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Descartes



Descartes (1596-1650):
EL RACIONALISMO. LA UNIDAD DE LA CIENCIA Y LA NECESIDAD DE UN MÉTODO.
Antes de la aparición de las ideas de Descartes y su racionalismo, la comprensión filosófica de la Naturaleza y el hombre desde la Edad Media , se basaba en las categorías Platónico-Aristotélicas de las que se sirvió el cristianismo para combinar el pensamiento religioso con el racional. Con el Renacimiento, el cambio en los horizontes del pensamiento filosófico y científico se hace latente y se produce un enfrentamiento con la línea de pensamiento escolástico, que ha quedado relegada al quedar cortas sus miras ante los nuevos problemas inquisitivos a los que se enfrenta la humanidad. Se pone en duda la autoridad académica y eclesiástica, el sentido común y los datos de los sentidos. Se hace necesaria la búsqueda de la verdad por medio de la investigación, así como por un método demostrativo, eliminando las fuentes de error y subjetivizaciones, y de forma constructiva descubrir la esencia de las cosas a partir de la experiencia. Tomando como modelo científico las matemáticas con su sistema axiomático y su método hipotético-deductivo. Descartes va a intentar un camino de seguridad en medio de la duda. Testigo de la crisis del saber oficial, llega a la conclusión de que ha de renovar la filosofía. Los métodos existentes solo llevan a la controversia entre los hombres, sus razonamientos habituales y difíciles nos llevan al convencimiento íntimo de la verdad, se introduce la duda. Busca un método por el cual la mente capte no sólo la verdad, sino la certeza de que no puede ser de otra manera. Este método lo encuentra en los geómetras, e intenta aplicarlo a la filosofía, un método que le permite llegar a conclusiones ciertas y no meramente probables. Con el auge de las ciencias empíricas (experiencia), sobre todo con las Matemáticas, como modelo científico de certeza y exactitud, la Filosofía intenta aplicar un método filosófico que pueda generar verdad y certeza. ¿Es posible que la Filosofía pueda tener un método que le lleve a la certeza, lo mismo que la Matemáticas?. El racionalismo es una búsqueda incansable de esa seguridad. Descartes nace en 1596 y muere en 1650, su filosofía se desarrolla a lo largo del siglo XVII, es la época del absolutismo, la Contrarreforma y el triunfo definitivo de la nueva ciencia. Para Descartes el buen sentido o razón es la facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso y según él, es por naturaleza igual en todos los hombres. La diversidad de opiniones no procede de que unos sean más racionales que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos, y no consideremos las mismas cosas. La razón nos hace hombres y nos distingue de los animales; la razón, en cada uno de nosotros permanece entera, pues según las doctrinas escolásticas: " Sólo hay de más o de menos en cada unos de nosotros los accidentes, como color de pelo o piel, etc.. y no en las formas o naturaleza de los individuos" . Descartes, siempre ha seguido por caminos que le han conducido a formar un método que le permita aumentar gradualmente su conocimiento y progresar en la investigación de la verdad. " Me gustaría dar a conocer estos caminos para que todos juzguen y así aprender de las críticas emitidas sobre mi método " . Tras su paso por el colegio y la opinión que de las distintas asignaturas tiene, son las Matemáticas, por su certeza y evidencia de sus razones, la asignatura favorita. En sus viajes, para conocer el " Libro del Mundo ", estudia las costumbres de los hombres sin encontrar nada seguro, hallando tanta diversidad como la que había advertido entre los filósofos. Decía: " Aprendí a no creer con demasiada seguridad en las cosas, que sólo el ejemplo y la costumbre me habían persuadido; y así me libré poco a poco de muchos errores que pueden ofuscar nuestra ( mente ) luz natural y hacernos menos capaces de comprender la razón ". Tras años de viaje buscando experiencias, decide estudiarse así mismo, y emplear todas las fuerzas de su espíritu en la elección del camino que debía seguir. Estando en Alemania durante la guerra de los 30 años, se le ocurrió considerar que muchas veces sucede no hay tanta perfección en las obras de varios trozos hechos por diferentes maestros, como en aquéllas en que uno sólo ha trabajado.
En lo tocante a las opiniones que había aceptado hasta entonces, lo mejor era acometer de una vez la empresa de abandonarlas para sustituirlas por otras mejores o aceptarlas de nuevo cuando las hubiese sometido al juicio de la razón. Decide construir su vida sobre nuevos principios en lugar de apoyarse en los viejos cimientos aprendidos en la juventud.

