2016:
En marzo hackers no identificados roban 50.000 documentos extraidos de los correos de John Podesta.
En octubre Wikileaks comienza a publicar documentos de Podesta.
Expertos independientes afirman que el hackeo de la cuenta de Podesta fue llevado a cabo por un grupo de nacionalidad rusa.
Putin en persona negó la participación rusa en el hackeo.
Unidades de la inteligencia militar rusa se infiltran en juntas electorales de numerosos Estados.
Pocos días antes de los comicios intentan infiltrarse en organizaciones de Florida que administran elecciones.
Con la información de Podesta lograron acceso a 70 cuentas de email de miembros de la campaña.
Más adelante consiguieron el control de 33 ordenadores del Comité Nacional Demócrata.
La información sustraida era enviada a servidores que tenían alquilados en EE.UU.
Se crearon dos webs con identidades falsas para distribuir información.
Las operaciones fueron financiadas con criptomonedas para evitar el escrutinio de los bancos tradicionales.
A finales de 2016 Pussy Riot lanza el vídeo Make America Great Again mostrando una visión distópica de un violento EE.UU. sojuzgado por Trump.
Victoria electoral:
Michael Cohen, abogado personal de Trump, recibió 500.000 dólares procedentes de oligarcas rusos cercanos al Kremlin poco después de las elecciones de 2016.
Los oligarcas rusos están muy interesados en que se levanten las sanciones que les impide la libertad de movimientos de capital.
Diversas empresas norteamericanas han realizado ese tipo de pagos a Cohen, así como la multinacional farmacéutica Novartis.
2017:
La prensa norteamericana empezó a desvelar la existencia de reuniones entre el personal de la campaña de Trump con buen número de personajes rusos.
Trump descalifica repetidamente la investigación del fiscal especial Robert Muller.
2018:
En mayo de 2018 Putin inaugura el puente sobre el estrecho de Kerch, que une Rusia y la península de Crimea.
Tiene 19 kilómetros de largo y no pasa por territorio ucraniano.
En abril de 2018 EE.UU. sanciona a siete oligarcas cercanos a Putin.
En el tema de las sanciones el Congreso no está en sintonía con los deseos de Trump.
Interferencia en las elecciones de EE.UU. de 2016:
Las extrañas relaciones de Trump y Putin armaron gran revuelo durante la reunión en Helsinki de julio de 2018.
La polémica se centra en el tratamiento del asunto de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Los servicios de inteligencia norteamericanos afirman que Rusia intervino de forma intensiva.
Muller dictó previamente una orden para tomar declaración a 12 oficiales rusos por su implicación en el acceso a los ordenadores del Comité Nacional Demócrata.
Rod Rosenstein, fiscal General adjunto, lo anunció en julio de 2018.
La acusación dispone de muchos detalles sobre las personas concretas que enviaron mensajes para obtener acceso a cuentas de miembros de la campaña de Hillary Clinton.
Los procesados trabajan para dos unidades de la GRU, la principal dirección de inteligencia del estado mayor del ejército ruso.
La finalidad de las operaciones cibernéticas activas era interferir en las elecciones norteamericanas de 2016.
También están acusados de sustraer información personal de 500.000 votantes.
Se incluyó en la declaración que no hay pruebas de que sus acciones influyeran en el resultado de los comicios.
Para muchos políticos norteamericanos el ataque puede calificarse de acto de guerra.
Envenenamientos en el Reino Unido (2018):
En abril de 2018 contraen extraños síntomas el exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury.
Se identifica como causa al agente nervioso Novichok, detectable con un análisis de sangre.
Fue desarrollado por la URSS en las décadas de 1970 y 1980. Actúa bloqueando en pocos minutos los mensajes de los nervios a los músculos.
Lograron recuperarse en el hospital de Salisbury al cabo de varias semanas.
Londres responsabilizó a Rusia sin albergar dudas y expulsó a numerosos diplomáticos rusos.
El 6 de julio una delegación rusa niega ante la OPAQ que el agente sea de fabricación rusa.
Afirma que la acusación de Londres carece de fundamento.
En julio de 2018 muere una mujer británica que había estado en Salisbury.
La causa de la muerte fue de nuevo envenenamiento por Novichok.
Charley Rowley, que resultó también intoxicado en el segundo incidente, reveló a la policía la forma de aplicación del agente nervioso.
