NAVEGACION
Submarinismo



Buceo:
Para el submarinismo se han desarrollado aparatos de respiración independiente bajo el agua (scuba), externos a los trajes de buceo. Difieren de los trajes convencionales de buceo en que están concebidos para nadar, mientras que los del otro tipo, más molestos, están diseñados para andar sobre los fondos marinos. Una forma de este tipo de aparato, una máscara ligera de respiración que opera con el mismo principio del traje de buceo independiente, se usó durante la II Guerra Mundial por equipos de demolición submarina, para limpiar de minas y otros obstáculos los lugares de desembarcos anfibios. La forma más popular es el aparato de aire comprimido diseñado en Francia durante la II Guerra Mundial por el oficial de la Armada y explorador submarino francés Jacques Yves Cousteau. La escafandra es autónoma gracias a cilindros de aire comprimido que se llevan en la espalda y que alimentan de aire al buceador a través de una pieza que se introduce en la boca. La presión se regula con unas válvulas que proporcionan un suministro constante de aire que está equilibrado con la presión del agua.

Descompresión:
Hasta los 60 m de profundidad se utiliza aire normal. A mayor profundidad el nitrógeno tiene un efecto narcótico y deben usarse otras mezclas gaseosas como el heliox (helio y oxígeno). La experimentación con estas mezclas empezó en 1920. Un buzo que utilice heliox puede trabajar a más de 200m (se ha llegado a alcanzar los 400m). De vuelta a la superficie se debe ascender de forma muy gradual para que los gases disueltos en la sangre, a causa de la elevada presión, tengan tiempo de ser transportados a los pulmones sin formar burbujas que ocluyan los vasos sanguíneos. La descompresión súbita puede ocasionar parálisis o incluso la muerte. El tiempo de descompresión puede llegar a varias horas.

Posibles contratiempos:
Se puede experimentar la presencia de agua en las gafas, en los tubos, el agotamiento de las reservas de aire, filos cortantes en los pecios y una emersión precipitada. Muro azul: En zonas muy profundas llega un momento en que el buceador pierde de vista la superficie. El fondo no se distingue y se carece de puntos de referencias (rocas, casco de embarcasión, cuerdas). Da la impresión de encontrarse en el interior de una inmensa esfera azul, donde las nociones de arriba y abajo han perdido su valor habitual. Ello puede provocarle un momento de vértigo. El modo de contrarrestarlo consiste en fijarse en las burbujas ascendentes que siempre indican la dirección a la superficie.

Buzos en la actualidad:
En ingeniería civil sus tareas son muy diversas. Entre ellas están la perforación y conducción (petróleo y gas natural), instalación y reparación de cables submarinos, boyas y redes, inspección y mantenimiento de diques, soldaduras especiales. Las inmersiones con mezclas de gases (Trimix o hydreliox) permiten trabajar a profundidades de entre 200 y 500 metros. La escafandra rígida canadiense Newtsuit permite trabajar a 300 metros. Sus derivados Hardsuit permiten trabajos a 600 metros. Para determinadas tareas en las que resulta posible se emplean bengalas de calcio para iluminación subacuática.


