Compañías inglesas del Norte de América:
De enorme trascendencia fue la actividad de las compañías de América, cuyo objetivo era fundar colonias de poblamiento. No se dedicaban esencialmente a trasladar mercancías, sino individuos y familias que buscaban su redención económica o religiosa en otras tierras. Eran compañías libres, a las que la corona inglesa concedía en monopolio la colonización de determinadas regiones y, lo más importante, la facultad de organizarlas según los propios estatutos de cada una. Como sus miembros eran casi siempre disidentes del absolutismo, el régimen político implantado en América fue democrático y parlamentario.
La compañía de Londres pobló Virginia (en el año 1606), que al principio vivió de modo precario porque los caballeros superaban en número a los trabajadores. Nueva Inglaterra fue colonizada por la Compañía de Plymouth y de Massachusetts. Esta fundó su capital, Boston, y sus socios poblaron sucesivamente Providencia (1636), Connecticut (1638), Newhaven (1639) y Rhode Island (1647). Todas ellas se federaron en 1648. Casi treinta años antes, en 1620, los venerables "Pilgrims Fathers" se habían establecido en Plymouth.
La Compañía de la Bahía del Hudson, una de las últimas en fundarse (1670) ha perdurado hasta nuestros días como potencia económica y, durante largo tiempo, administrativa.
Compañía de la bahía de Hudson:
Fue creada en 1670 y se convirtió en un importante factor en la exploración y explotación de Norteamérica. Durante las primeras décadas de su existencia la compañía limitó sus actividades de tráfico peletero al establecimiento de puestos a lo largo de las costas subárticas de la bahía de Hudson, donde los factores aguardaban la visita veraniega de los indios del interior, sin intentar exploraciones tierra adentro. Ocasionalmente, algunos individuos penetraban en el desconocido territorio, pero durante los primeros 90 años de la historia de la compañía estos episodios fueron relativamente aislados. Frenada por una actitud de secreto comercial, la compañía fue siempre reacia a dar publicidad a sus exploraciones, y durante buena parte de sus primeros tiempos pareció aletargada y carente de iniciativa en comparación con sus rivales franceses que, antes de la conquista británica de Canadá en 1759-1760 se habían aventurado mucho hacia el oeste, más allá del lago Winnipeg y hasta los ríos Saskatchewan y Missouri en busca de pieles y de una ruta fácil en el Pacífico. La prueba de un cambio en la política de la compañía se produjo en 1774 cuando, tras una serie de expediciones, estableció su primer puesto del interior en Cumberland House, al norte del río Saskatchewan y a 1126 km recorridos en canoa de las costas de la bahía de Hudson.
Esto marcó el inicio de un nuevo período de intensa rivalidad en el comercio peletero entre la Compañía de la Bahía de Hudson y sus rivales canadienses (que en 1783 formaron la Compañía del Noroeste), así como un amplio movimiento hacia el oeste atravesando la rica región peletera de Athabaska, hasta llegar al Pacífico. Aunque siempre con retraso con respecto a la audaz compañía del Noroeste (para la cual Alexander Mackenzie alcanzó el océano Artico siguiendo el río Mackenzie en 1789, y atravesó las montañas Rocosas hasta llegar al Pacífico en 1793), la Compañía de la Bahía de Hudson adiestró y utilizó a eficaces exploradores para que explorasen y trazaran el mapa de los territorios del interior con método y precisión.
Hacia 1821, cuando las dos compañías rivales se unieron, poseían entre ambas más de 170 puestos comerciales, que formaban una red a través del continente norteamericano, desde Labrador al este, hasta las laderas sobre el Pacífico al oeste, y desde las tierras árticas en torno al Gran Lago del Oso hasta el Snake Country de lo que hoy es Utah e Idaho, al sur. Los traficantes de pieles, en busca del preciado castor, habían atravesado todo el continente, trazando mapas durante su recorrido, lo que hizo que en dicha fecha de 1821 el perfil completo de América del Norte fuera ya bien claro y preciso.
