Inquisición. Roberto Bellarmino conmina a Galileo a abandonar la defensa de las teorías copernicanas y le prohibe su defensa o su enseñanza. Los libros de Copérnico son incluidos en el índice de Libros Prohibidos y se declara :

    "... que el sol está en el centro del Mundo y que la Tierra no lo sea y que no esté inmóvil es una teoría absurda en filosofía y herética en cuanto a la verdad teológica".
Galileo prudentemente se retira de la vida pública a la espera de tiempos mejores...

En 1623 su amigo el Cardenal Barberini (1568-1644) es nombrado Papa con el nombre de Urbano VIII y Galileo cree que ha llegado el momento de continuar la lucha por sus ideas. Publica Il saggiatore, libro en el que polemiza agriamente con el jesuita Orazzo Grassi sobre la naturaleza de los cometas. Poco a poco se va enemistando con los poderosos jesuitas, que apoyan las buenas relaciones del Papado con España. Por otra parte, Urbano VIII simpatiza con Francia, una potencia emergente que se opone a la hegemonía española. Galileo recibe el permiso del Papa para escribir un libro en el que quedarían explicados los dos sistemas del mundo. Pero es advertido de que sólo podrá hablar de la hipótesis copernicana como una mera hipótesis matemática sin pretensiones de que sea una explicación física. En 1632 Galileo publica Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo. En él, Galileo ridiculiza a los defensores del sistema geocéntrico. Las autoridades eclesiásticas se sienten traicionadas y el propio Urbano VIII monta en cólera y decide procesar a Galileo. En 1633 Galileo con 69 años y semiciego es obligado a abjurar de sus teorías y es condenado a reclusión domiciliaria hasta el año de su muerte en 1642. Hay que esperar hasta 1992 para que Juan Pablo II reconozca, y con él, oficialmente la Iglesia católica y romana, la tremenda injusticia que se cometió con Galileo.

    Retractación de Galileo (junio 1633):
    [...] teniendo ante mis ojos los Santísimos Evangelios y poniendo sobre ellos mi propia mano, juro que siempre he creído, creo ahora y que, con la ayuda de Dios, creeré en el futuro todo lo que la Santa Iglesia Católica mantiene, predica y enseña. Pero como yo, tras haber sido amonestado por este Santo Oficio a abandonar completamente la falsa opinión de que el Sol es el centro inmóvil de universo, y que la Tierra no es el centro del universo y se mueve, y a no sostener, defender o enseñar de ninguna manera, ni oralmente ni por escrito, la mencionada falsa doctrina; y tras haberme sido notificado que dicha doctrina es contraria a las Santas Escrituras, escribí y di a la imprenta un libro en el que trato de dicha doctrina ya condenada, y presento argumentos de mucha eficacia en su favor, sin llegar a ninguna conclusión: he sido hallado vehementemente culpable de herejía, es decir, de haber mantenido y creído que el Sol es el centro inmóvil del universo, y que la Tierra no está en el centro del universo y se mueve. Sin embargo, deseando eliminar de las mentes de vuestras Eminencias y de todos los fieles cristianos esta vehemente sospecha razonablemente concebida contra mí, abjuro con corazón sincero y piedad no fingida, condeno y detesto los dichos errores y herejías, y generalmente todos y cada uno de los errores y sectas contrarios a la Santa Iglesia Católica [...]


Galileo: Tribunal Galileo Galilei (1564-1642):
Nacido en Pisa, estudia Medicina y Filosofía. Profesor en Pisa y en Padua. Publica Sidereus Nuntius, en el que apoya a Copérnico. El cardenal Belarmino le amonesta, y guarda silencio durante algún tiempo, hasta que responde al jesuita Horacio Grassi con Il saggiatore (el pescador). En el año 1632 publica Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, en forma de diálogo, en el que parece que ridiculiza en uno de sus personajes al papa Urbano VIII. Se le condena y abjura. Vive en arresto domiciliario de 1633 a 1642, año en que muere, escribiendo durante este tiempo Diálogos sobre dos nuevas ciencias. La revolución científica de los siglos XVI y XVII basa fundamentalmente sus postulados en contradecir el sistema aristotélico - ptolemaico dominante durante la Edad Media y que partía de dogmas como:

  • División del mundo en dos esferas: celeste y terrestre.
  • Geocentrismo: La Tierra está situada en el centro del Universo y permanece inmóvil.
  • El cielo posee forma esférica y tiene un movimiento de giro. Todos los cuerpos celestes se mueven de forma uniforme y en círculos perfectos.

