Descubrimientos
Portugal
Exploración y colonización de Brasil



Exploración y colonización de Brasil:
La primera carta atlántica náutica, es decir, un mapa donde el Mediterráneo no es el centro, es de 1424 y fue hecho por Zuane Pizzigano. En este mapa aparecen algunas islas reales como las Canarias y Madeira, otras quizás mal situadas o imaginadas que podrían ser las Azores y otras fruto de la fantasía de la época, aunque hay autores que defienden que podrían ser fruto de haber divisado islas o incluso la costa del continente americano. Es curioso observar que en el año en que se hizo este documento los portugueses comenzaban a enfrentar el "mar tenebroso" hacia Occidente: en 1425 Madeira comenzó a ser poblada y en 1427 las Azores son descubiertas, y comienzan a ser pobladas a partir de 1439. Estas islas atlánticas tendrían un papel importante al establecerse recorridos que permitían conocer el Atlántico occidental y central. En sus viajes a Guinea, los portugueses desde 1445 comienzan a regresar al largo, a medida que iban conociendo mejor las latitudes del sur. El Atlántico fue navegado en longitudes más hacia occidente por Diogo de Teive que alrededor de 1452 llegó al Mar de los Sargazos, a las islas de Corvo y Flores, pudiendo incluso haber alcanzado los bancos de Terranova, según una teoría de Jaime Cortesao. De 1460 a 1490 la frecuencia de los viajes insulares y africanos se articula con una documentación abundante que señala el Atlántico como una zona donde se podrían encontrar islas que estaban en los mapas de un modo impreciso. Esta documentación no presenta en la mayor parte de los casos más que proyectos e intenciones no confirmados. De todos modos nos deja una sensación de que existía una intención creciente por la exploración completa del Atlántico, sabiendo Colón acaparar ese interés. El mismo nunca escondió (por lo menos completamente) que era el heredero de un conjunto de antecesores y de informaciones de los que él era el eslabón final. Todos los esfuerzos portugueses entre los viajes de Diogo de Teive y Pero de Barcelos con Juan Fernandes Lavrador nunca se materializaron en actitudes que explícitamente condujesen a acciones con consecuencias decisivas, al margen de que hayan influenciado a Colón y quizá las negociaciones en el Tratado de Tordesillas lo cual no es poco.

Terranova:
En 1500 Gaspar Corte Real hizo un viaje a Terranova siendo difícil establecer una relación segura entre este hecho y otro viaje que habría hecho anteriormente, o incluso con el muy discutido viaje que Gaspar Frutuoso afirma que habría hecho su padre Juan Vaz Corte Real a la Tierra de los Bacalaos (Terranova) poco antes de 1474. Gaspar Corte Real hizo otro viaje a Terranova en 1501 pero desapareció, así como su hermano Miguel que intentó encontrarlo en 1502. Años después, quizás en 1518 Juan Alvares Fagundes de Viana do Castelo exploró el litoral de Nueva Escocia, las islas de Cabo Bretón. Terranova y las islas de las Once Mil Vírgenes. Habrá habido intentos (incluso anteriores a 1526) de poblar zonas cercanas a Cabo Bretón en Nueva Escocia, pero sin que tuvieran continuidad. También Diogo de Barcelos, hijo de Pero de Barcelos, procedió a explorar el noroeste americano antes de 1531. Más tarde intentó crear condiciones que permitiesen poblar una isla que podía estar en el Golfo de S. Lorenzo, pero ni él ni su hijo Manuel de Barcelos obtendrían resultados positivos. De todos modos las aguas de Terranova serían importantes para Portugal ya que en ellas se pescaría el bacalao.

Castilla:
Cuando hemos hablado del Tratado de Tordesillas, hemos mencionado las carabelas portuguesas que habrían salido hacia Occidente después de que Cristóbal Colón regresara a Europa en 1493. En este caso nos preguntamos si llegarían a América lo cual sería posible. No podernos olvidar que en los años siguientes el recelo de los Reyes Católicos fue evidente, ante la posibilidad de que Joao II enviase barcos a las tierras descubiertas por Colón. Mientras tanto se celebraron las negociaciones que terminaron el 7 de junio de 1494 con la firma del tratado de Tordesillas. En este acuerdo se estipulaba la necesidad de demostrar por dónde pasaba el meridiano de demarcación. Oficialmente nunca se comprobó pero esta situación es extraña, considerando que los portugueses conocían bien el Atlántico y que tenían previsto el viaje a la India en consecuencia del de Bartolomeu Dias. No se comprende por qué no procederían a esa comprobación al menos entre los años entre 1494 y 1500.

