Celtas:
Grupo de pueblos que dominaba la mayor parte del oeste y centro de Europa durante el I milenio a.C. y que transmitió su idioma, costumbres y religión a los otros pueblos de la zona.
Heródoto los denominó keltoi y los romanos celtae, galatae y galli.
Hablaban una lengua indoeuropea de la misma familia que las de itálicos, helénicos y germanos.
La primera área geográfica en la que se trabajó el hierro de forma predominante fue Oriente Próximo y ello tuvo lugar hacia el siglo XIII a.C. El término edad del hierro hace referencia en Europa al periodo comprendido entre el final de la edad del bronce (c. 700 a.C.) y la expansión del Imperio romano (27 a.C.-68 d.C.).
La última fase de la prehistoria europea antes de que la cultura romana trajera la alfabetización e impusiera una forma de vida radicalmente nueva.
Se extendió en el tiempo en zonas donde no llegaron las legiones.
Es el caso de Escandinavia, Alemania central y las zonas más remotas de Gran Bretaña.
La edad del hierro comenzó en China hacia el 600 a.C.; en el África subsahariana hacia el 500-400 a.C., y en el sur de África hacia el 200 d.C.
En el 275 a.C. los celtas alcanzan su máxima expansión la península italiana, que incluye la parte norte de la costa adriática.
● Estaba poblada de celtas que hablaban el gaélico (antepasado del bretón). Experimentados agricultores y feroces guerreros todavía seguían viviendo en la anarquía del neolítico. Sus innumerables tribus luchaban entre ellas. A César le resultó fácil intervenir en sus enfrentamientos. En siete años, la Galia fue conquistada y, en 52 a.C, el jefe galo Vercingetórix, confinado en Alesia, tuvo que rendirse al general romano, que le condenará a muerte. (Barreau)
César describió centros urbanos amurallados celtas, comunes a lo largo del territorio europeo durante la edad del hierro.
Resaltaba la parte defensiva en un entorno sujeto a continuos enfrentamientos armados.
La agricultura de Europa central se benefició de la presencia de loess, una arcilla muy fina, de varios metros de grosor, que los glaciares dejaron al retirarse.
Druidas:
Ejercían funciones de sacerdotes, de profesores de religión, de jueces y de administradores públicos. Existían tres clases: profetas, bardos y sacerdotes. Estaban instruidos en astrología, magia y las cualidades de las plantas y los animales.
En la zona donde floreció el druidismo abundan dólmenes, utilizados como altares y templos.
Durante la invasión romana los druidas lideraron la resistencia. Según Plinio la transmisión de los saberes de los druidas llegó a extenderse hasta Persia.
Otto Rahn, curioso erudito alemán poseido por la fe en fabulaciones, creía que los caballeros templarios eran herederos de un saber «hiperbóreo» de los antiguos druidas. Desarrollaba argumentos que defendían unas presuntas relaciones entre cátaros y druidas.
● Sir William Blackstone observó, en 1765, que «en la profunda ignorancia de la literatura en que estaba sumido antiguamente todo el Occidente las letras eran enteramente tradicionales por una sencilla razón, que las naciones en las que ellas imperaban apenas si tenían idea de lo que era la escritura. En consecuencia, los británicos, así como los druidas galos, confiaban todas sus leyes, así como sus conocimientos, a la memoria; y se dice de los primitivos sajones, y de sus hermanos en el continente, que leges sola memoria et usu retinebant». (Boorstin)
● La veneración por el secreto —que les prohibía escribir su propia lengua— es un punto de contacto sólo tangencial con los espartanos, pues dentro del misterio genérico derivado de negarse a redactar anales el único parecido extra es el propio sistema de castas, un rasgo indoeuropeo común a muchas otras culturas. Los celtas practicaron una forma simplificada de dicho sistema —barones, clérigos y el resto, sujeto a una esclavitud más o menos expresa, sin la casta comercial del hinduismo—, en un marco de agricultura sedentaria apoyada sobre granjas.
Por lo demás, sus creencias e instituciones dibujan un curioso paralelo con algunos pueblos mesoamericanos. Como los chamanes-jaguares aztecas, sus druidas pasaban muchos años en centros formativos, estaban notablemente avanzados en las mismas ramas del saber (astronomía, botánica medicinal, toxicología) y atendían a un panteón de deidades crónicamente necesitadas de sangre humana. Cabe incluso hablar de analogías con los jíbaros, pues los barones celtas fueron cazadores y coleccionistas de cabezas. Una fe incondicional en el chivo expiatorio como medicina mantuvo en sus dominios «la más terrible superstición». (Escohotado)
► Desde varios miles de años atrás pueblos del neolítico empleaban profusamente megalitos para elaborados rituales religiosos.
Algunos de ellos con elaborada ornamentación tallada y otros con alineación astronómica.
► En el 865 los noruegos, a través de las islas Feroe, se instalan en Islandia.
En sus traslados de poblamiento llevaron consigo esclavos celtas y pequeños caballos.
Avalon se relaciona con la mítica isla de los Santos en las leyendas célticas, especialmente, en las artúricas.
De inspiración celta quedaron en la memoria seres como Ainé, Andate, Angus Og, banshees y Bran.
Cuando hacia el año 1000 los francos comienzan a extenderse por zonas de Alemania, existe un contraste notable entre Inglaterra y sus vecinos celtas y semibárbaros independientes, Irlanda, Gales y Escocia.
A finales del siglo XVIII William Jones registró los rasgos compartidos de gramática y vocabulario entre el sánscrito y las antiguas lenguas celtas de Europa.
► Las familias de lenguas indoeuropeas se subdividieron en anatolio, armenio, tocario (Asia Central), greco-armenio, germánico, celta, itálico, balto y eslavo. Se trabaja en la reconstrucción del protocéltico (hablado hacia el 800 a.C.) a partir de lo que se sabe del celta continental e insular. Las lenguas gaélicas son una subfamilia de las lenguas celtas formada por el irlandés, el gaélico escocés y el manés (Isla de Man).
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