En la constitución de " la nueva ciencia " se pueden considerar tres grandes períodos, el primero se inicia con Copérnico en la 1ª mitad del siglo XVI, un periodo intermedio de consolidación representado por Galileo y Kepler; y una tercera fase posterior en donde la figura principal es Newton. El sistema copernicano es iniciado por Copérnico, quien abre el camino hacia la nueva astronomía, aunque mantiene determinados postulados correspondientes al sistema ptolemaico. Entre sus innovaciones podemos señalar:

  • El heliocentrismo: el Sol es el centro del sistema planetario.
  • Los tres movimientos de la Tierra: rotación diaria axial, movimiento anual orbital, y movimiento cónico y anual del eje.
  • Respecto al tamaño del mundo dice: que es tan grande que la distancia de la Tierra al Sol... es como nada cuando se le compara con la esfera de las estrella fijas.

Sin embargo, mantenía ciertos postulados del periodo anterior como: · El movimiento uniforme y circular. · La existencia de esferas celestes. La obra astronómica de Galileo supone la divulgación de la astronomía copernicana. Emplea los numerosos descubrimientos obtenidos gracias al telescopio (los primeros datos astronómicos cualitativamente nuevos desde la antigüedad) como argumentos en favor de Copérnico, y es capaz de descubrir lo siguiente:

  • La superficie de la Luna no es llana: es de carácter rugoso, hay montañas y valles. La Luna, por tanto no es una esfera perfecta como creían los aristotélicos. Desmiente con ello la inalterabilidad de los cuerpos celestes.
  • El Sol tiene manchas, lo cual quiere decir que no es homogéneo en todas sus partes. El Sol padece mutaciones, luego los astros no son inmutables.
  • En su obra Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo discute las teorías geocéntrica y heliocéntrica y combate los presupuestos de la cosmología aristotélica porque no encuentra justificación: ¿por qué el Universo ha de tener un centro y no más de uno?, ¿por qué va a ser finito y no infinito?.
  • Queda confirmado y ratificado el sistema copernicano y superado el aristotélico-ptolemaico.
  • Queda en entredicho la Biblia como libro de ciencia; es un libro religioso que utiliza el lenguaje vulgar del momento, pero su misión no es revelar verdades científicas.

Desde Galileo, el método científico debe:

  • Rechazar el criterio de autoridad de la iglesia y de los filósofos anteriores.
  • Observar rigurosamente los fenómenos.
  • Hacer repetidas experiencias y separar lo esencial de lo accidental.
  • Formular hipótesis y corroborarlas con los hechos.

Podemos decir que la ciencia moderna empieza con Galileo, que es el iniciador de una auténtica revolución científica. No sólo por su verdad central (geocentrismo, heliocentrismo), sino que sienta las bases de una verdadera ciencia. La ciencia es la que influyó más decisivamente en el período del Renacimiento en dos aspectos: * TÉCNICAMENTE: La ciencia aplicada es fruto de la modernidad. En la época griega la ciencia no afectó a la vida social. Ahora se aplica a la ingeniería , a la medicina, a la guerra, etc. El Renacimiento supone una revolución intelectual y el comienzo de una nueva manera de hacer ciencia. * INTELECTUALMENTE: El mundo de la cultura civil y religiosa no aceptó fácilmente el heliocentrismo. Se ponían dificultades obvias:

  • El movimiento de la Tierra suponía aceptar unas distancias enormes en relación con las estrellas fijas. Eso era admitir un poder inusitado en la razón humana que era difícil de aceptar, y que seria lo que ha facilitado la ciencia moderna.
  • Los textos de la Escritura, en los que se aferraban la Iglesia católica y la protestante que tomaban la Biblia como única autoridad.
  • La autoridad de la Iglesia quedaba en entredicho, ya que seguía manteniendo el geocentrismo.

La conclusión es que no hay filosofía que pueda enseñarnos la verdad de la naturaleza mejor que la experiencia. Galileo, eliminando toda consideración finalista de la naturaleza, y basándose solo en la experiencia ha llevado la ciencia moderna a su madurez.


