Lanzarote:
Probablemente entre 1320 y 1339, el genovés Lancelloto Malocello, por cuenta de los portugueses, arribó a las costas de Lanzarote, isla a la que seguramente dio su nombre.
En 1393 se asociaron en Sevilla algunos andaluces y otros aventureros de las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa, quienes, con licencia del rey Enrique III, aprestaron una escuadra de cinco navíos, a las órdenes de Gonzalo Peraza Martel, señor de Almonaster. Después de haber recorrido las costas de Africa y varias islas saquearon las humildes poblaciones de Lanzarote robando sus ganados y apresando al rey Tinguafaya con la reina su esposa y otros 170 isleños que nunca cobraron la libertad.
En 1402 Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle fundan el primer campamento en Rubicón, al sur de la isla.
Ese mismo año envían modestas expediciones a otras islas.
La isla, sometida a una sola jefatura radicada en la localidad de Zonzamas, apenas tiene 300 habitantes.
La población había estado sometida a devastadoras incursiones europeas para la captura de esclavos.
El Charco de San Ginés es una laguna litoral de 642 x 209 metros, con una profundidad inferior a 3 metros. El casco viejo de Arrecife se fue formando a su alrededor.
Siglo XVI:
Durante la segunda mitad del siglo XVI se da una gran actividad de la piratería morisca. Los asaltos asolan prácticamente a la isla y ocasionan grandes daños en las demás.
En los siglos de asaltos piráticos la pesca de altura resultaba demasiado arriesgada.
En 1574 el Castillo de San Gabriel, levantado en el islote del Quemado, posee una planta con baluartes en punta de diamante.
En 1586 resulta completamente destruido en la violenta incursión del corsario argelino Morato Arráez llegada en siete galeras.
Cuando los asaltantes penetran tierra adentro capturan a la esposa e hija de Agustín de Herrera, liberadas a cambio de un sustancial rescate gestionado por Argote de Molina.
La expedición parte tras un mes de pillaje llevándose varios centenares de cautivos.
El arquitecto real Leonardo Torriani, por instrucciones de Felipe II, llevó a cabo la construcción de un sistema defensivo más ambicioso.
De este plan proviene el amurallamiento almenado que lleva al Puente de Las Bolas.
El Castillo de Santa Bárbara, sobre la Montaña de Guanapay, cerca de La Villa de Teguise, fue construido por Sancho de Herrera en el siglo XVI y desde entonces sufrió los ataques de piratas y corsarios. Sería convertido en un museo dedicado a la emigración canaria a América.
En 1742 está terminado el Castillo de San Marcial del Rubicón de Femés, construido por orden del gobernador Andrés Bonito Pignatelli y con diseño de Claudio de L´Isle.
Se levanta en Playa Blanca, municipio de Yaiza, en emplazamiento para dominar el estrecho de la Bocaina.
En 1749 unos piratas argelinos incendian Femés y el Castillo de San Marcial.
En 1767 el ingeniero Alejandro de los Angeles vuelve a edificar el castillo.
En el siglo XVIII George Glas critica la falta de interés de los canarios hacia la explotación del banco canario-sahariano.
Con el tiempo las embarcaciones pesqueras faenaban fuera de la vista de la costa.
Los patrones conocían su situación por las características del fondo que revelaba una sonda.
Arrecife se convertiría en el puerto pesquero más importante del archipiélago.
Se acercaban con más frecuencia a la costa africana buscando capturas de corvina y sardinas.
En ocasiones un barco grande era empleado para remolcar pequeñas embarcaciones que permanecían unas semanas pescando y salando en las islas Salvajes.
Durante unas décadas previas al enlatado las sardinas se salaban y empaquetaban en barricas.
Una parte de los enlatados de Lanzarote se vendían en localidades de la costa africana.
Faros:
Para la navegación por las inmediaciones de Lanzarote se vio la necesidad de levantar un sistema de cuatro linternas, una de ellas situada en la pequeña isla de Alegranza. El plan de mediados del s.XIX de asistir a la navegación en las islas orientales concibió un importante faro en el suroeste de Lanzarote. El Faro de Pechiguera (1853) fue concebido para alumbrar el paso marítimo del estrecho de la Bocayna, entre Lanzarote y Fuerteventura.
