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«Creo que mis colaboraciones dentro del mundo del cine podrían haber sido mejores. Tendría que haber elegido películas más apropiadas para mi música. Hasta ahora no he tenido la sensación de que se haya producido una completa conexión entre música e imagen». Pero ésa no ha sido su única experiencia ya que a lo largo de este año se ha lanzado en nuestro país la banda sonora de la película Entre dos mares -Li, de la directora Marion Hänsel. «Me escribió para ver si podía hacerle la música de su película pero cuando por fin pudimos hablar, ella ya había empezado a trabajar directamente con algunos de los temas de mi disco A man of no fortune, and with a name to come, grabado en el año 86. Hicimos una remezcla de las canciones y reeditamos el disco en CD. De todas formas, prefiero seguir escribiendo sobre las imágenes y utilizarlas para inspirarme». El propio Mertens reconoce la importancia de algunos libros a la hora de crear su música. «La literatura es una de mis mayores inspiraciones. Ahora mismo prefiero leer que escuchar. El nombre de mi propia compañía de discos, Usura, está inspirado en uno de los poetas que más he leído durante el periodo 83/85, Ezra Pound. Me he inspirado en muchos de sus libros para titular algunas de mis composiciones». Su más reciente disco, Jardin Clos (jardín cerrado) también tiene una inspiración histórica. «Es una expresión del siglo XIII usada en Alemania y Bélgica. Era el nombre de un grupo de mujeres independientes que crearon esta imagen visual como un lugar fantástico donde poder expresar, vivir y crear juntas su propia forma de arte. Me gusta imaginar ambientes de visualización con referencias históricas pero que nunca se convierten en una condición absoluta, es sólo algo simbólico. Musicalmente este disco lo empecé a componer a principios del 94 y lo grabé a finales del año pasado. Me gusta simultanear mi trabajo como compositor e intérprete ya que en directo nunca puedo contar con 21 músicos, o con una potente sección de cuerda. La orquestación también ha sido importante y también el uso de instrumentos como el oboe, la guitarra o el arpa que no los había usado mucho anteriormente». Aunque todos sus discos están grabados con instrumentos acústicos, Wim Mertens no vive al margen de los avances tecnológicos. «En casa trabajo sólo con instrumentos electrónicos, con samplers (muestreos musicales) y computadoras. Cuando llego al estudio prefiero tocar con instrumentos y músicos de verdad. Mucha gente no está de acuerdo pero, para mí, los samplers no tienen expresión ni cuerpo. Es un material muerto que yo procuro no usar en mi producto final. Para este disco he compuesto trece temas en total. Siete van en el álbum y el resto irán apareciendo como temas extras en los CD-singles. El octavo corte del álbum, Not me, y el que aparece oculto en mi primer CD-single, As hay in the sun, han sido grabados por un nuevo sistema. Durante la masterización hay un sofisticado programa de ordenador que te permite presentar estas trece piezas de manera vertical y todos juntos, a la manera de una estructura polifónica. Es como si fuera un enorme coro de música. Es fantástico poder oír todos los instrumentos que has utilizado para la composición sonando separadamente, pero aquí también tienes la oportunidad única de poder oírlos al mismo tiempo».
«Durante los últimos dos años y medio he estado más concentrado como intérprete con los conciertos en solitario en los que presentaba mis dos últimos discos. Ya he debutado con este nuevo disco en Portugal y ha tenido muy buena acogida. Es algo difícil poderlo interpretar completamente en directo pero he hecho unos nuevos arreglos para poder estar acompañado por cuatro músicos: trompeta, saxofón, clarinete y trombón. He tenido que reescribir parte del material original y estoy muy contento con los resultados». Todas sus actuaciones han tenido una excelente acogida en nuestro país, con el que mantiene una estrecha relación desde su matrimonio con la española Chusa de la Cruz. «Aquí siempre han recibido muy bien mi música. Hace tiempo que no toco con el Ensemble así que he preferido esta vez hacer un concierto más largo durante esta gira. Tengo una banda muy joven formada por una segunda generación de músicos entre 19 y 21 años. Es muy extraño. Tienen mucha facilidad para tocar mi estilo. Para ellos fue muy fácil y rápido hacerlo y es algo muy agradable para mí».
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Wim Mertens: