Tasmania: ● Hace 40.000 años, los fósiles y los útiles de piedra atestiguan su presencia en el extremo suroccidental de Australia; hace 35.000 años, en el extremo suroriental de Australia y en Tasmania, el rincón más remoto de Australia desde la probable cabeza de playa de los colonizadores en el oeste de Australia o Nueva Guinea (las zonas más cercanas a Indonesia y Asia); y hace 30.000 años, en las frías montañas de Nueva Guinea. A todas estas zonas pudo haberse llegado por tierra desde una cabeza de playa occidental. (Jared Diamond) Entre sus especies peculiares tenía al demonio de Tasmania y el Tigre de Tasmania o Tilacino. El Tilacino se extinguió en Australia hace miles de años y permaneció en Tasmania hasta 1933. Era un marsupial carnívoro parecido a los cánidos que fue exterminado para que no obstaculizara la cría de ovejas. El último, triste y anónimo, en un zoo privado de Hobart en 1936. Quedaron algunas fotografías y una filmación de 61 segundos. Al último tilacino superviviente lo tiraron cuando se murió con la basura de la semana. Treinta y seis años despúes de Luis Váez de Torres el holandés Abel Tasman fue enviado a buscar la legendaria Tierra del Sur y logró navegar 2.000 millas junto a la parte sur de Australia sin detectar que había tierra poco más allá del horizonte a mano izquierda. Finalmente fue a parar a Tasmania (a la que denominó Tierra de Van Diemen en alusión a su superior de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales) y siguió hasta descubrir Nueva Zelanda y Fiji. Al regreso de este viaje avistó la costa australiana pero no le prestó atención. En una historia de Tasmania de 1839, escrita por un visitante llamado Melville, el autor cuenta que salió un día con «un respetable joven caballero» a cazar canguros. Al doblar un recodo, el joven caballero atisbó una forma agazapada tras un árbol caído. Fue a investigar y «al ver que sólo era un nativo —escribió el abrumado Melville—, apoyó el rifle en su pecho y lo mató sin más». Durante la primera mitad del siglo XIX algunas expediciones antárticas parten de Tasmania y Sidney. Tenían el propósito de continuar los descubrimientos de islas que habían realizado los balleneros británicos. Se añadía el interés comercial que podría obtenerse de la caza de focas.
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