Comercio canario:
El 56% de las empresas sólo tiene uno o dos empleados; y en ese mismo porcentaje, registran una cifra de ventas inferior a los 250 millones. Se trata de un tejido empresarial compuesto mayoritariamente de empresas familiares. El segmento de empresas de mayor dimensión engloba en su mayoría a empresas que son sucursales o franquicias de redes cuyas matrices se sitúan en el exterior.
Respecto a su antigüedad, las empresas comerciales en Canarias tienen en su mayoría (47,6%) menos de 10 años. La causa, según Fedeco, puede ser el hecho de que éstas han nacido en los últimos años gracias al desarrollo del sector turístico, que actúa aquí como motor de la actividad comercial. Respecto al ámbito de actuación, los datos aseguran que, en el conjunto de las empresas canarias, sólo un 6,5 % vende sus productos o servicios fuera del archipiélago. La mayoría (40%) no salen fuera de su propia isla para aumentar su actividad. Estos datos, según los empresarios del sector, reflejan el coste de la insularidad para las empresas canarias "en el sentido de los costes elevados que suponen el transporte y el establecimiento de una red comercial fuera del Archipiélago, resultan imposibles de asumir por parte de muchas empresas.
Coste de la insularidad:
La lejanía e insularidad cuesta al comercio tradicional de las Islas unos 350.000 millones de pesetas anuales. El transporte de mercancías de este sector mueve cerca de 17,5 millones de toneladas al año, una cifra que según los empresarios del comercio tradicional "es suficientemente alta como para que se apueste por la creación de una tarifa única para el transporte de mercancías en los países miembros". Los empresarios del sector aseguran que la solución pasa por la aplicación de una tarifa medida que es vital en tanto que las empresas productivas y los exportadores insulares no controlan el canal de comercialización de los productos que exportan, perdiendo así la posibilidad de ganar márgenes elevados en situaciones de bonanza de los mercados. El transporte de mercancías en las islas cuesta cuatro veces más que en el resto del territorio español, así como los costes de almacenaje, obligando así a los empresarios del sector a realizar un volumen de compra mínimo que permita cubrir los costes del transporte y garantice la rentabilidad. "La importación y distribución de los productos importados es uno de los principales sectores de actividad de las economías insulares. Si además cuenta con un importante mercado interno gracias al turismo, la actividad comercial mayorista y minorista se convierte en la principal fuente de riqueza", asegura Fedeco en su informe. Uno de los grandes escollos del sector es, sin duda alguna, la instalación de nuevas grandes superficies en las Islas, un problema añadido al comercio minorista, ya que según afirman "el coste del transporte y del almacenaje supone la imposibilidad de competir en precios con grandes grupos de la península o extranjeros, como Alcampo o Continente". Para hacer frente a estos gastos, los comerciantes proponen en su informe la creación de un sistema intermodal de los medios de transporte (combinación eficiente entre el transporte marítimo, el aéreo y el terrestre), junto a la creación de sistemas de teleinformación que abaraten los costes de tiempo y dinero de la importación "que en definitiva se constituyen como dos grandes medidas a adoptar para conseguir facilitar el acceso de los pequeños comercios minoristas a la posibilidad de comerciar con el exterior en condiciones favorables".
El sector de mayor importancia de la actividad económica:
Según el informe de Fedeco, el sector comercial constituye en Canarias la actividad económica más importante en términos de aportación al Valor Añadido Bruto regional (16-18%) por encima de actividades tan relevantes en la estructura económica del Archipiélago como la hostelería, restauración, agricultura, pesca o la construcción. Además, el comercio minorista está formado por 20.780 establecimientos comerciales, que representan una tasa de 1,27 comercios por cada 100 habitantes, con un total de 58.184 empleados. Esto implica que el 8,75 por ciento de la población activa del Archipiélago trabaja en el comercio minorista y, si nos atenemos a cifras en relación a la población ocupada, el 10,45 %. En las Islas Canarias, el sector comercio supone un 36,3 % del total de la actividad económica. Este dato, según el sector comercial, responde al hecho de la economía canaria está enfocada mayoritariamente hacia los servicios, como lo demuestra el que la industria y la construcción juntas no llegan al 14% de la actividad económica. Por otro lado, el transporte supone un 7,3%, situándose como la tercera actividad más importante en Canarias, por delante de la agricultura, la industria y la construcción. "Se trata de un sector muy disperso y numeroso , donde el 82% de las empresas que lo componen poseen un solo establecimiento. La estrechez de la distribución y comercialización de las empresas canarias, junto a su reducido tamaño, pueden achacarse a los límites expansivos que supone actuar en un entorno insular".
Relaciones comerciales con la Unión Europea (Miguel Moltó):
En contra de la creencia dominante, el grado de apertura exterior de las Islas Canarias no es muy elevado; en todo caso, es sensiblemente menor que el de la mayoría de las comunidades autónomas y, si consideramos sólo el comercio con el extranjero, muy inferior a la media nacional. Así pues, la "vocación exterior" de la economía canaria se evidencia mucho más en el comercio de servicios (sobre todo de los servicios turísticos) que en el comercio de mercancías.
