En Africa:
Heinrich Barth (1821-1865):
Africa dejó en él un profunda impresión y a su regreso experimentó algunas dificultades de adaptación a la vida occidental.
Escribió que añoraba "una noche acampado en el desierto, ese inconmensurable espacio abierto, sin ambición y sin tener que ocuparse de los mil detalles que atormentan al hombre aquí, y ese disfrute completo de la libertad que se siente al final de un día de marcha, tumbado en la esterilla, con mis pertenencias, mis camellos y mis caballos a mi alrededor".
Para completar sus estudios en la Universidad Humboldt de Berlín estudió árabe
en Londres. Su primer viaje a Africa (1845-1847) lo relató en su libro de viajes
publicado en 1849. Durante este primer gran viaje atravesó el desierto de Nubia
para visitar las ruinas de Berenice. Acabó dirigiendo la expedición británica de
Richardson (1850-1855) tras la muerte de éste (1851) y la de Overweg (1852).
Siguió viajando por el Próximo Oriente y el Imperio Otomano hasta 1862.
Isaak E.Schnitzer (1840-1892):
Médico y naturalista alemán de soñadora personalidad y conocido como Emín Pachá.
Llegó a Sudán en 1875 y se estableció como médico en Jartum.
Charles G.Gordon, gobernador de la provincia de Ecuatoria, lo envía como embajador a los reinos de Buganda y Bunyoro.
Reanudó las exploraciones de Gordon con el alemán Stublman, con objetivos políticos velados.
Sustituyó a Gordon como gobernador (1878) en tiempos del levantamiento de al Mahdi contra la ocupación de Egipto en Sudán (1881).
La revuelta triunfa claramente y Jartum es arrebatada a los egipcios (1884).
Los 10.000 efectivos egipcios reciben órdenes de retirarse a través de un aruta imposible vía Zanzíbar.
Stanley parte al rescate de Schnitzer desde la desembocadura del río Congo (1887).
En 1888 Stanley localiza a Schnitzer tras una larga búsqueda y se inicia un largo y penoso regreso.
En 1889 la expedición alcanza la colonia alemana de Bagamoyo.
Durante un viaje de exploración Schnitzer es asesinado por unos indígenas a las órdenes de un traficante de esclavos (1892).
Thomson:
Exploró el Africa central. Se unió con veinte años de edad a una expedición de Johnson que acabó dirigiendo tras la muerte del jefe del viaje. Siguió explorando durante seis años. Descubrió el lago Rukwa. Halló la salida del río Lukuga y demostró que procedía del lago y que su curso se dirigía hacia la cuenca del Congo. Dejó un extraordinario relato de sus viajes. Registraba sus observaciones con gran precisión y fidelidad de datos, corrigiendo errores de otros exploradores y dejando de manera definitiva explicadas muchas confusiones anteriores.
Emil Holub (1847-1902):
Nació en Bohemia y estudió medicina.
Adquirió notables conocimietos de cartógrafía, zoología y botánica.
Encontró su vocación de explorador al leer con trece años un libro de Livingstone.
Marcha a Africa para ejercer la profesión de médico y realiza su primera exploración desde el sur de Africa hacia tierras inexploradas del norte.
En posteriores expediciones sufriría inconvenientes como enfermedades, ataques e impedimentos burocráticos de la administración británica.
La malaria le hizo regresar de las cataratas Victoria en el curso de su tercera expedición (1875).
En 1883 intenta cruzar el continente africano y encuentra grandes obstáculos.
Tuvo una muerte prematura en Viena, a los 55 años de edad, debida a secuelas de enfermedades tropicales.
Mary Kingsley (1862-1900):
En 1838 viajó a Africa occidental para estudiar religión. Tenía intención de narrar su viaje y de completar los estudios sobre fetiches religiosos que había comenzado su padre, George Henry Kingsley. Embarcó en un carguero y navegó a lo largo de la costa oeste desde Freetown (Sierra Leona) hasta Luanda (Angola). Marchó por tierra desde Guinea hasta Nigeria y recopiló gran número de especímenes (insectos, peces de agua dulce) para el Museo Británico. Estudió la flora y la fauna del curso inferior del río Congo.