La Compañía de la Bahía de Hudson transfirió sus territorios al dominio de Canadá en 1869-70, pasando a ser a partir de entonces esencialmente una empresa comercial. Actualmente el ferrocarril, los colonos, la agricultura y la industria hace tiempo que pasaron a ocupar las viejas rutas meridionales de la Compañía, pero sus puestos comerciales aún pueden encontrarse en el Artico, servidos por aeroplano, comunicados por radio y dedicados todavía a su tradicional actividad de comerciar con los nativos.
Bacalao y pieles:
A finales del siglo XVI se empezaron a explotar los grandes bancos pesqueros de Terranova.
Dada la abundante cantidad de animales salvajes en los bosques de Norteamérica, los europeos pronto se dieron cuenta de que podían establecer un comercio con los indígenas de valiosas pieles y cuero: piel de ciervo de Virginia y de ambas Carolinas. Las pieles más valoradas se hallaban más hacia el Norte, sobre todo en la bahía de Hudson y en la cuenca del San Lorenzo. La más valiosa de todas era la de castor, con la que se elaboraba el fieltro más apreciado por los sombrereros contemporáneos. (Jacob M.Price)
Giovanni Caboto (Génova h.1450-1499):
Recorrió al servicio de Inglaterra la costa noroeste de Norteamérica, se naturalizó ciudadano de Venecia en 1476. Su experiencia como navegante y sus contactos con los mercaderes de La Meca -que viajaban por tierra hasta el gran centro de intercambio de las mercancías orientales y occidentales- le indujeron a creer en la posibilidad de eludir aquellos intermediarios si se descubría una ruta marítima por Occidente, a través del Atlántico Norte. Aproximadamente en 1484 se trasladó a Londres, donde obtuvo de Enrique VII autorización para descubrir y tomar posesión de "tierras desconocidas para todos los cristianos". Partió el 2 de mayo de 1497 a bordo del Mathew y arribó a algún punto de Labrador, Terranova o la isla del Cabo Bretón, que él tomó por parte de Asia: el país del Gran Kan. El 6 de agosto de 1497 regresó a Bristol. A principios de 1498 recibió fondos para explorar la costa "asiática" hacia el sur, hasta llegar a Cipango. Partió en mayo de aquel mismo año, y aunque no se conocen detalles precisos de su segundo viaje, se supone que navegó por el norte hasta Groenlandia, y por el sur hasta la altura de la bahía de Chesapeake, antes de regresar a Inglaterra. No hay más noticia histórica de él a partir de 1499. Los descubrimientos de Cabot sirvieron de base para las subsiguientes reivindicaciones inglesas en Norteamérica.
Sebastian Cabot (h.1476-1557):
Hijo de Giovanni Caboto. Es probable que navegase en el Mathew en 1497. En 1508 buscó en Labrador el paso noroeste, descubriendo lo que debía ser la boca de la bahía de Hudson. En 1512 fue nombrado cartógrafo de Enrique VII, y acompañó al ejército inglés a luchar con Fernando de Aragón contra Francia. Su conocimiento de la costa nordeste de América le sirvió para entrar al servicio de la Armada española, y en 1518 fue nombrado piloto mayor. A su regreso a Inglaterra se le ofreció el mando de una expedición a Terranova, pero lo rechazó y prefirió dirigir una expedición española. La flota partió de Sevilla en 1525, con el propósito de establecer una relación comercial con Oriente. Cabot alteró la ruta atraído por los relatos de las fabulosas riquezas que podría hallar en el Río de la Plata. Fracasados sus planes, a su regreso a España fue desterrado por cuatro años. Eduardo VI de Inglaterra le devolvió su antiguo puesto en la Armada inglesa (1548). Como gobernador de la compañía de Aventureros Mercaderes organizó una nueva expedición en busca del paso del Nordeste. Aunque no tuvo éxito el viaje sirvió para desarrollar el comercio con Rusia. Su célebre planisferio (publicado en Amberes en 1544) incluía las últimas exploraciones americanas.