Se encontraba en el interior de un frasco de perfume que la pareja se encontró en el parque Queen Elizabeth Gardens de Salisbury.
2019:
La oposición política sigue muy desunida. Destaca el líder Alexei Navalny, el candidato vetado.
Los sucesivos altos el fuego anunciados en los últimos años en Ucrania no se han mantenido y continúa el uso de armas pesadas en el este del país.
Continúan llegando informaciones sobre la presencia de equipos y efectivos militares rusos en zonas controladas por las facciones separatistas del este del país.
1,5 millones de personas siguen desplazadas internamente.
En combates entre el Ejército y los separatistas han muerto más de 12.000 personas entre militares y civiles.
Es costumbre de los aviones rusos no comerciales acercarse al espacio aéreo de las repúblicas bálticas sin tener la cortesía de identificarse. Siguen este osado protocolo a pesar de no tener plan de vuelo ni identificador IFF. Se trata de una práctica habitual partiendo de Kaliningrado, una región junto al Báltico totalmente separada del territorio ruso y con fronteras con Lituania y Polonia. Fue anexionada por Rusia en 1945.
Se otorga el premio de la Prensa Europea al moscovita exiliado en Letonia Roman Dobrokhotov, fundador de The Insider, medio destacado por desvelar la corrupción de Putin y los suyos, los errores tácticos y salvajadas cometidos por el ejército ruso en Ucrania, y las operaciones del GRU en Europa para envenenar disidentes.
En 2024 The Insider publica que la eurodiputada letona Tatjana Zdanoka trabajó durante más de una década como agente de los servicios de inteligencia rusos facilitando información al Servicio Federal de Seguridad, continuador del antiguo KGB.
2021:
Según una encuesta de diciembre de 2021 solo el 4 por ciento de los rusos responsabiliza a Rusia por la escalada de tensiones con Ucrania.
La propaganda del Kremlin es efectiva en cuanto a reconocimiento de Putin como defensor de los valores rusos tradicionales. Los valores liberales cuya infiltración debe evitarse son la secularización, la tolerancia del matrimonio homosexual y el pluralismo político, que podrían llevar al país a la ruina.
La revolución naranja fue un golpe de estado orquestado por occidente.
Es muy probable que se desencadene la guerra con Ucrania porque se trata de un país que amenaza la seguridad de Rusia haciendo el juego a la OTAN agresora.
También creen que una clara mayoría de ucranianos desea volver al estado y relaciones dentro de la órbita de Rusia.
Durante 2021, mientras se preparaba la invasión de Ucrania, se alcanza el mayor nivel de represión informativa de la era pos-soviética. Los medios libres son acorralados y Navalni es encarcelado.
En febrero de 2022 quedan prohibidas en la UE las emisiones de RT y Sputnik.
En medios rusos se extiende una campaña de desinformación según la cual Ucrania desarrolla un programa de armas de destrucción masiva (2022).
La embajada rusa en Washington llama a Facebook organización terrorista (marzo 2022).
El gobierno ruso promulga nuevas leyes según las cuales referirse al conflicto con el término guerra puede suponer para los periodistas una pena de 15 años de cárcel (marzo). Prácticamente todo los medios independientes han sido cerrados. Mientras el mundo está inundado de imágenes de ataques contra civiles e infraestructuras el Gobierno ruso afirma que interviene para ayudar a la población civil.
Roscosmos lleva a cabo gestos politizados sobre Ucrania y los países de Occidente se aprestan a cortar relaciones con la astronáutica rusa.
En agosto de 2024 es detenido en París el fundador de Telegram, aplicación encriptada de amplio uso por parte de las autoridades rusas y ucranianas.
En el transcurso de la invasión de Ucrania se revitalizan las relaciones con China, que se caracterizan por una notable desigualdad en cuanto a beneficios económicos.
Rusia adopta el papel de suministrador de petróleo, gas y materias primas (con descuentos), mientras importa productos tecnológicos.
Occidente califica a China de facilitador necesario en el mantenimiento del esfuerzo bélico en la invasión de Ucrania.
China, Sudáfrica, India y Brasil se distancian de la postura de Occidente a la hora de mostrar rechazo sobre la invasión.
El discurso diplomático oficial que emplea China es un ejercicio de agrupación de figuras retóricas muy poco explícitas.
El comercio con Rusia supone para China un 3% del total, por lo que el apoyo extra a la economía rusa de estos años no se basa en una necesidad apremiante.
