Desempleo en España (2012):
La campaña electoral del PP a finales de 2011 incide repetidamente en una supuesta ignorancia de Zapatero en materia de economía.
Se repite el mensaje de que España ha estado viviendo por encima de sus posibilidades.
Anuncia una reforma laboral de corte liberal, centrada en aumentar el poder de decisión del empresario y en reducir los costes de contratación y despido, con la promesa de que esta mayor flexibilidad se traduciría, a medio plazo, en una intensa creación de empleo.
Anuncia que su plan de ajuste para salir de la crisis no es tan severo como para bajar las pensiones, algo esperanzador para una ciudadanía asustada.
El 21/12/2011 Rajoy, con mayoría absoluta, sustituye a Zapatero.
En febrero de 2012, por Real Decreto Ley, se presenta a tramitación el contenido de la reforma laboral.
Se empieza a gestar en ese momento un clima de gran contestación social y política reflejo de una enorme polarización.
El 24/04/2012 los líderes sindicales entregaron a la Defensora del Pueblo un escrito que recogía 8 motivos por los que la ley de reforma laboral podría ser inconstitucional. La reforma ya estaba en vigor causando efectos directos sobre las relaciones laborales.
Afecta de forma importante a la naturaleza jurídica de la negociación colectiva, la articulación de la misma, el incremento de los despidos, la cuantía de la indemnización, los ERE o la propia intervención de las instancias judiciales.
El 24/05/2012 se aprueba en el Congreso la reforma laboral, únicamente con los votos del PP.
Se abstuvieron Convergència i Unió (CiU), PNV y UPyD.
Reforma laboral:
Lucha contra la Dualidad del Mercado Laboral:
El Problema: Rajoy diagnosticó un mercado "dual", con un grupo de trabajadores "insiders" (con contrato indefinido y muy protegidos) y un grupo de "outsiders" (con contratos temporales y precarios). En una crisis, todo el ajuste recaía en los temporales, que eran despedidos masivamente. La Propuesta: Prometió acabar con esta dualidad, principalmente reduciendo la brecha en el coste del despido entre contratos temporales e indefinidos. La idea era hacer más atractivo para el empresario el contrato indefinido.
Mayor Flexibilidad para las Empresas (Flexiseguridad):
Argumentaba que las empresas necesitaban poder adaptarse a las circunstancias económicas sin tener que recurrir siempre al despido.
Flexibilidad Interna que facilitaría que las empresas pudieran modificar las condiciones de trabajo (jornada, horarios, funciones, salarios) según su situación económica real, sin las trabas de la legislación vigente.
Flexibilidad Externa: Prometió una revisión del coste y las causas del despido. Aunque evitó dar la cifra exacta, el mensaje era claro: abaratar y simplificar el despido para que los empresarios "perdieran el miedo" a contratar de forma indefinida.
Cambios en la Negociación Colectiva:
Consideraba que el sistema de negociación colectiva era otro factor de rigidez que impedía a las empresas adaptarse.
Prioridad del Convenio de Empresa: Su propuesta estrella en este ámbito era dar prioridad a los convenios negociados dentro de una empresa sobre los convenios sectoriales (provinciales o nacionales). Una empresa en dificultades no estaría atada a las subidas salariales pactadas para todo un sector.
Limitar la "Ultraactividad": Prometió poner fin a la prórroga automática e indefinida de los convenios colectivos una vez que hubieran caducado, para forzar a sindicatos y patronal a renegociar y adaptarse a la nueva realidad.
Fomento del Empleo Juvenil y para PYMES:
Contratos de Formación: Anunció una nueva regulación para los contratos de formación y aprendizaje, con el objetivo de facilitar la entrada de los jóvenes al mercado laboral.
Bonificaciones y un "Contrato PYME": Prometió incentivos y un nuevo tipo de contrato indefinido con menores costes de despido para las pequeñas y medianas empresas, que son las que más empleo generan en España.
OCDE:
En el cuarto trimestre de 2011 en la OCDE había 528 millones de personas empleadas, dos millones por debajo del nivel de antes de la crisis. Durante este periodo, la población activa aumentó en 17 millones de personas, el desempleo se incrementó en 13 millones y la población inactiva se elevó en seis millones.
En abril de 2011 España fue el tercer país donde más ha descendió la tasa de empleo desde el inicio de la crisis financiera. Pasó de representar el 64,9% de la población activa en el segundo trimestre de 2008 al 56,8% en el cuarto trimestre de 2011.
La tasa de empleo descendió dos puntos porcentuales en la UE (1,7 puntos), la eurozona (1,8 puntos) y Canadá (1,9 puntos) y más de cuatro puntos en EE.UU. (4,5 puntos). Los mayores descensos fueron los de Irlanda (9,1 puntos), Grecia (8,2 puntos) y España (8,1 puntos).
Irlanda pasó por un via crucis debido las condiciones impuestas por la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI).
Los remedios para sortear los efectos de la crisis inmobiliaria y bancaria frenaron el consumo abruptamente.
[Europa Press: Laboral]
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