Siglo XX:
A principios de siglo a través del Banco Trillo se realizan numerosos abusos y estafas a las clases más desfavorecidas de San Bartolomé.
Su propietario, Pedro Cerdeña, político que pasa por varios partidos, sería alcalde y diputado (1917).
Antes de pasarse al partido conservador militó principalmente en el liberal de León y Castillo.
Algunos veleros de mayor porte se empleaban para llevar pescado vivo a la Península.
Cuando los pesqueros se motorizaron la sal dejó de ser el conservante empleado.
Tras la guerra civil las penurias se ven acentuadas en zonas aisladas y secas.
Los jefes de abastos ejercen un minucioso control sobre los alimentos con cartillas de racionamiento y supervisión de almacenes.
La industria conservera de Arrecife, con cuatro fábricas en plena actividad, llegaron a demandar mano de obra de fuera de la isla.
En Arrecife las chimeneas y el olor a pescado durante unas décadas constituyeron una parte muy reconocible de la localidad.
Barcos más modernos se ecargan de las dos campañas tradicionales. La zafra de pesca grande, que duraba de enero a julio, y para la que se utilizaban liñas y redes finas. Las capturas consistían en corvina, pargo o cherne de aguas de Mauritania, que luego se exportaban a Guinea y el Congo.
La zafra de pesca chica tenía lugar en el banco canario–sahariano.
De julio a diciembre se empleaban redes para coger sardinas y cefalópodos.
Con la descolonización del Sahara Español en las aguas del banco canario-sahariano vuelven a surgir problemas de seguridad.
En 1978 el pesquero Cruz del Mar se ve envuelto en un trágico suceso.
Es apresado de la forma más agresiva posible y siete marineros lanzaroteños pierden la vida.
Se pasa a una época de disputados acuerdos de pesca entre España, Marruecos y Mauritania.
Están en continua disputa el coste de las licencias, las restricciones de caladeros y las cuotas.
Arrecife concentraba las primeras sociedades pesqueras de Canarias.
Llega a albergar el 90% de la flota sardinal española.
A principios de los años 80 la pesca suponía el 70% de la economía insular.
Cuando la vela latina canaria decae significativamente, junto con Gran Canaria, Lanzarote permanece como una meritoria reserva.
El mantenimiento del nivel competitivo de los veleros requiere gran variedad de conocimientos, herramientas y técnicas.
Los ferrys entre las islas experimentan acusadas mejoras técnicas que permiten un servicio de frecuencia creciente.
Medio natural:
Después de la crisis de la cochinilla que trajo el desarrollo de los tintes sintéticos Lanzarote siguió produciendo una parte residual.
Unas cuantas hectáreas siguieron produciendo para la marginal demanda de productos alejados de los procesos de la industria química.
César Manique, en repetidas reflexiones críticas, explicó su oposición al modelo desarrollista de las Islas.
El laborioso cultivo de viñas atravesando la capa de cenizas volcánicas consigue un vino de gran calidad.
Con sus hoyos en forma de cono y sus muretes de piedra volcánica constituye una de las viticulturas más originales.
La Denominación de Origen Lanzarote abarca toda la isla.
El Parque Natural de Timanfaya en sus 200 kilómetros cuadrados muestra un paisaje único creado por erupciones volcánicas.
De las seis especies del género endémico de lagartos de Canarias (Gallotia, Lacertidae) en Lanzarote y Fuerteventura habita la Gallotia atlantica.
En el 2011 se instala en el Castillo de Santa Bárbara (Teguise) el museo canario de la piratería.
En 2014 Repsol inicia un sondeo exploratorio a 60 km de las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
Se encuentra petróleo pero en una disposición que no hace viable su explotación.
La Travesía a nado El Río se viene celebrando con regularidad entre los 2.600 metros que van desde Lanzarote a La Graciosa. Parte de Playa de Bajo el Risco, Lanzarote y termina en Puerto de Caleta de Sebo, La Graciosa. Los nadadores experimentados salvan la distancia en unos 30 minutos.
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