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Michael Nyman



Michael Nyman Entrevista a Michael Nyman. Por Xabier Rekalde:
Pregunta.- ¿Es usted consciente de la diferencia que existe entre The Piano y su obra precedente? Respuesta.- La música de The Piano es muy diferente y a la vez consecuente. Unos oyen las similitudes y otros me apuntan las diferencias. La mayoría me dice que, por primera vez, aparece la melodía, y sin embargo, yo pienso que toda mi composición es melódica. Quizás sucede que esta vez las melodías no están escondidas ni disfrazadas. Ocurre que aquí he utilizado las fuentes, la música popular escocesa, presentándola directamente. Al tema principal, The Heart Ask Pleasure First lo dejé respirar, con una mínima intervención. Sin embargo en The Fling hice mi trabajo habitual, lo corté, lo repetí, etc., y The Promise lo elaboré en un estilo del siglo XIX, pero suena muy moderno. El secreto era buscar el equilibrio entre lo que era necesario, desde un punto de vista histórico y emocional, para el filme, y mi identidad como compositor. Yo era consciente de este equilibrio y de que unas veces la balanza se inclinaba hacia lo romántico, y otras hacia mi estilo.

El piano P.- Especialmente en la Obertura del filme, he notado un tratamiento a la tradición estadounidense, a la banda sonora convencional como la suelen entender Goldsmith, North o John Barry, por ejemplo. R.- Yo quería dar a la película la mejor música posible. No pensé en otros compositores, ni en mi música ni en los críticos. Quería una Obertura densa, con textura, un poco difuminada, que se abre gradualmente al tono de un saxo que va creciendo. No me preocupa que el resultado sea más convencional. Teniendo en cuenta la película, no parece lógico que mi partitura fuese violenta como en los filmes de Greenaway, que a menudo se inspiraba en el trabajo que yo le presentaba, más directo y agresivo. P.- Con Greenaway la obra es mucho más abstracta, y hay una relación dialéctica entre las aportaciones de ambos. Con Campion el método habrá sido distinto. R.- La música que he escrito para Greenaway es mía, sea para él o no: es mi voz natural. La que he hecho para Jane Campion es más específica y requería más cuidado. En el caso de Greenaway, su obra es precisa y abierta, mientras que en el de Jane, es precisa y cerrada. Supe de una manera instintiva que no se trataba de presentar las habituales técnicas de Michael Nyman. Con el piano encontré una vía para canalizar mi música en nuevas direcciones. He descubierto una poesía pianista en mí, que quizás no vuelva a la superficie. Por otro lado, en las películas de Peter los personajes no tienen tanta importancia como en las de Jane, no tienen un pasado relevante. Por primera vez tuve que hacer un análisis psicológico y tuve que atender a las razones históricas y personales. No tenía ni idea de que esta música estaba dentro de mí. P.- No veo gran diferencia entre el compositor de bandas sonoras y el compositor a secas. Y tampoco sé la que siente el compositor respecto al instrumentista. R.- La gente se centra en mis obras para el cine, cuando, en realidad no han sido tantas. Entre tanto yo compongo, aunque parezca lo contrario, piezas para concierto, óperas... En ambos casos soy el mismo, aunque para una película estoy más limitado. P.- Dos de sus trabajos extracinematográficos han pasado por Madrid recientemente. El primero era junto a Ute Lemper, y un poco al servicio de la cantante. El segundo era con la Orquesta Andalusí del maestro Chekara, un poco esclavizada con la disciplina de Nyman. R.- Interesante. En el caso de Ute Lemper había una proximidad, dentro de lo que entendemos por música occidental. Yo quería depender de su talento como cantante. En el de los marroquíes había menos diálogo. Su visión es más estrecha. Ellos tenían que relacionarse con elementos extraños y traer energía a la representación, acercándose al mundo de la música de Michael Nyman. Estudié -quizá no lo suficiente- y creí que la pieza era bastante marroquí. En el primer ensayo me di cuenta de que no lo era. En el segundo les pedí que fueran más libres, y ahí aparecieron elementos ornamentales. Yo les estaba pidiendo que se vistiesen a lo occidental, pero creo que su transformación mágica sí que ocurre. Mi composición es armónica y la de los marroquíes melódica, pero creo que conseguí la adaptación. Es más inusual mi trabajo para The Piano. P.- ¿Es usted un compositor clásico contemporáneo o popular? R.- Soy clásico, y contemporáneo a la vez, porque estoy vivo. La diferencia con otros compositores como Tomás Marco o Halffter es que su público es más restringido. P.- Usted fue un crítico feroz. ¿Qué se siente desde el otro lado de la barrera? R.- No lo fui. Analizaba la obra de los artistas. Lo que pasa ahora es que muchos críticos no escuchan. Acaso por pereza, no se molestan demasiado en profundizar en el trabajo de los músicos y descalifican con mucha facilidad.


El piano Biografía:
Estudia piano, clavicordio e historia de la música con Alan Bush, aunque en 1964 decide trabajar como musicólogo (realiza estudios sobre la música étnica rumana) y crítico musical en revistas como la inglesa El Espectador. En 1968 se muestra sumamente interesado por Cornelius Cardew, que fue el primero en aplicar el estilo minimalista, y ese mismo año escribe el libreto de la obra pastoral Down by the Greenwood Side. En 1976 acepta el encargo de arreglar canciones venecianas del siglo XVIII para la producción Il Campiello, lo que le anima a buscar nuevas fórmulas y sonidos fundando la ichael Nyman Band, fusionando instrumentos de jazz con ritmos barrocos, a lo que añadiría después la orquesta sinfónica, y, como no, el piano interpretado por él mismo como elemento ensamblador de toda la obra. A mediados de los setenta encuentra una serie de nuevos directores británicos con los que inicia su participación en el cine, creando un sonido personal y disconforme sobre la orquesta de cuerda, siendo después requerido internacionalmente por el francés Patrice Leconte (Monsieur Hire, El marido de la peluquera), la neozelandesa Jane Campion (El piano), el alemán Volker Schlondorff (Songbook, El ogro), y el japonés Akinora Nagaoka en el film de animación compuesto sólo a piano The Diary of Anne Frank. ()

José Nieto | Gershwin | Menken | Mertens | Mancini | Bernstein


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