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Oriente Medio:
Aparte del creciente fértil, territorio históricamente muy poblado, abundan las tierras áridas, semiáridas, los pastizales y los desiertos.
Las primeras ciudades surgen en un lugar tradicional de tránsito de pueblos, Mesopotamia. Constituyeron importantes factores de crecimiento la producción especializada (incluyendo cosechas de regadío) y el comercio a gran escala. Las guerras y los desplazamientos obligados de pueblos contribuyeron a afianzar el establecimiento en ciudades.
En 1938 se encontró por casualidad un almacén en Begram (Afganistán) con valiosas obras de arte romanas destinadas a los mercados de Oriente.
Los caballos de Ferganá, en Asia central eran llevados a grandes distancias, ya que eran muy apreciados por los emperadores chinos de la dinastía Han.
Los imperios parto y Kushan contribuyeron en el mantenimiento de la fructífera ruta de la seda.
El descubrimiento de la ruta marítima desde Europa (1497) disminuyó considerablemente la ruta terrestre.
Ludovico di Varthema:
Decía ser boloñés aunque es posible que fuera centroeuropeo. Adoptó múltiples personalidades y alardeaba con frecuencia de sus aventuras. Su viaje de siete años (1501-1508) no parece que le hubiera llevado hasta las Molucas como afirmaba. Se unió a las tropas mamelucas en Egipto y Siria aportando su experiencia como artillero. Aprendió árabe y aparentemente se convirtió al islam.
Pasó por Damasco, La Meca, Yida, Adén y Sana. Fue prisionero en Yemen por las dudas que despertaban sus apariencias. Pasó a Cochín del lado de los musulmanes para ayudarlos en su enfrentamiento con los portugueses por el comercio de especias. Desertó y se unió a los portugueses en Cananor llevando noticias del inminente ataque de las naves del sultán de Calicut.
Participó en las batallas navales y terrestres y fue premiado con el lucrativo puesto de supervisor del comercio de Cochín y Cananor.
Después de la batalla de Ponani el virrey Almeida lo nombró caballero (1507) y regresó a Lisboa con Tristán da Cunha.
El rey don Manuel se reunió con él y confirmó su nombramiento como caballero.
El relato de sus viajes, el Itinerario (1510), fue muy difundido y leído aunque no gozó de la credibilidad de los expertos de Lisboa y Venecia.
La ruta hippy hacia Katmandú (1960):
Los jóvenes hippies descontentos que querían huir de la cultura consumista durante los años 60 encontraron en una ruta a Nepal un camino espiritual y exótico. El medio de transporte habitual eran desvencijadas furgonetas y el autostop. A su popularidad contribuyó el interés mostrado por The Beatles por la cultura del Extremo Oriente. Atravesaba Capadocia hasta Do ubeyazit, conocida como Doggy Biscuit por los viajeros que esperaban sus visados iraníes.
En territorio indio, desde Agra a Varanasi (Benarés), la ruta transcurre por el Gran Eje Viario de la India, construido en el s.XVI por el soberano mongol Sher Shah Suri (Sher Kan) para comunicar los territorios dispersos que había conquistado. Termina en Calcuta tras 3.200 km a través de
Pakistán y la India. El Gran Eje comienza en Kabul, entra en Pakistán por Peshawar después de atravesar el famoso paso
del Khyber, que tuvo un importante papel en grandes acontecimientos a lo largo de la historia. Fue utilizado por Alejandro y los mongoles. En el s.XIX fue por donde penetraron los británicos en su fallido intento de dominar Afganistán.
El Gran Eje continúa por Lahore en Pakistán y continúa hasta Delhi, equidistante 1.600 km de Kabul al oeste y de Calcuta al este.
Poco antes pasa por el corazón mongol del Rajastán acercándose por las estribaciones del Himalaya.
Sigue la extensa llanura del Ganges y sus tributarios. Más al este se pasa por los principales centros del hinduismo como Patna y Varanasi.
Siguen los centros de influencia musulmana a lo largo del Yamura, como Allahabad.
La invasión rusa de Afganistán (1979) supuso un definitivo impedimento para el tránsito de viajeros.
Katmandú, repleta de templos en medio del majestuoso Himalaya merecía ser la señalada meta de tan ambicioso viaje.
Una espiritualidad tan viva como la de Nepal suple la falta de medios y logra expresarse con innumerables monumentos declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Ruta de la carrera Pekín-París (1907):
El periódico francés Le Matin propuso una carrera automovilística desde París a Pekín (unos 16.095 km) por algunas zonas hostiles e intransitables. El sentido del recorrido se cambió para pasar a ser de Pekín a París. Se apuntaron inicialmente 40 vehículos, se presentaron a la salida 5 y llegaron a la meta 4. Se desarrolló desde el 10 de junio al 20 de agosto del mismo año. El príncipe italiano Scipione Borghese era el mejor preparado y el que contaba con mejor financiación, ventajas que le sirvieron para sarca una ventaja de 20 días sobre los tres vehículos restantes. El recorrido abandonaba muy pronto China para pasar la frontera de Mongolia, que fue atravesada de sur a norte para entrar en territorio ruso. Desde finales de la década de 1890 se había trazado la línea de ferrocarril del Transiberiano. La carrera siguió un recorrido parecido al del tren, aprovechando la reciente apertura de comunicaciones. Atravesó los Urales por las cercanías de Perm. Desde Moscú se dirigía al noroeste hasta San Petersburgo. Antes de llegar a París pasó por las capitales de Varsovia y Berlín.
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