Dante Alighieri (Florencia 1265-Rávena 1321):
Hijo de Alighiero de Bellincone y de una dama llamada Bella, pertenecía a una familia de la burguesía güelfa, pese a lo cual el poeta se vanagloriaba de su origen noble, y en el Paraíso (cantos XV y XVI) evocó la figura de su antepasado Cacciguida, que fue armado caballero por el emperador Conrado III de Suabia. De su niñez y adolescencia se sabe muy poco. Antes de 1278 su madre había muerto; mientras, estudiaba en su ciudad natal, y con toda certeza fue discípulo del famoso Brunetto Latini, que aparece en el Infierno (canto XV); entre sus amigos íntimos figuraba el futuro gran poeta Cavalcanti. Según afirma en la Vida nueva, a los nueve años (1274) vio por primera vez a Beatriz, un año menor que él, y al volverla a ver al cabo de nueve años concibió por ella un amor platónico que expresó en la Vita nuova, especie de diario íntimo en verso y prosa, cuya redacción debió de terminarse hacia 1294. Durante estos años alternó el estudio (en la universidad de Bolonia) con una vida al parecer un tanto disipada; en 1289, combatió valientemente en la batalla de Campaldino, 1290 es la presunta fecha de la muerte de Beatriz. Un año más tarde contrajo matrimonio con Genma di Manetto Donati, de la que tuvo cuatro hijos. A partir de 1295 empezó a tomar parte en la vida pública de Florencia: miembro del consejo especial del pueblo (1295-1296), posteriormente del consejo que elegía a los priores, de 1296 a 1297 fue miembro del Consejo de los Ciento.
Destierro:
En 1300, fue designado como embajador en San Gimignano para organizar la lucha de los güelfos de la Toscana contra las intrigas del papa Bonifacio VIII, y, en octubre de 1301, marchó a Roma para ofrecer la paz al pontífice, éste le retuvo junto a sí hasta que, a fines de año, el papa, aliado con Carlos de Valois, conseguía hacer triunfar en Florencia los güelfos del partido negro; los güelfos blancos (moderados), a cuyo partido pertenecía Dante, fueron desterrados, y el 27 de enero de 1302 se condenaba al poeta a multa, expropiación y exilio; una segunda sentencia (10 marzo) le condenaba a ser quemado vivo en caso de encontrársele en Florencia. En 1302 y 1303, Dante participó en las tentativas de los blancos desterrados, que intentaban volver al poder por la fuerza, y se reunió con ellos en Forli, pero, decepcionado por el egoísmo y el odio partidista de los demás proscritos, que parecían olvidar que, a pesar de todo, Florencia seguía siendo su patria, se apartó de ellos y comenzó así su vida errante. Visitó primero Verona, donde fue huésped de la noble familia de los Scaligeri; luego, Padua y Rímini; de 1306 a 1309 recorrió Italia septentrional. En 1310, la proyectada invasión de Italia por Enrique VII de Luxemburgo colmó de júbilo al poeta, que esperaba así ver realizado su sueño de un imperio romano universal; pero la muerte de Enrique VII frustró sus esperanzas (1313), y se vio obligado a reemprender su vida errante. Exceptuando la amnistía de 1311, y condenado de nuevo por rebelde en 1315, ya no volvió a Florencia. Tras su paso por Lucca y Verona, fue generosamente acogido en Ravena por Guido Novello da Polenta, y en esta ciudad murió el 14 de septiembre de 1321, al regreso de una embajada en Venecia.
Su tumba se encuentra en una pequeña capilla de la iglesia de San Francesco.
Obras:
Su obra en lengua latina está compuesta de los siguientes libros: Sobre la lengua vulgar (de vulgari elocuentia), opúsculo inacabado, escrito entre 1304 y 1307, en el que analiza el mosaico de dialectos que en esta época se hablaban en Italia, con objeto de obtener una lengua común más apta para la expresión literaria, que pudiese rivalizar dignamente con el latín. La monarquía (Monarchia), entre 1310 y 1314, tratado político que refleja la crisis ideológica del poeta, que de güelfo blanco o moderado había pasado a ardiente partidario del gibelinismo: la salvación de Italia consistiría en la constitución de un Imperio independiente de la autoridad papal. Las dos Églogas (Eglogae), compuestas en Ravena e 1319 o 1320, de imitación virgiliana, y dirigidas al latinista boloñés Giovanni de Virgilio, quien le había invitado a abandonar la lengua vulgar por el latín. La disputa sobre el agua y la tierra (Questio de aqua et terra), tratado de física, compuesto en Verona, y de cuya autenticidad se dudó hasta 1907. Las trece Epístolas (Epistolae) que se conservan sólo son una reducida parte de las que se sabe que llegó a escribir; dos de ellas fueron escritas en representación de los desterrados de Florencia, pero las más importantes son las ocho que escribió en nombre propio; entre éstas destacan las escritas en septiembre de 1310, exultando de júbilo por el anuncio de la llegada de Enrique de Luxemburgo, la de 1315, en que renuncia a aceptar la amnistía que le ofrece Florencia, y, sobre todo, la dirigida a su antiguo protector Can Grande della Scala (considerada apócrifa hasta 1920), en que el poeta hace una serie de comentarios sobre la Comedia.
