Egipto:
El gobierno de Nasser (1956-1970) no estuvo exento de una dura represión policial.
La muerte en atentado de Sadat es un episodio violento más del radical enfrentamiento por el poder.
La primavera árabe derivó en la caída del régimen de Hosni Mubarak.
Tras 30 años de dictadura el régimen tenía previsto que le sucediera su hijo.
El islamista Mohamed Mursi venció en las únicas elecciones claramente democráticas celebradas en el país.
Su movimiento se hizo popular por la labor en asociaciones de beneficencia de sus miembros y las mediaciones de sus figuras respetadas.
Los sindicatos estudiantiles, que estaban dominados por la izquierda en tiempos de Sadat, acabaron siendo totalmente controlados por la Hermandad.
La presencia del salafismo se fue incrementando.
Partido Libertad y Justicia constiye el brazo político de los Hermanos Musulmanes.
En 2012 el Tribunal Supremo disolvió el Parlamento dominado por los islamistas.
2013:
El gobierno de Mursi se mostró incompetente. Sufrió una grave escasez de cuadros inteligentes tras expulsar a los mejores y políticamente más sofisticados.
Dilapidó en meses el apoyo popular que la Hermandad había ido consiguiendo en muchas décadas y se ganó la enemistad de la mayor parte del pueblo.
Se recurrió en exceso a mentiras descaradas, asesinatos, tortura, acaparación de poder e intentos de intimidación y terror.
A la policía se le adjudicó un papel represivo extremo e impune que abusaba de la tortura y las falsas acusaciones.
Se intentó promover la creación de milicias islamistas y comités populares con funciones policiales.
Una versión suní de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
La Hermandad nunca llegó a tener control verdadero del ejército ni la policía.
Las protestas de los jóvenes hicieron mundialmente famosa a la plaza Tahrir.
La Hermandad había perdido toda influencia en los sindicatos estudiantiles.
El 30 de junio de 2013 40 millones de personas en todos los territorios egipcios salieron a la calle reivindicando que se fueran del poder los Hermanos Musulmanes.
no quiso abandonar el poder.
El 1 de julio al-Sisi presentó un ultimátum a Mursi con un plazo de 48 horas para abandonar el poder.
Millones de manifestantes anti Mursi se reunieron en la plaza Tahrir el día que expiraba el ultimátum.
Golpe de al-Sisi:
Las fuerzas islamistas fueron declaradas fuera de la ley y sus líderes encarcelados.
El jefe de la Corte Constitucional, Adli Mansour, fue nombrado presidente provisional.
En El Cairo los partidarios de Morsi se instalan en las plazas de Nahda y Raba al Adawiya.
No son molestados hasta que al Sisi presenta un nuevo ultimátum para que las abandonen.
El 14 de agosto el ejército disolvió los campamentos con gases lacrimógenos.
Los enfrentamientos que sigueron causaron la muerte de 595 civiles, 43 policías y dos periodistas extranjeros.
A lo largo del país policías y soldados mataron a más de 1.400 de sus seguidores. Decenas de miles de personas han sido encarceladas y varios cientos, como es el caso de Mursi, condenadas a muerte en juicios expeditivos denunciados por la ONU.
En el contumaz pueblo de Kirdasa, a las afueras de El Cairo un campamento de islamistas fue disuelto con un saldo de 700 muertos.
La Hermandad fue declarada grupo terrorista en diciembre de 2013 y todos los bienes y capitales de ambas organizaciones, así como de sus dirigentes y miembros, fueron requisados o congelados.
2014:
El Tribunal Supremo Administrativo de Egipto ordenó disolver de forma definitiva el Partido Libertad y Justicia en agosto de 2014.
Llegó al poder encabezando el golpe que derrocó a Mursi en julio de 2013, y hacíéndose elegir presidente tras unos polémicos comicios en 2014.
Desde el golpe de Estado el régimen ha achacado todos los males a la disidencia política, brutalmente perseguida por las fuerzas del orden.
La fiscalía militar ordena arrestos de periodistas por publicar información falsa e inexacta que dañan la seguridad nacional.
AI critica con dureza el encarcelamiento de numerosos periodistas.
Afirma que no existe libertad de expresión y que se ataca duramente a la sociedad civil.
2015:
En agosto se aprueba una draconiana ley antiterrorista que aplasta los últimos resquicios de libertad.
Se amplían los casos punibles con pena de muerte, se establecen tribunales especiales para juzgar a los acusados por terrorismo.
La nueva ley proporciona protección legal a militares y policías y dicta desorbitadas multas para aquellos periodistas que discutan la versión oficial de los atentados que sufre el país. Organizaciones de derechos humanos locales alertaron de que la norma supone un estado de emergencia no declarado y el establecimiento de un poder judicial excepcional y paralelo.
Se han producido 3.000 muertes y los opositores encarcelados ascienden a 40.000.
Elecciones de 2015:
En las peculiares elecciones de octubre de 2015 los islamistas sólo están representados en las urnas por el partido salafista Al Nur, que apoyó el derrocamiento de Mursi.
Los Hermanos Musulmanes fueron declarados grupo terrorista.
El Parlamento resultante será partdario de Sisi, que renuncia a vincularse con ningún partido, con sus diputados elegidos según un sistema uninominal y de listas.
El sistema uninominal favorece a los individuos y no a los partidos, y se apoya en los vínculos tribales y familiares creados por el candidato a nivel local.
Favorecerá a personalidades del régimen de Mubarak que disponen del recurso al clientelismo, influencias y recursos.
En general los movimientos juveniles laicos y de izquierda, que lideraron la revolución de 2011 decidieron boicotear las elecciones.
Explosión del MS307:
El 31 de octubre de 2015 estalla un avión de las líneas rusas Metrojet dejando 224 muertos.
Era un Airbus 321 que volaba de la ciudad costera de Sharm el Sheij, al sur del Sinaí, a San Petersburgo.
En la prensa predominan los titulares propagandísticos que incluyen relaciones conspirativas con los Hermanos Musulmanes.
En la ciudad turística a orillas del mar Rojo se alojaban unos 20.000 británicos y 80.000 rusos.
Con una animada temporada alta en otoño e invierno, se había convertido en el principal bastión de la industria turística.
Rusia, con sus 2,8 millones de visitantes, es origen de una significativa parte del total de 10 millones de turistas anuales.
Los servicios de seguridad británicos y norteamericanos consideraron un artefacto explosivo la causa más probable tras registrar comunicaciones de yijadistas entre Egipto y Siria.
Pocos días después de la explosión el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) calificó el incidente como posiblemente un acto terrorista.
Tras los atentados terroristas contra el turismo de los noventa, Egipto tardó más de una década en recuperarse. Alcanzó cerca de 15 millones de visitantes en 2010, antes de que las turbulencias de la Primavera Arabe redujeran a menos de 10 millones los turistas el año pasado.
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