Libro del desasosiego: Realidad: [...] La realidad verdadera de un objeto es sólo parte de él; el resto es el pesado tributo que paga a la materia a cambio de existir en el espacio. De forma semejante, no hay en el espacio realidad para ciertos fenómenos que en el sueño son palpablemente reales. [...] La idea que me hago de mí es una idea que a muchos les parecerá equivocada. En cierto modo, es equivocada. Pero yo me sueño a mí mismo y escojo de mí lo que es soñable, y me compongo y recompongo de todas las maneras hasta estar bien ante lo que exijo de lo que soy y no soy. (334) [...] lo cierto es que no distingo entre la realidad que existe y el sueño, que es la realidad que no existe. Y así intercalo en mis meditaciones del cielo y de la tierra cosas que no brillan de sol ni se pisan con pies -maravillas fluidas de la imaginación. (163)
Personalidades diversas: He creado en mí varias personalidades. Creo personalidades constantemente. Cada sueño mío es inmediatamente, en el momento de aparecer soñando, encarnado en otra persona, que pasa a soñarlo, y yo no. Para crear, me he destruido; tanto me he exteriorizado detro de mí, que dentro de mí no existo sino exteriormente. Soy la escena viva por la que pasan varios actores representando varias piezas. (31) (*) Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más (Sábato). Los poetas tienen cien veces mejor sentido que los filósofos. Buscando la belleza encuentran más verdad que ellos (Joubert). Es la emoción la que nos acerca a la realidad, que es infinita y diversa (Antonio López). Verdad son los sueños mientras duran; pero, ¿qué es vivir sin soñar? (Tennyson). (Para la exploradora de significados Inés Eskuche)
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