Ciudades:
La localización de las ciudades fundadas por los colonizadores atendía a la utilidad económica. Las primeras se establecieron en zonas de densa población indígena con rica agricultura. Cuzco y México se establecieron sobre ciudades indígenas. Las en otro tiempo pujantes ciudades mayas del Yucatán se despoblaron por agotamiento de la tierra y fueron cubiertas por la selva. El emplazamiento de La Habana, Lima, Cartagena de Indias y Panamá se eligió en base a su situación propicia para el intercambio comercial. Las ciudades mineras de Potosí y Zacatecas crecieron junto a los yacimientos. En las ciudades más importantes fueron ganado importancia las funciones administrativas civiles y militares.

A finales del siglo XVI Potosí pasó de los 100.000 habitantes, igualando a las capitales europeas en población. A pesar de sus 4.000 metros de altitud la plata que producía atraía a gran cantidad de artesanos especializados y hombres de fortuna. El puerto de Veracruz atrajo a comerciantes españoles al poco tiempo de crearse el asentamiento.

En territorios alejados se establecieron misiones religiosas administradas con un peculiar régimen comunitario. El territorio donde disminuía el control militar español entrañaba riesgos adicionales para los religiosos. Las tierras adecuadas para la plantación de caña de azúcar, café y cacao tenía un clima poco apto para los europeos. Algunos asentamientos debieron ser trasladados tras comprobarse la falta de idoneidad del lugar como salubridad y los efectos de las tormentas. El proyecto de controlar con un asentamiento el paso del estrecho de Magallanes fue un total desastre desde el principio.

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