Viajes de peregrinos cristianos:
La palabra peregrino viene del latín peregrinus, que significa extranjero, y designaba a las personas de condición libre sin la ciudadanía romana. De esta palabra surgió el verbo peregrinari, «venir (o ir) al extranjero».
La preeminencia de Roma sobre las sedes de importantes patriarcas del Mediterráneo le debe mucho a que se convirtió en destacado lugar de peregrinación.
En los primeros tiempos de la Iglesia el obispo de Antioquía era más importante que los demás.
Pedro y Pablo estuvieron en la capital del imperio, que se creía especialmente impregnada del espíritu de Jesús.
En el año 325, en el primer concilio ecuménico, se reconoció que Roma tenía más prestigio que cualquier otro lugar.
El papa Dámaso I (366-384), residente en el lugar que ocupa el actual Vaticano, retomó el coleccionismo de reliquias de los mártires que Constantino había iniciado.
Renovó las tumbas de los primeros cristianos, que se fueron convirtiendo en un lugar privilegiado de peregrinación como nunca lo fueron Antioquía o Cartago.
Canterbury:
Chaucer, en los Cuentos de Canterbury pone a sus peregrinos en la ruta desde Londres al Santuario de Thomas Becket en la catedral de Canterbury. En aquellos tiempos era el lugar de peregrinación más importante de la cristiandad. Hoy ha sido sustituido por la carretera A2 de intenso tráfico. Pero perdura otro camino del peregrino, un sendero prehistórico que pasa por el sur de Londres y atraviesa los North Downs, entre Winchester, Canterbury y Dover. Fue transitado por celtas, romanos, mercaderes y peregrinos. En 1978 se lo llamó camino de North Downs a los 193 km que separan Winchester de Canterbury. Los North Downs son altas colinas de creta circundadas por antiguos bosques. La catedral de Winchester, comenzada en el año 642, fue reconstruida entre el s.XI y el XVI. Es la catedral gótica más larga de Europa. Hasta la catedral de Canterbury caminó Enrique II descalzo y flagelado por obispos, para expiar su papel en la muerte de Thomas Becket.
Santiago de Compostela:
Según un relato legendario a comienzos del siglo IX el obispo Teodomiro de la diócesis de Iria Flavia (Padrón) descubrió los restos del apóstol. En el lugar del hallazgo, el monarca asturiano Alfonso II el Casto ordenó erigir una iglesia (origen de la catedral). La noticia se difundió rápidamente por toda la cristiandad y el lugar se convirtió en objetivo fundamental de las peregrinaciones cristianas. Alfonso II, que necesitaba de un elemento aglutinador para la consolidación de su reino, convirtió al apóstol en un símbolo del combate contra el islam, naciendo así la imagen de Santiago Matamoros, que se prodigó a lo largo de la ruta.
Durante el siglo X sufrió la inseguridad del Camino y a la concentración de los afanes cristianos en la defensa frente al califato de Córdoba.
Empieza a consolidarse en el siglo XI con el retroceseo del califato.
Los monjes cluniacenses utilizaron la ruta como elemento de renovación eclesiástica y como vía de penetración de la reforma gregoriana (s.XI).
En el siglo XII, coincidiendo con el crecimiento económico, atraía a peregrinos de remotos lugares de Europa.
Uno de los tres destinos cristianos que proporcionaba indulgencia plena durante la Edad Media.
En el símbolo que portaban los peregrinos, una concha de vieira, los surcos de su superficie confluyen en un mismo punto, como los caminos a Santiago. A su vez evocan los rayos del sol poniente, punto de dirección hacia el que marchan los peregrinos.
El monje benedictino francés Aymeric Picaud escribió una especie de guía de viajes incluida en el Codex Calixtinus (1140).
El códice recoge los milagros atribuidos a Calixto II, arzobispo de Vienne elegido papa en 1119.