Llegada de la expedición de Cabral:
Ante esta situación Jaime Cortesao después de Gago Coutinho, admitió la posibilidad de que hubieran habido viajes portugueses de exploración llevados a cabo por Bartolomeu Dias que podría haber explorado el Atlántico Sur, pudiendo haber llegado al sur de Brasil. Este hipotético viaje entre finales de 1498 y 1499 habría sido contemporáneo del de Duarte Pacheco Pereira, que dice haber ido a América en 1498, quizá al norte de Brasil. Según estas teorías difíciles de probar, podríamos pensar que D. Manuel poco después de comenzar a reinar, tendría en cuenta al preparar grandes empresas derivadas del Tratado de Tordesillas, las exploraciones hacia el norte y occidente realizadas por Pero de Barcelos, Juan Fernandes Lavrador, Gaspar Corte Real, Duarte Pacheco Pereira y quizá Bartolomeu Dias y de otras exploraciones que no conocernos. Poseedor de un gran conjunto de informaciones técnicas, D.Manuel preparó una poderosa armada comandada por Pedro Alvares Cabral en la que embarcó la flor y nata de los pilotos portugueses. Esta armada estaba formada por trece barcos (serían casi todas naos cabiendo la posibilidad de que de una a tres fueran carabelas) que transportaban unos mil quinientos hombres. Salió de Restelo el 9 de marzo de 1500 con la misión de llegar a Calicut e imponer la presencia portuguesa en el comercio de especias del Indico. El viaje transcurrió con normalidad hasta las islas de Cabo Verde, sin necesidad de reabastecerse. La armada se dirigió entonces a occidente para coger los vientos favorables de sudeste., que le permitirían alcanzar el Cabo de Buena Esperanza, dando una vuelta idéntica a la que había trazado Vasco da Gama, conocida de los buenos pilotos de Cabral, ya que algunos de ellos habían acompañado a Gama en su viaje. Aunque uno de los barcos se perdiera misteriosamente (quizás por hacer agua) ninguno de los testigos señala anomalías en la navegación que obligasen a desplazarse más a occidente que la ruta de Vasco da Gama. A pesar de que en esa época las longitudes se determinaban por aproximación, el cálculo no conducía a errores excesivos, salvo problemas muy específicos que no parecen haber sucedido en el viaje de Alvares Cabral. En la carta que Maestre Juan (Farraz), uno de los médicos astrólogos que iba en la armada escribió desde Porto Seguro a D.Manuel, contándole las observaciones astronómicas que realizaba, recomendaba al rey que viese la situación del sitio desde donde escribía en un mapa de Pero Vaz de Bisagudo que se supone posterior a 1482, aunque fuese incompleto pues no indicaba si aquella tierra era habitada o no. Sería extraño que Maestre Juan remitiese al rey a una de las islas míticas que entonces se registraban en los mapas. El topónimo de Cabral de Tierra de Vera Cruz o Tierra de Sta. Cruz, como prefería decir D.Manuel, no llegó a imponerse ya que el nombre que quedó fue el de Brasil, por la importancia que tomó el palo brasil (color brasa) en las primeras exploraciones del territorio.

