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La batalla de Okinawa (1945):
Fue la última gran batalla de la guerra. La isla, principal de las Ryu Kyu, fue elegida como base para futuras operaciones contra Japón a causa de su gran extensión y su proximidad a las islas más importantes. Tiene 1176 Km cuadrados, es muy accidentada al norte y configurada por volcanes.
Fue sometida a ataques aéreos desde finales de 1944. En enero de 1945 sufrió las incursiones de aparatos con base en los portaaviones de la III Flota.
A mediados de marzo los portaaviones se acercaron a las costas del sur para bombardear intensamente cualquier medio de apoyo sobre la isla.
Actuaron sobre las bases aéreas, donde residía el mayor poder ofensivo japonés, y sobre los escasos barcos de guerra que habían sobrevivido a la batalla del golfo de Leyte.
En estos preparativos el portaaviones Franklin sufrió graves averías y perdió casi la mitad de su tripulación.
El dominio norteamericano sobre el mar estaba claro. Estaban teniendo mucho éxito en hundir barcos de suministros.
El 29 de noviembre el portaaviones japonés Shinano, el más grande del mundo, fue sorprendido cambiando de astillero y recibió cuatro torpedos del submarino USS Archerfish. Se hundió llenándose de agua lentamente porque no tenía montadas las bombas ni las compuertas herméticas.
El 23 de marzo comenzó el ataque a las defensas de Okinawa e islas adyacentes. El 24, los buques bombardearon la costa sureste y los minadores comenzaron a limpiar los accesos a la isla. El 26 comenzó el bombardeo naval de la costa oeste. Al sur de Okinawa, una fuerza naval británica neutralizó los ataques del grupo Sakashima y el mismo día la 77 división desembarcó en el grupo Kerama, al oeste del extremo sur de Okinawa. El 1 de abril, una gran flota de más de 1.400 buques, de ellos 300 de combate, comenzó a desembarcar la fuerza de invasión en la bahía de Hagushi, al oeste de Okinawa. El X Ejército consistía en dos divisiones de Infantería de Marina y dos divisiones del Ejército. Fue reforzada más tarde por dos divisiones y un grupo de combate de la Infantería de Marina. Las tropas llegaron a la costa este el 3 de abril.
La primera fase del desembarco sólo había causado 200 bajas cuando esperaban perder el 80% de los hombres.
Los defensores estaban concentrados en dispositivos subterráneos y las playas no estaban defendidas.
El tipo de defensa escondida hizo que los lanzallamas se empleasen continuamente.
El servicio secreto había desestimado la fuerza de los japoneses, que pasaban de 120.000 hombres; las defensas contaban con posiciones casi inexpugnables en las colinas y cuevas del sur de la isla. La línea japonesa se extendía a lo ancho de la isla, apoyada en Naha en el oeste, Shuri en el centro y Yonabaru en el este. Cuando el avance norteamericano quedó detenido (4 abril) por una fuerte acción de la retaguardia japonesa, se juzgó necesario añadir el fuego de la escuadra, que lanzño cantidades enormes de proyectiles. Los buques no pudieron maniobrar adecuadamente para defenderse de los contraataques efectuados con bombarderos pesados que causaron la pérdida de 6.721 hombres y 34 barcos.
Todos los pilotos japoneses tenían órdenes de sacrificar su vida si recibían esa indicación. Debido a la cercanía de sus bases los ataques suicidas con cazas y la efectividad de este método aumentó significativamente.
La isla Ie y sus dos aeródromos cayeron entre el 18 y el 22 de abril.
Las ingeniosas posiciones japonesas permitían un avance muy lento. La posición de la colina Sugar Loaf cambió de manos 20 veces. Naha, tomada el 17 de mayo, no pudo ser totalmente tomada hasta el 7 de junio.
La línea japonesa fue rota en Shuri y el resto de las fuerzas lucharon heroicamente y de forma suicida. Una solicitud de rendición fue rechazada por el comandante japonés.
Gushican cayó el 7 de junio y la península Oroku, al suroeste el 10 de junio.
Elevado número de víctimas:
Fue un error de previsión enterarse sobre el terreno del tipo de defensa a las que tendrían que enfrentarse.
Los diversos cuerpos realizaron un trabajo bien coordinado optimizando el uso del material disponible.
Los tanques usados como parapeto en el avance de la infantería fueron de gran ayuda contra los disparos y la metralla.
Las lluvias torrenciales que se presentaron llegaron a paralizar totalmente cualquier movimiento de vehículos.