La guía pretendía ayudar a los peregrinos en su ruta hacia Santiago de Compostela.
Con escasa reverencia alguien llamó al códice «la primera guía turística del mundo».
Hugo de Borgoña recibió la noticia de que había sido elegido papa en tierras castellanas camino a Compostela.
Regresó de la peregrinación, tomó el nombre de Calixto y escribió la más destacada guía de los peregrinos.
Rutas:
Había 4 importantes rutas a través de Francia que convergían en St-Jean-Pied-de-Port, en los pirineos franceses. El más occidental, desde París, pasaba por Orleans, Tours, Poitiers y Burdeos, bordeando luego la costa del golfo de Vizcaya.
Con un espectacular descenso rocoso desde los Pirineos se inicia en España el llamado Camino Francés de 805 km.
Las dos entradas pirenaicas desde Francia, la de Somport (Huesca) y la de Roncesvalles (Navarra) siguen caminos paralelos hasta encontrase en Puente la Reina (Navarra).
La mayor parte de la gente tarda en recorrerlo unas cinco semanas por localidades entre las que están Logroño, Burgos, León, Astorga y Sarriá. La diócesis expide un documento si se acredita que se viaja por motivos religiosos más de 97 km a pie o 193 km en bicicleta.
Leyendas del camino:
El encuentro de gente fervorosa de todos los rincones dio lugar a buen número de leyendas e historias fantásticas con la presencia o intervención del santo.
La más conocida ocurre en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), donde vuelve a la vida un joven peregrino alemán injustamente ajusticiado.
En el poyo de Roldán, una colina de La Rioja cercana a Navarrete, se sitúa una historia legendaria protagonizada por caballeros de Carlomagno.
El caballero Roldán vence al violento gigante Farragut acertándole en la frente con una gran piedra.
En la tradición cristiana los tres patrones de los peregrinos son San Cristóbal, San Rafael y San Roque. El patronazgo de San Cristóbal se refiere a un sentido más amplio de viaje.
Aksum:
Considerada la ciudad más sagrada de Etiopía. El cristianismo fue declarado allí la religión nacional en el siglo IV por su gobernante Ezana, quien construyó gran parte de la arquitectura monumental y convirtiò a la mayoría de la población del reino de Aksum al cristianismo alrededor del año 330. Este antiguamente próspero reino de la meseta de Tigray estaba cerca de la cuenca del Nilo Azul y la depresión de Afar, y tenía acceso al puerto de Adulis en la costa del mar Rojo, lo que le permitía mantener relaciones comerciales con países como Egipto, la India, Sudán y Arabia.
Llegó a controlar extensos territorios hasta los límites del sur de Egipto, el golfo de Adén, río Omo (sur) y reino kushita de Meroe (oeste). Estuvo bajo su dominio el reino Himyarita de Arabia del Sur.
Según la iglesia ortodoxa de Etiopía Aksum está en el mismo lugar en el que se hallaba el arca de la Alianza, que contenía las tablas de la ley. Según se cuenta, el arca está en la iglesia del siglo XVII de Nuestra Señora de Sión, pero sólo su guardián puede verla. Junto al museo de Biblias, cruces y coronas está el antiguo campo de las estelas, enormes obeliscos construidos a partir de un único bloque de granito. El más alto alcanza los 24 metros.
A las afueras de la ciudad se encuentran las ruinas de la tumba del rey Kaleb, el palacio de la reina de Saba y el monasterio de Pentalewon.
Lalibela:
Equivalente etíope a la Petra de Jordania esculpido en el siglo XIII. Rodeada por imponentes montañas escarpadas del norte de la provincia de Wollo. Conjunto de 11 iglesias monolíticas medievales que constituyen el mayor atractivo del país.
Situado a 2.630 metros de altura en un lugar desértico y aislado, cerca de un pueblo tradicional de viviendas circulares.
Las iglesias fueron talladas sirectamente en el terreno rocoso, por lo que sus tejados están a nivel del suelo.
