Cosme I (Florencia 1519-Villa di Castello 1574):
Hijo de Juan de las Bandas Negras (Giovanni dalle Bande Nere). Duque de Florencia (1537-1569), gran duque de Toscana (1569-1574) Escogido como soberano por los florentinos tras el asesinato de Alejandro a manos de Lorenzino. Carlos V le impuso la presencia de guarniciones españolas. Defendió por medio del terror su poder, amenazado por el intento de restauración republicana de los Strozzi. Centralizó el poder político y económico, e intentó convertir a Florencia en el centro comercial de la península. Suele atribuirse a este régimen la decadencia del arte en Florencia. Aunque Cosme fundó la Academia (1561), y convirtió el palacio Pitti, donde vivía, en una pinacoteca, rodeada de los jardines Boboli. La intervención francesa en Siena le valió extender su dominio al conjunto de Toscana (1559). Pío V le concedió el título de gran duque (1569). Encargó a Vasari la decoración del Palazzo Vecchio y la construcción de los Uffizi (1559).
Acceso al poder (1537):
Tras el asesinato de Alejandro los partidarios de los Medici -que eran una minoría frente a tantos descontentos y enemigos internos- vivieron horas difíciles, pero la ciudad no se rebeló y la familia situó como sustituto a Cosme, de otro ramo de la familia. "Un avulso non deficit alter" era un dicho de los Medici aludiendo al laurel que cortado retoña en otra rama. Cosme, que tenía diecisiete años, era un joven serio y modesto y se creía que podía hacérsele jefe principal del gobierno pero guiándolo por los Consejos institucionales (Senado, Consejo de los Doscientos). Con ello habría obtenido un sustancioso sueldo y la posibilidad de divertirse. Guicciardini, el gran político que fue quien ideó esta situación, principalmente para evitar que Florencia se sometiera a un gobierno español, se equivocó porque el elegido se reveló como un dictador. Guicciardini -que incluso había pensado en casar a Cosme con una hija suya- se retiró amargado a una casa de campo donde escribió la magistral Historia de Italia.
Conjura de los Strozzi:
Se equivocaron y pagaron caro error ciertos enemigos como Felipe Strozzi, que intentaron un golpe de mano en los confines de Montemurlo, en donde fueron hechos prisioneros. A primeros de agosto de 1537, en la plaza de la Signoria se instaló un patíbulo en el que por cuatro días seguidos cada mañana se cortaba la cabeza a cuatro personas a la vez. Felipe Strozzi, que no cayó entre los primeros, murió suicida o asesinado en 1538 en la Fortaleza de Abajo, cuya construcción había financiado él mismo. Gracias a esta sangre cesaron los terremotos de la política florentina y se instauró un régimen que duraría varios siglos. A la República desaparecida para siempre había sucedido el principado.
En 1540 Cosme se había casado con la bella Eleonora [Leonor de Toledo], hija del virrey de Nápoles, se trasladó al Palazzo Vecchio elegido para habitación de sus Excelencias quo faustum felixque sit. En los retratos de Bronzino vemos al joven Duque de mirada imperiosa y a Eleonora, la infatigable y alegre compañera que le dio 11 hijos, también retratados por el pincel precioso de Bronzino. Robusto, sobrio, activo, de una excepcional habilidad política que incluso sorprendió a sus contemporáneos, el único defecto de Cosme era quizá el hecho de que no era muy culto aunque reanudó de lleno la tradición de los Medici como mecenas. (Luciano Berti)
En 1550 traslada su residencia del Palazzo Vecchio -llamado de su Excelencia en aquel entonces-, al Palacio Pitti, principalmente por la salud de Eleonora.
En 1562 mueren Eleonora y sus hijos Juan y García por unas fiebres contraídas mientras cazaban en Maremma. En 1564 pasó la regencia a su hijo Francisco, reservándose los poderes supremos.
En 1566 asesinó en un acceso de ira al favorito Sforza Almeni después de que éste le revelara su relación con una Albizzi. En 1570 la última de sus maniobras políticas le da el título de Gran Duque. Su salud empeoró progresivamente y murió a la edad de 54 años (1574).
Cosme I y Miguel Angel:
El hijo de Giovanni delle bande Nere no había tenido ocasión de conocer a Miguel Angel en su adolescencia, ya que había vivido siempre en Venecia, en residencias de campo o en la corte del duque Alejandro. Pero en 1537, al convertirse en duque de Florencia a los dieciocho años de edad, comprendió en seguida, con su agudeza y perspicacia innatas, que le convenía mucho promover el desarrollo de las artes y proteger a los artistas, tanto por no faltar a la tradición familiar como para dar decoro a la ciudad, fama a sí mismo y popularidad a su dominio.
En realidad, Cosme no sentía verdadera pasión ni afición al arte. Su cultura era escasa; todo lo más, gustaba de leer, para adiestrarse en el arte de gobernar, a Salustio y a Tácito, a Maquiavelo y a Guicciardini.
A pesar de esto, en cuanto se sintió dueño del Estado, pensó también en las artes y tuvo a su servicio a Bandinelli, Cellini, Tribolo, Ammannati, Buontalenti y, sobre todo, a Vasari, que fue algo así como su ministro de Bellas Artes. No podía por menos, pues, que acordarse de Miguel Angel, que era el más grande maestro florentino de su época, y se propuso hacerle volver a Florencia. Desde sus primeros pasos en la vida, Miguel Angel había sido ayudado por los antepasados y predecesores de Cosme, y había estado luego al servicio de los Papas mediceos, y quizá fuera este el motivo de que el joven duque no viese con gusto que Buonarroti terminase su vida alejado de la sombra de los Médicis. Además, Cosme procuraba atraerse a los viejos republicanos, y habría sido un buen golpe poder exhibir al viejo defensor de la República en su corte ducal. Y aún había otro motivo: era preciso terminar la Sacristía y la Librería de San Lorenzo y Cosme comprendía que no podía hacerse nada de esto sin los consejos y proyectos de Miguel Angel.
Estas son las verdaderas razones -dinásticas y políticas- que indujeron al astuto Cosme a insistir en que Miguel Angel volviera a Florencia, y no las que insnúa Vasari, el cual, por interés cortesanesco, quería hacer creer que el duque sentía particular afecto y hasta "ternura" por el genio y la persona del Buonarroti.
[Embajada de Cellini:]
[...] En 1552 Cosme hizo una nueva tentativa; pero esta vez anduvo más acertado en la elección de embajador, que fue un artista. Benvenuto Cellini escribió a Miguel Angel en nombre del duque y con grandes ofrecimientos, pero no obtuvo respuesta. Entonces acudió a Roma y fue a buscar personalmente a aquel a quien proclamaba su maestro, repitió de viva voz sus promesas, pero ya hemos visto con qué resultado y cómo Benvenuto hubo de marcharse furioso y descontento.
[Giorgio Vasari:]
En 1554 fue Vasari, por encargo de Cosme, desde luego, quien intentó hacer regresar al desterrado. En una carta a Miguel Angel -de 20 de septiembre- escribía lo siguiente: "Pues, además de que el duque no desea sino gozar de vuestra conversación y de vuestros consejos, sin fatigaros con otros trabajos, seríais de gran provecho para su excelencia y no menos favoreceríais a vuestra casa..."
Tampoco esta vez se decidió Miguel Angel a dejar Roma y abandonar San Pedro. El 30 de enero de 1556, Marinotti, secretario del duque, escribía a Miguel Angel repitiendo la invitación; pero en ese mismo año el Buonarroti explicaba en una carta a Vasari las razones que le retenían en Roma.(Papini)
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