La pesca:
Zonas de pesca de la flota española:
Alrededor de 800 grandes barcos españoles pasan largos periodos lejos de puerto, en los más alejados caladeros. Las aguas comunitarias son las más visitadas, con excepción de los mares del Norte y el Báltico, donde la pesca tiene severas limitaciones.
En el Atlántico norte lo hacen en el Gran Sol, Terranova, Islandia, islas Feroe y límites del océano Glaciar Artico. En las regiones cercanas al continente africano operan en las aguas territoriales de Marruecos, Mauritania, Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Angola, Namibia, Sudáfrica, Madagascar, Mozambique y Malvinas.
En el Atlántico suroccidental trabajan los bancos de Argentina, Uruguay, e islas Malvinas, mientras que en el Pacífico lo hacen en las zonas territoriales de Ecuador, Perú y Chile. Por último, también faenan en los límites del océano Glaciar Antártico y en las regiones tropical y occidental del Indico.
Los acuerdos comunitarios:
Se clasifican en dos grandes grupos: los que atañen a la captura de especies altamente migratorias, como atún y pez espada y las que lo hacen con especies de fondo, como pescado blanco, cefalópodos y marisco. Durante los últimos cinco años se han establecido 15 acuerdos con países africanos y otro con Argentina. Los más importantes, tanto por el volumen de capturas como por su proximidad a nuestros puertos, se circunscriben al banco de Argüin, en el noroeste de Africa y en el que se ven implicados varios países. El principal es Marruecos.
Primeras cuotas:
La progresiva desaparición de los recursos pesqueros se vio acompañada de la imposición de cuotas.
Constituyó una auténtica sacudida para numerosos pescadores.
Afectaba a actividades de gran tradición como la de los portugueses en Terranova o la de los gallegos en el Gran Sol.
Se volvieron habituales las noticias sobre el apresamiento de barcos sin la debida licencia.
Los apresamientos llevados a cabo por marroquíes hacían revivir una especial inquietud.
Pesca en Terranova (s.XVII):
A finales del siglo XVI, los pescadores de Portugal, la costa atlántica española, Francia e Inglaterra ya habían descubierto la ruta hacia los grandes bancos pesqueros de la costa de Terranova y comenzado a explotar aquel gran recurso. Cuando regresaban con más bacalao del que podían vender en su localidad, los comerciantes ingleses y franceses enviaban el excedente a los países católicos del Mediterráneo occidental, mientras que los habitantes de Nueva Inglaterra vendían la mayor parte del pescado más común en las Indias occidentales como alimento para los esclavos. Los gobernantes de las ambiciosas potencias navales, como Inglaterra y Francia, consideraron especialmente valiosa la pesca transatlántica de bacalao, utilizándola como escuela de marineros o como el lugar idóneo para la formación de los navegantes que necesitaba la Marina.
Cultivos marinos:
[La información oceanográfica] adquirirá una importancia práctica cuando la expansión del hombre obligue a dirigirse al océano en busca de más alimentos. Una "granja marina" científica requerirá el conocimiento de estas corrientes fertilizantes, al igual que las granjas terrestres exigen el conocimiento de los cursos de los ríos, las corrientes subterráneas y las precipitaciones. Mediante una gestión prudente y eficaz se podrá aumentar la cosecha actual de alimentos marinos, de unos 55 millones de toneladas anuales, hasta 200 millones de toneladas, siempre que se dé a la fauna marina cierto margen para sustentarse adecuadamente. (Como es natural, esto presupone el cese de nuestra insensata conducta, que tiende a contaminar el océano, particularmente las regiones oceánicas más próximas a los litorales, que contienen la mayor cantidad de organismos marinos. Hasta ahora no sólo no hemos racionalizado la explotación del mar como fuente de alimentos, sino que, por el contrario, vamos mermando su capacidad para alimentarnos.) (Isaac Asimov)
El sistema de pesca está sufriendo actualmente una plena transformación, antes se iba hacia el concepto de cantidad y ahora se va hacia el concepto de calidad y precio, que es lo que interesa, y ahí es donde entra la acuicultura. Yo no abro el falso debate de si la acuicultura va a ser o no la que sustituya a la pesca extractiva, creo que son actuaciones totalmente complementarias. Vamos hacia una situación de equilibrio, donde la acuicultura por sus condicionantes y sus ventajas está en una magnífica posición para actuar sobre el mercado, dado que uno es capaz de hacer previsiones en su producción con mayor fiabilidad que la actividad extractiva. La mayor ventaja de la acuicultura frente a la actividad extractiva es su conocimiento y su capacidad de actuar en tiempos muy bien definidos en el mercado. Es lo que también le podría permitir resolver situaciones estructurales de mercado frente a otras actividades. (Alberto López)
En España, los cultivos marinos se iniciaron a finales del s.XIX con unos proyectos de ostricultura que fracasaron. A partir de los años cuarenta empezó a expandirse en Galicia el cultivo de mejillones en bateas, que fue creciendo hasta llevar a España a ocupar el primer puesto mundial en la producción de esta especie. Además de este cultivo se fue desarrollando también el de la ostra plana en cuerda. Los centros actuales de estos cultivos se encuentran en el Atlántico en las rías gallegas, especialmente en las bajas entre las que destacan la ría de Arosa y en el Mediterráneo en los golfos de la desembocadura del Ebro y en el puerto de Valencia.
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