Los primeros contactos con los autóctonos fueron muy amistosos, extrañando a los portugueses el primitivismo de su modo de vida. La carta que escribió Pero Vaz de Caiminha a D. Manuel es un importante reportaje antropológico sobre los tupís. Los indios eran para los portugueses seres a los que sería posible introducir la civilización (de tipo europeo) y el cristianismo. Pocos años después, alrededor de 1502 a 1505 fue representado un indio en uno de los paneles de la Catedral de Viseu. El interés por representar este tipo de figuras aparece en muchos mapas como en el Atlas Miller de 1519. La armada de Cabral unió por primera vez los cuatro continentes pues saliendo y regresando a Europa estableció contacto con Africa y Brasil antes de llegar a Asia el 22 de agosto de 1500. En las tres primeras décadas del s.XVI Brasil no fue muy importante para Portugal, pero tampoco se dejó de explorar. En 1501 y 1502 una expedición portuguesa comandada quizá por Gonçalo Coelho reconoció el litoral brasileño, y posiblemente participó en la misma Américo Vespucio. La relación entre los portugueses y este famoso aventurero florentino debieron harcerle comprender que estaba en un continente nuevo y no en Asia. Gracias a las informaciones que dio Vespucio en Europa (exagerando su papel) Martin Waldselmuller presentó en 1507 en su Cosmographia la idea de que el nuevo continente debería llamarse América en su homenaje. A partir de 1502 Fernáo de Loronha un rico mercader de Lisboa, estableció un contrato trienal con D. Manuel para obtener la exclusiva de la explotación económica del nuevo territorio. Del mismo modo que Fernao Gomes el año 1469, también él se comprometía a explorar 300 leguas de litoral por año. El rey en esta época estaba preocupado por los problemas relacionados con Asia por lo que dejaba que fuesen particulares los que explorasen un territorio que no demostraba a priori grandes fuentes de ingresos. Fernao de Loronha recibió honores de hidalgo y unas nuevas armas en 1532, como reconocimiento al buen servicio prestado a la corona. La recogida del palo brasil fue asegurada por la creación de pequeñas factorías como la de Cabo Frío, adonde el año 1511 fue la nao Bretoa. Ese mismo año Estevao Fróis y Juan de Lisboa hicieron una expedición que llegó al Río de la Plata determinando el segundo de los citados la latitud de 35º al Sur del Cabo de Santa María. A esa región llegó igualmente en 1521 Cristóvao Jacques que descubriría el río Paraná. A partir de 1503 la presencia francesa en Brasil comenzó a poner en causa las pretensiones portuguesas de dominio territorial en esa zona del Mundo, por lo que D. Manuel mandó que se hiciesen misiones periódicas de patrulla en aguas brasileñas para evitar intrusos. Esta presencia hacia peligrar tanto la explotación de las riquezas de Brasil como la seguridad de la Ruta del Cabo. Además también se empezó a contar con la presencia de españoles que desde 1520 empezaron a frecuentar el Río de la Plata. Los resultados de las acciones de vigilancia no siempre fueron eficaces por lo que hubo que prestar más atención al territorio. El 3 de diciembre de 1530 salía de Lisboa una armada comandada por Martim Afonso de Sousa, cuya misión era elevar las potencialidades de Brasil.

Reparto de tierras:
Pero Lopes de Sonsa (hermano del capitán de la expedición) nos dejó un Diário da Navegaçao escrito entre 1530 y 1532, pues volvió a Portugal a finales de este año mientras que su hermano siguió en Brasil hasta 1533. En este diario derrotero se narran aspectos curiosos de las tierras y las gentes en zonas que debían ser mejor conocidas teniendo en cuenta el proyecto de población a través de las tradicionales capitanías. Estas deberían abarcar 50 leguas de litoral, extendiéndose por el interior hasta la línea de demarcación del Tratado de Tordesillas. Su distribución comenzó en 1534. Pero Lopes de Sonsa recibió la suya en tres partes Itamaracá, Santo Amaro y Santa Ana; su hermano Martim recibió Río de Janeiro y Sao Vicente, Duarte Coelho (hijo de Gonçalo Coelho) Pernambuco, Francisco Pereira Coutinho recibió Baía, Pero de Campo Tourinho, Porto Seguro. En 1535 se repartieron nuevas capitanías: Juan de Barros y Aires da Cunha recibieron una dividida en dos en Pará: Antonio Cardoso de Barros recibió la de Ceará, Jorge Figueiredo Correia la de Ilhéus. En 1536 Vasco Fernandes recibió la de Espírito Santo, Fernao Alvares de Andrade recibiría la capitanía de Maranhao en 1535. Esta división con algunas alteraciones la encontrarnos en tu bello mapa de Brasil que dibujó Luis Teixeira para el Roteiro de Todos os Sinais (...) de 1586 aproximadamente. Las superficies distribuidas eran enormes, los costes de colonización muy elevados, había ataques de indios y franceses, y algunos capitanes se desinteresaban, por lo que D. Juan III nombró a Tomé de Sousa gobernador general de Brasil. Llegó a Baía el 29 de marzo de 1549 y fundó la ciudad de Salvador, primera capital de Brasil. La ciudad fue creciendo en las décadas siguientes, siguiendo un modelo renacentista que podernos observar en el primer plano que conocemos, hecho por Juan Teixeira Albernaz, alrededor de 1616 y que podernos encontrar en la Rezao do Estado do Brasil atribuida a Diogo Campos Moreno. Acompañaban a Tomé de Sousa alrededor de mil personas entre las que estaban los primeros jesuitas. Estos religiosos tuvieron un importante papel en la relación con los indios, a los que intentaban proteger, evangelizar y colocar bajo su influencia. Entre los primeros jesuitas que se establecieron en Brasil destaca el padre Manuel da Nóbrega. Desempeñó una función importante en 1554 para la fundación de la que sería la futura ciudad de San Paulo, y en cuya región ya estaba Juan Ramalho, uno de los primeros portugueses que se instaló en Brasil. El padre José de Anchieta escribió la primera gramática de la lengua tupí guaraní, impresa en 1595.

