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Sobrenatural:
El sacrificio de seres vivos para obtener dones de los dioses se extendió por todo el planeta.
Fue el tipo de sacrificio preferido por Yahvé, que por este motivo favoreció a Abel frente a Caín.
La pinturas rupestres con escenas de caza representan una invocación de la buena fortuna.
Los viejos mitos paganos del destino y la fortuna permanecen firmemente junto a nosotros.
Rituales e himnos protegen del mal y otorgan bendiciones al matrimonio.
La creencia en otra vida después de la vida constituye una idea atractiva y motivadora.
La religión egipcia abunda en referencias a la vida en el Más Allá.
Las ciudades conocidas estaban asociadas con un mito fundacional que le era propio.
Para emprender toda clase de transacciones mundanas los comerciantes fenicios se encomendaban al dios Melkart, a quien los navegantes favorecidos por la fortuna entregaban ofrendas.
Entre los romanos este papel comercial lo heredaría Mercurio, el mensajero de los dioses entre los hombres, con los sueños como su principal canal de comunicación con los mortales.
El fin del mundo es mencionado en las referencias a las islas Casitérides, procedencia del estaño necesario para la fundición del bronce.
En la narración de los episodios de la Reconquista, espoleada por el fervor religioso, están mezclados numerosos hechos fantásticos que obraron en favor de los cristianos.
Juana de Arco ante el sitio de Orleans (1429) consiguió galvanizar a las tropas francesas con el cumplimiento de profecías y hechos extraordinarios.
Tras su condena a la hogera surgieron numerosas historias sobre su final y sobre castigos divinos recibidos por sus ejecutores.
Se cuenta que Calixto III excomulgó al cometa Halley por considerarlo un mal augurio para la cristiandad cuando este hizo su aparición (1456).
La creencia en la generación espontánea, apoyada por Aristóteles, Descartes, Francis Bacon y Newton, contó con defensores hasta ser refutada definitivamente con los experimentos de Pasteur (1861).
Ignacio Ramonet calificó la creencia a gran escala en tarots, cartas, talismanes, quiromancia, sanadores, radiestesistas a través de brujos modernos y videntes como una regresión profunda del individuo.
Resurgimiento en tiempos de crisis:
[Los horóscopos aparecen por primera vez en la prensa francesa en 1935. La población seguía muy afectada por la depresión que siguió al crac bursátil de 1929]
Se cree con más fuerza aún en los ; y tres mil años después de los caldeos, se invoca el poder de los astros que rigen, con una voluntad inflexible, todo el Universo. Aun sabiendo que estas creencias son incompatibles con el espíritu científico, los ciudadanos, intimidados por los riesgos de los nuevos tiempos, se adhieren a razonamientos absolutamente ilógicos y a supersticiones abracadabrantes. Desafían de esta forma, aun sin confesarlo, los criterios de una racionalidad científico-tecnológica que no siempre da respuesta a sus obsesiones inmediatas.
Recreaciones para turistas:
Creyentes de una religión exánime, que entran en trance frente a las oportunas cámaras de un grupo de excursionistas o son capaces de invocar cualquier espíritu a pedido, mientras bien visible queda el sombrero de la propina, con sus numerosas monedas. Hasta ceremonias exprés, a través de las cuales el foráneo, dispuesto a pagar el impuesto exigido por los dioses, puede quedar ungido de la protección de alguna divinidad antiquísima, de nombre incomprensible.
(Yoani Sánchez, 2016)
● Parece que en nuestro tiempo, las gentes, a fuerza de no creer en nada, están dispuestas a creerlo todo, las mayores pamplinas, con tal de que caigan del lado de lo misterioso y sobrenatural, violen la estampa del vivir cotidiano. (Álvaro Cunqueiro)
● ¿Creen ustedes que las ciencias habrían surgido y habrían llegado a su enorme dimensión actual si no hubiera habido previamente magos, alquimistas, astrólogos y hechiceros que con sed y hambre persiguieron poderes ocultos y prohibidos? (Nietzsche)
● En China, los shang empleaban los huesos de los hombros del ganado para adivinar el futuro. Rompían dichos huesos con varas en llamas e interpretaban las fisuras. (Peter Watson)
Fenómenos sobrenaturales:
Las ideas fantásticas, la interpretación sobrenatural de fenómenos y las supersticiones convivieron con la concepción del mundo que imponía la Iglesia.
Historias de brujas, maldiciones, ordalías y endemoniados convivían con hechos milagrosos de los santos.
En 1193 se celebró en Amiens el matrimonio concertado entre el rey francés Felipe II y la princesa Ingeborg, de 18 años, hija del rey danés Valdemar I el Grande.
Al día siguiente durante la ceremonia de la coronación de la esposa, el rey Felipe empezó a experimentar temblores, palidez y malestar general.
En cuanto terminó el acto, solicitó el divorcio acusando a su esposa de haberle hechizado y trató de devolverla a Dinamarca. Los representantes daneses se negaron y Felipe hizo que un arzobispo francés declarara el matrimonio nulo. El episodio creó un problema entre reinos que se prolongó muchos años.
Un hecho de dudosa veracidad es el relatado en una biografía de Calixto III de quien se dice que excomulgó al cometa Halley por considerar su aparición (1456) un mal augurio para la cristiandad en momentos de grave amenaza otomana.
► El pensador al Farabi (s.X) fue el primer musulmán en concebir un cuadro general de las ciencias. Entre las disciplinas especulativas de la subdivisión posterior realizada por Ibn Sina se incluía la fisiognomía, la interpretación de los sueños y los hechizos. Entre las ciencias prácticas se encontraba la profetología.
Sesgos de los cronistas:
Los cronistas medievales refiriéndose a la infancia de los reyes de su corte describen con frecuencia cierto tipo de acontecimientos fortuitos. Exageran elementos como si fueran cercanos al milagro. Sugieren predestinaciones y la intervención de la mano divina. Abundan las coincidencias improbables y hechos interpretados como premoniciones de cualidades superiores que poseerían sus señores. Para elevar la figura de antiguos héroes nacionales sin ascendencia noble conocida se solía inventar alguna historia para justificar que por sus venas corría sangre de reyes.
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