En la operación intevinieron 500.000 norteamericanos.
Entre los civiles se calcula que murieron 150.000 aunque es muy difícil de decir porque el napalm empleado hace desaparecer todo rastro.
Entre los japoneses rendidos apareció gran número de civiles que incluían muchas mujeres y niños aterrorizados.
Los civiles habían sido tratados muy duramente por los militares japoneses y estaban muy desnutridos.
Los militares les ordenaron matarse unos a otros por familias.
La isla fue convertida en una importante base militar. Fue un enclave vital para la estrategia asiática de EE.UU. (Corea y Vietnam) que no la devolvió hasta 1969 mediante un acuerdo que conservaba la base y el derecho de almacenar en ella armas nucleares. El hecho de que murieran 10.000 norteamericanos sirvió de argumento mientras se debatía la conveniencia de emplear la bomba atómica sobre las islas mayores de Japón.
El punto de encuentro de los tres aviones que se emplearon para arrojar la bomba de Hiroshima fue la isla de Okinawa.
Hundimiento del Yamato (7 abril 1945):
Fue enviado a combatir a la flota que bombardeaba Okinawa como último recurso y en misión de camicace. Apenas tenía combustible para llegar a la zona.
Su gemelo Musashi había sido hundido el 25 de octubre de 1944 por 17 bombas y quizá otros tantos torpedos.
Fueron los acorazados más grandes, los mejor protegidos y los mejor armados de todos los tiempos. Sus cañones eran supuestamente impenetrables a las bombas AP de 1.000 kg y podían disparar proyectiles de 1,46 Tm a un alcance de 23 millas con un promedio de 2 disparos por minuto.
El que iba a ser el tercero de la clase, el Shinano, se terminó como el mayor portaaviones y tuvo la mala suerte de ser hundido a la primera ocasión.
El Yamato se convirtió en el buque insignia de Yamamoto el 12 de febrero de 1942. Participó en Midway y el submarino Skate lo alcanzó en Truk (24 diciembre 1943).
Combatió en las Marianas lanzando 104 proyectiles que hundieron un portaaviones de escolta y un destructor.
Recibió 6 bombas y quizá 10 torpedos y se hundió a las 14:23 hrs con la pérdida de casi toda la tripulación a excepción de 280. Aunque su dotación era de 2.500 hombres, iban a bordo 3.000.
Juicios de guerra (1946-1949):
Japón tuvo dos millones de muertos. El mediodía del 15 de agosto de 1945 Hiro-Hito dirigió sus primeras palabras a su pueblo a través de Radio Tokyo: A nuestros buenos y leales súbditos: Tras considerar a fondo las actuales tendencias del mundo y las condiciones en que se halla nuestro Imperio, hemos decidido establecer una medida extraordinaria. Hemos ordenado a nuestro gobierno comunicar a los gobiernos de los EE.UU., Gran Bretaña, China y la Unión Soviética que nuestro Imperio acepta las condiciones de su declaración conjunta.
El 1 de enero de 1946 pronunció otro humilde discurso en el que hablaba de las creencias erróneas según las cuales el emperador es de naturaleza divina, o que pretenden que el pueblo japonés es superior a todas las demás razas y está destinado a reinar sobre el mundo entero.
Veintiocho dirigentes japoneses, encabezados por el antiguo primer ministro Hideki Tojo, fueron acusados de crímenes de guerra convencionales, de crímenes contra la paz y de crímenes contra la humanidad. El juicio comenzó en Tokyo en junio de 1946; el tribunal, en el que estaban representadas 11 naciones, anunció su decisión el 12 de noviembre de 1948. Los 25 juzgados fueron declarados culpables; Tojo y 6 más fueron condenados a muerte, otros 16 a cadena perpetua y 2 a sentencias menores. En 1949 el Cuartel general aliado anunció la conclusión de los juicios seguidos a los criminales de guerra; 4.200 fueron hallados culpables y 720 de ellos murieron ejecutados.
Los tribunales marciales estadounidenses sentenciaron a morir fusilado al teniente Masaharu Homma por haber ordenado la marcha de la muerte de Bataán, y a ser ahorcado al teniente general Tomoyuki Yamashita por autorizar diversas atrocidades en las últimas fases de la campaña de Filipinas. Otras acusaciones se referían a la muerte de aviadores capturados, a malos tratos de los prisioneros de guerra y a canibalismo. China, Inglaterra y Australia también formularon acusaciones.
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