Se construyeron en un solo siglo y, según dice la leyenda, con los ágeles ayudaron en su construcción.
Algunas están prácticamente escondidas en zanjas profundas, mientras que otras se hallan en cuevas excavadas en la roca, Un complejo laberinto de túneles y estrechos pasadizos llenos de criptas, grutas y galerías las conecta a todas. Sólo los cánticos religiosos rompen el silencio subterráneo. La localidad fue próspera capital de una dinastía medieval que fue menguando hasta convertirse en un simple pueblo. Las iglesias se han mantenido vivas gracias a generaciones de sacerdotes que conservan sus tesoros, sus cruces ornamentales y sus Biblias y manuscritos ilustrados. Desde la carretera son prácticamente invisibles en un horizonte dominado por el monte Abuna Yosef (4.200m).
Monte Sinaí:
El lugar donde Moisés pasó 40 días y recibió los Diez Mandamientos recibe gran cantidad de peregrinos, excursionistas y turistas.
Situado a unas tres horas de Sharm El Sheik (Egipto) a 2.285 m de altura y con impresionantes vistas sobre el desierto, especialmente al amanecer. El camino de acceso más directo y exigente es a través de los 3.750 Escalones del Arrepentimiento, llamados así en honor al monje que los construyó. El camino de los Camellos, llamado así en honor al beduino que esperaba en él con sus camellos por si algún visitante cansado necesitaba ayuda, es algo más sencillo, y se tarda unas tres horas en llegar a la cumbre. Se une con los últimos 750 escalones en la cueva de Elías, un hueco en la ladera famoso por el ciprés de 500 años en el que, según la leyenda, Dios le habló a Elías mientras éste se ocultaba de Jezabel. En la cima está la Capilla de la Santísima Trinidad, una iglesia ortodoxa griega construida en 1934 sobre las ruinas de una iglesia del siglo IV.
El Itinerarium de la monja viajera Egeria se divide en dos partes: descripción de su peregrinatio (381-384) y liturgia en Tierra Santa. La primera comienza cuando está a punto de subir al monte Sinaí, tras haber visitado Jerusalén, Belén, Galilea y Hebrón.
Santuarios marianos:
En Montserrat se venera a la Virgen Negra [Moreneta] desde el siglo XII. El icono de Nuestra Señora de Czestochowa es venerado en esta localidad polaca desde comienzos del siglo XIV. En México, la pintura de Nuestra Señora de Guadalupe conmemora la milagrosa aparición de María al indio Juan Diego en 1531 y su templo empezó a construirse en 1695.
La Basílica de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y de América Latina, es el destino de 6 millones de fieles durante el día de la virgen. Muchos recorren a pie grandes distancias para pernoctar la víspera junto al santuario. Constituye la mayor peregrinación católica del mundo.
Fue citada por Pío XII en 1945 como “emperatriz de las Américas”. También se refieren a la Guadalupana con el apelativo de madre de las Américas.
En el siglo XIX se produjeron varias apariciones de la Virgen y se crearon santuarios en torno a distintas devociones y peregrinajes marianos, tales como Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en París (1830), Nuestra Señora de Lourdes en Francia (1858), Nuestra Señora de Knock en Irlanda (1879) y Nuestra Señora de Fátima en Portugal (1917). En España devotos marianos acuden a la basílica de Nuestra Señora la Virgen del Pilar (patrona de Aragón), el santuario de la Virgen de Guadalupe (santa patrona de la Hispanidad y también representada como Virgen Morena, en Cáceres) y la ermita de la Virgen del Rocío en Almonte (Huelva) a la que se acude anualmente en caballos enjaezados y carretas ornamentadas.
Cela inicia su Viaje a la Alcarria apeándose en la estación de Guadalajara con botas claveteadas, cantimplora, mochila y morral (1946).
