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Leonard Bernstein (1918-1990):
Nació en Laurence, Massachussets. Fue una de las figuras más importantes y populares de la música estadounidense del s.XX tanto en su labor de director como de compositor y creador de didácticas musicales. Autor de una amplísima y variada obra, ha tocado casi todos los campos: la ópera (con A Quiet Place), las sinfonías, la música para piano, composiciones incidentales para teatro, el musical y todo tipo de composiciones orquestales. Su trabajo para cine, sin embargo, se reduce a una sola banda sonora, aunque sus montajes teatrales On the Town y West Side Story han sido llevados al cine, con los títulos Un día en Nueva York y Amor sin barreras.
Su colaboración con Elia Kazan en La ley del silencio (1954) le dejó una amarga impresión.
más acostumbrado a un desarrollo del material musical "libre", sin las presiones de la sincronización milimétrica ni las frustraciones de la sala de mezclas. Por ejemplo, Bernstein se quedó bastante sorprendido cuando, en una escena de amor entre los protagonistas, él había concebido un desarrollo del tema que se se iniciara en pianissimo y fuera evolucionando hacia un crescendo orquestal, según la manera de la sala de concierto. Pero, en la sala de mezclas, Kazan decidió dar más importancia a un efecto sonoro, concretamente un gruñido de Marlon Brando: de esta forma, el cuidadosamente construido tema de Bernstein era interrumpido en su punto de máxima intensidad por el susodicho gruñido. (Roberto Cueto)
Su difícil relación con el medio no impidió que esta banda sonora se convirtiera en una de las grandes obras del género. Plasma de forma insuperable aspectos contradictorios de la ciudad de Nueva York como la convivencia de la poesía con la dureza que resulta de la violencia y la sordidez.
Elmer Bernstein:
En los cincuenta forma parte de una serie de jóvenes autores que revolucionó el concepto de la música de cine tal y como había sido concebida hasta el momento, ya que tomando como punto de referencia el jazz inserta sonidos duros, melódicos, sensuales a películas como El hombre del brazo de oro, Como un torrente, La gata negra y Chantaje en Broadway, que quedarían como iconos de un cine negro repleto de libertad, desgarro y lirismo.
Con John Wayne le une una especial relación en cuanto le ha seguido en sus películas durante quince años: Los comancheros, Valor de ley, La sommbra de un gigante, Los cuatro hijos de Katie Elder, El gran Jake, La soga de la horca, McQ y El último pistolero.
En 1967 consigue un Oscar con Millie, una chica moderna, aunque se nota en su carrera cierto estancamiento en el desarrollo de su obra, lo que se acrecienta durante los setenta.
En los ochenta entra en contacto con directores y productores alocados como Ivan Reitman y John Landis que le ofrecen una gran oportunidad de adaptar su estilo a comedias desconcertantes. El resultado fue sus muy logradas obras Un hombre lobo americano en Londres, Heavy Metal y Los Cazafantasmas.
Film Music Collection:
Durante los años setenta sacó a la venta una serie de LPs pertenecientes a bandas sonoras clásicas y dirigidas por él, en la colección Film Music Collection que incluye los títulos
El cáliz de plata, de Franz Waxman; Cumbres borrascosas, de Alfred Newman; Helena de Troya/En una isla tranquila al sur de Max Steiner; dos discos de Bernard Herrmann: El fantasma y la señora Muir, y su partitura rechazada para Cortina Rasgada; otros tantos de Dimitri Tiomkin: Tierra de faraones/Duelo de titanes, y En busca del paraíso/The high and the Mighty; tres de Miklos Rozsa: La reina virgen, Madame Bovary y El ladrón de Bagdad; y del propio Bernstein: The Midas Run, Matar a un ruiseñor, y Promesa rota/Tocata for Toy trains.
Scorsese:
Los noventa marcan un nuevo rumbo a su amplia trayectoria artística al unir sus destinos a los de Martin Scorsese, para quien colabora adaptando la música de Bernard Herrmann en El cabo del miedo. Para La edad de la inocencia compone una de las bandas sonoras más románticas de todos los tiempos. En Al límite queda eclipsado entre numerosas canciones.
Bernard Herrmann (1911-1974):
A los 13 años ganó un premio de composición y a los 20 fundó y dirigió una orquesta de cámara. En 1934 entró en la CBS como compositor-director, y más tarde fue director invitado de la Filarmónica de Nueva York y la orquesta de la BBC. Compuso varias óperas y ballets, así como una cantata, Moby Dick. Destacó por sus logradas bandas sonoras, a menudo con un despliegue orquestal mínimo, por lo general basado en las cuerdas. Era famoso, asimismo, por su carácter tiránico y por su inflexible perfeccionismo. Realizó sus mejores trabajos con Orson Welles y Alfred Hitchcock, y recibió un Oscar por la banda sonora de El hombre que vendió su alma (1941). Murió poco después de terminar de grabar la banda sonora de Taxi Diver (1976), película que le dedicaría Scorsese.
Ciudadano Kane (1940), El cuarto mandamiento (1942), Operción Cicerón (1952), El hombre que sabía demasiado (1956), Vértigo (1958), Con la muerte en los talones (1959), Hermanas (1973).
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