Martin Frobisher (Yorkshire 1535-1594):
Creció en Londres y se enroló como aprendiz tras la muerte de su padre (1544). Gracias a sus aptitudes para la navegación llegó a capitán en 1565. Las ideas de Humphrey Gilbert escritas en su Discourse le causaron gran impresión y se empeñó en buscar el paso por el noroeste. Se le encargó una expedición al Nuevo Mundo (1576) en busca del ansiado paso. Partió el 7 de junio a bordo de tres pequeñas embarcaciones: Gabriel, Michael, y Pinnace. Muy pronto el Pinnace se hundió durante una tormenta. La tripulación del Michael retornó desertando de la expedición y el Gabriel recorrió 5000 km hasta llegar a la bahía de Frobisher en la isla de Baffin donde creyeron encontrar el buscado paso. Un bote con cinco tripulantes y un guía inuit dejó el barco para recoger un kayak y nunca regresó. La tradición oral inuit recuerda que hace mucho tiempo cinco hombres venidos de lejanas tierras fueron recogidos y cuidados por los nativos.
Cuando un alquimista aseguró que podía extraer oro de las muestras de roca recogidas durante la primera expedición, se produjo gran expectación sobre futuras ganancias. Frobisher fundó la Cathay Company que encontró fácilmente financiadores que nunca llegaron a obtener beneficios. Ni con la segunda expedición (1577) organizada por la reina Isabel I, ni con la siguiente logró ningún éxito.
Actividad pirática de Frobisher:
Ejerció la piratería desde muy joven. Cuando tenía veinte años fue entregado como prisionero por un jefe de nativos de Guinea a los portugueses.
Dedicó los 15 años siguientes a su liberación a la piratería contra los españoles. Tras el fracaso de sus expediciones en busca del paso noroeste perdió el favor real y el apoyo económico, y compaginó la dedicación a la defensa de las costas irlandesas con empresas piráticas. En 1585 compartió con Drake una operación de la que resultaron muchos beneficios.
Después del ataque de la Armada Invencible en la que capitaneó valientemente el Triumph, se unió al fracasado intento de John Hawkins de capturar la flota de Indias. Murió durante una operación de ayuda a los hugonotes franceses cercados en Crozon (1594).
Sir Humphrey Gilbert (Devon 1539-1583):
Fue un educado y ambicioso personaje que participó en dos grandes proyectos de la época de Isabel de Inglaterra. La búsqueda de la ruta noroeste hacia las Indias y el establecimiento de colonias en América.
Concluyó sus estudios en Oxford y fue destinado a combatir los levantamientos en Irlanda. Presentó en la corte su libro Discourse of a Discoverie for a New Passage to Cathaia que no impresionó a la reina. Volvió a Irlanda y tuvo éxito con la colonia fundada en Munster. En 1570 fue nombrado caballero, estrecha relaciones con John Hawkins y progresa en la corte. Tras la publicación de su Discourse su idea gana numerosos adeptos y finalmente se organiza la expedición de Frobisher.
Sus escasas dotes como marino le acarrearon numerosos fracasos en sus viajes de establecimiento de colonos en América.
En 1578 tuvo lugar una gran expedición que sólo finalizó el barco capitaneado por Walter Ralegh.
En el viaje de vuelta de su expedición 1583 perdió un barco por no seguir los consejos de los pilotos, en plena tormenta se negó a trasladarse a un barco más seguro y murió a bordo del pequeño barco en el que quiso permanecer.