Desarollo por la producción de azúcar (s.XVI):
Desde mediados del s. XVI la producción azucarera constituyó la base del desarrollo del territorio y de la atracción de miles de colonos y comerciantes así como esclavos africanos. En 1600 habría unos 30.000 portugueses y 60.000 africanos. En 1612, el número de ingenios sería de 190 que producían unas 800.000 arrobas de azúcar. Al igual que había sucedido con Madeira el s.XV, fue el azúcar lo que atrajo a los portugueses hacia Brasil el s. XVI. El crecimiento de la importancia de Brasil comenzó a destacar en la tercera parte del s.XVI. En 1576 se imprimiría el primer libro portugués sobre Brasil la História da Província de Santa Cruz de Pero de Magalhaes de Gandavo, que anteriormente había escrito dos tratados sobre el mismo tema que quedaron manuscritos. La obra más completa sobre el Brasil fue la Notícia do Brasil terminada en 1587 por Gabriel Soares de Sousa.

Los intentos de ocupación francesa y holandesa renuevan el interés portugués de colonizar Brasil. El mejor rendimiento de las Indias orientales, fuente de las cotizadas especias, motivaron el descuido de las occidentales. Portugal dividió la región costera en 12 capitanías, al frente de las cuales nombró un señor del reino, con plenos derechos. La colonia de Sacramento fue fundada por los portugueses en la costa oriental del río de la Plata en 1680. Se convirtió en el eje del contrabando de la región. Las mercancías, en su mayoría inglesas, llegaban rápidamente a Buenos Aires, al otro lado del río. Parte de ellas seguían luego hacia las ciudades del interior argentino y alcanzaban el Alto Perú, despertando las protestas de las autoridades de Lima. El potencial azucarero del noroeste de Brasil tropezaba con la escasez de mano de obra. Los indígenas capturados huían hacia la vida seminómada a la que estaban acostumbrados. En su búsqueda partían los bandeirantes, soldados portugueses encargados de apresar a los indígenas fugados o del interior. Sus expediciones se internaron profundamente en el territorio hasta alcanzar en ocasiones las misiones jesuíticas llevándose a los pobladores nativos. Con la introducción de esclavos el cultivo de la caña de azúcar superó en importancia al palo brasil.

Intento de ocupación del almirante francés La Villegagnon (1555-1560):
En 1552 Guillermo la Testa regresa a Dieppe después de haber explorado Brasil al servicio de intereses franceses hasta los 26º sur. En 1554 tiene lugar el primer viaje subvencionado por Enrique II de Francia al frente del almirante La Villegagnon, caballero de Malta, a Brasil. Su segundo viaje partió de Le Havre con tres barcos de 200 toneladas y 600 hombres. Se dirigía a cabo Frío (Río de Janeiro). No fue respetada la Bula Precelse devotionis (1514) que pretendía garantizar los privilegios portugueses. Cañonea Tenerife y apresa un navío español y otro portugués. Pasa el Congo y el 31 de octubre llega a cabo Frío. El 10 de noviembre está en Canabara (Río), al que denomina Geneure, fortifica la isla para los franceses y la llama Coligny. Funda la Francia antártica. Se establece un servicio marítimo con Francia. En 1559 regresa en busca de refuerzos dejando al mando a su sobrino Bois-le-Comte. El 30 de noviembre llega la flota portuguesa de Mem de Saa. El 21 de abril de 1560 22 navíos y 2.000 hombres de Mem de Saa cercan el fuerte Coligny. Los asaltantes, ayudados por los topinambas hacen huir a los 100 defensores y el fuerte es destruido. Brasil queda totalmente en manos de los portugueses.

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