Andando por la calle le preguntan una y otra vez si se dirige a Zaragoza en cumplimiento de una promesa.
Monte Carmelo:
Karmel en árabe significa jardín y Karem El en hebreo significa viñedos de Dios. Es un monte con una altura de 550 metros situado junto a la costa. La localidad de Haifa ocupa parte de su falda. En la antigüedad estaba cubierto por viñedos y fue siempre famoso por su fertilidad. El filósofo sirio Jámblico (IV a.C.) lo llamó el más santo de todos los montes. Sus cuevas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012. Durante el s.XII un grupo de ermitaños se retiraron en el lugar y dieron origen a la muy extendida devoción hacia Nuestra Señora del Monte Carmelo, la Virgen del Carmen. En 1209 el patriarca de Jerusalén Alberto entrega a los ermitaños la regla del Carmelo. El Monasterio de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Haifa también es conocido como Monasterio de Stella Maris. El oratorio fue dedicado a la Virgen en su advocación de la Virgen Estrella del Mar. El promontorio de Haifa, la isla de la Sal y el Monte Carmelo están a la misma latitud del Mar de Galilea.
Los primeros viajeros cristianos a Tierra Santa hicieron uso del cursus publicus romano, la red de 80.000 km de vías utilizadas por las legiones. Podían hospedarse en las mansio, o casas de postas.
Gruta establo de Belén:
Guiados por una estrella los Reyes Magos hicieron una larga ruta para adorar a Jesús recién nacido durante el viaje desde Nazaret al pueblo de José.
La basílica de la Natividad es una de las iglesias más antiguas del mundo y que menos modificaciones ha sufrido.
El lugar exacto fue de fácil ubicación por el bosque sagrado romano que se mandó a plantar.
Se encuentra a las afueras, al sur de Jerusalén.
En tiempos de Jesús la distancia se cubría en tres horas.
En el año 325 la emperatriz Helena, madre de Constantino, identificó la cueva e hizo construir sobre ella una basílica con una nave central y dos laterales adornada con magníficos mosaicos de estilo y época constantiniana, aunque fue en el año 590 cuando Justiniano, emperador bizantino, construyó la iglesia de la Natividad que conocemos hoy.
El templo, uno de los más antiguos de toda la cristiandad, se ha preservado gracias a una serie de curiosas vicisitudes históricas. En el año 614, el rey persa Cosroes II invadió Tierra Santa sometiendo a una destrucción sistemática cuantos templos encontró.
La basílica de la Natividad fue respetada porque los Reyes Magos representados en la fachada llevaban trajes persas.
En el siglo XI los cruzados apenas la modificaron, reconstruyendo muy pocas, y secundarias, partes de la iglesia.
No sufrió los ataques de las diferentes oleadas de conquistadores musulmanes.
Cenobios:
Antes de nuestra era algunos piadosos judíos vivía como anacoretas retirados del mundo.
En tiempos de persecuciones de cristianos gran número de ellos se refugiaron en la Tebaida (Egipto).
Los lugares que habitaban eremitas y cenobitas estaban apartados.
San Antonio Abad (251-356) fundó el movimiento eremítico.
Sus discípulos habitaron en desiertos como los de Nitria y Scete.
Dos de sus grupos que hacían vida en común en Pispir y Arsínoe son considerados los precursores de la vida monástica.
Se mencionan cenobitas en la sierra de Shigger, cerca de Nísibis, en los yermos de Calcis.
Vestidos con túnicas hechas con paja y hojas de palmera.
El monje Teodosio es descrito con el pelo muy largo atado a la cintura. Algunos ayunaban durante extensos periodos, otros pasaban años comiendo únicamente cinco higos diarios.
Según su comentarista, el padre García M. Colombás, el asceta Baradato «Tuvo la locura de la Cruz». Vivió metido en un saco de piel con solo dos aberturas, para la nariz y para la boca. Permaneció siempre en pie y con las manos alzadas al Dios creador.
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