Los volúmenes absolutos de comercio son algo mayores con la Península y Baleares que con el extranjero. Así, Canarias ha sido tradicionalmente una comunidad muy deficitaria en sus cuentas con el exterior, tanto en lo que se refiere al resto del país como al extranjero. La contrapartida obvia de este déficit comercial es que la economía canaria ha actuado como receptora neta de fondos procedentes de los dos ámbitos territoriales mencionados.
El grado de concentración geográfica no ha sido, en ningún caso, excesivamente elevado. Tanto en relación con las exportaciones como con las importaciones, la UE constituye, con mucha diferencia sobre el resto de los bloques comerciales, el principal cliente y proveedor de las Islas Canarias.
Desde el punto de vista de la composición por productos de los flujos comerciales con el extranjero, se repite la circunstancia de que el grado de concentración no es elevado, aunque lo es más por lo que se refiere a las exportaciones que a las importaciones. Dentro del capítulo exportador son los productos del reino vegetal (plátanos, tomates, hortalizas, plantas, etc.) los que se erigen en protagonistas, lo que implica un peso específico bastante fuerte del grupo de productos de consumo de demanda media. En cuanto a las importaciones, el protagonismo por capítulos y secciones se encuentra más repartido (hay cinco secciones con una cuota participativa media muy similar), lo que no impide que sean, de nuevo, los bienes de consumo de demanda media los más solicitados, aunque seguidos muy de cerca por los bienes intermedios y de demanda débil. En todo caso, lo que se evidencia con nitidez es que ni en relación a las exportaciones ni a las importaciones los productos de demanda alta y los bienes de capital tienen un papel relevante.
A tenor de las disparidades existentes entre los tipos de bienes que se exportan y los que se importan, se deduce que la mayor parte del comercio de Canarias con el extranjero es de tipo interindustrial (el comercio intraindustrial es poco relevante), explicándose, por lo tanto, por el cumplimiento del principio de la ventaja comparativa. Como norma, sin embargo, lo que predomina es una situación de desventaja comparativa en la mayoría de los capítulos significativos de este comercio (excepto en los relativos a productos vegetales), desventaja que además se ha ido agudizando con el paso del tiempo.
Estrangulamientos en infraestructuras de transporte:
El carácter insular de la Comunidad Autónoma de Canarias implica que sus puertos y aeropuertos tengan una importancia especial al configurarse éstos como las vías de comunicación a través de las cuales se canaliza el tráfico de mercancías y pasajeros entre islas, y entre éstas y el exterior. Es obvio que estas infraestructuras son un instrumento fundamental de la actividad económica del archipiélago.
Las posibles actuaciones que deben desarrollarse para incrementar la atracción del tráfico marítimo a los puertos canarios deberán establecerse sobre el tráfico de aprovisionamiento, potenciándolos como centros de distribución de contenedores; sobre el tráfico de cruceros, potenciando la zona en que se ubica Canarias y facilitando en los puertos la recepción de este tráfico; y en el tráfico de avituallamiento, reduciendo el coste del servicio y mejorando la calidad del mismo.
Una característica común a todos los aeropuertos es el crecimiento espectacular de su utilización, que ha supuesto la aparición de problemas de capacidad en los períodos de mayor intensidad de la demanda. Las necesarias ampliaciones de capacidad que se requieren en los aeropuertos canarios afectan a los edificios terminales y aparcamientos, prolongación de las pistas de vuelo y construcción de nuevas pistas de rodadura, así como a los accesos por carretera, más acordes con los volúmenes de tráfico actuales.
La infraestructura de carreteras no es suficiente. Así, aunque los índices del parque automovilístico son ligeramente superiores a la media nacional (474 vehículos por 1000 habitantes frente a 425 en 1991), el número de kilómetros realizado por vehículo y día es bastante superior en Canarias que en el resto del Estado, donde existen otras y mejores ofertas de transporte colectivo.
En Canarias se dobla el valor de la media nacional en lo que a densidad de la red viaria se refiere. -0,63% Km./Km2 de superficie frente al 0,31% nacional- debido fundamentalmente a las necesidades derivadas de la fragmentación insular del territorio. Además, las intensidades de tráfico son muy superiores (155.37 veh./Km.) carretera en Canarias, frente a 105.34 a nivel nacional).
En relación a los recursos hídricos de Canarias, hay que destacar que de los 460 Hm3 de recursos aprovechados en el archipiélago, unos 400 Hm3, es decir casi el 90%, son aguas subterráneas, parte de las cuales corresponden a recursos no renovables (extracción de reservas), y que los recursos provenientes de la desalación ya superan a los obtenidos de aguas superficiales en un año de precipitaciones medias.
Los problemas más importantes en materia de agua son su pobre régimen de precipitaciones, el escaso aprovechamiento de las aguas subterráneas (que sólo puede realizarse mediante costosas obras de alumbramiento y extracción), la existencia de importantes desequilibrios en los balances hídricos entre recursos disponibles y demandas de agua en las islas y la baja calidad del agua.
Miguel Moltó. Director de la Representación de la Comisión Europea en España.
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