La Divina Comedia:
Consta de 100 cantos. Escrita en tercetos durante sus primeros años de exilio. Presenta la historia y la filosofía de la Antigüedad clásica, los principios del cristianismo y los conceptos medievales del mundo. Expone por primera vez la relación del individuo con el universo divino y, a la inversa, el lazo que une las leyes estáticas y dinámicas con el alma del individuo y su biografía. Transcurre en la Semana Santa de 1300, en el primer año jubilar de la cristiandad, instaurada por el papa Bonifacio VIII como excusa para la indulgencia papal oficial. El poeta es conducido fuera de la selva oscura por un guía de la antigüedad clásica, Virgilio. La senda recién hallada es fatigosa pero provechosa. El descenso a los infiernos empieza en círculos concéntricos estrechos y pasa por la ciudad de los dolores, donde están desterradas las almas de los condenados sin ninguna esperanza de redención que padecen castigos y tormentos infernales; finalmente, los dos poetas llegan hasta Satanás, que devoraba los peores malhechores. La selva vuelve a ascender en círculos concéntricos hasta la montaña de la purificación. Para las almas del Purgatorio existe la esperanza y pueden purgar paso a paso mediante penitencias, castigos físicos, meditación y oración, dependiendo de la gravedad de los siete pecados capitales: soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuria. Virgilio tiene prohibida la entrada al Paraíso por representar a la Antigüedad pagana y Beatriz continúa como guía. El camino conduce a través de las esferas celestes hasta la cúspide de la cúpula celestial, donde, como hombre mortal, no encuentra palabras y descubre l'amor che muove il sole e l'altre stelle.
Homero, Sócrates y Platón son colocados en el Limbo y no en el Purgatorio o en el Paraíso. En el siglo XIII se creía que la salvación era imposible para todos aquellos que habían vivido antes de Jesús.
Dante tituló la obra Comedia porque empieza de forma terrible y acaba bien. También porque estaba escrita en toscano -la lingua volgare-, y no en latín. El apelativo de Divina fue añadido con posterioridad por Boccaccio.
Enrique de Villena (1384-1434), autor de heterogéneos escritos, tradujo por primera vez a una lengua europea toda la Eneida de Virgilio y también hizo la primera traducción de la Divina Comedia. A pesar de su prestigio fue perseguido por la Iglesia y en 1414 fue expulsado de la orden de Calatrava. El mismo día de su muerte todos sus libros fueron confiscados, revisados y la mayoría quemados.
Canto I [Virgilio se presenta]:
[...]
Cuando yo le miré en el gran desierto,
"Apiádate de mi -le grité al mismo-,
quienquiera seas, sombra u hombre cierto."
Respondiome: "Hombre no; hombre ya he sido,
los que diéronme el ser fueron lombardos,
y ambos por patria a Mantua la han tenido.
Nací sub Julio, bien que un poco tardo
y viví en Roma, bajo el buen Augusto,
en tiempos de engañosos dioses falsos.
Poeta he sido, y yo canté del justo
hijo de Anquises, que volvió de Troya
después que fuese el soberbio Ilión combusto.
[...]
(Dante, La Divina Comedia)
Solamente en el primer canto del Infierno hay varios misterios no muy bien aclarados por los numerosos comentaristas. ¿Que es il camin di nostra vita? ¿Y la selva? ¿Y las fieras? ¿Y las tres piadosas mujeres? ¿Y el lebrel? Dante cree en Cristo resucitador; cree firmemente en la resurrección de la carne. Y por eso viaja a través del reino de los muertos, habla con ellos todo el tiempo, pero ni una vez manifiesta el terror a la muerte ni alude a su tragedia.
The Wild Swans at Coole. Yeats (1919):
Y sin embargo
La imaginación cimera de la Cristiandad,
Dante Alighieri, tan profundamente se autoencontró
Que hizo que su hundido rostro se grabase
más claro en el ojo de la mente que cualquier rostro
Salvo el de Cristo.
And yet
The chief imagination of Christendom
Dante Alighieri, so utterly found himself
That he has made the hollow face of his
More plain to the mind's eye than any face
But that of Crist.
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