La duda metódica y la creación de una filosofía."MORE MATHEMATICO ":
Descartes, duda de todas las opiniones que había aceptado hasta ese momento como buenas; las abandona y tras someterlas al juicio de la razón las sustituye o las acepta de nuevo. Tiene que buscar un nuevo método, piensa en los estudios que realizó de joven: Lógica, Matemática y Álgebra. Tras estudiarlos a fondo ve en estas artes o ciencias, muchas imperfecciones, lo que le lleva a pensar en buscar otro método que, reuniendo la ventaja de estos tres, estuviese libre de sus defectos. Este método logrará una verdadera certeza evitando raciocinios largos: será a base de razonamientos intuitivos y concretos, porque en ellos es imposible el error. Ha de haber orden, sencillez y claridad. Las reglas del método son:

  • · INTUICIÓN No admitir como verdadera cosa alguna, sin conocer con evidencia que el lo era y evitando la precipitación y la prevención. Lo evidente es lo que no puede ponerse en duda.
  • · ANÁLISIS Dividir cada una de las dificultades en tantas partes como fuese posible o requiriese su solución hasta alcanzar los elementos simples.
  • · SÍNTESIS Conducir ordenadamente los pensamientos, comenzar por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para que poco a poco podamos ascender hasta el conocimiento de los más compuestos.
  • · EVIDENCIA Hacer de todo enumeraciones completas para no omitir nada, como una cadena, cada eslabón tiene que estar perfecto, uno sólo imperfecto implica la debilidad de toda la cadena.

Descartes, toma las Matemáticas como modelo de conocimiento cierto y evidente y extiende en método y modelo matemático a toda la esfera del conocimiento humano. Comienza sus investigaciones por las cosas más simples de las matemáticas, como entrenamiento para acostumbrar al espíritu a alimentarse con verdades. Tomó lo mejor del análisis geométrico y del álgebra, escogiendo la línea como símbolo de toda magnitud por su sencillez. En poco tiempo, Descartes, domina esas dos ciencias, comenzando siempre por las cosas más sencillas y generales y haciendo de cada verdad que descubría una regla, que le servía a la vez para hallar otras. No sólo descubrió cuestiones que en otros tiempos juzgó difíciles, sino que podía determinar por que medios y hasta que punto era posible resolver lo que ignoraba. En Matemáticas sólo hay una verdad en cada cosa, el que la halla sabe acerca de ella todo lo que se puede saber. Disfruta de las matemáticas, pues le permite emplear la razón en todo; decide aplicar este método a las dificultades de las demás ciencias, pero al advertir que todos los principios de éstas se fundamentan en la filosofía, donde aún no hallaba ningún acierto, decide ante todo tratar de establecerlas en ella. Esto lo plantea muy joven y decide, ante todo, aplicarlo cuando adquiera mayor experiencia y logre desarraigar las malas costumbres de su espíritu y mejorando el método antes expuesto.

El cogito y el criterio de la verdad. "EGO COGITO EGO SUM":
Descartes, deseando encontrar la verdad, rechaza como falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda. Así, puesto que los sentidos nos engañan, quiso suponer que no hay nada que sea tal como ellos nos lo hacen imaginar; y como hay hombres que se equivocan al razonar, juzgó que estaba tan expuesto a error como cualquier otro y rechazó como falsos todos los razonamientos, que antes había tomado por demostraciones. También consideró que los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos, también pueden ocurrírsenos estando dormidos, sin que en tal caso sea ninguno verdadero. Decidió que todas las cosas que hasta entonces habían entrado en su espíritu no eran más ciertas que las ilusiones de sus sueños. Llegó a la conclusión de que no existe nada cierto: " La única verdad a la que la duda fortalece en verdad es a mi propia existencia, pues para ser engañado necesito existir ". Un día encontró la verdad, la existencia del yo pensante: Cogito Ergo Sum, esto era irrefutable y lo aceptó como el primer principio de su filosofía. El Cogito es el principio no sólo de su metafísica, sino también de la física; proporciona el criterio de verdad, que se presente en forma directa e inmediata al espíritu. El hombre puede fingir que no tiene cuerpo alguno, pero no puede fingir que no es; el hombre es una sustancia cuya total esencia o naturaleza es pensar y no necesita para ser, de lugar alguno ni depende de cosa material. El alma es distinta del cuerpo y más fácil de conocer que él, y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es. Lo que se requiere para que una proporción sea verdadera y cierta es que la concibamos muy clara y distintamente, al igual que la proporción Pienso luego soy. Reflexiona pues, que su ser no es perfecto pues en él está la duda; y hay mayor perfección en conocer que en dudar. La duda puede alcanzar el contenido del pensamiento, pero no al pensamiento mismo. Puedo dudar de la existencia de lo que veo, imagino o pienso, pero no puedo dudar de lo que estoy pensando y que, para pensarlo, tengo que existir.