Henry Hudson (1611):
Navegante inglés que exploró la costa nordeste de América. El río Hudson, la bahía de Hudson y el estrecho de Hudson le deben sus nombres. En 1607 la Muscovy Company encargó a Hudson que buscara un paso por el nordeste hasta China; en el curso de su viaje llegó a Groenlandia y encontró los ricos campos balleneros de Spitzbergen. Una segunda expedición en 1608 fracasó al no poder hallar un paso a través del mar de Barentz. En 1609 zarpó en el Half Moon al servicio de la Compañía Holandesa de Indias Orientales, en busca de un paso en el noroeste hacia Extremo Oriente. Penetró en el río Hudson, que exploró hasta Albany antes de regresar a Inglaterra. Un año más tarde, en el Discovery, alcanzó el estrecho de Hudson y penetró en la bahía del mismo nombre. En compañía de su tripulación invernó en el rincón sudoriental de la bahía James. Al llegar el deshielo se produjo un motín entre sus hombres, que dejaron a Hudson, su hijo y otros siete marinos a la deriva en un pequeño bote; nunca se les volvió a ver.
William Baffin (1564-1622):
Navegante y explorador inglés; piloto de varias expediciones en busca del paso del Noroeste, y primero de quien se supo que determinara la longitud por observación lunar. En un viaje en 1616 en busca del paso, navegó más al norte de cuanto se había conseguido hasta entonces, y descubrió la bahía al oeste de Groenlandia que lleva su nombre. Exploró los pasos orientados al oeste, bautizados por él Lancaster, Smith y Jones en honor a los patrocinadores de su expedición. No encontró ninguna salida y sus informes desanimaron todo intento de exploración de la zona durante varios años. El hallazgo del ansiado paso se produjo a principios del siglo XX a través de su ruta abandonada por el estrecho de Láncaster. Interrumpió inoportunamente la búsqueda en un momento en que varios de sus hombres padecían escorbuto, para regresar a Groenlandia en busca de unas hierbas que servían de cura. Murió en el transcurso de un ataque anglopersa al Qishm, en el golfo Pérsico.
Era un experto piloto que había adquirido sus conocimientos como navegante en los balleneros de la Compañía Moscovita y en 1612 había participado en otras expediciones anteriores con Hudson, Button, Gibbins y Bylot, uno de los desertores de Hudson. Sus cálculos para hallar la longitud, con observaciones de la luna, fueron relativamente acertados. En 1615, con el viejo Discovery, trató de entrar en el estrecho de Hudson, pero los vientos contrarios y los hielos se lo impidieron. Regresó a Plymouth pensando que el paso podía estar situado más al norte. El 26 de marzo de 1616 volvió a salir, navegó por el Davis hasta los 72º norte, lo que hoy se conoce como bahía de Baffin. Al regresar hacia el sur por la costa occidental descubrió un estrecho al que llamó estrecho de Lancaster. Las apariencias de las montañas y los hielos de este ancho canal le hicieron creer que no existía un paso por aquel lugar. (Ricardo Arroyo)
David Pietersen de Vries (1618-1655):
Navegante y colonizador holandés, partiendo de Holanda en mayo de 1632 al frente de una pequeña expedición, se dirigió a ampliar la colonia que en Swanendael, cerca de las bocas del río Delaware, habían fundado Heyes y Hosset con fines agrícolas y pesqueros. Como los anteriores colonos habían sido exterminados por los indios, la expedición, tras una permanencia de 18 meses en aquellas tierras tuvo que regresar a Holanda. De Vries visitó Nueva Amsterdam en varias ocasiones, donde trató de establecerse en la isla Staten y en Tappan a orillas del Hudson. En 1655 publicó un relato sobre sus viajes a diferentes partes del mundo.
Vitus Bering (1680-1741):
Navegante danés al servicio de Rusia, cuyo descubrimiento del actual estrecho de Bering demostró que Asia y América no estaban enlazadas por tierra. Sirvió en la Armada danesa en 1703, pero en 1704 se alistó en la Armada rusa y luchó contra Suecia. En 1724 fue designado por Pedro el Grande para mandar una expedición a la península Kamchatka y norte de Siberia. En 1728 atravesó el estrecho que posteriormente llevaría su nombre y descubrió la isla de San Lorenzo y las islas Diomede. En 1741 avistó la península de Alaska y las islas Aleutianas. En el viaje de regreso su navío naufragó en la isla de Bering, en la que murió víctima del escorbuto.
|