En su segundo viaje partió de Liverpool en diciembre de 1894, en un barco llamado Batanga. Desde Sierra Leona se dirigió a Gabón, ascendiendo en barca de vapor y después en canoa por el río Ogoou. Fue la primera europea que visitó las zonas remotas de Gabón y el Congo francés. Visitó la fiera tribu fang y ascendió la cara sudeste del monte Camerún, la más alta de Sudáfrica (4.500m). Intercambió ropa inglesa por marfil y goma para financiar la expedición.
Regresó a Inglaterra (1895) y escribió el controvertido libro Travel in West Africa mostrando simpatía por los nativos y oponiéndose a muchas prácticas europeas en la zona.
Otros importantes exploradores fueron Pierre Savorgan, fundador de Brazaville, Hermann Wisman, iniciado por el explorador Pogge, Serpa Pinto, y el comandante francés Tilho (1912).
Jane Goodall:
Pirmatóloga británica (Londres 1934). Se doctoró en la Universidad de Cambridge (1965) y en 1967 fue nombrada rectora científica del Centro de investigación Gombe, en Tanzania. Sus observaciones sobre el comportamiento de los chimpancés en libertad revolucionaron la comunidad científica y pusieron de manifiesto las similitudes entre algunas conductas de los seres humanos y las del resto de los animales, sobre todo de los grandes simios. En 1976 fundó el instituto Jane Goddall para la investigación, conservación y educación de la vida salvaje. Galardonada con numerosos premios internacionales, entre ellos el Príncipe de Asturias de investigación científica (2003), es autora de trabajos de investigación , películas científicas y libros de divulgación, como En la senda del hombre (1971) y Los chimpancés de Gombe: patrones de comportamiento (1984).
Oasis de de Murzuch y Cufra (1942):
Pero ahí estaban Miralles y su montón de engañados voluntarios reclutados de urgenca por el proselitismo insensato de Leclerc, quienes, después de varios meses de contramarchas suicidas por el desierto, arribaron a la provincia del Chad, en el Africa Ecuatorial francesa, donde entraron por fin en contacto con la gente de De Gaulle. Poco después de su llegada al Chad, junto a un destacamento inglés procedente de El Cairo y en compañía de otros cinco hombres de la Legión Extranjera al mando del coronel D'Ornano, comandante en jefe de las fuerzas francesas en el Chad, Miralles tomó parte en el ataque al oasis italiano de Murzuch, en Libia sudoccidental. Los seis miembros de la patrulla francesa eran en teoría voluntarios; la realidad es que Miralles nunca hubiera intervenido en esa incursión de ho haber sido porque, como en en su compañía nadie se presentaba voluntario a ella, se lo jugaron a la taba y Miralles acabó perdiendo. La patrulla de Miralles era sobre todo simbólica, porque, desde la caída de Francia era la primera vez que un contingente francés tomaba parte en una acción bélica contra una de las potencias del Eje.
[...] Toda Europa dominada por los nazis, y en el culo del mundo, y sin que nadie se enterase, cuatro putos moros, el puto negro y el cabrón de español que formaban la patrulla de D'Ornano estaban levantando por vez primera en meses la bandera de la libertad. [...]
El coronel D'Ornano cayó en Murzuch. Su puesto al mando de las fuerzas del Chad lo cubrió Leclerc, quien, expoleado por el éxito de Murzuch, se lanzó de inmediato contra el oasis de Cufra -el más importante del desierto de Libia, que estaba también en manos italianas- con un puñado de voluntarios de la Legión Extranjera y un puñado de indígenas, con muy pocas armas y muy pocos medios de transporte, el 1 de marzo de 1942, después de una marcha de más de mil kilómetros por el desierto, Leclerc y sus hombres tomaron Cufra. [...]
Convencido con razón de que la suerte de la guerra se estaba jugando en el norte de Africa, donde el 8º Ejército de Montgomery combatía contra el Afrika-Korps alemán, decidió tratar de unirse a las tropas inglesas, realizando a la inversa la marcha que, desde el Magreb al Chad, había realizado meses antes. (Javier Cercas)
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