La existencia de Dios y del alma humana:
Una vez seguro de la propia existencia, en tanto ser pensante, Descartes, intenta el segundo gran paso de su metafísica: la demostración de la existencia de Dios. En vez de apoyar el conocimiento de Dios en el conocimiento del mundo (que la duda metódica había convertido en algo problemático), sustenta el mundo en el conocimiento de Dios. Parte de la única verdad que posee, esto es, la certeza de la propia existencia como cosa pensante. En los pensamientos hay unos que son como las imágenes de las cosa y que denomina: Ideas. Entre ellas se distinguen algunas cosas que parecen haber nacido con nosotros mismos y otras extrañas, de fuera (como la idea del sol, o de los animales), y otras inventadas por nosotros (sirena, centauro, etc..), que denomina respectivamente Innatas, Adventicias, Ficticias. Entre ellas está la idea de Dios (sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente...). Se plantea: ¿Cómo puedo yo, que soy un ser finito, haber producido la idea de un ser infinito, si lo más no puede derivarse de lo menos?.... Dios existe por la presencia en nosotros de la idea de lo perfecto e infinito, pues nosotros que poseemos la idea de lo perfecto, existimos. Mi existencia no se debe a mí mismo, ni a haber existido desde siempre, ni a causas menos perfectas que Dios, pero está claro que existo, que soy una cosa que piensa y tengo la idea de Dios. Mis padres pueden haber sido tan sólo la causa de mi naturaleza física, pero no de mi espíritu; cualquiera que ésta sea, ella tendrá que haber recibido su existencia de si misma o de alguna otra cosa. Si es causa de su propia existencia, es fácil advertir que se trata de Dios. Dios es pues la causa de mi existencia, por lo tanto él existe; el llamado argumento ontológico, viene también a probar la existencia de Dios. Tengo la idea de un ser sumamente perfecto; su existencia es inseparable en El de su esencia; por tal razón tan contradictorio sería concebir un ser sumamente perfecto, sin una de las perfecciones ya que, para él, la existencia es una perfección. En los tres argumentos expuestos, Descartes intenta probar la existencia de Dios, partiendo de la propia existencia como un ser pensante, mientras que la tradición aristotélica-escolástica hacía descansar una de las pruebas más importantes en la existencia del mundo sensible y en la necesidad de que el mundo, y el orden que en él advertimos, tengan una causa primera. Descartes en cambio, encerrado en su propia conciencia tendrá que apoyarse en Dios para probar la existencia del mundo exterior, invirtiendo por completo el orden tradicional.

Ética provisional y ciencia moral:
La ética es una de las partes de la filosofía de Descartes que no desarrolló en forma definitiva. En el momento en que enunció su ética, no podía considerarse más que provisional, pues aún no había logrado él ningún saber firme y seguro, y la ética supone un conocimiento previo del hombre y del mundo. Esta moral provisional consistía en 3 máximas:

  1. Obedecer las leyes y costumbres de su país.

    • Conservar la religión enseñada de niño.
    • Apartarse de la opiniones externas y regirse por las moderadas
    • Entre varias opiniones acertadas, escoger las moderadas.
    • Los excesos son malos.

  2. Ser lo más firme posible y resuelto que pudiese en sus acciones y seguir con tanta constancia en las opiniones más dudosas, una vez resuelto a ello, como si fueran muy seguras (lo que aconsejaba es que obligado a actuar de algún modo, muchas veces las acciones de la vida no admiten demora), escojamos lo que nos parezca y una vez decididos, lo consideremos como algo seguro, pues la voluntad debe ser firme y constante en sus resoluciones. Debemos seguir las opiniones más probables, cuando no podamos discernir las más verdaderas y cuando ninguna nos resulte más probable, elegiremos una y la pondremos en práctica. En el orden teórico y el práctico existe una contradicción En el orden teórico descarta la probabilidad al equipararla con la falsedad.
  3. Procurar siempre vencerse a si mismo antes que a la fortuna y alterar sus deseos antes que el orden del mundo. ( Libre albedrío ) Creer que sólo nuestros pensamientos nos pertenecen y dependen de nuestro libre arbitrio, y no desear los bienes que están fuera de nosotros, aunque éstos fueran posibles de obtener. Así la pérdida de ellos no debe producirnos más pena que la de no ser dueños , por ejemplo de los reinos de China o México. (Máxima que expresa una concepción conformista de origen estóico) Como conclusión de esta moral repasa las ocupaciones de los hombres para elegir la mejor, y llegando a la conclusión que es la suya la mejor: Aplicar la vida al cultivo de la razón (cosa que consiguió en su vida) y buscar la verdad según el método prescrito. Las tres máximas precedentes se fundaban sólo en el propósito de continuar instruyéndose y no conformarse con las verdades ajenas. Una vez seguro de estas máximas las coloca aparte, juntamente con las verdades de la fe, a la cuales no somete a la duda metódica, y puede ya tranquilamente acometer la empresa de deshacerse del resto de sus opiniones.