Entrevista a Herbert Nitsch. Por Vanessa Navarro:
Después de Umberto Pelizzari era difícil imaginar que un ser humano lograra superar la profundidad que él alcanzó a pulmón libre. Entonces llegó usted y alcanzó los 84 metros de profundidad. ¿Existe algún límite en este deporte? Estoy seguro de que tenemos límites en nuestro cuerpo, pero todo depende de los materiales que se usen y sobre todo de las técnicas; dominándolas se puede hacer mucho más. Hay muchas cosas acerca de nuestro cuerpo que la medicina normal desconoce y que se van descubriendo poco a poco. ¿Qué opina del riesgo que entraña practicar un deporte como la apnea? Yo no diría que es muy peligroso si se siguen las medidas básicas de seguridad: no entrenar nunca en solitario, hacerlo con otras personas que sepan también lo que están haciendo y si se llega hasta el límite, tener un equipo preparado a tu alrededor por si algo ocurre. Si hay algún problema durante una inmersión, puede ser fácilmente solucionado si se tiene un buen equipo alrededor.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado hasta el momento? Cuando logré un récord de apnea dinámica de 84 metros de profundidad en el campeonato de Ibiza. Fue un reto sobre todo porque había a mi alrededor gente de todos los países, mirando expectantes lo que hacía y eso hizo que sintiera un montón de presión. Anteriormente en Austria, el récord conseguido en lago también fue un gran reto, porque es muy diferente conseguir un récord durante una competición, en la que participan muchos deportistas y no importa tanto si lo consigues o no, como organizar un espectáculo exclusivamente para conseguir un récord. En ese caso tienes que preocuparte por ti, por la gente que tienes alrededor y por la organización: ambulancias, equipos técnicos, etcétera.
¿Qué pasos sigue durante la inmersión cuando trata de conseguir un récord? Primero realizo ejercicios respiratorios para reducir el metabolismo y relajarme; trato de olvidarme de todo lo que ocurre a mi alrededor. Después comienzo a hacer una serie de inmersiones: primero desciendo unos diez metros de profundidad y permanezco allí durante tres minutos, tratando de relajarme y adaptarme a la situación del agua y a la presión; luego salgo y vuelvo a sumergirme, esta vez hasta unos cincuenta metros. Esta serie de inmersiones las realizo usando tan sólo los brazos, ya que debo mantener descansadas las piernas hasta la inmersión definitiva.
¿Qué se siente cuando se está a 84 metros de profundidad? Cuando estoy en competición, trato de concentrarme en las bases del deporte, en mantener la respiración, en que mi cuerpo esté regulado, utilizando técnicas de ecualización, etc. Cuando se alcanza el límite de profundidad llega un momento en el que no te queda más oxígeno para subir a la lancha, por lo que estando ahí abajo trato de estar lo más relajado posible y olvidarme del resto del mundo. Si es una inmersión importante, no tienes tiempo para mirar a tu alrededor. Es muy diferente cuando lo haces por placer, entonces sí se mira y se disfruta del paisaje.
¿Hay alguna técnica especial para mantener la respiración durante tanto tiempo? Hay muchísimas técnicas, algunas de ellas las he adquirido de la gente con la que he aprendido y practicado este deporte, otras son totalmente individuales. Pero es muy difícil explicar qué hago para mantener la respiración, simplemente lo hago, depende del momento. Con ejercicios respiratorios voy manipulando los gases dentro del cuerpo y voy reduciendo la actividad cerebral. Consiste en relajar no sólo los músculos sino también la mente, trato de entrar en un estado semidormido.
¿Qué piensa acerca de las opiniones que muchos profesionales de la medicina han manifestado acerca del peligro que este deporte supone para la salud? Bueno, existen diferentes opiniones sobre esto. De cualquier modo, a este respecto yo realmente he sentido no miedo, pero sí respeto, y esta es la razón por la que no entreno durante mucho tiempo antes de una competición, porque no sé nada sobre todo eso. Sé lo que la gente dice sobre el deporte, que si te mantienes más de tres minutos sin respirar puede ser malo para ti (*). Pero yo tengo una serie de doctores a mi alrededor que conocen el deporte, profesionales en el buceo de profundidad, y ellos me han dado los motivos para no estar asustado a este respecto. No tengo a este equipo de profesionales conmigo cuando entreno, pero sí llevo un control y si tengo cualquier problema acudo a ellos. (*) Su récord actual está en ocho minutos y seis segundos. En free inmersion alcanza los 96 metros de profundidad.


Jacques-Yves Cousteau (11/06/1910-25/06/1997):
En aquel entonces sólo se conocía para bucear las pesadas escafandras unidas por un tubo de aire a la superficie, demasiado complicado para Cousteau, que sueña con una escafandra autónoma. Un sueño que pronto se hace realidad, ya que en 1943 elabora con el ingeniero Emile Gagnan, inventor de un descompresor para vehículos de gasógeno, el equipo de respiración submarina basado en aire comprimido contenido en una botella. La patente del Aqua-Lung y los derechos de fabricación del aparato por parte de la empresa Aqualung, que sigue siendo hoy número uno del mercado de equipos de buceo, reportaron un excelente rendimiento económico. Con la ayuda de su invento se dedica a filmar restos de la guerra para la Marina o restos arqueológicos. En 1947 alcanza la profundidad de 100 metros y se entusiasma por la oceanografía. La asombrosa capacidad que tiene de financiar sus proyectos se desvela cuando en 1950 lord Guinness, un mecenas inglés, compra para él un antiguo dragaminas británico. Transformado en navío oceanográfico, el Calypso se convertirá en protagonista de las aventuras del comandante Costeau sobre y bajo los mares.

El submarinismo se practica en dos modalidades: la inmersión en apnea, o inmersión libre, y la inmersión con escafandra autónoma. En esta última se utilizan tres tipos de aparatos: de circuito abierto, que funcionan con aire (tipo Cousteau-Gagnan); de circuito cerrado, que funcionan con oxígeno, y de circuito semicerrado, que funcionan según distintas combinaciones. Estos dos últimos tipos de aparatos son los utilizados principalmente por los hombres rana.

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