Aristóteles Ciencia y heliocentrismo: Ciencia griega clásica:
Platón y Aristóteles:
Son dos personajes que destacaron, en Grecia, por sus descubrimientos y avances en el campo de la mente y del pensamiento del Hombre, desde posiciones diferentes. En primer lugar, Platón, discípulo de Sócrates, es el representante de la corriente del pensamiento racional, es decir, para él todas las explicaciones lógicas deben ser hechas por medio de la Razón y usando pura y simplemente el pensamiento y la inteligencia humana. Utilizando este racionalismo innato, Platón desvaloriza completamente los datos sensoriales (los que nos dan los sentidos) y afirma que éstos obscurecen el verdadero saber, porque son copias sujetas a cambios y transformaciones permanentes. Por otra parte, Aristóteles representa la corriente empírico-racional; para llegar a conclusiones universales, parte de los datos de los sentidos y será la Razón quien articule estas informaciones. De este modo y mediante la abstracción, Aristóteles llega a una causa primera, origen de todos los objetos observados. Este método, esta forma de construir la Ciencia, se denomina método inductivo. Aristóteles desplazó el centro de gravedad de la reflexión, devolviendo al mundo material, repudiado por Platón, un estatuto superior.

El cosmos aristotélico:
A Aristóteles debemos también la creación del sistema Geocéntrico, es decir, con la Tierra en el centro de todo el Universo. Este universo presenta cuatro características importantes: el geocentrismo; la jerarquía; la heterogeneidad; lo finito. En relación con el Geocentrismo ya habíamos visto que consistía en que la Tierra ocupa el centro del Universo aristotélico. La cuestión de la Jerarquía explica la ordenación del Universo por grados de perfección: el mundo físico terrestre, el mundo físico del cielo y el Primer Motor Inmóvil. Este Universo era además heterogéneo en la medida en que los mundos estaban compuestos por materias diferentes. Así, el mundo terrestre estaba formado por los cuatro elementos; el mundo del cielo, por el éter, y el Primer Motor Inmóvil era energía pura, sin forma ni materia. Y, por último, el Universo era Finito porque acababa en la esfera de las estrellas fijas.

Adaptación del viejo modelo al dogma cristiano:
Este sistema fue aceptado durante cerca de diez siglos ya que la Iglesia lo adaptó a su doctrina. Aprovechándose de la ignorancia y del miedo de la población en general, los escolásticos, como Santo Tomás de Aquino, filtraron el modelo aristotélico y lo adaptaron a su doctrina para que nada fuera contra las Escrituras. Entre el modelo de Aristóteles y el modelo escolástico existen claras diferencias. Aristóteles afirmaba que el Primer Motor Inmóvil era el que movía el Universo con su energía y poder. La Iglesia lo llamó Dios, padre todopoderoso, omnipotente y divino. La Iglesia afirmaba además que el Universo había sido creado (como podemos ver en el libro del Génesis, en las Sagradas Escrituras). Esta idea iba contra lo que Aristóteles defendía: el Universo es eterno y nada ni nadie lo había creado. La Iglesia no admitió cambios en este sistema porque le convenía a sus intereses jerárquicos.

Escaso desarrollo del conocimiento:
En estos tiempos medievales no evoluciona el saber, pero sí se produce una "leve recapitulación" de los clásicos. Los descubrimientos y la navegación marítima contribuirán, junto a otros factores, a un cambio completo en la mentalidad de las personas y del mundo. El ensanchamiento geográfico del viejo globo aporta nuevas cuestiones filosóficas y teológicas al medio en que se vivía:

    "Si el Hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, ¿cómo explicar la existencia de tantas razas y pueblos diferentes?", "En un mundo siempre creciente, que parece no tener fin, ¿cuál será el lugar para Dios?".
Con Galileo Galilei surge el nuevo concepto de Ciencia moderna, con la técnica aliada a la investigación, que posibilitará más y mejores avances en el campo tecnológico.

    "En la discusión de los problemas de la Física, no se debería tomar como criterio la autoridad de los textos sagrados, sino las experiencias y las demostraciones matemáticas." (Galileo).

Surge un nuevo ideal de Ciencia, con un nuevo objeto de estudio y también un nuevo método. Galileo se preocupa ahora más de los fenómenos (lo que se nos aparece) que de lo metafísico, y lo hace desde las explicaciones y las fórmulas matemáticas, sobre las que tenía total dominio y confianza. Con el apoyo de su telescopio, construido por sí mismo, Galileo consigue observar los cielos y descubrir que el sistema cosmológico aristotélico-escolástico no pasa de ser una falsedad mal fundamentada y explica todos aquellos movimientos irregulares de los astros partiendo del principio de que es el Sol el que se encuentra en el centro del Universo (Heliocentrismo). La Iglesia ve ahora que su reputación desciende de nivel y que su jerarquía puede ser discutida, y condena a Galileo, que fue obligado a abjurar de todo aquello que había afirmado y descubierto.
Autor:
Extraído de: nti.educa.rcanaria.es


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