    "Al examinar después atentamente lo que yo era y ver que podía fingir que no tenia cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en el que yo me encontrase, pero que no podía fingir por ello que yo no fuese, sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad de las otras cosas que seguía muy cierta y evidentemente que yo era, mientras que, con sólo dejar de pensar, aunque todo lo demás que hubiese imaginado hubiera sido verdad, no tenia ya razón alguna para creer que yo fuese, conocí por ello que yo era una substancia cuya total esencia o naturaleza es pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno ni depende de ninguna cosa material. De manera que este yo, es decir el alma por la cual soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo y hasta es más fácil de conocer que él, y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es". DESCARTES: Discurso del método.

El tema del texto trata sobre la naturaleza del sujeto, en el mismo podemos encontrar dos partes diferenciadas: Una primera en la cual Descartes formula hasta " conocí " el criterio de certeza (el Cogito). Una segunda en la que contrapone la diferenciación entre cuerpo y alma. (Dualidad cartesiana).

  1. El Cogito: Descartes quiere llegar a distinguir lo verdadero de lo falso y poder encontrar así el fundamento sólido de la certeza, que es la idea clara distinta, pero para llegar a la certeza absoluta, comienza dudando. Duda que tiene cuerpo, ya que si este lo percibe a través de los sentidos, y si estos no le ofrecen una garantía absoluta de certeza, no puede admitir la existencia de su cuerpo. Duda también de la existencia del mundo exterior en el que se encuentra, ya que también lo percibe a través de los sentidos. Aunque duda de todas las cosas, lo que sí puede afirmar es que el hecho de dudar le hace pensar, y este hecho simultáneo le hace afirmarse en el convencimiento de su propia existencia, pienso, luego existo. Con el Cogito ego sum encuentra Descartes el principio buscado, la idea clara y distinta. La base firme para construir todo el edificio de la filosofía, la gran base que va a servir de fundamento para deducir todas las demás verdades.
  2. Dualismo cartesiano: Con las afirmaciones de la 2ª parte del texto, Descartes nos va a descubrir la dualidad entre cuerpo y alma. Para Descartes existen tres substancias en la realidad:

    • Substancia pensante. (El alma).
    • Substancia extensa. (El cuerpo).
    • Substancia infinita. (Dios).

    Nos dice en el texto: "..conocí que yo era una substancia cuya total esencia o naturaleza era pensar ", se refiera a la substancia pensante, que es el yo o alma humana y cuya única naturaleza es el pensamiento, y que "..este yo es enteramente distinto del cuerpo ", es decir distinto de la materia extensa, la cual sólo se puede conocer a través de los sentidos. Por lo tanto nos encontramos aquí ante la dualidad cartesiana, ya que el autor afirma que el alma es totalmente independiente del cuerpo, y es el alma quién da identidad al sujeto pensante y no el cuerpo. Según Descartes, el cuerpo es corrompible y el alma no, pues defiende la tesis de la inmortalidad del alma, pues donde dice "..y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es ". Pues aunque cuerpo y alma están unidos, esta unión es meramente accidental y tras la muerte del cuerpo, el alma seguirá existiendo.

Contexto histórico:
Es el momento del Absolutismo regio, predomina el método experimental, propio de las Matemáticas; es un momento crítico de cambio de mentalidades: se va imponiendo el rigor de la Ciencia, y se quiere dotar de ese rigor a la Filosofía, que carecía de esa exactitud. Descartes pretende una Filosofía absoluta, con todo el rigor científico de las matemáticas, cuya validez fuese universal.
Contexto filosófico:
Es el momento del Racionalismo, como fruto del siglo anterior del Renacimiento: triunfo de la razón sobre la Fe y demás creencias. Se emplea la duda metódica, como instrumento para descubrir la verdad; se intenta un modelo matemático y científico. Es el hito histórico de la invención del Cogito.

    "Después de esto consideré en general, lo que se requiere para que una proposición sea verdadera y cierta; pues ya que acababa de encontrar una que sabía que lo era, pensé que debía saber también en que consistía esa certeza. Y habiendo notado que la proposición pienso, luego soy, no hay nada que me asegure que digo la verdad, sino que veo muy claramente que para pensar es preciso ser, juzgué que podía admitir como regla general que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas, pero que sólo hay alguna dificultad en advertir cuáles son las que concebimos distintamente". (Descartes. Discurso del Método)

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